Los mercados globales volvieron a tener una buena semana aunque la última rueda dejó señales de preocupación ante el buen dato de empleo. Esto le sumó presión al mercado local que frenó el rally de los últimos dos meses en un contexto en el que el mercado cambiario se deteriora y la inflación se acelera. 

¿Qué pasó?

Internacional

Envalentonados por la desaceleración de la inflación y una actividad económica que se sostiene a pesar del ajuste monetario, los mercados de EE.UU. volvieron a tener una semana con ganancias. En esta oportunidad sólo se destacaron los activos de renta variable que fueron impulsados por la muy buena performance de las acciones de las Big-Tech. Distinto fue el caso de los mercados de renta fija que operaron estables debido al leve aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, mientras que el dólar se fortaleció y los commodities cayeron arrastrados por el petróleo. En el resto del mundo, excepto Europa, todos los mercados operaron a la baja, entre los que se destacó el ajuste que mostraron los emergentes en general y China en particular.

Lo destacado de la semana fueron los comunicados de la Fed y del Banco Central Europeo (BCE) que reconocieron que lo peor de la inflación ya pasó y encaran un proceso de moderación del ajuste de tasas de interés. En el caso de la Fed, tal como esperaba, subió la tasa de referencia en 25 pb hasta 4,75%. En la conferencia de prensa posterior, Powell mostró, por primera vez, un tono menos restrictivo al reconocer la desinflación que viene mostrando la economía. Por su parte, el BCE subió 50 pb la tasa de referencia hasta 3,0% y dejó en claro que en marzo la subirá otros 50 pb, aunque Lagarde destacó que los riesgos de inflación están contenidos.

La buena recepción del discurso de Powell fue opacada el viernes por el dato de creación de empleos de EE.UU. de enero pasado. Pese al enfriamiento de la actividad que vienen marcando otros indicadores como el consumo y la actividad industrial, el dato de empleo resultó muy por encima de lo esperado. Concretamente, se crearon 517 mil nuevos empleos no agrícolas –casi el doble al dato anterior– y 866 mil en total, lo que permitió que la tasa de desocupación caiga a 3,4%, la más baja desde mayo de 1969, en un contexto en el que los salarios siguen estables. Pese a este buen resultado, el mercado tuvo una lectura negativa dado que le pone más presión a la Fed para que mantenga el sesgo contractivo de la política monetaria. La próxima escala para completar el cuadro macroeconómico de corto plazo será recién el martes 14 cuando se publique el IPC de enero. Se espera un repunte de la inflación general al 0,5% m/m y de 0,4% m/m para la inflación core que, de confirmarse, podría golpear al mercado dejando en claro que la inflación se mantiene resistente.

Local

En el plano local, con un contexto global que empuja menos, la situación económica se va complicando. A medida que se hace más evidente que la actividad económica se estanca, la inflación se acelera y el BCRA pierde reservas internacionales. Un mal combo para sostener la buena performance que estuvieron marcando los activos financieros locales en los últimos dos meses. Pese a las intervenciones del gobierno, los bonos en moneda extranjera volvieron a caer y las acciones tuvieron la peor semana de los últimos meses. Entre los bonos en moneda local se destacaron los ajustables por inflación en un contexto en el que la brecha cambiaria tuvo una ligera caída.

La recaudación de enero volvió a caer en términos reales debido al mal desempeño de las exportaciones, importaciones y los aportes patronales ligados al mercado laboral que fueron compensados en parte por la buena performance del IVA. Mientras esperamos el dato oficial que se publicará recién la próxima semana, las primeras estimaciones privadas marcan que el IPC arrancó el año acelerando su marcha al 5,5% m/m e incluso puede resultar mayor impulsado por el precio de la carne, precios regulados y la suba de los tipos de cambio paralelos. Se espera que los resultados de febrero y marzo sean aún más altos alejando las chances de que la inflación de este año baje al 60% como dicen el gobierno y el FMI.

El mercado cambiario se sigue deteriorando por el derrumbe de la liquidación del agro. Pese al fuerte ajuste que están mostrando los pagos por importaciones, el BCRA tuvo que vender otros USD 263 M y acelerar el ritmo de devaluación al 6% m/m. Estas intervenciones sumadas a los pagos de deuda y ahora también a la recompra de títulos en moneda extranjera, derivaron en una caída de USD 1.246 M en las reservas internacionales por lo que las reservas netas cerraron la semana en USD 5.100 M.  Este panorama hace que cada vez sea más complicado cumplir con la meta de USD 7.700 M para fin de marzo.