En lo que va del año el BCRA subió la tasa de interés en 3 oportunidades: la tasa de Leliqs a 28 días -tasa que usa como referencia- ascendió del 45% al 55%. La tasa de plazo fijo para personas físicas subió del 43% al 51,2% y la Badlar de bancos privados del 40% al 51%. Con esto, las tasas se acercaron a la inflación y devaluación esperada: de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA de enero y febrero, la mediana de las estimaciones se mantuvo en torno al 53% para el tipo de cambio oficial y la inflación minorista.

Sin embargo, vale aclarar que estas estimaciones fueron realizadas previo al dato de inflación de febrero, que estuvo muy por encima de las estimaciones (4,7% vs 3,9%), y todo indica que las proyecciones para marzo y abril también quedaron cortas, ya que prevén un alza de 4% y 4,1% -respectivamente- y todo indica que van a estar por encima del 5,0%. Así las cosas, es muy probable que en la próxima publicación del REM (8 de abril) las perspectivas de inflación para los doce meses suban al 60%, con una corrección similar en las expectativas de tipo de cambio.

Con este marco de fondo, consideramos que el BCRA volverá a subir las tasas de interés. Por este motivo, analizamos 2 escenarios: El primero contempla una suba en la tasa de interés de referencia de 200 pb y el segundo de 300 pb. La diferencia entre estos dos escenarios radica en el gradualismo, dado que una suba de 200 puntos dejaría abierto el escenario a futuras actualizaciones, mientras que la de 300 pbs daría espacio a no ajustarlas por un tiempo, para luego acomodarse a las nuevas expectativas.

De concretarse el primer escenario (suba de 200 pbs), tendríamos que, en términos de tasa efectiva, los rendimientos quedarían así: Leliq a 28 días 57,92%, plazos fijos 56,31% y Badlar 53,33%.

¿Cómo quedan los bonos ajustables por Badlar? 

Partiendo de lo anterior, procedemos a analizar la curva Badlar a precios actuales y cómo quedaría con los escenarios que mencionamos a precios actuales.

El ajuste reciente de tasas ha elevado los rendimientos de estos bonos, llevándolos al rango de 52%-56%, otorgándole competitividad al momento de evaluar carteras de inversión. Por este motivo, en los cambios recientes de las carteras aumentamos la exposición a la colocación en instrumentos que ajustan por tasa. Ahora bien, de llevarse a cabo una nueva suba en torno a los 200/300 pbs -como esperamos-, vemos oportuno aumentar la exposición a valores del 20/25% de la cartera, reduciendo levemente la exposición CER.

Por último, y no menos importante, tendremos que evaluar el volumen de dichos instrumentos, ya que no todos tienen la liquidez suficiente para entrar y salir fácilmente en caso de un cambio de estrategia.