A pesar de la inestabilidad geopolítica y de la persistencia de la inflación, los mercados globales experimentaron una buena semana, con alzas en bonos y acciones. El atentado en Israel generó presión sobre el precio del petróleo; aunque por ahora la situación está contenida, sigue expuesta a que el conflicto escale. La incertidumbre y la volatilidad favorecieron al oro, que registró la mejor semana de los últimos meses. Mientras tanto, en EE. UU., la inflación de septiembre superó las expectativas y continúa muy por encima del objetivo de la Fed. Los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, lo que otorgó un respiro a la renta fija, mientras que las acciones experimentaron la segunda semana consecutiva de ganancias tras dos meses de ajuste. Las miradas de esta semana estarán puestas en la evolución del conflicto en el Medio Oriente y en el inicio de la temporada de balances del 3Q23.

El riesgo de que se sume Irán. Los sorpresivos ataques terroristas de Hamás que tuvieron lugar en la Franja de Gaza el sábado 7, con un saldo de 1.400 víctimas fatales y centenares de heridos y desaparecidos, representan el mayor atentado contra la comunidad judía desde la Segunda Guerra Mundial y han transformado el mapa político del Medio Oriente. El gobierno de Israel ha declarado la guerra al grupo Hamás y se prepara para invadir Gaza, lo que añade un nuevo capítulo a la tensión geopolítica actual. Por el momento, y solo por ahora, el conflicto está circunscrito a Israel contra Hamás; sin embargo, el riesgo de que se extienda y escale a toda la región persiste, a pesar de que EE. UU. y Europa ejercen presión para alcanzar una negociación. Será crucial monitorear de cerca los movimientos de Hezbolá –que cuenta con una fuerza militar de más de 100.000 hombres– y de Irán como financista de estos grupos terroristas. Lógicamente, si se confirma la participación de Irán, la probabilidad de que el conflicto escale aumenta considerablemente. 

Petróleo y oro al alza. Además de la tragedia humanitaria, el termómetro para el mercado se centra en la evolución del precio del petróleo y en si la escalada del conflicto podría afectar el crecimiento global. En este sentido, las primeras reacciones del mercado se manifestaron en la volatilidad del precio del petróleo, aunque con una tendencia alcista. El Brent registró un aumento del 7% desde el atentado, mientras que el WTI subió un 5%, dado que los datos de inventarios de EE. UU. mostraron un incremento en la última semana, lo que moderó la presión. Actualmente, el petróleo cotiza en torno a los USD 90. La incertidumbre también impulsó el precio del oro, que registró un alza del 5% en la semana. Esta situación, al igual que ha ocurrido desde el año pasado con la guerra entre Ucrania y Rusia, se mantendrá como un factor de riesgo permanente, lo que favorece la posición en acciones energéticas y en oro. En cuanto al resto de los commodities, los agrícolas operaron al alza debido a la caída en las estimaciones de cosecha en el hemisferio norte; el trigo y la soja ganaron un 1,6% en la semana. Por su parte, los metales operaron a la baja, con el cobre registrando una pérdida del 1%.

La inflación no da tregua.  La inflación de septiembre resultó más alta de lo esperado, al registrar un aumento de 0,4% m/m (4,9% anualizado) y 3,7% i.a. Al igual que en agosto, cuando había ascendido un 0,6% m/m, el mayor aporte provino del componente de energía. En línea con el incremento del 10% en el precio del petróleo durante el mes, este componente registró una subida de 1,5% m/m. Por su parte, el IPC Core retomó su ritmo acelerado al marcar un alza de 0,32% m/m (3,9% anualizado) y 4,1% i.a., constituyendo la mayor subida desde mayo pasado. En el IPC, el componente de viviendas, que representa casi un tercio del índice general, desafió las expectativas del mercado que anticipaba una moderación debido a la modificación de los nuevos contratos de alquiler. Contrario a esto, se aceleró a 0,6% m/m y 7,1% i.a. En la misma línea, los datos del Índice de Precios al Productor también mostraron un incremento de 0,5% m/m, superando las estimaciones del consenso que eran del 0,3%, mientras que el índice subyacente subió 0,3% m/m, levemente por encima de las proyecciones del mercado.

¿Sube la tasa? Las minutas de la reunión del FOMC de septiembre revelaron que la mayoría de los funcionarios de la Fed considera probablemente apropiado continuar con la política monetaria restrictiva para converger hacia una inflación anual del 2%. Sin embargo, no hay consenso absoluto respecto a la necesidad de implementar un nuevo aumento de la tasa de interés. Incluso se registraron algunas menciones de funcionarios —como Doris Logan, presidenta de la Fed de Dallas, y Mary Daly, presidenta de la de San Francisco— que expresaron una postura moderada. Estos funcionarios redujeron las expectativas de aumentos de tasas para este año y se mostraron confiados en que una desaceleración suave de la economía estadounidense podría contribuir a la disminución de la inflación, sin que ello implique un aumento abrupto en la tasa de desempleo. En este contexto, la curva de futuros indica que la probabilidad de mantener la tasa sin cambios en la reunión del próximo 1 de noviembre ascendió al 95%. Para la reunión del 13 de diciembre, aunque sigue siendo mayoritaria la probabilidad de dejar la tasa sin cambios, se observó un cierto incremento en la probabilidad de elevarla en 25 pb, pasando del 25% al 33%. Además, ahora se anticipan tipos oficiales de 4,75% para diciembre de 2024 (tras tres recortes), mientras que el "punto" del último mapa proyectado por la Fed está situado en 5,1%.

Un respiro para el dólar. Desde el pico alcanzado el 2 de octubre, el dólar a nivel global ha venido mostrando cierta estabilidad. En la última semana, se apreció un 0,2%, exhibiendo un desempeño muy similar frente a todas las monedas, con la excepción del real brasileño. Contra esta divisa, el dólar se depreció un 2,1%, cerrando en BRL 5,04.

Tasas estables. Entre la inflación y los riesgos derivados del deterioro del contexto geopolítico, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense operaron de manera estable, experimentando una leve caída en el tramo largo. Concretamente, el rendimiento del UST2Y cerró en un 5,10%, lo que representa una subida de 2 pb con respecto a la semana anterior, mientras que el rendimiento del UST10Y cerró en un 4,70%, con una disminución de 8 pb. A pesar de esta moderación, el elevado nivel de las tasas incrementó el costo de las hipotecas, que avanzaron 14 pb durante la semana, situándose en un 7,67%. En este contexto, la renta fija experimentó una buena semana con ganancias generalizadas: los bonos del Tesoro se apreciaron un 0,5%, los Investment Grade aumentaron un 0,7%, mientras que los bonos High Yield se mantuvieron prácticamente sin cambios. Los bonos emergentes se revalorizaron un 0,6%, reduciendo las pérdidas acumuladas del mes al 1,6%.

Buena semana para las acciones. La renta variable concluyó la semana en terreno positivo, con ganancias generalizadas. En términos concretos, el S&P 500 registró un aumento del 1,5%, cifra que se mantiene si consideramos el índice en su versión equiponderada. Aunque todos los sectores anotaron ganancias durante la última semana, se destacaron las actuaciones de los sectores energético (+5,2%), Utilities (+4,6%) y Real Estate (+3,4%). En lo que respecta a los demás índices, el Nasdaq avanzó un 0,9%, mientras que el Dow Jones exhibió la mejor performance al registrar un incremento del 1,7%. La tendencia positiva se extendió al resto del mundo, que ganó un 0,8%; solo Europa marcó una disminución del 0,5%. Entre las regiones que más se destacaron estuvieron Japón y los mercados emergentes, en particular la región de América Latina, que subió un 4,8%, impulsada principalmente por Brasil, que también subió un 4,8%.

Arranca la temporada de balances. El viernes se publicaron los balances del 3Q23 de JP Morgan (JPM) y Wells Fargo (WFC), los cuales superaron las expectativas del mercado. Esta semana se publicarán los balances de importantes empresas como Johnson & Johnson (JNJ), Bank of America (BAC), Lockheed Martin (LMT), Prologis (PLD), Goldman Sachs (GS), Tesla (TSLA), Procter & Gamble (PG), Netflix (NFLX), Abbott Laboratories (ABT), Morgan Stanley (MS), Philip Morris International (PM), Union Pacific (UNP), AT&T (T) y American Express (AXP).