Semana de wait and see para los mercados globales. Tras el optimismo generado por los datos de empleo e inflación, los indicadores de la última semana confirman que la actividad sigue mostrando un buen dinamismo. Esto reduce las posibilidades de que la Fed adelante el recorte de tasas para septiembre. En consecuencia, los rendimientos de los bonos del Tesoro experimentaron un ligero repunte, y la renta fija no pudo mantener el impulso de las semanas previas, registrando un pequeño retroceso. Las acciones cerraron la semana con una leve ganancia, destacándose un respiro en las tecnológicas tras un fuerte rally alcista. El dólar volvió a fortalecerse y los commodities operaron a la baja, salvo el petróleo que tuvo otra semana positiva. Los demás mercados globales anotaron una pequeña subida, impulsados por el repunte en Europa y Latam. Las miradas de esta semana estarán en la publicación de los datos de ingreso, gasto y ahorro de las familias estadounidenses, y del PCE de mayo, que debería confirmar la desaceleración de la inflación. Además, se espera la última revisión del PBI del 1Q24.
Actividad a buen ritmo. En una semana menos cargada en cuanto a la publicación de indicadores, el balance fue positivo, destacándose la buena performance del PMI de junio –el índice compuesto subió de 54,5 a 54,6 con mejoras tanto en el manufacturero, que marcó 51,7, como en el de servicios, que quedó en 55,1–, de la actividad manufacturera –la producción industrial de mayo se recuperó de la caída de 0,7% m/m de abril y marcó un alza de 0,4% m/m– y las peticiones iniciales de desempleo, que tuvieron un leve retroceso –en la segunda semana de junio bajaron a 238 mil desde los 243 mil de la semana previa–, mientras que las ventas minoristas de mayo subieron 0,1% m/m nominal, mejorando su performance respecto a abril cuando había caído 0,2% m/m. La última actualización del Nowcast de Atlanta prevé un alza de 3,0% t/t anualizado para el 2Q24, casi sin cambios respecto a la semana previa.
Tasas en alza. Los buenos resultados del nivel de actividad siguen conteniendo las expectativas de los analistas en cuanto a un recorte anticipado de la tasa de referencia de la Fed. En este marco, si bien siguen debajo de los registros de un mes atrás, en la última semana los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano tuvieron un leve repunte. La USD2Y subió 5 pb hasta 4,73% y la USD10Y cerró en 4,26%, 4 pb por encima que la semana previa. Esto golpeó a los índices de renta fija que interrumpieron la recuperación que venían marcando y tuvieron una caída semanal promedio de 0,2%, reduciendo la ganancia en lo que va del mes a 1,3%. Los más afectados fueron los corporativos Investment Grade, que perdieron 0,3% –en el mes ganan 1,2%– mientras que los High Yield recuperaron 0,4%, acumulando en junio una ganancia de 0,3%.
Ventajas de la diversificación. Aunque con menor impulso al que venían mostrando las semanas previas, el S&P 500 volvió a tener una semana positiva al anotar una subida de 0,3%, estirando a 3,3% el avance en lo que va de junio. Lo que distinguió a la última semana fue la pausa en el repunte de las tecnológicas –subieron solo 0,3% debido a la caída de 3,3% de Nvidia luego de un fuerte rally–, mientras que el resto de los sectores tuvo ganancias generalizadas. De hecho, el S&P equiponderado anotó un alza de 1,2% y logró compensar las pérdidas de las semanas previas. Esto marca los beneficios de la diversificación sectorial del S&P, que compensó el menor impulso de las acciones Growth con los incrementos que tuvieron los sectores Value, como el energético e industrial, que subieron 1,9% y 1,5% en la semana, respectivamente. La mala performance de las tecnológicas interrumpió el rally alcista del Nasdaq, que cerró la semana con una ligera caída –en el mes acumula un aumento de 5,7%–, mientras que el Dow Jones ganó 1,3% –en el mes sube 1%–.
Dólar fortalecido. La presión sobre las tasas de interés y la incertidumbre que padecen el resto de los mercados globales –con malos datos en Europa que se suman a la incertidumbre política en Francia, y en Japón donde el Banco Central no movió las tasas– siguen favoreciendo al dólar. En la última semana ganó 0,2% y en el mes acumula un alza de 1,1%. La mayor apreciación la tuvo contra el yen japonés, con un aumento de 0,5% en la semana y estirando a 1,6% la subida en el mes, llegando a una cotización de USDJPY de 160. Contra el euro ganó 0,1% en la semana y 1,4% en el mes, mientras que la peor performance la tuvo el real brasileño, que perdió 1,0% en la semana y 3,5% en lo que va de junio, cotizando en USDBRL 5,45, el nivel más alto de los últimos dos años. El oro perdió 0,5% en la semana y en lo que va de junio acumula una caída de 0,3%.
Commodities a la baja, salvo el petróleo. Impulsado por la caída de inventarios en EE. UU., la mejora en la demanda y las perspectivas de que la OPEP reduciría la oferta en un contexto de incertidumbre por la situación en Ucrania y Medio Oriente, el precio del petróleo volvió a tener una semana positiva al anotar un alza de 2,9% hasta los USD 81 el barril y acumula en junio un aumento de 4,9%. Diferente fue el caso del resto de los commodities que volvieron a tener una semana negativa, destacándose la soja con una pérdida de 1,6% en la semana y 3,7% en el mes, así como el cobre que bajó 1,3% en la semana, estirando a 2,5% la baja del mes.
Un respiro para los mercados globales. El índice global de acciones subió 0,4% en la semana y 1,0% en lo que va de junio. Si se excluye a EE.UU., la semana estuvo más estable al anotar una ganancia de 0,3%, aunque en lo que va de junio acumula una baja de 2,3%. En línea con la mala performance del Yen, Japón perdió 1,7% en la semana, mientras que la bolsa europea repuntó 1,1% después de la fuerte caída que había padecido la semana previa tras las elecciones para representantes en el Parlamento Europeo. En el caso de los emergentes, pese a que el índice de China cerró estable, lograron un repunte de 1,0%, destacándose Latam con una ganancia de 2,0% que reduce la pérdida del mes a 8,5%.
Lo que viene. La semana tiene una agenda cargada de publicaciones de indicadores estadounidenses, entre los que se destacan la tercera y última revisión del PBI del 1Q24, así como el consumo, gastos y ahorro de las familias correspondientes a mayo, de lo cual se derivan los índices de precios implícitos PCE y PCE core. Estos indicadores se esperan que confirmen la desaceleración de precios que registró el IPC. En Europa, las miradas seguirán puestas en Francia de cara a la primera vuelta de las elecciones legislativas del próximo domingo 30 de junio, en la que Macron se juega parte de su futuro político.