El resultado del índice de precios que sigue la Reserva Federal, el PCE, superó las expectativas y creó preocupación con respecto a un nuevo avance de la inflación. A esto se sumó un sólido nivel de gastos personales, lo que llevó a suponer que la economía norteamericana aún podría tener margen para que la Fed continúe con la suba de tasas. Con este panorama, se ajustó al alza la expectativa de tasas esperadas futuras, lo que golpeó tanto al mercado de renta fija como al de renta variable. Por su parte, el petróleo y los metales cerraron al alza favorecidos por buenos datos de actividad de China. Así, esta semana, el gigante asiático logró marcar un resultado positivo. Se diferenció de otras regiones, como Europa o LATAM, que marcaron una nueva contracción semanal. La próxima semana, la mira estará en el informe de empleo de Estados Unidos y los datos del PMI. A nivel internacional, se darán a conocer los datos de inflación de China y de Brasil, así como también el adelanto del PBI del 4Q22 de Europa. 

EE.UU.

La inflación presiona a la Fed. El PCE, índice de precios que sigue la Fed, marcó un alza de 0,6% m/m en enero, superando las expectativas y registrando la mayor suba mensual desde julio (5,4% i.a.). El dato subyacente resultó en 4,7% i.a. al subir también un 0,6% m/m. Hubo, a su vez, un fuerte repunte en el gasto personal: avanzó 1,8% m/m, la mayor suba mensual del último año. Ambos resultados generaron preocupación con respecto a un nuevo aumento de la inflación: sumado a una mayor fortaleza del consumo, podría derivar en mayores subas de tasas por parte de la Fed. Como resultado, aumentaron las expectativas de una suba de tasas para la reunión de marzo, con los mercados ahora pronosticando 25 pb con el 70% mientras que el 30% restante espera un alza de 50 pb (un mes atrás el pronóstico estaba entre 25 pb o mantener las tasas). Este fuerte ajuste de expectativas golpeó a las tasas de interés implícitas, las cuales pasaron a esperar un máximo de tasas de 5,4% (vs 5,1% un mes atrás). A su vez, se estima que las tasas podrían empezar a recortar levemente durante septiembre pero que no terminarían el año por debajo del 5%, lo que afectó negativamente tanto a los mercados de renta fija como de renta variable. 

Datos económicos dispares. El ISM de servicios y el manufacturero resultaron por debajo de las estimaciones y se ubicaron por debajo de los 50 puntos, señal de contracción mensual de la actividad. Sin embargo, el índice de precios del sector manufacturero alcanzó los 51,3 puntos y generó preocupación, ya que marca no sólo un aumento mensual sino el mayor resultado desde octubre. A este contexto, se sumó la declaración del presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, quien indicó que aún se baraja la posibilidad de subas de 25 pb o 50 pb para la reunión de marzo. A su vez, declaró que la importancia radica en el valor máximo que alcancen las tasas y no en el ritmo de estos aumentos. Esto aumentó la preocupación de los inversores, quienes ya esperan subas para las siguientes tres reuniones. 

Bonos del tesoro en mínimos del 2007. Este escenario golpeó a la renta fija y llevó a nuevas subas en todo el tramo de la curva de bonos del tesoro. Así, la tasa a dos años alcanzó un 4,92%, el máximo valor desde el 2007, mientras que la tasa a 10 años lo hizo en 4,08%. Mientras que los datos de inflación hicieron retroceder al tramo corto, las mayores expectativas de suba de tasas de interés por parte de la Fed hicieron avanzar al tramo largo de la curva. Respecto a los bonos corporativos, los de mercados emergentes fueron los mayores detractores (-2,1%) seguidos por los de mayor calidad (-1,7%) y los de más rendimiento (-0,9%). De esta manera, los tres cerraron un nuevo mes a la baja y promediaron una caída de 4%, perdiendo así la ganancia que habían acumulado durante enero. 

Golpe a las growth. Las mayores expectativas de suba de tasas impactaron especialmente a las compañías growth. Como consecuencia, retrocedieron el Nasdaq (1,1%), el S&P (0,7%) y el Dow Jones (0,4% ). Por el lado de los sectores, energético, industrial y materiales se vieron beneficiados por un mayor nivel de actividad por parte de China. Esto los hizo promediar en una suba semanal de 2%. Los restantes cerraron en negativo (retrocedieron en promedio un 2,2%) con el sector de real estate (-3,1%) a la cabeza. El mes cerró en negativo para todos los sectores, con bajas promedio de 3,6%. Se detuvo, así, el rally alcista que habían marcado durante el primer mes del año. 

Commodities mixtos. Favorecido por una mejora en los datos económicos de China, el petróleo repuntó un 3,4% en la última semana. Aunque aún acumula una caída de 0,3% en el último mes, esto mejoró las expectativas de demanda futura. Lo mismo ocurrió con el acero y el aluminio, los cuales avanzaron 1,2% y 0,2% respectivamente. Por el contrario, los mejores datos de cosecha hicieron retroceder a los commodities agrarios: soja, trigo y maíz promediaron una caída de 3%. 

Suba del dólar presiona a las monedas. Ante una Fed más agresiva, el dólar volvió a ganar terreno. El índice DXY avanzó 0,5% en la última semana, y volvió a acercarse a su máximo de los últimos tres meses. Así, muestra la fortaleza que continúa marcando la moneda norteamericana ante mayores expectativas de subas de tasas.  

MUNDO

China se diferencia del mundo. Los PMI del gigante asiático superaron las expectativas y se ubicaron por encima de los 50 puntos, señal de crecimiento con respecto al mes previo. El índice de actividad manufacturera, que representa una mayor proporción de nivel de actividad que los servicios en China, alcanzó los 56,2 puntos. Marca, así, el mejor dato de los últimos cinco años. Esto favoreció fuertemente al mercado chino, que cerró la semana con un alza de 2,7%. De esta manera, se diferenció del mundo, el cual cerró con una caída de 0,5% (-0,3% sin tener en cuenta a EE.UU.). LATAM marcó un retroceso de 1,6% mientras que Europa lo hizo en 0,6%. Asia, por su parte, tuvo una suba de 0,7% beneficiada por la suba de China.

Europa: preocupa el IPC. El adelanto del IPC de la Eurozona sorprendió al marcar un 0,8% m/m, el mayor avance mensual de los últimos cinco meses (un 8,5% i.a.). A su vez, el IPC subyacente también avanzó hasta 5,6% i.a. vs 5,3% i.a. el mes previo. Esto aumentó la presión sobre el BCE y sobre las próximas subas de tasas de interés que pronostica la entidad. Ante estos datos, el mercado europeo cerró la semana un 0,6% en negativo y marca así una baja de 0,9% en el último mes. 

Brasil en rojo. El EWZ cerró con una caída semanal de 4,6%, lo que terminó arrastrando a LATAM. ¿Las razones? Una caída de 0,2% t/t del PBI, lo que concluyó en un PBI anualizado de 1,9%, por debajo de las expectativas de 2,2%. De esta manera, el país empieza a mostrar los efectos de la política monetaria agresiva iniciada a principios del 2022. A pesar de que una nueva encuesta de inflación marcó un resultado de 0,4% m/m para febrero (por debajo de las expectativas de 0,8% m/m), esto terminó afectando al mercado. Con estos datos como telón de fondo, se sumó la noticia de la suspensión de exportación de carne hacia China por una enfermedad encontrada en el ganado brasilero. Esto preocupó al mercado dado que todavía no se dio a conocer cuándo se reanudaría el comercio. De esta manera, el índice de Brasil volvió a caer y acumula una caída de 10,4% en el último mes.  

Lo que viene

El informe de empleo que se publicará la próxima semana será el centro de atención. Allí, se espera que la tasa de desempleo avance hasta 3,5% (vs 3,4% el mes previo). Las nóminas no agrícolas se pronostican en 200.000, lo que resultaría, de concretarse, muy por debajo de los 517.000 puestos creados durante enero. También se publicarán los PMI de febrero: ambos se pronostican por encima de los 50 puntos, lo que sería señal de crecimiento y podría aumentar la presión sobre la Fed para la reunión de marzo. Respecto al mercado internacional, la mira estará en los IPC tanto de China como de Brasil. Mientras que un dato alcista sería favorable para el gigante asiático, ya que sería señal de crecimiento, para Brasil podría ser señal de que las tasas de interés deberán mantenerse en sus niveles actuales. El dato se espera en un 0,57% m/m (superando así el 0,53% m/m de enero) lo que llevaría, en caso de cumplirse, a un acumulado interanual de 5,8%. Respecto a Europa, se publicará el adelanto del PBI del 4Q22 y se espera que supere el dato previo de 0,1% t/t. 

El gráfico de la semana