Tras una semana de preocupación por los malos datos de inflación, el mercado festejó el mensaje de la última reunión de la Fed. Si bien los funcionarios de la entidad monetaria confirmaron un escenario de tasas de interés altas por más tiempo, no ven señales de recesión e incluso mejoraron sus pronósticos de crecimiento. Esto descomprimió los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que permitió que todos los índices de renta fija tengan una semana positiva. Las buenas perspectivas de crecimiento fueron la razón para que las acciones retomen el camino alcista y cierren en nuevos máximos. La fortaleza de la economía americana le dio un nuevo impulso al dólar, mientras que los commodities tuvieron una semana estable. Salvo en China, el resto del mundo gozó del buen momentum del mercado americano, marcando ganancias generalizadas en un contexto en el que se destacaron la suba de tasas de Japón, buenos datos de Europa y la baja de tasas de Brasil. Las miradas de esta semana estarán en las declaraciones de Powell, en la publicación del índice de precios PCE y en los datos de consumo y ahorro de las familias de febrero.
La tasa no se toca. En la segunda reunión del año, la Fed mantuvo la tasa de interés en 5,50%, por lo que sigue en los máximos de los últimos 23 años. Es la quinta reunión consecutiva que la deja en estos valores y estuvo en línea con las expectativas del mercado. Tal como lo venían adelantando, las autoridades planean hacer recortes tres veces este año hasta 4,65% –igual que lo que decían en diciembre–, destacándose que, mientras que en el último mes del año solo 5 de los 19 funcionarios de la Fed estaban en ese rango, ahora en marzo ese número subió a 9, con sólo un funcionario por debajo de ese número (en diciembre había 5). Para 2025, la tasa terminaría en 3,9% –esto supone una rebaja menos que lo proyectado en la reunión de fines de 2023– con 6 funcionarios en ese rango, 2 más que en diciembre, por lo que la tasa estará 50 pb más arriba a la estimada en la reunión anterior. En cuanto a las proyecciones, la Fed subió la estimación de crecimiento de PBI de 2024 a 2,1% i.a. –de 1,4% a 2,1%–, redujo la estimación de tasa de desempleo a 4% –desde 4,1%–, mantuvo en 2,4% i.a. las previsiones de inflación general mientras que subió a 2,6% i.a. la inflación subyacente. La mejora en la previsión de crecimiento también se dio para 2025 y 2026, años en los que se espera una expansión de 2,0% i.a. –vs 1,8% y 1,9% i.a. previsto en la reunión anterior–, en tanto que prevé que la inflación se ubicaría en 2,2% el año que viene y 2% i.a. en 2026.
Buenos datos de empleo y de actividad. Los indicadores publicados en la última semana confirmaron que la actividad económica continúa fuerte. Las solicitudes de desempleo cayeron hasta 210,000 –el mercado esperaba 215,000–. Además, el PMI compuesto se mantuvo en terreno expansivo al ubicarse en 52,2 en marzo (vs. 52,5 previo), impulsado tanto por la actividad de servicios que quedó en 51,7 –vs. 52,3 en febrero– como por la actividad manufacturera que subió a 52,5 y quedó en el nivel más alto desde mayo de 2022. También fueron buenos los datos del mercado inmobiliario, dado que el índice NAHB aumentó a 51 en marzo –vs. 48 previo– siendo el nivel más alto en 8 meses. Asimismo, las ventas de viviendas existentes se dispararon en febrero un 9,5% m/m, alcanzando el nivel más alto en un año y superando las previsiones del mercado. Los permisos de construcción aumentaron un 1,9% m/m y los inicios de construcción se dispararon un 10,7% m/m, recuperándose de la caída de 12,3% que había marcado en enero.
Tasas descomprimiendo y bonos positivos. Pese a confirmar un escenario de tasas altas por más tiempo, la reunión de la Fed le quitó presión a los rendimientos de los bonos del Tesoro que en la última semana tuvieron bajas generalizadas, especialmente el tramo corto. La UST2Y bajó 13 pb en la semana para ubicarse en 4,60% y la UST10Y una reducción de 9 pb para terminar en 4,20%. Con este resultado, la inversión de la curva con la UST2Y ubicándose por encima de la UST10Y cumplió 431 ruedas consecutivas, siendo el período más largo desde 1978-1980 cuando Paul Volcker estaba al frente de la Fed. En este contexto, todos los índices de renta fija tuvieron una buena semana con suba promedio de 0,7% –Treasuries, Corporativos IG y HY americanos tuvieron un alza de 0,7%, 0,8% y 1,0% respectivamente–, acumulando en lo que va de marzo un alza de 0,5%. Los bonos emergentes fueron los más beneficiados con una ganancia de 1,8% en la semana y de 1,7% en lo que va del mes.
Acciones imparables. Las acciones se recuperaron del traspié de la semana previa y volvieron a mostrar resultados positivos en todos los índices americanos, lo que les permitió alcanzar nuevos máximos. El S&P 500 aumentó un 2,2% en la semana, acumulando en el mes un alza del 2,6%; el Nasdaq ganó un 2,9% en la semana y un 1,9% durante el mes; y el Dow Jones lo hizo un 1,9% y un 1,2%, respectivamente. A nivel sectorial, la mejor performance la tuvo Comunicaciones, con un 3,2% –empujado por Meta y Google que subieron un 5,3% y un 6,8%– seguida por el sector Industrial, que ganó un 2,8% –de la mano de Boeing y General Electric con un incremento del 4,5%–. Tecnología tampoco se quedó atrás y avanzó un 2,2% –la ganancia de Microsoft de un 3,0% y de un 7,3% de Nvidia más que compensaron la baja de Apple–. El buen momentum llegó hasta Tesla, que subió un 4,1% y recortó algo la pérdida de lo que va del año, que supera el 30%.
Dólar fortalecido y el oro en nuevos máximos. El índice DXY se recuperó de la pérdida que venía marcando en el mes y en la última semana avanzó un 1%, alcanzando los 104,4. La principal ganancia semanal del dólar fue contra el yen, que pese al alza en la tasa del BoJ se depreció un 1,6%, seguido por la libra esterlina con un 1,1% y el euro con un 0,8%. Así, en lo que va del mes, el dólar registró una apreciación del 0,3% y mantiene desde comienzos de año una fortaleza del 3,1%. El real brasileño también se depreció un 0,4% en la semana, cerrando en BRL 5, lo que representa una caída del 0,5% en lo que va del mes. A pesar de esta suba en el dólar, el oro avanzó un 0,3% en la semana, con un incremento del 6,8% en el mes, cerrando en USD 2.162 la onza y habiendo tocado máximos históricos en los últimos días.
Commodities estables. Los precios de las materias primas registraron una leve caída del 0,3% aunque registran un avance del 3,3% en el mes. En el desagregado semanal, los energéticos cedieron 0,1%, los metales perdieron 1,5% y los granos avanzaron 0,8%. El petróleo tuvo una semana a la baja con una pérdida de 0,4% y cerró en USD 80 el barril. La soja bajó 0,5% y recortó la ganancia de marzo a 5,7%, aunque en lo que va de año acumula una pérdida de 7%. Entre los metales, el cobre perdió un 2,8% en la semana, ante la fragilidad de la demanda de productos manufacturados y viviendas en China, aunque en marzo registra un aumento del 4,2% ante la decisión de las fábricas de fundición de reducir la producción en instalaciones que no eran rentables.
Datos positivos en Europa. El IPC de febrero de la Eurozona confirmó el alza de 0,6% m/m (vs. -0,4% previo), llegando al 2,6% i.a., la tasa más baja en tres meses, pero aún por encima del objetivo del Banco Central Europeo del 2%. El IPC, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, se confirmó en el 3,1% i.a. Estos datos aún hacen dudar al BCE, que tiene apuros por hacer recortes. En cuanto a la actividad, si bien está estancada desde el 1Q 2023, en el margen se notaron algunas mejoras, aunque siguen marcando cierta contracción. Tal fue el caso del PMI compuesto que en marzo aumentó a 49,9, la lectura más alta en nueve meses. El sentimiento del consumidor aumentó 8,5 puntos hasta 33,5, el más alto desde febrero de 2022, y la confianza del consumidor creció hasta -14,9 en marzo (vs. -15,5 previo), su pico también desde el mes de febrero de 2022.
Japón subió la tasa, pero siguen muy negativas. El Banco de Japón (BoJ) elevó su tasa de interés del 0% al 0,1% desde el -0,1% en la semana, en línea con las expectativas del mercado y poniendo fin a ocho años de tasas de interés nominales negativas. Los precios se mantuvieron neutrales en febrero, aunque mostraron una sensible alza hasta el 2,8% i.a. (desde el 2,2% previo), lo que indica la cifra más alta desde noviembre pasado. Además, la tasa de inflación subyacente también saltó a un máximo de cuatro meses con un registro del 2,8% i.a. (desde el 2,0% previo). En términos reales, las cosas, pese a lo simbólico del ajuste de tasas, continúan muy negativas.
El BCB bajó la tasa y la actividad mejora. Pese a que la inflación se aceleró en febrero –0,83% m/m vs. el 0,4% m/m de enero, acumulando en los últimos doce meses un alza de 4,5%–, en la última reunión del Comité de Política Monetaria (COPOM), el Banco Central de Brasil (BCB) no modificó sus expectativas y estima que la inflación de este año se ubicará en 3,5% i.a. En este marco decidió bajar la tasa de interés de referencia Selic en 50 pb hasta el 10,75%, en línea con las expectativas –recordemos que el ciclo de baja de tasas inició en agosto del año pasado cuando se ubicaban en 13,75%–. El Comité observó que el entorno externo actual sigue siendo volátil, caracterizado por debates en curso en torno al inicio de una flexibilización de la política monetaria en las principales economías y el ritmo de disminución de la inflación a nivel mundial. Esto le podría dar más impulso a la actividad económica que en enero mostró un repunte de 0,6% m/m –el doble de lo esperado– y de 3,4% i.a.
Todos menos China. En línea con el bull market americano, el índice de acciones globales avanzó un 1,8% en la semana, acumulando un alza del 2,9% desde marzo. Si se excluye a EE. UU., en el mismo período, subió un 0,7% y un 2,3% respectivamente. Entre los índices tuvieron un desempeño parejo en la semana con Europa (+0,3% y 3,1% acumulado del mes). También destacar el avance de Reino Unido de 1,5% y 3,6% respectivamente, impulsado por las expectativas de baja de tasas por parte del BOE. Latam avanzó 0,4% –con Brasil sin variaciones, México 0,7%, Colombia 2,8% y Argentina como la gran estrella con una ganancia de 7%– y en lo que va del mes prácticamente no registra cambios. Japón fue de lo más destacado de la semana con un avance de 3,2% y 3,8% en el mes, mientras que China fue lo más negativo con una merma del 1,4% aunque se mantiene 1,3% arriba en el mes.
Lo que viene. En EE. UU., el foco estará puesto en el informe de ingresos y gastos del consumidor de febrero, que no solo marcará el pulso de la demanda y el ahorro de las familias sino también del índice de Precios PCE –favorito de la Fed–, del que se espera un repunte del 0,4% m/m –confirmando la aceleración que marcó el IPC–. También se destacan los discursos de varios funcionarios de la Reserva Federal, incluido el Presidente Powell, por cualquier indicio sobre la futura política monetaria. Además, se publicarán datos clave como los pedidos de bienes duraderos –donde se espera una recuperación del 1,3% en febrero, tras la mayor caída desde abril de 2020 el mes anterior– y la lectura final del crecimiento del PIB del 4Q23, que ofrecerá una visión completa del rendimiento de la economía al final del año.