Los mercados siguen gozando de buenas noticias y volvieron a tener una semana positiva, por lo que noviembre viene siendo el mejor mes del año, con fuerte suba de bonos y acciones. Con datos económicos que muestran cierta debilidad del nivel de actividad y con la inflación bajando, sumado a la baja del precio del petróleo y la nueva tregua por el techo de la deuda, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a ceder, y esto le dio un nuevo impulso a los bonos y a las acciones que vienen teniendo el mejor mes del año. Pese a este optimismo, seguimos siendo prudentes en la lectura de los últimos indicadores: la inflación sigue mostrando un piso alto debido a la resistencia de los precios de servicios, y la actividad sigue creciendo a buen ritmo, por lo que creemos que la Fed mantendrá el ciclo de ajuste monetario por más tiempo del que espera el mercado. Las miradas de esta semana estarán en las minutas de la Fed y la primera estimación del PMI de noviembre.

La resistencia de los precios de servicios. Si bien el dato de inflación de octubre fue mejor al esperado, un análisis más detallado del mismo nos vuelve a mostrar que aún estamos lejos del objetivo de la Fed y es por ello que aún no vemos motivos para que la Fed baje las tasas de interés. Concretamente, en octubre el IPC general no varió respecto a septiembre –se esperaba un alza marginal de 0,1% m/m– y trajo alivio luego de que en los dos meses previos había subido al 0,5% m/m. Con esto, en los últimos 12 meses el IPC acumuló un alza de 3,2%, la más baja desde marzo de 2021. La desaceleración de octubre respecto a los meses previos fue explicada por la caída de 2,4% m/m en los precios de la energía –asociado a la caída del petróleo– y en menor medida de los precios de autos nuevos y usados –cayeron 0,1% y 0,8% m/m, respectivamente–. Estos componentes compensaron las subas de 0,3% m/m y 5,1% i.a. en los servicios, y es por ello que el IPC Core marcó un alza de 0,2% m/m y 4,0% i.a., marcando que aún tiene un largo trecho para alcanzar el 2,5% objetivo de la Fed. Más aún, en diferentes medidas de precios que toma la Fed se puede apreciar la resistencia de la inflación: la mediana del IPC subió 5,3% i.a., el trimmed (excluye el 8% superior y 8% inferior de los precios) 5,3% i.a. y el sticky (toma los precios que tienen baja frecuencia de ajuste) 5,0% i.a. Si bien se espera que en noviembre el IPC podría repetir esta performance, se proyecta un alza de 0,3% m/m para el IPC Core que lo dejaría en 4,0% i.a.

Buscando aterrizar. Los datos de actividad animaron a los inversores que esperan un enfriamiento de la economía que le quite presión a la inflación y le tuerza el brazo a Powell y compañía. Las ventas minoristas en octubre cayeron 0,1% m/m nominal, aunque vale destacar que el dato de septiembre se corrigió al alza, de 0,7% a 0,9% m/m, por lo que parece muy pronto para concluir en un freno al consumo. Por otro lado, la producción industrial de octubre tuvo la peor performance en tres meses y cayó un 0,6% m/m y 0,7% i.a. Tampoco fueron buenos los datos del mercado laboral, dado que las solicitudes por desempleo de la segunda semana de noviembre llegaron a 231.000, 13 mil más que la semana previa, siendo el nivel más alto en casi tres meses, e igual tendencia mostraron las solicitudes continuas que subieron en 18.000 hasta 1.865.000, el nivel más alto en casi dos años. Con estos datos, el nowcast de Atlanta espera un crecimiento para el 4Q23 de 2,0% t/t anualizada, vs 2,1% de la semana pasada.

El petróleo cede y se desacopla del resto. Nuevamente, al igual que con la guerra entre Ucrania y Rusia, si bien el conflicto en Medio Oriente persiste y con él el riesgo de escalada, los precios de las materias primas se muestran volátiles pero sin marcar subas exageradas. El petróleo es un claro ejemplo y durante la semana llegó a caer más de 5% en una sola jornada, aunque el viernes se recuperó y cerró en USD 76 el barril, un 1,7% por debajo de la semana previa, acumulando en el mes una baja de 6,3%. Entre los motivos de la caída están las preocupaciones sobre la demanda de energía en China –el rendimiento de las refinerías de petróleo bajó 2,8% en octubre– y un fuerte aumento en los inventarios de crudo de EE. UU. durante las últimas 4 semanas –acumulan un alza de 2,5% en el último mes–, recuperando el nivel de principios de agosto. Diferente fue el caso del resto de los commodities que, de la mano de la debilidad del dólar ante la expectativa de que se revierta el ciclo de ajuste monetario, tuvieron subas generalizadas: el cobre subió 4,3%, la soja 0,5% y el oro recuperó el terreno perdido durante las semanas previas y ganó 2,3%.

Mejora fiscal y nueva tregua por la deuda. El nuevo año fiscal comenzó con cierta mejora. El resultado primario de octubre marcó un superávit marginal de USD 9.400 M y contrasta contra un déficit de USD 45.000 M en octubre del año pasado. Esta mejora fue gracias a que los ingresos subieron 24% i.a., mientras que el gasto primario lo hizo al 8,4% i.a. La mala noticia fue con el alza de las tasas de interés y de la deuda que generaron que los intereses pagados aumenten 76% i.a., por lo que el gasto total escaló 15% i.a. Con esto, el resultado fiscal total marcó un déficit de USD 66.500 M, un 20% más bajo que el de un año atrás. Más allá de esta mejora, el desafío de Biden será achicar el desequilibrio fiscal –en los últimos 12 meses marcó un déficit primario de 3,6% del PBI y con los intereses pagados de 2,6% del PBI llevan el déficit global a 6,2% del PBI– en un contexto de tasas altas y actividad con menor crecimiento. En este sentido, uno de los aspectos que incomodaban a los inversores era la situación de la deuda y el posible shutdown luego de que en el Congreso lograran una tregua hasta el 17 de noviembre. La semana pasada, el Senado le dio una nueva tregua a Biden al aprobar el proyecto de ley provisional para mantener la financiación del gobierno –será en dos fases: una hasta el 19 de enero para la financiación de prioridades como la construcción militar, los Asuntos de los Veteranos, el transporte, la vivienda y el Departamento de Energía y todo lo no cubierto por la primera fase, se financiaría hasta el 2 de febrero–.

Siguen cediendo las tasas. Ante la expectativa de los inversores de que ya no serán necesarias nuevas subas de tasa de la Fed y con la probabilidad de que cedan antes de mediados del año que viene, los inversores festejaron el buen dato de inflación y el acuerdo de deuda para posicionarse en bonos del Tesoro, por lo que sus rendimientos volvieron a ceder, especialmente en los más largos. Concretamente, mientras la tasa de los UST3M cerró en 5,40%, prácticamente sin cambios en la semana, la de UST2Y terminó la semana en 4,90% –14 pb por debajo de la semana anterior– y la de UST10Y cayó 19 pb hasta 4,44%, el nivel más bajo del mes. Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a operar a la baja. Con esta performance, el diferencial entre tasas cortas y largas volvió a ampliarse, reflejo de que las expectativas de los analistas apuntan a una recesión en los próximos meses.

Bonos y acciones al alza. Fue una muy buena semana para el mercado americano y global, con ganancias generalizadas. En el caso de la renta fija, la caída de las tasas de interés impulsó a todos los índices, entre los que se destacaron los bonos Investment Grade, que aprovechando su mayor duration ganaron 2,2% en la semana, extendiendo la ganancia del mes a 5,3%, la mejor performance del año. También fue positiva para los bonos emergentes, que repuntaron 1,7% en la semana y 3,7% en lo que va de noviembre. En el caso de la renta variable, las ganancias fueron generalizadas tanto entre sectores –no como la semana previa que se había concentrado en las magníficas– como a nivel geográfico: el S&P 500 ganó 2,3%, acumulando en noviembre un alza de 7,8%, mientras que el índice de renta variable global sin EE. UU. subió 2,8% en la semana y 7,7% en lo que va del mes.

Esperando las minutas de la Fed. Esta será una semana corta para el mercado americano, ya que el jueves estará cerrado y el viernes tendrá una rueda reducida debido a los feriados por el Día de Acción de Gracias. Las miradas de esta semana estarán en las minutas de la última reunión de la Fed, recordemos que había dejado sin cambios la tasa de referencia, que dará más pistas a los inversores sobre la dirección de la política económica. En especial, se esperan mayores detalles de la lectura que hacen los miembros de la Fed sobre los últimos datos de empleo y de inflación. En cuanto a los datos a publicarse, cobrarán relevancia las peticiones semanales por desempleo, debido al incremento inesperado que tuvieron en la última semana, y la primera estimación de los PMI de noviembre, que darán una nueva pista del termómetro del nivel de actividad.