Durante la última semana, Powell habló frente al Senado de EE.UU. e indicó que las tasas podrían alcanzar niveles mayores a los pronosticados por el mercado. Esta postura más hawkish sorprendió a los inversores y provocó que volvieran a aumentar sus expectativas de un alza de 50 pb para la reunión de este mes. Este contexto golpeó tanto a la renta variable como a la renta fija, y llevó a que la curva de rendimientos marque su mayor inversión desde 1980. El dólar se vio favorecido pero el oro y el petróleo recibieron golpes y cerraron nuevamente a la baja. En el marco internacional, China presentó datos de actividad por debajo de las estimaciones lo que lo llevó a su mercado a desplomarse, arrastrando así al índice de Asia y al mundo. LATAM logró diferenciarse favorecido por Brasil (impulsada por Petrobras) y Chile, que cerraron alcistas. Durante la próxima semana, la mira estará puesta tanto en el IPC como en el informe de empleo, dos de las variables que definirán la magnitud del próximo anuncio de suba de tasas por parte de la Fed. 

EE.UU.

Powell no aclara. El presidente de la Reserva Federal dio dos discursos frente al Capitolio en los cuales indicó que continúan preocupados por el alza de precios, especialmente luego del IPC mayor al esperado del último mes. Dado que la inflación aún se mantiene lejana al objetivo de 2% de la Fed, Powell expresó que “las tasas podrían llegar a niveles mayores a los que hoy en día calcula el mercado”. Entre sus argumentos, destacó la fortaleza que continúa mostrando la economía norteamericana, lo que estaría dando margen a la Fed para continuar ajustando su política económica. Ante estas aclaraciones, el mercado pasó a pronosticar mayores tasas de interés (hasta 5,6% de junio a septiembre vs. 5,2% un mes atrás) por mayores períodos de tiempo (terminarían 2023 en 5,2% según las tasas de interés implícitas). Este nuevo ajuste de expectativas también impactó en las estimaciones de tasas para la reunión de marzo, donde ahora se espera un alza de 50 pb con un 80% de probabilidades. Un mes atrás se pronosticaba 25pb. 

Datos de empleo dispares. Según la encuesta ADP de empleo no agrícola, en febrero se habrían creado 242.000 nuevos puestos de trabajo, superando las expectativas de 200.000. A pesar de que el dato final se dará a conocer hoy, la solidez de este resultado aumentó la preocupación de los inversores,  especialmente luego de que la cifra casi se duplicara respecto a las 119.000 nóminas creadas durante enero. Esto confirmaría el resultado que arrojó el Libro Beige, una encuesta liderada por la Fed, que mostró que tanto el empleo como los salarios crecieron a un ritmo moderado durante los últimos meses (a pesar de los despidos masivos de las grandes compañías). Sin embargo, el resultado semanal de subsidios por desempleo terminó enviando alivio a los mercados al resultar en 211.000 pedidos, superando así las expectativas y marcando el mayor valor desde diciembre. 

Mayor inversión de la curva desde 1980. Con este marco de fondo, la renta fija sufrió el mayor golpe, aunque se vio enfocado en los activos de menor plazo. Así, se demostró la desconfianza que mantienen los inversores sobre las perspectivas futuras, lo que llevó a que la curva de bonos del Tesoro alcance su máxima inversión desde 1980. El spread entre la tasa a dos años y a diez alcanzó los 99 pb: hubo una nueva suba de las tasas cortas hasta 4,88%, mientras que las tasas a 10 años retrocedieron hasta 3,90% con respecto a una semana atrás. Este mismo efecto se vio en los bonos corporativos: los de mayor rendimiento cayeron un 0,2%, mientras que los de mayor calidad medidos en el ETF LQD –que registra una mayor duration que los bonos high yield medidos en el ETF HYG– avanzaron un 0,4%. 

Repunta la volatilidad. El índice VIX que analiza la volatilidad del S&P marcó un alza de 2,3 puntos en la última semana, lo que implica una suba de 4%. La incertidumbre respecto al camino de la Fed impacta en la indecisión de los inversores, llevando a que las acciones se vean más afectadas por datos económicos. Ante este contexto, la renta variable marcó resultados dispares: el Nasdaq avanzó (0,5%) mientras que cayeron el Dow Jones (-1,4%) y el S&P (-0,7%). Respecto a los sectores, sólo el de utilidades (2%) y el tecnológico (1,6%) cerraron al alza, este último favorecido por el segmento de semiconductores (0,8%). Los avances en IA y las mejores ventas tanto de teléfonos como de autos eléctricos, crea una mayor demanda futura de chips, lo que favoreció a estas compañías. Por el contrario, los sectores financiero (-4,6%) y de materiales (-3,5%) fueron los mayores perdedores de la semana. 

Resto del mundo

China arrastra al mundo. El gigante asiático presentó datos débiles de actividad: sus importaciones e IPC fueron menores a los pronósticos del mercado. Estas fueron señales de que la recuperación del crecimiento de China podría tomar un mayor tiempo al esperado y terminaron por golpear al mercado durante la última semana. Sumado a esto, el Partido Comunista Chino dio un discurso en el cual expresó que se espera un crecimiento moderado del 5% del PBI para el 2023, por debajo de las expectativas de los inversores. Como consecuencia, el mercado retrocedió un 6% durante la última semana. Esto arrastró a Asia que cayó un 2,5%, al igual que al índice de mercados emergentes que lo hizo en un 1,7%. De esta manera, el mundo cerró la semana con una suba moderada de 0,2% impulsado por EE.UU. De no tenerlo en cuenta, el resultado fue de -0,3%. 

Sin crecimiento para Europa. El adelanto de PBI del 4Q22 de la Eurozona marcó que no hubo variación en el dato trimestral. Esto lo llevó a un resultado interanual de 1,8%, por debajo del 1,9% esperado. Por su parte, los PMI arrojaron un crecimiento menor al esperado, aunque tanto el sector manufacturero como el de servicios superaron los 50 puntos. Esto fue señal de que la región estaría desacelerando, lo que fue tomado con optimismo. Así, la Eurozona avanzó un 0,3% durante la última semana. 

Brasil se destaca. Brasil logró ser uno de los mayores ganadores de la semana: el EWZ avanzó un 4,2%. El impulso fue gracias a que Petrobras presentó sólidos resultados del 4Q22, lo que la llevó a avanzar un 9% en la última semana. Esto impulsó a LATAM, que avanzó un 2,5% que se vio también favorecida por el repunte de 7% que registró Chile ante la fuerte suba del acero.  

Commodities en rojo. Tanto los datos de China como las perspectivas de mayores tasas (que hicieron avanzar al dólar un 0,2% medido en el DXY) terminaron por golpear a los commodities. El petróleo retrocedió un 1,2% mientras que el oro lo hizo en 0,3%, este último impactado especialmente por el fortalecimiento de la moneda norteamericana. Entre los metales, los resultados fueron dispares: mientras que el aluminio cayó un 1,5%, el acero logró avanzar un 1,5%  (ya acumula un alza de 7,2% en el último mes). ¿Las razones? Las mayores exportaciones de India, Corea del Sur y Japón impulsaron su precio. Respecto a los commodities agrarios, promediaron una caída de 1,5% ante menores expectativas de demanda futura y ante el fortalecimiento del dólar.

Lo que viene

La atención estará puesta, en primer lugar, sobre el informe de empleo que se dará a conocer. Se espera que las nuevas nóminas no agrícolas resulten en 205.000, muy por debajo de las 517.000 de enero. A su vez, la tasa de desempleo se pronostica sin variaciones en 3,4%. En segundo lugar, se publicará el IPC de febrero, que se estima en un alza de 0,4% m/m tanto para el dato general como para el core. Luego del discurso de la Fed, ambos datos se vuelven vitales, ya que los resultados que superen las expectativas podrían presionar a la decisión de tasas de interés que se aprobará durante marzo. A nivel internacional, entre los datos de esta semana, se destaca la inflación de Brasil, que se estima en 0,8% m/m. De confirmarse, marcaría la mayor suba mensual desde mayo de 2022 y llevaría a un 5,54% i.a.

El gráfico de la semana