¿Qué pasó?
Internacional
La buena racha para el mercado global continúa. A la espera de los datos de inflación y de la decisión de la Fed respecto al rumbo de la política monetaria que se publicarán esta semana, los mercados han seguido mostrando un buen desempeño. Las acciones y los commodities han subido, mientras que la renta fija y el dólar no han presentado grandes cambios. Tras el torbellino de noticias de los primeros días del mes, en los que se combinó el acuerdo en el Congreso con los buenos datos del mercado laboral, los indicadores han seguido mostrando un buen dinamismo del nivel de actividad, pese a que las solicitudes iniciales de desempleo tuvieron un repentino repunte. La recesión no llega, el sistema financiero sigue recuperándose y los pronósticos de desinflación no son alentadores. El mercado ha olvidado el pivote para este año y ahora espera una pausa en el alza de tasas, aumentando las posibilidades de un nuevo ajuste en julio. Será una semana clave para cerrar un primer semestre de alta volatilidad, pero con recuperación para las acciones, estancamiento de la renta fija y caída de los commodities.
The American dream. Fue una semana sin indicadores relevantes para interpelar el escenario de soft landing que venimos marcando desde principios de año. Los indicadores de actividad siguen mostrando que la economía crece moderadamente de la mano del consumo y la inversión. La preocupación la aportaron las solicitudes iniciales de desempleo que en la primera semana de junio subieron a 261.000, 30.000 más de lo previsto y la cifra más alta desde octubre de 2021. Pese al repunte, parece poco para señalar un enfriamiento del mercado laboral que cause alarma. Mientras tanto, las estimaciones de crecimiento de EE. UU. y del mundo continúan revisándose al alza: el Banco Mundial subió la estimación de la actividad económica global aumentará un 2,1% en el año 2023, frente al 1,7% que indicaban las proyecciones de enero, y la OCDE también revisó al alza su previsión de crecimiento global a un 2,7%, frente al 2,6% en la estimación previa. Con EE. UU. evitando la recesión, ahora las miradas se centran en el PBI de la Eurozona que en el 1Q23 tuvo una baja de 0,1% y repitió el comportamiento del 4Q22, por lo que formalmente entró en una recesión técnica, siendo aún más preocupante el pobre desempeño de Alemania, la principal economía del bloque.
Acciones firmes y bonos débiles. Fue otra semana positiva para las acciones: el S&P 500 cerró con un alza de 0,5% —en lo que va de mayo acumula una ganancia de 3,0% y de 12,5% en lo que va del año— y se ubica en el nivel más alto desde el 30 de septiembre del año pasado. Desde aquel mínimo, subió 20%, por lo que ya está en terreno bull market. La mayoría de los sectores tuvieron una buena performance, aunque se destacó el de consumo discrecional que subió 2,9%, impulsado por Tesla que saltó 14% luego del acuerdo con GM, permitiendo que los autos eléctricos de esta última puedan usar su red de cargadores rápidos. Salvo en Europa, el resto de las bolsas del mundo también tuvieron una buena semana. Entre estas, se destacaron las emergentes en general y Latam en particular, que anotó una suba de 8,6% en la semana, acumulando en lo que va del año una ganancia de 17%, liderando los rendimientos de este 2023. Diferente fue el caso para la renta fija, pues los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un leve repunte —la tasa de los UST2Y subió 10 pp hasta 4,60% mientras que la de los UST10Y aumentó hasta 3,75%—, por lo que el índice de bonos del Tesoro cayó 0,2% en la semana y extendió a 0,7% la pérdida en lo que va de junio, prácticamente el mismo comportamiento que tuvieron los Investment Grade. En sintonía con la performance en renta variable, los bonos emergentes fueron los de mejor desempeño al anotar un alza semanal de 0,5%. En el mercado de commodities, pese a los anuncios de recortar la producción por parte de la OPEP, los temores de una desaceleración en la demanda volvieron a golpear al petróleo, que en la semana cayó 2,2%, mientras que el resto de las materias primas, por temores a una menor oferta global, operaron al alza: la soja subió 2,5% y el cobre lo hizo 1,8%. Finalmente, en el mercado de monedas, el dólar tuvo una ligera depreciación frente a las principales monedas, mientras que el Real Brasileño perdió 1,0% en la semana, 4,0% en lo que va de junio y 8,0% desde fines de 2022.
Inflación y Fed. Será una semana clave. El martes se publicará el IPC de mayo, siendo lo más importante la evolución del IPC Core: el consenso de mercado y el Nowcast de Cleveland estiman un alza en torno al 0,4% m/m, por lo que mantendría la resistencia a la baja que viene marcando en los últimos ocho meses. Vale destacar que en términos interanuales la inflación seguirá en baja, dado que compara contra el nivel más alto del año pasado. Este resultado, sumado a los buenos datos de actividad económica que venimos remarcando, será determinante para que la Fed decida una pausa del ajuste de tasas de interés: si bien sigue liderando la probabilidad de interrumpir las subas que viene haciendo desde marzo del año pasado, en el último mes fue ganando espacio la probabilidad de un ajuste de otros 25 bp, lo que la llevaría a 5,50%. Además de esto, también será importante la publicación del resultado fiscal —recordemos que se viene notando un importante deterioro en las cuentas públicas— y de las ventas minoristas de mayo. Serán los últimos indicadores de este primer semestre del año, caracterizado por la alta volatilidad pero también por el rally alcista que mostraron las acciones, especialmente las grandes tecnológicas que se vieron favorecidas por el desarrollo de la inteligencia artificial, dado que son las grandes proveedoras de un instrumento que llegó para quedarse y que seguramente tendrá efectos económicos de largo plazo, especialmente en lo se refiere a la productividad.
Local
Desacople entre la coyuntura económica y el mercado. Mientras que la primera continúa deteriorándose, especialmente por la caída en las reservas internacionales, una inflación altísima, con el Tesoro con necesidades financieras crecientes y con un fallido canje de deuda para el sector privado, los activos financieros locales volvieron a tener una semana con una muy buena actuación. Nuevamente hubo un fuerte repunte en los bonos soberanos y en las acciones en un contexto en el que en la curva de pesos volvió a predominar los instrumentos con cobertura cambiaria. Arranca una semana clave para el mercado local, no solo por la publicación del IPC de mayo, sino también por el cierre de alianzas electorales de cara a las próximas elecciones. La expectativa comienza a tener un rol trascendental y la volatilidad será la principal protagonista hasta el domingo 13 de agosto.
Fin del veranito cambiario. Finalizado el dólar agro para el complejo sojero, el BCRA y el mercado de cambios ya lo están extrañando. Es que luego de la fuerte liquidación de divisas que hizo el sector en la última semana de mayo, en lo que va de junio se derrumbó: de USD 1.400 M vendidos entre el 28 de mayo y el 2 de junio, en la última semana el agro apenas aportó USD 356 M en un contexto en el que la demanda se mantuvo elevada para los parámetros actuales. Como era de esperar, el BCRA interrumpió la racha de compra y vendió USD 229 M en el mercado de cambios que, sumado a las intervenciones en el mercado de bonos y pagos de deuda en moneda extranjera –finalmente Córdoba pudo afrontar sus vencimientos de USD 150 M– hicieron que las reservas internacionales retrocedan USD 514 M y cierren la semana con un stock bruto de USD 32.484 M, mientras que las netas siguen negativas en torno a los -USD 1.500 M.
Un piso para la brecha. Con el mercado cambiario nuevamente bajo tensión, el BCRA subió el tipo de cambio oficial a un ritmo de 7,8% mensual, levemente menor a la semana previa. Pese a este comportamiento, los futuros de dólar en Rofex rebotaron luego de varias semanas de caídas y tuvieron fuertes subas en todos los contratos a partir de agosto –la suba era esperable, pues estaban artificialmente baratos por la intervención del BCRA–. La curva marca una devaluación mensual promedio de 11,1% para el 2023 y de 9,6% para lo que queda de junio. Los dólares financieros continuaron en relativa calma y la brecha continuó reduciéndose: con el MEP quedó en 93%, con el CCL oficial 96% y con el CCL libre en 104%. Si bien en las últimas dos semanas la brecha entre los dólares financieros y el oficial tuvo una leve caída, sigue 20 pp por encima al nivel que tenía previo al salto de mediados de abril cuando se ubicaba en torno al 90%. Creemos que es un piso para el escenario que comenzamos a transitar hasta las PASO de agosto.
Mercado alcista. Otra semana positiva para los activos argentinos: el Merval subió 8% en dólares –cerró en USD 760– e igual desempeño tuvieron los bonos soberanos que tuvieron alzas de hasta 10%. Desde el 12 de abril, los bonos soberanos en moneda extranjera subieron 14% y las acciones 18%. En el mercado de pesos, la demanda por cobertura cambiaria volvió a subir y los duales y los dollar-linked volvieron a liderar los retornos, con subas promedio de 3,0% –destacaron la letra DLK a octubre subiendo 7,8% y el dual a septiembre subiendo 6,0%–. Para el cortísimo plazo, la demanda estuvo en las letras CER que subieron un 2,6% promedio, contra las ledes que subieron tan solo 1,8%..
Floja licitación y más emisión. El canje del Tesoro tuvo una adhesión modesta del 78%, pero apenas el 17% de los tenedores privados aceptaron canjear instrumentos con vencimiento entre junio y septiembre por un menú de instrumentos que vencían entre fines de 2024 y principios de 2025. Prácticamente toda la adhesión vino del sector público y esto tiene su contrapartida en la emisión monetaria: el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES (FGS) le vendió casi $2.000 MM de títulos al BCRA y luego con los pesos conseguidos entra a las licitaciones primarias y el BCRA se queda con títulos públicos cuya única salida para postergarlos es entrar en canje. Esto generó una emisión primaria por el equivalente a 1,3% del PBI.
Súper miércoles. Arranca una semana clave para la economía y la política. En cuanto a la primera, el miércoles 14 se publica el dato de inflación de mayo que podría ser el más alto del año debido al elevado arrastre que dejó el salto de 8,4% m/m de abril, aumento de la brecha cambiaria y ajustes de precios de tarifas. El promedio de consultoras privadas apuntan a un alza en torno al 9%, –incluso el REM– mientras que el índice de la Ciudad de Buenos Aires y el de Córdoba estuvieron por debajo del 8%, por lo que redujimos nuestra estimación de 8,7% a 8,2% m/m. Aun dando más abajo, no habrá nada que festejar: la inflación en estos niveles pone a la economía en una situación muy frágil. En el plano político, en una semana en la que las internas en los dos principales espacios estuvieron muy intensas, con amagues de rupturas incluidos, el miércoles 14 vence el plazo para las alianzas electorales, por lo que se terminarán las especulaciones en cuanto a las frentes que competirán en las PASO y solo restará saber el 23 de junio cómo estarán conformadas las listas con los candidatos a presidente y vicepresidente. Todo esto pasará en un entorno en el que el BCRA seguirá perdiendo reservas y el gobierno negocie con el FMI antes del pago del vencimiento de USD 2.700 M.