La semana estuvo marcada por la decisión de la Fed de recortar su tasa de referencia, priorizando al mercado laboral por sobre la inflación. La medida vino acompañada por un mapa de proyecciones que anticipa mayor crecimiento, una tasa de desocupación estable y algo más de inflación, alejándose de la meta de política monetaria. Además, se prevén dos recortes adicionales este año y solo uno en 2026. Si bien el mercado esperaba un tono más agresivo en materia de bajas futuras, la perspectiva de tasas más bajas, junto con datos que mostraron solidez en el consumo, una leve mejora en la producción industrial y un mercado laboral más firme, impulsaron el apetito por riesgo y llevaron a las acciones a cerrar en nuevos récords. El resto de los activos tuvo una semana entre neutra y negativa: los bonos retrocedieron levemente –con mayor presión en el tramo largo–, el dólar a nivel global mostró una caída moderada, el oro volvió a subir y los commodities se mantuvieron estables. Esta semana la atención estará puesta en la publicación de ingresos y gastos de las familias, el índice de precios PCE y los comentarios de miembros de la Fed sobre el estado de la economía.

Priorizando el empleo. Por primera vez desde la reunión de diciembre del año pasado, y tal como estaba previsto por el mercado, en la reunión del 17 de septiembre la Fed anunció el recorte de 25 pb en la tasa de interés de referencia, llevándola a un rango de 4,0% a 4,25%. En línea con lo que habían anunciado en el Simposio de Jackson Hole, el comunicado que acompañó la decisión remarcó la debilidad reciente del mercado laboral y que la inflación seguirá subiendo, aunque a menor ritmo del esperado previamente dado que el traspaso a precios de la suba de aranceles a las importaciones viene más lento de lo previsto. Por tales motivos, la prioridad ahora para la Fed pasa a ser la dinámica del mercado laboral por sobre la inflación. Es por eso que ahora esperan dos recortes de tasas más para este año por 25 pb cada uno, mientras que para el año que viene prevén solo un recorte por la misma magnitud, muy por debajo de las expectativas de los analistas que estiman tres recortes para 2026. A su vez, tal como se hace cada tres meses, la Fed publicó sus proyecciones que no mostraron grandes cambios respecto de los pronósticos difundidos en junio, aunque subieron la estimación de crecimiento para este año a 1,8% –viene creciendo al 2,3% i.a.–; lo mismo para el año que viene –en ambos casos 2 pb más que la estimación de junio–. La inflación para este año la mantuvieron en 3,0% i.a. –viene al 2,4% i.a.– y la de 2026 la subieron a 2,6% i.a. –desde 2,4% i.a. en la proyección anterior–, y la tasa de desocupación la dejaron en 4,5% y 4,4% para este año y el próximo, respectivamente.

La actividad sigue traccionando. Los indicadores de actividad volvieron a mostrar un buen desempeño. Las ventas minoristas de agosto aumentaron nominalmente 0,6% m/m, repitiendo la performance de julio y superando las expectativas del mercado que apuntaban a un alza del 0,2% m/m. Las ventas excluyendo servicios de alimentación, concesionarios de automóviles, tiendas de materiales de construcción y estaciones de servicio –se utilizan para calcular el PBI– aumentaron un 0,7% m/m, tras un incremento del 0,5% m/m, y también por encima de las expectativas del 0,4% m/m. Por otro lado, en el mismo período la producción industrial subió 0,1% m/m, superando las expectativas del mercado de una disminución del 0,1% m/m tras una caída revisada a la baja del 0,4% m/m en julio. Los datos del mercado laboral también trajeron buenas noticias, dado que las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se redujeron en 33.000 respecto a la semana anterior, hasta alcanzar las 231.000 en la segunda semana de septiembre, muy por debajo del consenso del mercado de 240.000. Con todo esto, la estimación de crecimiento del PBI para el 3Q25, de acuerdo al Nowcast de la Fed de Atlanta, subió a 3,3% t/t anualizado, lo que aleja los temores de un hard landing.

Presión en las tasas y retroceso en los bonos. A pesar de la decisión de la Fed, las tasas reaccionaron al alza en la semana, especialmente en el tramo largo de la curva. Con proyecciones de mayor inflación por parte de la Fed, la UST10Y y la UST30Y subieron 8 pb cada una, alcanzando un nivel de 4,14% y 4,76%, respectivamente, mientras que la UST2Y subió 2 pb y cerró en 3,58%. No obstante, en septiembre las tasas retroceden 16 pb para la UST30Y, 9 pb para la UST10Y y 4 pb para la UST2Y. Este contexto resultó en una mala semana para la renta fija en general, con una baja promedio de 0,2%, recortando la ganancia del mes a 0,8%. Los bonos del Tesoro cayeron 0,3%, los Investment Grade 0,2% y los de mercados emergentes 0,3%, mientras que los High Yield se diferenciaron al anotar un alza de 0,4%. En septiembre, los Investment Grade avanzan un 1,8%, los de mercados emergentes un 0,9%, los del Tesoro 0,6% y los High Yield 0,5%.

Acciones imparables. Las acciones tuvieron una semana positiva en la que los tres principales índices de renta variable alcanzaron nuevos máximos históricos. El Nasdaq lideró las subas con un avance semanal del 1,8%, acumulando un 5,2% en lo que va de septiembre. El S&P 500 ganó 1,0% en la semana y sube 2,9% en el mes, mientras que el Dow Jones avanzó 0,8% semanal y acumula un 1,5% en septiembre. Las small caps fueron las principales beneficiadas por el recorte de tasas, con un alza del 1,9% en la semana y 3,3% en el mes, en tanto que las Growth, concentradas en empresas tecnológicas, ganaron 1,5% en la semana y 5,1% en lo que va del mes. Entre los sectores, el tecnológico volvió a liderar la suba con un avance de 2,2%, seguido por comunicación y consumo discrecional, que subieron 1,2% y 1,1%, respectivamente. En el acumulado de septiembre, tecnología sube 5,5%, comunicaciones 6,6% y consumo discrecional 0,1%. A nivel internacional, el recorte de tasas en EE. UU. impulsó especialmente a las acciones de mercados emergentes, con Brasil a la cabeza subiendo un 3,0% semanal y 4,8% en el mes, seguido por China que avanzó 0,8% en la semana y 5,1% en el mes. En países desarrollados, Europa subió 0,8% en la semana, acumulando 2,1% en septiembre, mientras que Japón se mantuvo neutral y sostiene un alza mensual de 3,2%.

El dólar estable y el oro en nuevo récord. El dólar mostró un leve retroceso a nivel global. El DXY cayó 0,1% en la semana, lo mismo que cae en lo que va del mes, cerrando en 97,64. El movimiento estuvo explicado por la baja de 0,1% frente al euro, compensado por el fortalecimiento de 0,7% frente a la libra y 0,1% frente al yen japonés. En Brasil, el dólar cayó 0,6% semanal y pierde 2,0% en septiembre, finalizando en USDBRL 5,32. Por su parte, el oro alcanzó nuevos máximos históricos durante la semana, avanzando 0,7% y acumulando un alza mensual de 6,4%, para cerrar en USD 3.646 por onza.

Commodities estables. El petróleo cerró la semana casi sin cambios, subiendo apenas 0,2% hasta USD 62,8 por barril, tras un inicio alcista impulsado por los ataques de Ucrania a refinerías rusas y el riesgo de nuevas sanciones. Las ganancias se moderaron hacia el final de la semana por los comentarios de Trump a favor de precios más bajos y el aumento en inventarios de destilados en EE. UU., que compensaron la fuerte caída de inventarios de crudo. En septiembre, el crudo acumula una baja del 1,9%. La soja cerró la semana con una leve caída del 0,1%, en USD 376,6 por tonelada, y acumula un retroceso del 1,1% en septiembre. Los precios se vieron presionados por la incertidumbre sobre la demanda china, que acumula inventarios récord y limita compras de soja estadounidense, mientras que el aumento esperado en los rendimientos de Argentina refuerza la oferta. Las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China siguen sin avances claros, manteniendo al mercado cauteloso. Por su parte, el cobre cayó un 0,4% en la semana, mientras que en el mes avanza un 1,1%.

Lo que viene. La atención del mercado estará en las declaraciones que realicen miembros de la Fed para obtener más pistas sobre los planes de política para el resto del año, incluyendo las declaraciones del presidente Powell en la Cámara de Comercio de Greater Providence en 2025. En cuanto a la agenda económica, las próximas publicaciones incluyen datos sobre ingresos y gastos personales –se espera que el gasto y los ingresos de los consumidores de agosto aumenten un 0,5% m/m y un 0,3% m/m, respectivamente–, incluyendo el índice de precios PCE, junto con los pedidos de bienes duraderos y la encuesta PMI de S&P Global. En cuanto al mercado inmobiliario, se espera que las ventas de viviendas existentes y nuevas caigan a tasas anualizadas de 3,98 millones y 0,65 millones, respectivamente. Otros datos notables publicados incluyen la segunda revisión del PBI del 2Q25, la cuenta corriente del balance de pagos y la lectura final del sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan.