A pesar de las buenas perspectivas de crecimiento y del leve repunte de la inflación –aunque con la amenaza de mayor persistencia por el impacto de los aranceles–, la debilidad de los datos de empleo reforzó las expectativas de que la Fed empezará a recortar la tasa de referencia a partir de la reunión de la semana que viene. Esto le dio soporte a toda la curva de rendimientos e impulsó a la renta fija, mientras que las acciones tuvieron una semana mixta, pero con saldo mayormente positivo. A pesar de la incertidumbre por la política de Trump –no sólo por los aranceles sino también por su presión sobre la independencia de la Fed–, el dólar tuvo una semana estable, en tanto que los commodities, y el petróleo en particular, operaron a la baja ante dudas sobre la demanda y mayor presión de la oferta. El gran ganador fue el oro, que volvió a mostrarse como refugio y cerró en récord histórico. Las miradas de esta semana estarán en los datos de inflación de agosto, que pondrán mayor presión sobre la decisión de política monetaria.

El freno en el empleo. Los datos del mercado laboral de agosto confirmaron el marcado deterioro del empleo en los últimos tres meses. Concretamente, en agosto se crearon apenas 22 mil puestos de trabajo, muy por debajo de los casi 80 mil que esperaba el mercado y de los generados en el mes anterior. El pobre desempeño se explicó por la caída de 16 mil empleos en el sector público, mientras que el sector privado sólo sumó 38 mil nuevos puestos, la mitad de los que había generado en julio. Así, en los últimos cuatro meses la creación de empleo no agrícola promedió apenas 27 mil puestos por mes, frente a los 150 mil mensuales del año previo. Aunque el sector agrícola generó 266 mil empleos, como la población económicamente activa (PEA) aumentó en 436 mil personas, la cantidad de desocupados creció en 148 mil hasta 7.384.000, lo que implica una tasa de desempleo de 4,3% de la PEA, 1 pb por encima de julio y la más alta desde octubre de 2021 –aunque aún en un rango históricamente bajo–.

Salarios al alza. Pese al menor ritmo en la creación de empleo y el leve incremento en la tasa de desocupación, los salarios siguen creciendo por encima de la inflación, lo que sostiene la dinámica del consumo de los hogares. En agosto los salarios nominales repitieron la suba del mes previo con un avance de 0,3% m/m, acumulando en los últimos doce meses un alza de 3,7% contra 2,9% de los precios. Con el empleo creciendo al 0,9% i.a. y los salarios reales al 1,0% i.a., la masa salarial real mejoró 1,9% i.a. en el último mes, reflejando un suave soft landing.

Bonos en alza. Tras conocerse los datos de empleo, el mercado pasó a descontar tres recortes de tasas de 25 pb en lo que resta del año, frente a los dos que estimaba la semana previa. Para septiembre la probabilidad se ubica en 88,2%, mientras que para las reuniones de octubre y diciembre se descuentan recortes con 74% y 70% de probabilidades, respectivamente. Esto presionó a la baja a toda la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro, incluso al tramo largo que venía más presionado por expectativas de mayor debilidad fiscal. La UST2Y cerró en 3,51% (-10 pb), la UST10Y en 4,08% (-15 pb) y la UST30Y en 4,76% (-16 pb). Con esto, el índice de bonos del Tesoro avanzó 0,6% en la semana, los TIPS lo hicieron 0,3%, los Investment Grade subieron 1,3% y los High Yield quedaron sin cambios. Los bonos de mercados emergentes ganaron 0,7% y acumulan en el año una suba de 6,3%, siendo los de mejor performance.

Dólar estable y oro en máximos. Las tensiones de Trump con la Fed y la incertidumbre sobre los aranceles siguen presionando al dólar, aunque la semana cerró prácticamente sin cambios. El US Dollar Index finalizó en 97,7, igual que la semana previa –en el año acumula una caída de 10,1%–. La ganancia de 0,2% frente al yen quedó compensada por el retroceso de 0,3% frente al euro, mientras que contra la libra y el yuan se mantuvo estable. Contra el real brasileño perdió 0,3% y en el año cae 12,6%, cerrando en USDBRL 5,4. Este contexto de incertidumbre alimentó el apetito por el oro como refugio de valor, que trepó 4,1% en la semana y cerró en USD 3.593 la onza, acumulando en el año un alza de 37,0%.

Acciones mixtas. Las acciones cerraron la semana con tono mixto, afectadas por las caídas del viernes tras conocerse los datos de empleo. El Nasdaq fue el de mejor performance con un avance semanal de 1,1% y acumula 12,3% en el año, impulsado por Alphabet –un fallo judicial le permitió conservar Chrome aunque con mayores restricciones– y Broadcom, que presentó un sólido balance y anunció su asociación con OpenAI. El S&P500 subió 0,3% y en 2025 acumula 10,3%, mientras que el Dow Jones retrocedió 0,3% y avanza 6,7% en el año. Las Small Cap ganaron 0,8% y muestran una suba anual de 7,3% –en los últimos tres meses superaron a los tres principales índices–. Por sectores, Comunicación subió 2,6% y Consumo Discrecional 1,5%, mientras que Energía cayó 3,3% y Financiero 1,7%. En lo que va de 2025, lideran Comunicación (+18,2%) e Industrial (+13,8%).

Emergentes lideran. En el resto del mundo, la semana fue positiva para Japón y los mercados emergentes, mientras que Europa retrocedió. Japón avanzó 1,3% (18,2% en el año), el índice de Mercados Emergentes ganó 1,2% (31,0% en el año), Brasil subió 0,2% (31,4% en el año) y China cayó 0,1% (sin embargo tuvo un alza de 30,7% en el año). En Europa las acciones retrocedieron 0,3% semanal, aunque en el año suben 23,6%.

Commodities a la baja. El petróleo WTI retrocedió 3,6% en la semana, presionado por señales de sobreoferta y menor demanda. El impulso inicial por tensiones geopolíticas se revirtió tras un aumento inesperado de inventarios en EE. UU., la posibilidad de mayor producción de la OPEP+ y mayores exportaciones rusas hacia China. El crudo cerró en USD 61,8 por barril, acumulando una caída de 13,9% en el año. La soja bajó 2,1% en la semana por la falta de compras de China, pronósticos climáticos favorables en EE. UU. y expectativas de cosecha récord, además de la creciente competencia de Brasil. Cerró en USD 373 la tonelada, con un alza de 1,7% en el año. El cobre cayó 0,8% en la semana, aunque acumula un alza de 12,5% en 2025.

Lo que viene. Lo más relevante de la semana serán los datos de inflación de agosto, que podrán definir el rumbo de la política monetaria en los próximos meses. Si bien se descuenta un recorte de tasas en septiembre tras otro débil informe laboral, los precios influirán en las próximas reuniones y en la dinámica de la curva de rendimientos. El consenso espera un alza de 0,2% m/m en el IPC general (vs 0,3% en julio), lo que implicaría una suba de 2,9% en doce meses, la más alta desde enero. Para el IPC core se espera un avance de 0,3% m/m y 3,1% i.a. También serán relevantes los precios al productor, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan y las expectativas de inflación de la Fed de Nueva York, junto al índice de optimismo empresarial de la NFIB.