El comercio internacional sigue afectado por la dinámica derivada de la pandemia COVID-19. Se plantean ciertos escenarios favorables si las economías de Europa y China inician la fase de recuperación.
El tipo de cambio real se depreció un 1,3% promedio mensual en abril 2020 (base 2010=1). El nivel de TCR se modifica luego de la depreciación nominal. Ese nivel se sostiene por encima del promedio de toda la serie del año 2019.
Resumen
· El ritmo de contagio del coronavirus COVID-19 continúa afectando sustantivamente a las economías y al comercio internacional dadas las medidas sanitarias y de aislamiento social lo cual restringe el dinamismo del comercio internacional.
· La mejor perspectiva económica en China emerge ciertos aspectos positivos para el comercio. Sería esperable una recuperación comercio tras la reactivación de la economía a partir del tercer trimestre del año.
· La expansión de los contagios en Estados Unidos motivó el cierre parcial de la actividad comercial en muchos estados de la unión generando una demanda de seguros de desempleo alrededor de 37 millones, casi sin precedentes.
· El cono sur de América parece enfrentarse a una suavización de las disrupciones comerciales. Se vislumbran ciertos aspectos positivos con el eventual comienzo de recuperación de las economías China y de Europa.
· El frente externo para Argentina luce con matices. El comercio de bienes y servicios evidenció menores efectos negativos respecto a la economía doméstica principalmente por la proyección de una muy buena campaña productiva del sector agropecuario.
· El nivel del TCR oficial promedio de fines de mayo resultó en una leve depreciación respecto de abril de 2020 en 0,2% (diciembre 2010=1). Esto lo ubica un 9% por debajo del promedio histórico enero1959-mayo 2020, es decir, en promedio histórico, el nivel actual registra una apreciación real.
· El contagio del coronavirus Covid19 evidencia cierta desaceleración a nivel mundial aunque aún el marco es de pandemia. El impacto sanitario y sobre la economía mundial se evidencia en el direccionamiento de recursos hacia transferencias sociales y gastos sanitarios lo cual sigue restando dinamismo al comercio internacional.
· Se evidencian señales positivas respecto al comienzo de recuperación de la actividad económica en China. Es difícil establecer un pronóstico sobre la tasa de crecimiento, pero es probable que se produzca una gran reducción en el primer trimestre, seguida de una recuperación. Los principales bancos de inversión sugieren que el crecimiento en China puede ser de entre el 1% y el 3% para 2020.
· Tras los efectos de contagio del COVID-19, Estados Unidos se enfrenta al impacto casi sin precedentes ya que el comercio interno permanece en gran medida cerrado y los estadounidenses permanecen en sus hogares sin demanda. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, describió un escenario económico más problemático planteado por la posibilidad de quiebras masivas y desempleo.
· La CEPAL sostiene que los efectos no revertirán la globalización, pero habrá una economía mundial dependiente en tres polos: Europa, América del Norte y Asia oriental. Esto va a estar determinado por el tipo de proceso de salida de la crisis y si se pueden absorber los costos socioeconómicos de manera eficiente.
· Si bien el comercio internacional afectado por la crisis sanitaria restringe la generación de divisas de los países con dificultades estructurales de financiamiento como los casos de las economías emergentes de Latinoamérica, el canal comercial es el menos afectado en términos relativos. La incipiente recuperación que se vislumbra desde China es importante para el comercio de bienes primarios y commodities que produce la región.
· El frente externo de nuestro país luce matices. Por un lado, las tensiones del canal financiero internacional y la carga de intereses de deuda establecen un factor de compresión para los recursos que se generan en la economía. Por otro, el canal comercial que se observa a través de la balanza comercial evidencia aspectos positivos con la eventual recuperación de la economía china y europea, y la buena campaña agropecuario 2019/20 con una producción cerca de máximos históricos.
· El tipo de cambio nominal promedio mensual mayorista del Banco Central durante la tercera semana de mayo se depreció dadas las fuertes presiones en el mercado informal de cambios. Mientras que el promedio de cierre del mes de abril fue $ 69,16, el promedio mensual correspondiente a mayo se situó en $ 70, es decir, un nivel de depreciación de 1%. Sin embargo, la comparación interanual respecto de mayo de 2019 registra una depreciación nominal sustancial de 52%.
· El tipo de cambio nominal respecto al dólar minorista promedio registra fuertes tensiones derivadas del segmento informal y generando una brecha cambiaria del 25% respecto a la cotización formal efectiva (incluyendo el impuesto País del 30%). Mientras que en el mercado informal la cotización es del orden de 127 $/U$S, el tipo de cambio oficial promedio minorista efectivo es de 91 $/U$S.
· Las presiones al alza en la cotización informal y su desacople respecto al tipo de cambio oficial evidencia la necesidad de no atrasar el tipo de cambio real dado que éste último es una variable fundamental de la competitividad precio de la economía nacional.
· El nivel del TCR correspondiente hacia la tercera semana de mayo, estimación para el comercio y la competitividad, se encuentra 2,9% por encima (depreciación neta) del promedio del año 2019. Esto como consecuencia de cierta fijación cambiaria dada por las restricciones cambiarias y el espacio otorgado por las fuertes depreciaciones del año. No obstante, si se observa el promedio histórico de la cotización oficial del período enero 1959-mayo 2020 (base diciembre 2010), se ubica un 9% por debajo de ese promedio, es decir, un nivel de TCR apreciado en perspectiva histórica.
· Si en lugar de utilizar el valor promedio mensual del tipo de cambio consideramos el valor de cierre del 19 de mayo de 2020 de $ 67,9 por dólar a los efectos de captar el efecto tensiones cambiarias dadas por el shock Coronavirus y la incertidumbre financiera sobre nuestro país, el TCR bilateral evidenciaría una mayor depreciación mensual del 0,5% y se seguiría ubicando por debajo del promedio de la serie histórica enero 1959-mayo 2020. Es decir, se registraría una apreciación real respecto a la serie histórica de 8%.
· Sin embargo, el dólar de “equilibrio” estimado por el IAE Austral (valor del dólar según el TCR promedio del período diciembre 2010-mayo 2020) en la cotización formal sería de 65,25 $/US$, es decir, un 4% por debajo del valor actual de cierre del mercado mayorista. No obstante, estos valores deberán ser ajustados dependiendo de lo que suceda con la dinámica mencionada de la brecha de los tipos de cambio.
· Si se consideraría ese valor de 65,25 $/US$ y en comparación con el promedio diciembre 2010-mayo 2020, se sostendría la depreciación real actual del peso en el mercado formal aludiendo a cierto nivel de competitividad de la economía. Esto genera un potencial espacio para sostener el resultado comercial externo y por lo tanto, un canal sustentable de generación de divisas, siempre que estemos en ausencia de una reversión hacia niveles altos de crecimiento de la inflación mensual.