En el último mes, las tasas de interés de activos americanos de largo plazo disminuyeron. Es probable que esta dinámica se mantenga en un escenario en el cual las expectativas de inflación y crecimiento económico disminuyen. En la siguiente nota explicamos por qué se observa esto y cómo posicionarse en esta situación.

Para las tasas de interés de largo plazo lo que importa son las expectativas. Al momento que uno compra un bono está pensando en el flujo de fondos para la duración del mismo. Entonces, lo relevante es lo que va a suceder a futuro durante el vencimiento de ese bono y no lo que ya sucedió. Así, se considera la inflación esperada y el crecimiento económico a futuro. 

La política monetaria más contractiva de la Fed ayuda a disminuir las expectativas de inflación. Luego de que la inflación americana alcanzara su registro más alto en cuarenta años, la FED realizó la suba de tasas más agresiva desde al menos 1994. Los Fed Funds pasaron de 0,25% a 2,5% en sólo cuatro meses. Al mismo tiempo se observa una disminución en las expectativas de inflación: la de mercado a 10 años, descontando los primeros cinco años (forward 5-5), se ubicó en 2,1% en su último registro frente al 2,7% el 21 de abril de 2022. Por su parte, según la Universidad de Michigan, las expectativas de inflación de los consumidores a 5 años disminuyeron a 2,8% siendo también su menor registro desde abril. 

Además, ya se observa una desaceleración de la actividad económica afectada por la inflación y la política monetaria contractiva. El índice gerente de compras (PMI) de julio se ubicó en contracción por primera vez desde la pandemia en 47.5 puntos con una importante caída en servicios. Asimismo, los pedidos de seguros de desempleo semanales llegaron a 256 mil, siendo el registro más alto desde noviembre del año pasado, reflejando un menor dinamismo en el mercado laboral. A esto se le agrega que, según el Boureau de Análisis Económico, el PBI presentó una contracción de 0,9% en el 2Q22. En una economía en la cual hay menor crecimiento e inversión, suele disminuir la demanda de crédito mientras que aumenta el ahorro precautorio y, como consecuencia, las tasas disminuyen.

Con expectativas de inflación de largo plazo ancladas, política monetaria contractiva e inflación observada elevada, es razonable que se observe inversión en la curva de interés. En este caso, es probable que sea por un período más extenso que el habitual debido a que la inflación actual no es sólo elevada, también es persistente y llevará a que la Fed mantenga la política monetaria contractiva por un tiempo mayor. La inflación de servicios se ubicó en 6,2% i.a. el último mes frente a 3,1% i.a. de un año atrás. Por otro lado, las expectativas de inflación de largo plazo ancladas llevan a que si bien las tasas de corto se mantengan elevadas, las de mayor plazo se ubiquen por debajo.

Por otro lado, en momentos de incertidumbre la prima de riesgo afecta positivamente a activos seguros. Cuando aumenta la percepción de riesgo en la economía los inversores se suelen refugiar en los activos más seguros que son los bonos del tesoro americano. Esto genera un precio mayor del bono o una tasa de interés menor. En este sentido se puede observar que el índice de sorpresa económica que elabora el Citi se encuentra en los niveles más bajos desde la pandemia, marcando que los datos económicos han sorprendido negativamente. Mientras se desconozca la profundidad de la recesión y continúen sorprendiendo las noticias negativas es probable que el atractivo de los bonos seguros continúe aumentando. 

En resumen, la caída en las expectativas de inflación, de crecimiento económico y el aumento en la prima de riesgo es probable que se mantengan por los próximos meses y con ello permita al menos mantener estable a los bonos de calidad de largo plazo. En este sentido, una buena estrategia en este escenario es esperar haciendo tasa hasta que se observe una mayor certidumbre económica. Es probable que esta tasa no supere a la inflación de corto, pero puede resultar más conveniente que quedarse solo en efectivo esperando un mejor momento de entrada a las acciones.

Riesgos de la estrategia

Sin embargo, es importante destacar que puede haber factores que afecten la estrategia. El principal es si la expectativa de inflación se mantiene elevada por un tiempo muy extenso. Esta situación es difícil de imaginarse debido a que los Bancos Centrales desarrollados le dan una gran importancia a las expectativas de inflación que son clave para llevar adelante su política monetaria. Por otro lado, puede que las expectativas de crecimiento aumenten y que la prima de riesgo disminuya, pero es bastante difícil que esto suceda cuando recién está empezando la desaceleración económica en el ciclo y todavía se observa inercia del lado de las sorpresas negativas. En este sentido, posiciones más agresivas con bonos de mayores tasas como los High Yield son riesgosas debido a la incertidumbre económica.

Oportunidad de inversión

Para aprovechar la tasa de interés en este período se puede posicionar en bonos del tesoro largos con el iShares 7-10 Year Treasury Bond ETF (IEF) y con algo más de tasas se encuentran los Investment Grade con el ETF (LQD). En el último mes, presentaron retornos de 2,7%, mientras que los segundos de 2,3%. Adicionalmente, se puede pensar en una estrategia más agresiva con acciones sensibles a la tasa de interés y tengan un negocio con flujo de fondos estable incluso en recesión como lo son algunas tecnológicas. Esta estrategia será explorada en futuras notas.