La actividad en EE.UU. sorprende al alza y la inflación confirma un sendero decreciente. Esto pone presión a la FED, que deberá decidir si corre el riesgo de frenar la economía manteniendo la tasa de interés elevada o si arriesga a apurarse a bajarla e interrumpir la tendencia declinante de la inflación. Creemos que con pleno empleo, la actividad que acelera y la inflación aún por encima del objetivo de la política monetaria sería recomendable mantener las tasas elevadas. Esto es lo que mantiene la presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano y sobre el dólar. En este contexto, las acciones volvieron a tener una buena semana con alzas generalizadas, con el S&P marcando nuevos récords mientras que la renta fija tuvo un respiro luego de tres semanas de caídas. En el mercado de commodities se destacó la suba en el precio del petróleo, que alcanzó el nivel más alto en dos meses. También fue una buena semana para el resto del mundo: los principales índices bursátiles operaron al alza de la mano de China, donde el gobierno anunció nuevos estímulos a la actividad. Arranca la semana más importante de la temporada de balances del 4Q 23 al tiempo que se destaca la decisión de la FED, los datos de empleo de enero y la estimación de PBI del 4Q23 de la Eurozona.

Imparable. Los datos de actividad de EE.UU. siguen sorprendiendo por su fortaleza. Esto no sólo aleja los temores de recesión sino también de cuán visible será el “soft-landing” pues no hay señales de moderación. Concretamente, la primera estimación de PBI de EEUU del 4Q 23 mostró una expansión de 3,3% t/t anualizado, desacelerando frente al trimestre previo (4,9%) pero mucho mejor que las previsiones del 2% del mercado –el Nowcast de Atlanta apuntaba a 2,3% t/t–. El consumo privado, las exportaciones y el gasto público fueron los principales motores del crecimiento mientras que la inversión siguió en alza pero con cierta moderación. Con esto, en los últimos 12 meses el PBI creció 3,1% (vs 2,9% i.a. en el 3Q 23) y en todo el año promedió un alza de 2,5% –vs 1,9% i.a. en 2022 y superando las expectativas del mercado que apuntaban a un alza menor al 1%–. Ya entrando en el 1Q24 los datos siguen confirmando este buen dinamismo con el PMI compuesto de enero marcando 52,3 –vs 50,9 en diciembre– siendo el nivel más alto de la actividad empresarial desde junio de 2023 gracias al repunte conjunto de la actividad manufacturera y de servicios. En este contexto, la primera estimación del PBI del 1Q 24 del Nowcast de Atlanta apunta a un crecimiento de 3,0% t/t y 2,9% i.a. ¿Será otro año de “no-landing” como lo fue en 2023? Recordemos que las previsiones para este año apuntan a un crecimiento de entre 1% y 1,5% i.a.

Sube el consumo y el ahorro se mantiene. Una de las hipótesis que plantean los analistas a la hora de estimar una moderación del crecimiento de EE.UU. para este año es la fuerte desaceleración que tendría el consumo privado. De acuerdo a esta suposición, la fortaleza del gasto de las familias se apoyó en el uso del exceso de ahorro que se había generado durante la pandemia gracias al fuerte estímulo fiscal. Con los datos de 2023, sin embargo, podemos rechazar esta hipótesis: contrario a lo esperado, el ahorro de las familias aumentó, promediando 4,5% de los ingresos contra 3,3% de 2022 y en línea con el promedio histórico. Detrás de este resultado está la fortaleza del mercado laboral con mayor empleo y mayores salarios que, sumado a la baja de impuestos, aumentaron los ingresos de las familias permitiéndoles aumentar el gasto sin tocar los ahorros.

¿Qué pasa con la inflación? Aunque en términos generales la inflación es menor a la de un año atrás, la dinámica del margen trae dudas en cuanto a la tendencia de corto plazo. En este sentido, cobra relevancia la diferencia metodológica entre el IPC y el PCE –índice de precios de los gastos de consumo personal en EEUU que es el de referencia de la FED– que entre otras cosas, difiere en cuanto a la ponderación de servicios en general y del capítulo de vivienda en particular. Esto le da una ventaja adicional a la FED, pues el PCE viene subiendo persistentemente menos que el IPC y lo deja más cerca del objetivo. Concretamente, en diciembre pasado el PCE registró un alza de 0,16 % m/m y de 2,6% i.a. mientras que el IPC había marcado 0,3% m/m y 3,3% i.a. Lo mismo ocurrió con el PCE Core, que excluye alimentos y energía, que anotó un alza de 0,17% m/m y 3,9% i.a. contra 0,3% m/m y 3,9% i.a. que había marcado el IPC Core. Es probable que en los próximos meses veamos el IPC desacelerar más rápido dado que los precios del capítulo de vivienda aflojarían y arrastrarían al índice y que no necesariamente veamos la misma dinámica en el PCE que tendría un comportamiento más estable.

¿Qué hará la FED? Entre sus objetivos, la FED tiene aprobado el de pleno empleo pero aún le falta cumplir el de inflación, que si bien bajó, aún está por encima del 2%. Si bien va moderando las expectativas, el mercado apunta a una baja agresiva de tasas dado que sólo ve que la inflación va convergiendo al objetivo de 2% i.a. a medida que se “limpie” el capítulo de vivienda, pero es ciego a que una baja de tasas de interés le dará mayor impulso a la actividad y podría recalentar el mercado laboral y abortar el proceso de desinflación. En este marco, el próximo 31 de enero la FED realizará el primer anuncio del año respecto del valor de la tasa de interés, donde estaría prácticamente descontado que no habría cambios, con 97,4% de probabilidades en ese sentido. No obstante, para la reunión del 20 de marzo esa probabilidad baja casi a la mitad (52%), y ya para la reunión del 1 de mayo el mercado descuenta el primer recorte priceando una tasa de 5,18 para mayo y de 4,92 para junio.

Dólar fuerte y petróleo en alza. El dólar DXY apenas subió 0,1% hasta 103,4, acumulando en enero un alza de 1,9%. La fortaleza del dólar es generalizada aunque se destaca su desempeño frente al Yen Japonés –recordemos que el BoJ mantiene una política monetaria muy expansiva con tasas de interés negativas–, contra quien ganó 5% en lo que va del mes mientras que contra el Euro ganó 0,4% en la última semana y 1,7% en lo que va del mes –no alcanzó que el BCE haya dejado la tasa de referencia en 4,5% durante su primera reunión de 2024 y se comprometió a mantenerla en niveles suficientemente restrictivos para que la inflación vuelva a su objetivo del 2%–. Frente al Real brasileño, que cerró a BRL 4,91, el dólar tuvo una pérdida del 0,4% en la semana, pero mantiene una ganancia del 1,2% en el mes. 

Petróleo en alza. Fue una semana positiva para los commodities con una suba de 2,4% para el índice general.  En el desagregado, los energéticos lideraron con un 5,6%, seguido por metales 2% y granos 0,2%. El petróleo dio el mayor impulso: anotó una suba de 6,3% en la semana y cerró en USD 78 el barril –el nivel más alto de los últimos dos meses–, impulsado por el conflicto en el Mar Rojo, junto a la reducción de los inventarios de crudo estadounidense en 9,2M b/d y la caída de la producción en 1M b/d. La soja tuvo una baja del 0,3%, acentuando la caída de 8% en lo que va de enero, ante la expectativa de una cosecha récord. Diferente tendencia tuvo el trigo que aumentó 1,2%, aunque se encuentra 5,7% abajo en el mes. El cobre subió 1,7% y redujo la caída de enero a 0,8%. Por último, el oro cerró la semana cotizando en USD 2.016 la onza lo que implicó una caída de 0,5% en la semana y 2,1% en lo que va del año.

Bonos expectantes. Con la actividad creciendo más de lo esperado, los inversores leen con cautela los datos de inflación y, por ello, los rendimientos de los bonos del Tesoro prácticamente no se movieron en la semana, aunque en lo que va del mes anotaron subas, especialmente el tramo largo de la curva. La UST2Y cerró en 4,36% y UST10Y 4,14%. En este contexto, los índices de renta fija cerraron la semana estables, con una ligera suba que no alcanza para compensar las pérdidas de las semanas previas. Concretamente, el índice agregado subió 0,1% en la semana pero en mes acumula una baja de 1,2%. Los High Yield fueron los de mejor desempeño, con un alza de 0,6% en la semana, y acumulan 0,3% en el mes mientras que los Investment Grade y los Treasuries ganaron 0,1% en la semana y llevan una pérdida de 1,4% y 1,2% en lo que va del mes. 

Acciones sin techo. Mientras avanza la temporada de balances del 4Q 24 y con las buenas noticias sobre el nivel de actividad, las acciones continuaron su rumbo positivo y cerraron nuevamente en máximos históricos. El S&P 500 subió 1,0% en la semana y en enero acumula una ganancia de 2,5%. Igual tendencia tuvieron el Nasdaq y el Dow Jones que en la semana subieron 0,9% y 0,8%, acumulando en el mes alzas de 2,8% y 1,1% respectivamente. A nivel sectorial, las energéticas tuvieron una buena semana producto de la suba del petróleo, con un alza del 4,7% –destacándose Exxon (+4,3%) y Chevron (3,4%)–; le siguió Comunicaciones anotando un 4%, impulsado por Google (+4%) y Meta (+3,3%); y luego el sector tecnológico con un alza de 1% traccionada por Microsoft (+1,7%) y Nvidia (+3,3%). Consumo Discrecional se llevó la peor nota: bajó 1,8% en la semana y 4% en enero, arrastrado por las acciones de Tesla que se derrumbaron 14% en la semana y 26% en el mes luego de reportar ganancias por acción por debajo de las expectativas del consenso y un crecimiento más lento en el volumen de vehículos para 2024.

China dio la nota. Las bolsas internacionales tuvieron una buena semana. El índice de acciones global tuvo una alza de 1,3% y 1,5% si se excluye EE.UU. Europa sobresalió con un aumento del 2,7% y emergentes 1,4%. Aquí se destaca la suba de 3,1% de China, impulsada por los nuevos estímulos que emitió el Banco Popular de China –anunció que reducirá el coeficiente de reservas de los bancos en 50 pb el próximo mes, en un intento por impulsar la actividad económica, a lo que se sumó el compromiso que comunicó el gabinete de que usaría alrededor de 2 billones de yuanes como parte de un fondo para comprar acciones del continente–. Recordemos que la bolsa de China cayó 30% el último año. Más abajo se ubicó LATAM con un 1,9% y Brasil con un 1,5%. Por su parte, los bonos emergentes se mantuvieron estables en la última semana, aunque mantienen una pérdida de 2,1% en lo que va del año.

Lo que viene. La atención se centrará en la decisión de tasas de interés de la FED –se espera que la mantenga sin cambios– y será importante el comunicado de la entidad y la conferencia de prensa posterior de Powell. En cuanto a los datos económicos, lo más importante será el reporte de empleo de enero en el que se prevé que las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 162.000 en enero –vs 216.000 en diciembre–, mientras que la tasa de desempleo probablemente se mantendrá el 3,7%. También será una semana importante en cuanto a la temporada de balances con una serie de empresas destacadas ​​como Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft, Meta, Advanced Micro Devices, Chevron y Exxon Mobil. En Europa se esperan los datos del PIB del 4Q 23 de la Eurozona y en Asia, los PMI de China correspondientes a enero.