Los mercados extendieron el rally alcista a nueve semanas, el más largo de los últimos cuatro años. La confianza en que se avecinan tiempos de una política monetaria menos restrictiva con la economía en un soft-landing siguió dando impulso a los bonos y las acciones. Desde que la Fed dio indicios de que no habrá más subas de tasas, reforzándolo en la última reunión y previendo cuatro bajas para este año, la renta fija comenzó un sendero de recuperación luego de casi tres años de caídas inéditas. Al mismo tiempo, el dólar se debilitó y contuvo la caída de los commodities, mientras que el oro se revalorizó. Contrario a lo que esperaban los principales bancos de inversión y aunque no estuvieron exentas a episodios de volatilidad, las acciones tuvieron un 2023 muy bueno, alcanzando nuevos máximos y con ganancias generalizadas, entre las que se destacaron las tecnológicas. La primera semana de 2024 arranca con la mira puesta en los datos del mercado laboral de diciembre, del cual se espera que marque que el empleo siguió creciendo, y en las minutas de la última reunión de la Fed, que deberán dar cuenta de una visión de una política monetaria más laxa para este año.

Señales mixtas en la actividad de EE. UU. Los datos semanales de actividad no reflejaron el optimismo de semanas previas. El número de solicitudes de beneficios por desempleo aumentó 12.000 en la última semana, llevándolo hasta 218.000, por encima de las expectativas del mercado que lo ubicaban en 210.000 y siendo la segunda semana consecutiva al alza. A su vez, el PMI de Chicago cayó un 16% hasta 46,9 en diciembre, sensiblemente por debajo de las expectativas de 51 puntos y ubicándose nuevamente en territorio de contracción. Por otro lado, el índice de actividad nacional de la Fed de Chicago de noviembre mostró una leve suba de 0,03% m/m, frente al -0,66% revisado del mes anterior, mientras que el índice de actividad empresarial general de la Fed de Dallas tuvo un valor de -9,3 en diciembre (desde -19,9 previo) que, si bien aún sigue en terreno negativo, llegó al nivel más bajo de pesimismo en un año. Sin nueva actualización de las estimaciones, para el último trimestre de 2024 el Nowcast de Atlanta estima un alza de 2,3% t/t anualizado, por lo que el año terminaría con un crecimiento del 2,5% i.a.

Continuó la baja de tasas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. continuaron la tendencia bajista. En la última semana, la UST2Y bajó 9 pb y cerró el año en 4,25%, marcando un descenso acumulado de 47 pb durante diciembre y de 15 pb en todo el año. Paralelamente, la UST10Y cerró en 3,87%, 4 pb por debajo de la semana previa, acumulando en el último mes una baja de 48 pb aunque terminó el año 4 pb por encima de diciembre de 2022. De esta manera los rendimientos se alejaron de los niveles de mediados de octubre cuando la UST2Y había alcanzado 5,2% y la UST10Y 5%. Pese a esta descompresión en las tasas de interés, la curva continúa invertida con los bonos cortos rindiendo más que los largos, situación que nos sugiere que las tasas largas deberían subir más.

Recuperación de los bonos. La expectativa de una política monetaria más laxa que descomprimió las tasas de interés de los bonos del Tesoro se reflejó en todos los índices de renta fija, especialmente en los bonos de mayor calidad, dado que tienen una mayor duration. Concretamente, en la última semana, el índice de bonos del Tesoro subió 0,3% y cerró diciembre con un alza de 2,7%, lo que le permitió cerrar el año con una ganancia de 1,4% –de enero a octubre había caído 4,7% y desde ese piso hasta el cierre del año subieron 6,7%–. Mejor aún fue la performance de los Investment Grade que la semana pasada subieron 0,6% y estiraron a 4,2% la ganancia de diciembre y a 4,2% la suba en todo el año –de enero a octubre había caído 6,8% y desde ese piso hasta el cierre del año subieron 12,7%–. Diferente fue el caso de los High Yield que se mantuvieron estables en la última semana y en diciembre subieron 2,4% y 5,3% en todo 2023 –de enero a octubre había caído 2,5% y desde ese piso hasta el cierre del año subieron 8,0%–. El buen momento de la renta fija americana favoreció a los bonos emergentes que en la última semana subieron 0,3%, cerrando diciembre con un alza de 4,0% y de 5,3% en todo 2023 –al igual que el resto de los índices, hasta octubre habían acumulado una pérdida de 5,8% y desde entonces acumularon una ganancia de 12%–.

Dólar débil. El optimismo de los inversores continuó reflejándose en un dólar cada vez más débil. En la última semana, el US Dollar Index (DXY) cedió 0,4%, acumulando en diciembre una pérdida de 2,1%, idéntico resultado al obtenido en todo 2023. La mayor caída del dólar se registró frente al euro, perdiendo 0,3% en la semana, 1,5% en diciembre y 3,2% en todo el año –cerrando con una cotización de USD 1,10 por euro–. Frente al yen, tuvo un comportamiento diferente, ya que si bien en la última semana perdió 1% y 5,2% en diciembre, en todo el año ganó 7%, cerrando en JPY 140. En cuanto al real brasileño, terminó el año en BRL 4,85, prácticamente sin cambios respecto a la semana anterior, aunque en diciembre acumuló una baja de 1,4% y de 8,2% en todo 2023, siendo una de las monedas que más se apreció en el año.

Commodities en baja. En el ámbito de las materias primas, el índice global cerró la semana con un descenso semanal de 2,2% y un retroceso mensual del 9,3%, culminando el año con una reducción del 15%. Esto se debió en parte a la debilidad de la economía china y a los temores de desaceleración global. En cuanto al petróleo, tras dos semanas al alza, retrocedió 2,6%, acumulando una disminución mensual de 5,7% y anual del 11%, quedando el WTI en USD 72 el barril, lejos de los USD 95 alcanzados a fines de septiembre. La soja cerró la semana con una caída de 0,5%, cotizando en USD 475 la tonelada, con un descenso mensual del 4% y un retroceso anual del 15%. Por su parte, el trigo subió un 1,9% semanalmente y el maíz cedió un 0,4%, aunque ambos mostraron un comportamiento positivo durante el mes, con incrementos del 10% y 2%, respectivamente, –aunque en todo 2023 acumularon una caída de 20% y 30%, respectivamente–. El índice de metales reflejó una leve recuperación con un alza semanal del 0,6% y del 1,5% en el mes, pero sufrió una caída anual del 1,4%. La excepción fue el oro, que registró un aumento del 0,7% en la semana, 1,1% en el mes y del 13% en el año, yendo a contramano del dólar.

Acciones imparables. El 2023 cierra con un notable desempeño de la renta variable estadounidense. El S&P 500 avanzó 0,4% en la última semana, cerró el mes con un aumento del 4,6% y del 24,3% en el año –desglosado por tipo de índice, el de las 10 magníficas destaca con un extraordinario 96%, el S&P 50 registró un 36% anual, mientras que el S&P equiponderado alcanzó un 11%–. A nivel sectorial, empujado por la baja de los rendimientos de los bonos del Tesoro que repercutió favorablemente en las tasas hipotecarias, la mejor performance semanal y mensual la tuvo Real Estate con una ganancia de 1,3% y 8,3%, respectivamente, aunque en el año solo subió 8%. Los grandes ganadores del año fueron los sectores de Comunicaciones, Tecnológico y de Consumo discrecional con subas de 52%, 55% y 38%, respectivamente, mientras que del lado perdedor estuvieron los sectores defensivos como Utilities, Consumo Estable y Energético con bajas de 10,5%, 3,5% y 1,0%, respectivamente. En cuanto a los demás índices americanos, el Nasdaq registró un incremento del 0,4% semanal, 5,2% mensual y 54% anual, mientras que el Dow Jones mostró cifras de 0,8%, 6,2% y 13,7%, respectivamente.

Mercados globales optimistas. El índice de renta variable global registró un ascenso del 0,6% durante la semana, elevando la ganancia acumulada en diciembre a 3,9% y 20% en todo 2023. Al excluir a EE. UU., el incremento semanal fue del 1,2%, con una subida del 3,5% en el mes y 12,2% en el año. A nivel regional, Europa se destacó con una subida semanal del 0,7%, acumulando una ganancia mensual del 4,2% y cerrando el año con un 16% más arriba que a fines de 2022. Por otro lado, los mercados emergentes avanzaron un 2,3% en la semana, 1,9% en diciembre y un modesto 6,3% anual. La mala performance relativa de los emergentes obedeció a China que, a pesar de la subida semanal de 3,8%, cierra el año con una caída del 13%, mientras que LATAM avanzó un 0,5% semanalmente y un 26% anual, liderado por Brasil con un 0,9% semanal y 24% anual.

Con la mirada en el empleo. Arranca un año con el desafío de que las valuaciones de los activos reflejen las buenas perspectivas económicas que tienen los agentes, en las que se proyecta una economía creciendo sin presiones inflacionarias y con recorte de las tasas de interés, con un mercado que espera más recortes de tasas que la Fed. El primer capítulo de este año lo darán los datos de empleo de diciembre, en los que se espera que se hayan creado más de 150 mil empleos no agrícolas y que la tasa de desocupación sea del 3,8%. Con la tasa de desempleo en niveles históricamente bajos, se destaca también la evolución de los salarios que generan presión sobre los precios al consumidor. También serán importantes las minutas de la Fed de la última reunión, en las que habrá más detalles sobre el giro hacia un discurso de Powell de una política monetaria más laxa.