¿Qué pasó?
Internacional

Semana volátil para los mercados globales. Si bien los primeros días, con el fuerte aumento del precio del petróleo y los datos de actividad más débiles a los esperados, los riesgos de un freno más rápido de la actividad económica volvían a asomar, los datos de empleo del viernes último mostraron que el mercado laboral está fuerte. Más allá de haber moderado el ritmo de creación de empleo en marzo, el mercado laboral siguió manifestando buena salud, con una tasa de desocupación que volvió a caer y se mantienen en niveles históricamente bajos. Esto volvió a pegar en las expectativas de los agentes, que aumentaron la probabilidad de que la Fed continúe con el ajuste monetario y prevén un alza de otros 25 pb en las tasas de interés de referencia. Pese a este escenario, las tasas de interés continuaron cediendo y esto le dio impulso a los bonos del Tesoro y a los bonos de mayor calidad. En las acciones, el Dow Jones tuvo la mejor performance, el S&P 500 terminó sin cambios y el Nasdaq cerró la semana con una ligera caída. En cuanto a la renta variable global, Europa volvió a ser la ganadora de la semana en un contexto de bajas generalizadas mientras Latam tuvo la de peor performance. La clave para esta semana será la publicación de la inflación de marzo con lo que se completará el cuadro para juzgar el soft-landing que tenemos como escenario base. 

La situación del sistema financiero americano –y global– continuó estable en la última semana. Incluso la Fed ya recuperó USD 100.000 M de los USD 400.000 M que había puesto para proveer liquidez al sistema en plena corrida contra los bancos regionales. Esta estabilidad fue jaqueada por la repentina decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo en más de 1,16 millón de barriles por día a partir de mayo, lo que generó un salto de 7% en el precio del crudo, que superó los USD 80 el barril. A esto se sumó la publicación de datos económicos en EE.UU. que estuvieron por debajo de lo esperado: el PMI no manufacturero resultó 52 en marzo contra 54 que esperaba el consenso mientras que la encuesta de empleo privado ADP mostró un desaceleración importante en la creación de empleo de 145 mil contra 215 mil esperados y 261 mil en febrero. Esto trajo pesimismo al mercado que volvió a temer por más inflación y una recesión global. Sin embargo, al cierre de la semana la oficina de empleo publicó los indicadores laborales de marzo: se crearon 236 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas (el peor registro desde diciembre de 2020 aunque en línea con lo esperado) y se sumaron 341 mil del empleo agrícola que permitieron absorber el alza de la población económicamente activa y así bajar la tasa de desocupación al 3,5% (3,6% en febrero). Esto fue acompañado de menor presión de los salarios, los cuales subieron 0,3% en el mes y 4,2% i.a. Ante este resultado el mercado bajó la expectativa de una interrupción en el proceso de ajuste de tasas y aumentó al 71% –desde el 48% de la semana previa– la posibilidad de que el 3 de mayo la Fed suba otros 25 pb la tasa de referencia (hasta 5,25%).

En el mercado de renta fija, los bonos del Tesoro y los Investment Grade tuvieron la mejor performance de la semana y subieron 0,9% y 0,7%, respectivamente, acumulando en el último mes una ganancia de 4,5%. En tanto que la mayor incertidumbre que recorrió la semana golpeó a los bonos High Yield y a los Emergentes que cayeron 0,9% y 0,2%, respectivamente, acumulando en los últimos 30 días un alza de 0,9% y 1,8%, respectivamente. En cuanto a las acciones, el alza del precio del petróleo y la incertidumbre que acompañó al mercado en la previa de pascuas, le dieron impulso a las acciones del sector energético (subieron 2,6%) y a los sectores defensivos como el de salud y utilities (ganaron más de 3%), mientras que las acciones tecnológicas tuvieron una ligera caída. Las acciones del consumo discrecional tuvieron la peor performance, entre las que se destacó la acción de Tesla que cayó 10% en la semana.

Local

En el plano local, el BCRA continuó perdiendo reservas debido a la constante venta de divisas que viene realizando en el mercado de cambios para mantener el ritmo de devaluación. Si bien repuntó respecto a las semanas previas, la liquidación del agro sigue siendo muy pobre para abastecer la demanda para pagos de importaciones y vencimientos de deuda en moneda extranjera. La falta de oferta de divisas del agro se explica por el adelantamiento de exportaciones en 2022 consecuencia del dólar soja I y II y por la histórica sequía que está padeciendo el país que no sólo provoca un derrumbe en la producción sino también una demora en la cosecha. Tras el muy mal resultado de marzo en el que el BCRA vendió casi USD 2.000 M y con el stock de reservas netas en USD 2.400 M, el gobierno lanzó el dólar agro, un nuevo parche que consiste en una devaluación transitoria y selectiva para el complejo sojero con la que busca que se acelere la liquidación de divisas para tomar un poco de aire antes de las PASO. Creemos que esto puede traer un alivio transitorio pero que le quitará oferta en la segunda mitad del año en la que el faltante de divisas se agudizará. Mientras tanto, el BCRA mantiene el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial “conformándose” con que la brecha con el tipo de cambio paralelo no supere el 100%. Con este marco de fondo, en la última semana los bonos soberanos volvieron a caer y la brecha cambiaria tuvo un leve repunte. Entre los instrumentos en pesos ganó el Merval, mientras que los bonos subieron de la mano de los ajustables por inflación y tipo de cambio. La atención de esta semana estará puesta sobre la evolución del mercado cambiario con el dólar agro y sobre el dato de inflación de marzo que se publicará al cierre de la semana, en el que esperamos que el IPC Nacional marque un alza del 7% m/m –el peor registro desde julio del año pasado– y 103% i.a.

En la última semana, las reservas internacionales cayeron USD 402 M cerrando con un stock bruto de USD 36.658 M. Las netas quedaron por debajo de los USD 2.000 M. Esto marca que, pese a la re-calibración de las metas de reservas del FMI, Argentina no pudo cumplirlas y difícilmente lo haga en los próximos trimestres. La caída de las reservas se explicó por la venta de divisas por USD 409 M en el mercado de cambios en un contexto en el que la liquidación del agro sumó USD 373 M. Acorde con la estacionalidad, se puede apreciar una aceleración en la liquidación diaria de USD 55 M a USD 100 M, aunque 30% menor a la de abril del año pasado. Para acelerar el ritmo de liquidación y contener la pérdida de reservas, el gobierno vuelve a apostar a una devaluación selectiva y transitoria con el dólar agro (una especie de dólar soja recargado) en el que por 45 días el agro podrá liquidar a un tipo de cambio de $300. El programa también incluye un dólar diferencial para economías regionales durante cinco meses pero el impacto en el mercado es marginal. La cámara de exportadores del agro promete liquidar USD 5.000 M lo que podría aumentar la oferta diaria a USD 180 M. Esto le dará aire al BCRA para recuperar reservas y contener la brecha cambiaria, aunque transitará el segundo semestre con mayor presión cambiaria.

Mientras intenta contener el deterioro del frente externo, la inflación sigue en alza. De acuerdo a la Ciudad de Buenos Aires, en marzo subió 7,1% en línea con las consultoras privadas. Esto acompaña nuestras expectativas y la del último REM del BCRA que la estima en 7% (hace un mes la estimaba en 6,2%). La corrección al alza de la inflación del REM se da en marco de deterioro generalizado de las proyecciones macroeconómicas: la inflación mensual para los próximos meses subió del 5,8% al 6,2% por lo que el IPC en 2023 tendría un alza de 107% (contra 98% que estimaba en el REM anterior) de 113% y para los próximos 12 meses. En cuanto al tipo de cambio, el REM espera un ritmo de devaluación del dólar oficial al 6,1% mensual hasta diciembre,  cuando promediaría $346. A su vez, estima que en marzo de 2024 se aproxime a $466, lo que implica un alza de 130% i.a.

Lo que viene
Internacional

La clave para esta semana será la publicación de la inflación de marzo en la mayoría de los países. En el caso de EE.UU. se publicará el miércoles. El mercado –y el nowcast de Cleveland– espera un alza de 0,3% m/m para la general (lo que haría bajar la interanual a 5,2% desde el 6,0% de febrero) y 0,5% m/m para la core (la interanual repuntaría a 5,7%). De cumplirse este pronóstico, marcaría que el proceso de desinflación continúa –aunque un poco más lento a lo necesario– para cumplir el pronóstico de la Fed. De sorprender a la baja, le quitará presión a las tasas de interés y volverá a impulsar a las acciones mientras se espera la temporada de balances del primer trimestre.

Local

La clave de esta semana será la evolución del mercado cambiario y la publicación del IPC Nacional, cuyo resultado se notará la semana que viene dado que se conocerá el viernes a las 16 hs.