Tal como se esperaba, en enero la inflación se aceleró y preocupa la presión alcista que marcan los precios de los servicios. El índice de precios al productor también superó las expectativas y marcó el mayor incremento desde junio del año pasado. Esto, sumado a los datos sólidos de ventas minoristas de enero, llevó a aumentar las expectativas de suba de tasas por parte de la Fed, lo que también fortaleció al dólar a nivel global. La renta fija se vio golpeada fuertemente mientras que la renta variable logró cerrar al alza favorecida por una mejora en los resultados empresariales. Los commodities cerraron con resultados mixtos: el oro fue en baja mientras que el petróleo marcó una suba moderada por el aumento de expectativas de demanda energética que publicó la OPEP. En el mercado internacional, China cayó ante el aumento de las tensiones políticas mientras que Europa y LATAM lograron cerrar al alza. Para la próxima semana, la atención estará puesta en los datos de actividad así como también en un nuevo adelanto del PBI del 4Q22. También se dará a conocer el IPC de enero de Europa y las primeras estimaciones del PMI de febrero.
Reflación. El IPC de enero resultó en un alza de 0,5% m/m (un 6,4% i.a.), levemente por encima del 6,2% i.a. pronosticado. A pesar de que este resultado superó al mes previo (que se recalculó a 0,1% m/m), el dato estuvo en línea con las expectativas del mercado, producto principalmente de la suba de 2% m/m que marcó energía. Sin embargo, la preocupación principal estuvo en el IPC Core: 0,4% m/m (un 5,6% i.a.). Los precios de los servicios continúan sin moderarse y podrían presionar aún más sobre las tasas de interés. Vivienda, por ejemplo, avanzó un 0,7% m/m y promedia un alza de la misma magnitud en los últimos siete meses, siendo el principal impulsor del segmento. Sin tomar en cuenta vivienda, alimentos y energía, el dato avanzó un 0,2% m/m mientras que sin medir los servicios de salud lo hizo aún más, en 0,6% m/m. Por su parte, también se aceleraron los precios al productor que en enero marcaron una suba de 0,7% m/m, muy por encima de las expectativas de 0,4% m/m y registrando la mayor suba mensual desde junio. Si bien no esperamos que los precios repitan la tendencia del primer semestre del año pasado, se confirma la resistencia a la baja que marcan los servicios y que termina por aumentar levemente las expectativas de subas de tasas para las próximas reuniones.
Fuerte repunte de las ventas minoristas. El dato de ventas minoristas de enero sorprendió al mercado con un alza de 3% m/m en enero, muy por encima de las expectativas de 1,8% m/m. El dato mensual registró la mayor suba desde febrero de 2022 (un alza interanual de 6,4%) impulsado por ventas de vehículos y otros bienes. Luego de darse a conocer el dato de IPC, este resultado muestra la fortaleza del consumo norteamericano y pone aún más presión sobre la Fed. Esto también da mejores perspectivas a las compañías que se mostraban preocupadas con respecto a la caída de la demanda de los últimos meses. Este escenario, sumado al muy positivo dato de empleo conocido la semana pasada, podría dar mayor margen a la Fed para mantener las tasas por encima del pronóstico del mercado por un mayor período de tiempo.
Golpe a la renta fija. Los datos económicos llevan a pronosticar un 90% de probabilidades de subas de 25 pb para las próximas dos reuniones de la Fed, y un 40% de probabilidades para la reunión de junio. Esto golpeó principalmente a la renta fija: toda la curva de rendimientos de bonos del Tesoro marcó un nuevo ascenso, especialmente en el largo plazo. La tasa a dos años cerró en 4,64%. La de 10 años, por su parte, alcanzó su mayor valor en lo que va del año al cerrar en 3,84%. Con el spread alcanzando los 80 pb se muestra la preocupación de los inversores respecto al nivel de actividad y al efecto que tendrán las tasas de interés altas por un período de tiempo continuado. Este escenario también afectó a los bonos corporativos: cayeron tanto los investment grade (1,4% ) como los high yield (1%), y también retrocedieron los bonos emergentes (0,9%).
Las acciones resisten. A pesar del escenario adverso, la mejora en la temporada de balances llevó a la tasa de ganancias esperada para el 4Q22 de -2,9% i.a. la semana previa a -2,7% i.a. Este panorama concluyó en un alza de los principales índices: Nasdaq (2%), S&P (1,1%) y Dow Jones (0,7%). A su vez, por el momento, ninguno de ellos se vio afectado por la preocupación de suba de tasas que impactó en los inversores. Por su parte, todos los sectores cerraron la semana en alza, con excepción del real estate (-0,6%): consumo discrecional (2,4%) marcó la mayor suba –favorecido nuevamente por el alza de Tesla de 4,5%– seguido por los sectores de utilidades (1,8%) y energético (1,6%).
Commodities dispares. La OPEP ajustó levemente al alza su pronóstico de demanda energética para 2023y el petróleo cerró la semana con una suba de 0,4%. Sin embargo, en el último mes, el crudo aún acumula una caída de 2,3%, afectado tanto por el fortalecimiento del dólar como por el efecto que las tasas más altas tendrían sobre el nivel de actividad. El oro fue el mayor perdedor de la semana: retrocedió un 1,6% y ya cae un 4% durante el último mes. ¿La razón? Se vio afectado por el aumento en su oferta global por la mayor reapertura de China (uno de los mayores exportadores del mundo) como también por el avance que registró la moneda norteamericana (0,8%).
MUNDO
Conflicto geopolítico en la mira. La noticia de globos chinos volando el territorio estadounidense continuó golpeando al índice del gigante asiático: retrocedió un 2,5% durante la última semana, lo que derivó en una baja de 2,1% para el territorio asiático. Sin embargo, los mercados emergentes cerraron al alza favorecidos por la suba de LATAM (3,2%), impulsada principalmente por Argentina (4%) y México (4,1%). Brasil marcó una suba más moderada (2,7%).
Halcones en Europa. La presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, indicó que aún se esperan varias subas de tasas por parte de la entidad a pesar de la desaceleración de la inflación.Esto llevó a que el índice de acciones de Europa repunte un 0,7%. De esta manera, tanto el BCE como el BOE se diferenciaron de la Fed al enfatizar su postura agresiva hasta que la suba de precios se acerque en mayor medida a la inflación target de la región (2%). Esto se dio luego de que el adelanto del PBI del 4Q22 de la región igualara las expectativas en 0,1% t/t, marcando así un crecimiento de 1,9% i.a. A su vez, el adelanto de empleo también marcó una evolución al avanzar un 0,4% t/t vs 0,2% t/t esperado, que en caso de confirmarse continuaría mostrando la solidez del mercado laboral del viejo continente.
Lo que viene
Con la publicación de los PMI de febrero, la próxima semana la mira estará principalmente en los datos de actividad. Tanto el manufacturero como el de servicios se pronostican en 45 puntos, y un resultado por encima de las expectativas mostrarían una mejora en la actividad y daría mayor margen a la Fed para avanzar con la suba de tasas. A su vez, se dará a conocer la segunda estimación del PBI del 4Q22 de EE.UU. que se espera se mantenga sin variaciones en 2,9%. Allí, la atención estará puesta sobre el gasto de consumo personal: se espera que resulte muy por encima del dato previo (4,5% ia. vs 3,9% i.a.). Respecto a los mercados internacionales, el foco estará en el dato final de inflación de la Eurozona que se espera resulte en una contracción de 0,4% m/m. Esto la llevaría a un interanual de 8,7%, levemente por encima del dato previo de 8,5%. Sin embargo, la preocupación radica en el IPC subyacente que se espera en un 0,6% m/m, muy por encima de la contracción de 0,8% m/m que se publicó a inicios del mes.
El gráfico de la semana