¿Qué pasó?
Internacional
Semana más tranquila para los mercados. El dato de inflación fue en línea con lo esperado confirmando que la desinflación avanza pero lo hace muy lento en un contexto en el que la actividad da más señales de fatiga. El alza que viene mostrando el precio del petróleo es una amenaza para consolidar la baja de la inflación, por lo que el consenso sigue siendo esperar que la Fed suba 25 pb la tasa de interés en la reunión del próximo 3 de mayo. Con este marco de fondo, los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano tuvieron un leve repunte, especialmente aquellos a menor plazo, por lo que los índices de renta fija operaron a la baja. Por su parte, los índices de renta variable tuvieron una semana con ganancias generalizadas, especialmente los sectores Value. El buen momento de las acciones también se reflejó en el resto del mundo: se destacaron las buenas performances de Latam, en particular de Brasil, mientras que la bolsa europea sigue siendo la gran ganadora del año. Con una semana sin la publicación de indicadores relevantes, las miradas de los analistas se concentrarán en la temporada de balances del 1Q23.
La inflación de marzo en EE.UU. tuvo un saldo favorable. El índice general marcó un alza de 0,1% m/m –se esperaba 0,3%– y acumula en los últimos doce meses un alza de 5,0%, cada vez más alejado del pico de 9% i.a. de mediados del año pasado. La mayor contribución a esta desaceleración la aportaron los precios de la energía (los cuales cayeron de la mano de la cotización que tuvo el petróleo durante marzo) mientras que el IPC core mantuvo la dinámica de los últimos meses al marcar un alza de 0,4% m/m y 5,6% i.a. La balanza a favor de la desinflación la aportaron los precios mayoristas: en marzo bajaron más de lo esperado al anotar una caída de 0,5% m/m, acumulando un alza de 2,8% i.a. Esto pone de manifiesto que el proceso de desinflación continúa sin pausa pero mucho más lento a lo que el mercado y la Fed estiman. Por otro lado, el adelanto de ventas minoristas de marzo fue malo al marcar una caída de 1% m/m nominal –segunda caída consecutiva tras el -0,2% m/m de febrero–. En este contexto, el mercado subió la probabilidad de un ajuste de 25 pb en la tasa de referencia en la próxima reunión del 3 de mayo.
El dólar continuó debilitándose frente a la mayoría de las monedas (especialmente frente al Euro y el Real) y los commodities siguieron en alza, con el petróleo marcando un alza de 2% en la semana y de 9,3% en lo que va de abril. Los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un leve repunte: la tasa a tres meses cerró en 5.1% (+0,15 pp) , la de 2 años en 4,10 (+0,13pp) y la tasa de bonos a 10 años cerró en 3.52% (+0,14%). Los índices de renta fija operaron a la baja: los bonos del Tesoro y los Investment Grade fueron los más golpeados con una caída de 1,2% y 0,9%, mientras que los High Yield se diferenciaron al marcar un alza de 0,6%. En lo que va de abril, todos los índices de renta fija presentan caídas en torno a 0,3%. En cuanto a la renta variable, el S&P 500 marcó un repunte de 0,8% impulsado por las acciones del sector petrolero, bancos e industria, acumulando en abril un alza de 0,7% (7,9% en lo que va del año).
A nivel global, en su informe de Perspectivas Económicas Mundiales el FMI destacó que tras el crecimiento de 3,4% i.a. en 2022, en 2023 y en 2024 la actividad económica mundial reduciría su crecimiento al 2,8% y 3,0% respectivamente. La desaceleración del crecimiento es generalizado salvo en Asia, que mantiene el buen ritmo de la mano de China e India. Si bien reconoce que la inflación está bajando a nivel global, destaca los riesgos que afronta la economía global ante el rápido incremento en las tasas de interés, especialmente en el sistema bancario.
El buen momento de la renta variable también se reflejó en el resto de los mercados: el índice global (sin EE.UU.) marcó un alza semanal de 1,6%, y acumula 2,1% en abril y 9,0% en lo que va del año. Lo destacado de la semana fue la muy buena performance de Latam: ganó 7% y en lo que va del año acumula una ganancia de 9%, el doble de lo que marcó el índice de emergentes. Entre los mercados desarrollados, Europa sigue siendo el principal motor con una ganancia de 2,2% en la semana, 3,0% en el mes y 18% en lo que va de 2023.
Local
En el plano local, arrancó el dólar agro y el BCRA pudo frenar la venta de reservas. Es una de las últimas cartas que se juega el gobierno para poder llegar a las PASO sin un desborde. Con el mercado cambiario más relajado, la brecha cedió y mejoraron los bonos mientras el Merval volvió a subir con fuerza. ¿La mala noticia de la semana? La inflación de marzo superó ampliamente las expectativas y le pone un piso elevado a los meses que vienen mientras aumenta la incertidumbre y la fragilidad de la situación política y social. La agenda de la semana estará marcada por la evolución en la liquidación del agro y del mercado cambiario, –y por la decisión del BCRA en cuanto a las tasas de interés–, en tanto que el mal dato de inflación le pondrá presión a los activos indexados. También se publicarán los datos de la balanza comercial y el resultado fiscal de marzo, lo que pondrá en relieve el deterioro del frente externo y de las finanzas públicas.
Aunque con cierta demora en la implementación, finalmente arrancó el dólar agro –recordemos que es un dólar soja recargado dado que también abarca a productos de economías regionales–. Con la ventaja de un tipo de cambio a $300 que ofrece este programa, el agro aceleró la liquidación de divisas y el BCRA pudo frenar la venta de reservas en el mercado de cambios. Concretamente, en la segunda semana de abril el agro liquidó un total de USD 960 M y esto le permitió al BCRA comprar USD 297 M en el mercado de cambios. Pese a estas intervenciones, debido a los pagos de deuda las reservas internacionales cayeron USD 1.735 M, cerrando la semana en USD 36.926 M las brutas y en USD 2.100 M las netas.
El BCRA subió el tipo de cambio oficial 1,8% –mantuvo el ritmo de devaluación en torno al 6,4% mensual– en tanto que los dólares financieros cayeron (1,7% en el MEP y 0,9% para el caso del CCL) lo que permitió reducir la brecha con el oficial al 83% y 87% respectivamente. En la última semana, los bonos soberanos en moneda extranjera mejoraron, lo que permitió reducir 3,3% el riesgo país que cerró la semana en 2.352 pb. En la curva de bonos en moneda local se destacaron los ajustables por inflación y tipo de cambio (subieron 2% en la semana) en tanto que los de tasa fija marcaron una caída de 15%. En cuanto a las acciones, el Merval subió 13% medido en moneda extranjera y finalizó la semana en USD 685.
La ventaja de liquidar a un dólar 40% más alto aún no llega del todo a los productores ya que que la cotización de la soja disponible en Rosario está sólo 10% por encima del nivel previo a la medida. Como consecuencia, hasta que la industria no pague más, será difícil que el productor venda. Aunque con demora y con resultados que apuntan a ser mucho más modestos a lo esperado –la estimación de la cosecha volvió a ajustarse a la baja previéndose una producción de soja de apenas 23 millones de toneladas– esperamos que el flujo de oferta siga predominando en el mercado de cambios y que esto le permitirá al BCRA recuperar reservas en el corto plazo. Es clave que en este período de vigencia del dólar agro el BCRA logre comprar al menos USD 2.000 M y lograr poder de intervención durante una segunda mitad del año en la que se prevé una fuerte tensión cambiaria.
La distensión en el mercado de cambios se ve amenazada por la dinámica de la inflación. Al respecto, el IPC Nacional de marzo se aceleró al marcar una alza de 7,7% m/m y 104% i.a. Este es el peor resultado mensual desde marzo de 1991 y está nuevamente muy por encima de lo esperado por el mercado, superando con creces a las tasas de interés y al tipo de cambio que se movieron al 6,4% y 5,8% respectivamente. Todos los componentes subieron por encima del 7% m/m (se destacó el alza de 29% en educación y de 9,3% en alimentos) lo que le pone presión a la inflación futura y debilita aún más el frágil contexto político y social de la Argentina.