El gobierno chino desencantó al mercado y desató una profunda corrección en el valor de sus gigantes tecnológicos, que perdieron más de USD 1 trillón de valuación conjunta en los últimos 5 meses.
Compañías como Alibaba, Tencent, JD.com y Baidu presentan un descuento atractivo en sus ratios de valuación, aun a pesar de encontrarse en fase de crecimiento acelerado y operar con importantes márgenes de ganancias.
La razón detrás de estas valuaciones deprimidas radica en la sucesión de multas, suspensiones y otras actitudes coercitivas impuestas por el gobierno chino bajo el paraguas de la búsqueda de eliminar abusos de posición dominante.
Algunas acciones concretas fueron...
I. Multa de USD 2.750 M impuesta sobre Alibaba por abuso de posición dominante, junto con prohibición de mantener sus exigencias de exclusividad para compañías que desean vender a través de la plataforma.
II. Suspensión de salida a bolsa de Ant Group, alegando que no cumplía con requisitos de desglose de información.
III. Eliminación de la aplicación móvil de DiDi (el “Uber” chino) por no cumplir con normativas sobre manejo y recolección de información de sus usuarios.
IV. Multa y exigencia a Tencent de poner fin a sus acuerdos de exclusividad con sellos discográficos.
Luego de años de crecimiento desregulado y concentración, naturalmente surgieron gigantes que, en algunas ocasiones, adoptaban prácticas que dejaban fuera de juego a competidores de menor escala. Las acciones recientes de los reguladores chinos podrían considerarse una respuesta a ello, buscando un entorno más competitivo, donde ninguna compañía logre una consolidación que, además, le permita “desafiar la autoridad del gobierno”.
Destacándose sobre lo anterior, el fin de semana se anunció una medida más extrema, que terminó de minar la confianza de los inversores: se prohibió el fin de lucro en la enseñanza para los niveles primario y secundario. La normativa fue acompañada de otras medidas no menos controversiales, como la prohibición del dictado de clases con materiales o profesores extranjeros.
Las compañías de este sector, como New Oriental Education (EDU), Gaotu Techedu (GOTU) y TAL Education Group (TAL), perdieron más de la mitad de su valuación de mercado tras la medida, acumulando bajas que superan el 90% en lo que va del año en curso.
Producto del golpe en la confianza de los inversores, esta última medida tuvo un efecto contagio en el resto de las compañías chinas, que perdieron en torno a un 10% de su valor de mercado en las últimas dos ruedas.
Lo anterior agravó el desacople de las tecnológicas chinas respecto de sus pares norteamericanas. Hasta el año 2020, el segmento presentaba elevada correlación entre ambos países, sin embargo, en lo que va del año 2021 el Nasdaq subió 19% y se encuentra en nuevos máximos, mientras que las tecnológicas chinas acumulan una baja de -14%.
A futuro, el riesgo idiosincrático de China continuará estando presente, con cierto “descuento” de sus compañías respecto de empresas similares que operen en países desarrollados de occidente.
No obstante, los fundamentos para los gigantes tecnológicos se mantienen inalterados y no justifican las caídas más recientes, que encuentran razón de ser en flujos de fondos, que a su vez son guiados por emociones y miedos de los inversores.
China necesita de sus campeones tecnológicos para lograr menor dependencia de Estados Unidos y expandir su influencia al resto de Asia. Es por ello que, si bien el avance sobre la educación pre-universitaria privada sorprende, difícilmente marque el inicio de una profundización del socialismo en más campos del sector privado.
No esperamos que los múltiplos de valuación se recuperen en el corto plazo, sin embargo, el avance de los fundamentos -principalmente crecimiento de las ventas y las ganancias- traccionará la cotización de los gigantes tecnológicos al alza.
Nuestra mayor convicción se encuentra en E-commerce, computación en la nube e inteligencia artificial, lo que nos lleva a concentrarnos en Alibaba y JD.com.