¿Qué pasó?
Internacional
Fue una mala semana para los mercados financieros globales, con caídas generalizadas. La inflación aún se mantiene en niveles elevados y el ajuste monetario continúa con varios bancos centrales subiendo la tasa de referencia. Al mismo tiempo, Powell confirmó su compromiso de seguir ajustando la tasa de interés en las próximas reuniones. Esto aumentó las expectativas de un menor dinamismo de la actividad económica global –en algunos casos recesión– para los próximos trimestres. En este contexto, tras cinco semanas consecutivas al alza, las acciones y los commodities experimentaron caídas en la última semana, mientras que los bonos mostraron un comportamiento más estable y el dólar se apreció frente a la mayoría de las monedas. Esta semana, la atención estará puesta en EE. UU., en los resultados de ingresos y gastos del consumidor de mayo y en la evolución semanal de las solicitudes de desempleo, que en junio vienen subiendo, reflejo de que el mercado laboral y la actividad podrían estar moderando su dinamismo.
El ajuste monetario continúa. Reforzando el tono del comunicado que acompañó a la última reunión de la Fed, en su presentación semestral ante el Congreso de EE. UU., Powell remarcó que queda camino por recorrer para que la inflación vuelva al objetivo del 2% y que la mayoría de los miembros considera apropiado seguir subiendo las tasas de interés, al menos otros 50 pb. Con esto, el mercado volvió a aumentar la probabilidad –ahora llega al 73%– de que en la reunión del próximo 16 de julio, la tasa suba otros 25 pb, aunque por ahora no se le asignan mayores posibilidades a otra subida en las reuniones posteriores que quedan hasta fin de año. Del otro lado del Atlántico, se observa el mismo comportamiento: la inflación en la Eurozona y el Reino Unido no baja a la velocidad esperada –incluso se aceleró en el último mes en Reino Unido–. De hecho, tras el aumento que había realizado el BCE que llevó la tasa al 4%, la semana pasada el Banco de Inglaterra sorprendió al mercado con un alza de 50 pb en la tasa de referencia, que llegó al 5%.
Señales de moderación. Aunque en lo que va del año la actividad de EE. UU. mostró un buen dinamismo, superando las expectativas, en la última semana los indicadores publicados despiertan cierta preocupación. Por un lado, el PMI Compuesto de junio marcó 53 puntos, por debajo del 54,3 del mes anterior, debido principalmente a la mala performance del sector manufacturero –cayó de 48,4 en mayo a 46,3– y, en menor medida, al sector de servicios –sigue en modo expansivo pero bajó de 54,9 a 54,1–. Por otro lado, las solicitudes de subsidios por desempleo de la última semana volvieron a marcar 264 mil, por lo que el promedio de junio se ubica 30 mil por encima del de mayo y en el nivel más alto desde octubre de 2021, lo que podría estar reflejando un deterioro del mercado laboral. Por su parte, el índice líder del Conference Board en mayo marcó una caída del 0,7%, acumulando un descenso del 4,3% en los últimos seis meses, producto del deterioro de las expectativas de los consumidores sobre las condiciones empresariales y el empeoramiento de las condiciones crediticias. Según este indicador, el PBI de EE. UU. podría caer en el segundo semestre de este año.
El dólar se apreció y los commodities cayeron. Contrario al comportamiento del último mes, en la última semana los temores de recesión global golpearon a los commodities –excepto en los agrícolas, que siguieron en alza debido a la sequía que afecta al hemisferio norte–, mientras que el dólar se apreció contra la mayoría de las monedas. Concretamente, el US Dollar Index subió un 0,6% y el índice de commodities cayó un 3% en la semana. Esto último se explicó por el petróleo, que cayó un 3,7% –nuevamente cerró la semana por debajo de los USD 70 el barril–, y el cobre, que bajó un 2,0%, mientras que la soja subió un 2% –en el mes acumula un alza del 15%–. El oro continuó con la tendencia de las últimas semanas y cerró en USD 1.919 la onza, un 1,9% más abajo que la semana previa.
Bonos estables. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. tuvieron una semana estable y con un comportamiento heterogéneo, con las tasas cortas al alza y las largas a la baja. La UST2Y subió 3 pb hasta el 4,75% mientras que la USDT10Y cedió 3 pb hasta el 3,74%. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro y los Investment Grade no experimentaron cambios significativos respecto a la semana anterior, mientras que los High Yield cayeron un 1,0%. Los bonos emergentes tuvieron un buen rendimiento al marcar una ganancia del 0,3% en la semana, acumulando en el mes un alza del 1,5%.
Fin del rally. Después de cinco semanas consecutivas al alza –en las que habían acumulado un alza superior al 6%–, en la última semana las acciones tuvieron un rendimiento negativo con caídas generalizadas. El S&P 500 cayó un 1,4% y todos los sectores que lo componen operaron a la baja, entre los que se destacaron los sectores energético e inmobiliario, con caídas del 4,3% y 4,9%, respectivamente. También fue mala la semana para el resto del mundo, que bajó un 3,5% en la semana y, en particular, para la bolsa de China, que cayó un 7,3% –varios bancos están ajustando las estimaciones de crecimiento para este año y 2024–, mientras que Europa y Japón mostraron bajas del 3,3% y 3,5%, respectivamente. Las acciones de América Latina tuvieron el mejor desempeño relativo, presentando una caída de apenas un 0,9%, gracias a que Brasil siguió aportando buenos resultados, marcando un alza del 1,1%, acumulando en lo que va de junio una ganancia del 13,4%. En la última semana, el Banco Central de Brasil (BCB) mantuvo por séptima reunión consecutiva la tasa de interés de referencia en el 13,75%, mientras que las proyecciones de crecimiento del mercado continúan mejorando, previendo un crecimiento del 2,1% para este año, 1 pp por encima de la proyección de un mes atrás.
Lo que viene. Las miradas de esta semana se concentran en los datos de ingreso y gasto personal de EE. UU. correspondientes a mayo –el consenso espera una caída del 0,2% en el gasto y un aumento en la tasa de ahorro–. En relación con esto último, también se publicará el índice de Precios PCE, que es el favorito de la Fed, y se espera un alza similar a la que tuvo el IPC publicado la semana pasada. También se publicarán otros indicadores importantes como el índice de precio de viviendas Case-Shiller y la tercera –y última– estimación del PBI del 1Q23. No menos importante será la publicación de las pruebas de estrés de los bancos estadounidenses, que se realizará el miércoles. En el resto del mundo, también se destaca la primera estimación del IPC de junio de la Eurozona y el PMI manufacturero de China.
Local
Otra semana positiva para los activos locales, en alza desde mediados de abril. Se destacaron los bonos soberanos que experimentaron un fuerte repunte, mientras que el riesgo país retrocedió al nivel más bajo desde marzo. El rally de bonos y acciones obedeció a las expectativas electorales, en un contexto de precios atractivos y un entorno global favorable. Sin embargo, continúan las malas noticias para la solvencia macroeconómica: el déficit fiscal aumentó, el saldo comercial se tornó más deficitario y las reservas internacionales volvieron a caer con fuerza. El BCRA moderó el ritmo de devaluación y la brecha cambiaria se mantuvo, aunque sigue superando el 100% y no logra retroceder a los niveles previos al salto de abril. La semana arranca con las expectativas en la reacción del mercado al cierre de las listas que competirán en las PASO y a las negociaciones con el FMI.
Más déficit fiscal y comercial. Los fundamentals de la economía continúan deteriorándose. A pesar de que las miradas del mercado se centran en la evolución de las reservas, el tipo de cambio y la inflación, no debe perderse de vista el incremento en el déficit fiscal y comercial. En cuanto al primero, en mayo, el Sector Público Nacional registró un déficit primario de $247.651 M (0,15% del PIB) y un déficit financiero de $631.100 M (0,38% del PBI). Con este resultado, en cinco meses acumuló un déficit de $1,26 billones (0,76% del PIB) y ya se consumió toda la meta fiscal del 2Q23 acordada con el FMI. Para cumplirla, debería registrar un superávit de $88.000 M. El deterioro fiscal se debió a que los ingresos cayeron 10% i.a. real –principalmente por menores retenciones–, mientras que el gasto bajó 7% i.a. real debido al ajuste real en jubilaciones, transferencias a provincias y subsidios. Por el lado de las cuentas externas, la balanza comercial de bienes en mayo registró un déficit de USD 1.154 M (contra un superávit de USD 360 M en mayo de 2022), por lo que entre enero y mayo acumuló un déficit de USD 2.600 M, cuando en el mismo período del año pasado había marcado un excedente de USD 3.200 M. El fuerte deterioro en la balanza comercial se explicó por el derrumbe de las exportaciones, que en los primeros cinco meses del año cayeron 22% i.a., mientras que las importaciones aumentaron 6% i.a.
Más venta de dólares y menos reservas. A pesar de haber sido una semana con solo tres ruedas, el BCRA continuó perdiendo reservas internacionales y no fue peor solo porque no se le pagó al FMI las dos cuotas que vencían por más de USD 2.700 M. Concretamente, con el agro liquidando USD 300 M –USD 100 M por día, bastante mejor que las dos semanas previas, cuando había liquidado USD65 M por día– el BCRA vendió USD 204 M en el mercado de cambios y acumula en lo que va de junio ventas netas por USD 552 M. Esto, sumado a otras operaciones del BCRA –entre las que se destaca las intervenciones en el mercado de bonos– por USD 374 M, determinó una caída de USD 578 M del stock de reservas internacionales que cerró en USD 31.274 M –el nivel más bajo desde septiembre de 2016– en tanto que las reservas netas cayeron hasta USD 2.500 M negativas. En cuanto a los vencimientos de deuda con FMI, el gobierno sigue negociando el desembolso trimestral para cubrir estos vencimientos –creemos que lo tendrá– pero deberá esperar a la aprobación del directorio recién para mediados de julio. Se abre así un período de mayor tensión para las reservas internacionales debido a los vencimientos de deuda extranjera en un contexto en el que el BCRA vende cada vez más divisas para contener el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial.
Conteniendo la brecha. A pesar de la fragilidad en el mercado de cambios y las reservas netas cada vez más negativas, el BCRA viene moderando el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. En la última semana lo incrementó al 6,5% mensual (+1,5%) mientras que en lo que va de junio lo hace al 7,7% mensual. Los dólares financieros, como viene ocurriendo en el último mes, tuvieron un comportamiento relativamente estable aunque en la última jornada de la semana tuvieron cierto repunte. Concretamente, el MEP subió 0,9% en la semana, el CCL con GD30 cayó 1,5% mientras que el CCL medido con ADRs repuntó 2,5% y cerró en $520, dejando la brecha con el oficial en 105%, nivel que viene respetando desde el salto de abril –aunque tuvo un pico de 120% a principios de mayo–.
Continuó el rally de bonos y acciones. Los activos locales siguieron con la racha alcista que vienen marcando desde el 20 de abril. En la última semana los bonos soberanos en moneda extranjera fueron los grandes ganadores con una suba de 8,5%, acumulando en lo que va de junio un alza de casi el 20% y del 27% desde la tercera semana de abril. Esto hizo retroceder al riesgo país hasta 2.232 pb, el nivel más bajo desde fines de marzo. Vale destacar que en lo que va del año tuvieron un alza promedio de 12%, impulsado por los bonos de legislación internacional que repuntaron 16%, mientras que los de legislación local lo hicieron solo 7%. El AL30 fue el de mejor desempeño semanal con una ganancia de 13%, por lo que la brecha con el GD30 se achicó al 22% - había llegado al 30% a principios de mayo y en los primeros 4 meses del año promedió 16%-. Por el lado de las acciones, el Merval perdió algo de impulso –especialmente en las últimas dos ruedas– y subió 0,3% medido en CCL (2,8% en moneda local), aunque sigue marcando un muy buen desempeño al acumular en junio una ganancia de 16% y de 33% en lo que va del año. En cuanto a los bonos en moneda local, los de tasa fija volvieron a ser los de mejor desempeño al marcar un alza de 3,6% en la semana y 10,1% en lo que va de junio, seguido por los bonos ajustables por inflación con un alza de 2,8% semanal, contra el 1,8% de los duales y 1,6% de los ajustables por tipo de cambio.
Todos anotados para las PASO. Llegó el día de la primera posta de la transición hasta el nuevo gobierno que asuma el 10 de diciembre. Tras dos meses de negociaciones internas, se definieron las listas para competir en las PASO del 13 de agosto. El oficialismo logró una lista de unidad –deberá competir contra Grabois, lo cual es una mera formalidad– con Massa como candidato a Presidente, en tanto que en la oposición todo se dio como se preveía, con fórmulas combinadas entre el Pro y la UCR. Arranca la campaña hasta la segunda posta de la transición. Hasta el momento las encuestas dan a JxC como mayores chances –con una leve ventaja de Patricia Bullrich–, al oficialismo segundo con cerca del 30% y a un Milei debilitado en las últimas semanas, orillando el 20%. Parte de esto se notó en las elecciones provinciales que se desarrollaron hasta ahora, en las que se observa una notable mejora de JxC que recuperó 8% de los votos mientras que el oficialismo perdió 3% y los libertarios no llegaron al 5% de los votos. En el caso de la provincia de Córdoba, el Schiarettista Martín Llaryora ganó por un muy escaso margen a Luis Juez de JxC (42,6% a 40,0%) y se notó una importante pérdida de votos para el oficialismo cordobés y una mejora sustancial en los votos a la oposición.
Lo que viene. Las miradas de esta semana estarán en el día después de las listas. En un contexto en el que los precios de los activos argentinos vienen teniendo un fuerte rally alcista y aún lucen atractivos, el mercado debatirá qué escenario electoral se dará post Paso. Seguimos esperando un mercado volátil y expectante de las propuestas de los candidatos, aunque con una economía cada vez más frágil. Será importante la evolución de las negociaciones con el FMI para evitar seguir acumulando atrasos y no debilitar aún más las reservas internacionales.