Abril comenzó de manera desfavorable para los mercados, con descensos en bonos y acciones. La combinación de datos positivos de actividad y empleo, junto a la persistente inflación, disminuye las posibilidades de una reducción en las tasas de interés por parte de la Fed. Esta situación lleva a los inversores a ajustar sus expectativas hacia un escenario donde las tasas permanecerán altas por más tiempo. Como consecuencia, los rendimientos de los bonos del Tesoro alcanzaron los niveles más altos del año, impactando negativamente tanto en los índices de renta fija como variable. A pesar de la fortaleza del dólar, el oro continuó su ascenso, alcanzando nuevos máximos históricos. La situación geopolítica se tensa aún más por los conflictos en Medio Oriente, lo que ejerce presión sobre los precios del petróleo. Esta semana, la atención estará centrada en los datos de inflación de EE.UU. y en las actas de la última reunión de la Fed, que podrían ser determinantes para establecer si la reducción de tasas iniciará en junio o se pospondrá.
Aún lejos del objetivo de precios de la Fed. El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) en EE. UU. registró un incremento del 0,3% mensual en febrero, situándose por debajo tanto de la cifra anterior del 0,4% como de las expectativas, que también eran del 0,4%, aunque es importante mencionar que los datos de enero fueron revisados al alza. Los servicios experimentaron un aumento del 0,3% mensual, mientras que los bienes subieron un 0,5% mensual. Consecuentemente, la tasa anual se aceleró hasta el 2,5% (frente al 2,4% anterior). Por otro lado, la inflación PCE subyacente mensual, que excluye alimentos y energía y representa la medida de inflación preferida por la Fed, coincidió con las expectativas de los analistas al aumentar un 0,3% mensual (en comparación con el 0,5% previo, revisado al alza), acumulando un incremento del 2,8% en los últimos doce meses, el menor en tres años, aunque todavía distante del objetivo de la Fed. La noticia más alentadora para el mercado fue que el PCE Core sin vivienda ascendió un 0,2% mensual y un 2,1% interanual, lo que genera expectativas de que, con la reducción de las tasas hipotecarias, el componente de vivienda deje de impactar en el índice general y permita acercar el PCE al objetivo de política monetaria.
Actividad a paso firme. Los datos de actividad de las últimas dos semanas continuaron mostrando buenos resultados, proporcionando argumentos a la Fed para no apresurarse a tomar medidas respecto a la tasa de interés de referencia y asegurarse de tener números certeros de que la inflación está controlada. La tercera y última revisión del PBI del 4Q23 marcó una expansión de 3,4% anualizado (vs 3,2% previo), respaldada por el gasto de los consumidores y las inversiones de empresas no residenciales. Ya entrados en los datos de los primeros meses de 2024, el gasto personal aumentó un 0,8% m/m en febrero (vs 0,2% previo), la mejor performance desde enero de 2023 y por encima de las previsiones del mercado (0,5%), lo que, ajustado a la inflación, exhibió un avance de 0,4% m/m, dando cuentas de un buen dato de consumo privado. Por otro lado, los ingresos personales aumentaron un 0,3% m/m en febrero, desacelerándose con respecto al aumento máximo en un año del 1% en el mes anterior y ligeramente por debajo de las expectativas del mercado de empate con la inflación. Asimismo, los nuevos pedidos de bienes durables manufacturados aumentaron un 1,4% m/m en febrero (revirtiendo la caída previa) por encima de las expectativas del mercado (1,1% m/m). Finalmente, datos de marzo mostraron que el PMI manufacturero de ISM aumentó a 50,3, superando las expectativas del mercado de 48,4 y marcando la primera expansión en el sector manufacturero después de 16 meses de contracción, mientras que el PMI de servicios ISM, si bien cayó respecto al mes anterior, sigue expansivo, ubicándose en 51,4.
Desempeño sólido del empleo. El mercado laboral se sigue mostrando robusto, con buenos datos que respaldan la buena marcha del producto. Concretamente, en marzo se crearon 303 mil nuevos puestos de trabajo no agrícola –vs 270 mil previo y muy por encima de los 200 mil estimados por el consenso–, siendo el mejor registro en 10 meses. Además, el empleo agrícola sumó otros 195 nuevos empleos luego de tres meses de fuertes caídas, todo lo cual implicó una creación de empleo total de 498 mil, que fue más que suficiente para absorber el aumento de 469 mil personas al mercado laboral, por lo que la cantidad de desocupados se redujo en 29 mil personas y la tasa de desempleo bajó al 3,8% en marzo –desde el 3,9% de febrero–. Con este marco de fondo, los salarios –medidos con el promedio por hora– aceleraron su marcha al registrar un alza de 0,35% m/m y 4,25% i.a., que los deja nuevamente por encima de la inflación. Así las cosas, con empleo y salarios reales en alza, la masa salarial real siguió mejorando, lo que mantiene las buenas perspectivas para el consumo privado.
Tasas en máximos del año. Con datos de empleo y actividad económica robustos en EE. UU., los rendimientos de los bonos del Tesoro registraron un aumento esta semana, ejerciendo mayor presión sobre el tramo largo. La tasa del UST10Y avanzó 21 pb, situándose en el 4,40%, mientras que la UST 2Y incrementó 13 pb, finalizando en el 4,75%. Esta situación impactó negativamente en la renta fija, que experimentó caídas promedio de 1,2%, siendo los bonos Investment Grade los más afectados con un descenso de 1,7%, mientras que los bonos del Tesoro retrocedieron 1,4% y los High Yield, 1,2%. La renta fija global –excluyendo a EE. UU.– también enfrentó una caída de 0,2%, al igual que los bonos emergentes, que descendieron 0,5%. Sólo se destacaron los bonos High Yield –excluyendo a EE. UU.– que registraron un alza de 0,4%.
Tropiezo de las acciones. Después de un primer trimestre muy favorable con incrementos superiores al 10%, las acciones experimentaron un inicio de mes adverso, con una disminución del 0,9% para el S&P, 0,8% para el Nasdaq y 2,1% para el Dow Jones. La caída fue generalizada entre los sectores, excepto para el energético, que ascendió un 3,9% -impulsado por el aumento del precio del petróleo- y el de comunicaciones, que avanzó un 1,1% –destacándose nuevamente Meta con un incremento del 8,6% en la semana–. Los sectores más afectados fueron el de la salud, con una pérdida del 3,1%, y el de consumo discrecional, que descendió un 2,7% -con Tesla bajando otro 6%-.
Dólar estable y fuerte impulso en el precio del oro. El dólar se mantuvo estable con una leve caída del 0,2% para cerrar en 104,3 puntos, manteniéndose en niveles históricamente elevados, impulsado por el debilitamiento del 0,4% frente al euro, mientras que contra el yen se apreció un 0,2%. A su vez, el real se devaluó un 1% para cerrar en BRL 5,06. Pese a la fortaleza del dólar, el oro avanzó un 4,1% en la semana y cerró en un nuevo récord de USD 2.322 la onza.
Commodities en alza, salvo la soja. El WTI experimentó un aumento del 4,5% en la semana para cerrar en USD 86 el barril, fomentado por las crecientes tensiones geopolíticas en las regiones productoras de petróleo. Puntualmente, Irán prometió venganza contra Israel por un ataque al complejo de la embajada iraní en Siria que resultó en la muerte de personal iraní de alto rango. Además, los ataques con drones ucranianos contra refinerías rusas han comprometido más del 15% de la capacidad rusa, afectando la producción de combustible del país. A esto se suma los esfuerzos de la OPEP+ por frenar la oferta y una fuerte perspectiva de demanda de energía tras los sólidos datos económicos de EE. UU. El cobre tuvo un alza del 5,9%, alcanzando el nivel más alto en 14 meses, impulsado por los mejores datos de manufactura de China, sumado a que interrupciones en las principales minas, los problemas logísticos en el Congo y las sequías en Zambia afectaron el suministro. Por su parte, la soja perdió un 0,5%, dado que un informe trimestral del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos mostró que las existencias alcanzaron un máximo de dos años y los envíos brasileños continuaron aumentando.
Acelera la inflación en Europa. Por tercer mes consecutivo, los precios minoristas en la Eurozona aceleraron, añadiendo incertidumbre sobre los futuros movimientos del BCE, el cual enfrenta cierta presión para reducir las tasas dada la debilidad en los indicadores económicos, a pesar de contar con datos laborales positivos. Específicamente, la estimación preliminar del IPC de marzo evidenció un incremento de 0,8% m/m, superior al 0,6% del mes anterior y marcando el peor registro en un año, aunque mitigado por la base de comparación –en términos interanuales, bajó a 2,4%–. Paralelamente, la tasa subyacente, que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, avanzó 0,9% m/m y 2,9% i.a. Respecto a la actividad, las ventas minoristas disminuyeron un 0,5% m/m en febrero, ligeramente por debajo de las expectativas del mercado de una baja del 0,4%, con lo cual en términos anuales se contrajeron un 0,7%, prolongando la tendencia negativa por decimoséptimo mes consecutivo. Sin embargo, la tasa de desempleo se mantuvo estable en 6,5% en febrero.
Buenos datos de actividad en China. El PMI manufacturero oficial de China ascendió a 50,8 en marzo, superando el registro previo de 49,1 y las expectativas del mercado, que anticipaban un 49,9. Este incremento representa el primer crecimiento de la actividad manufacturera en seis meses y el avance más significativo en un año, en el contexto de las continuas medidas de estímulo económico implementadas por Beijing. Asimismo, el sector de servicios experimentó un aumento, alcanzando un índice de 53,0, superior al 51,4 anterior, marcando el decimoquinto mes consecutivo de expansión de la actividad en este sector y el crecimiento más rápido desde junio del año pasado. De manera similar, el PMI manufacturero general de Caixin se elevó a 51,1 en marzo, desde un 50,9 previo, excediendo las proyecciones del mercado de 51 y registrando el quinto mes consecutivo de crecimiento en la actividad manufacturera, así como el ritmo de expansión más acelerado desde febrero de 2023.
Malos datos en Brasil. La desaceleración del nivel de actividad en la segunda mitad del año pasado se hizo sentir en el mercado laboral, dado que la tasa de desocupación en febrero ascendió al 7,8% desde el 7,5% de noviembre. Por otro lado, la producción industrial disminuyó un 0,3% m/m en febrero, después de un descenso del 1,5% m/m el mes anterior y en contraste con las expectativas del mercado de un incremento del 0,3% m/m. Los datos de comercio exterior de marzo tampoco fueron alentadores, evidenciando un superávit comercial menor –alcanzó los USD 7.480 M y quedó un 30% por debajo del año anterior– debido a que las exportaciones se contrajeron un 14,8% i.a., con una disminución del 21% en las exportaciones agrícolas y del 24% en las ventas de la industria extractiva, mientras que las importaciones decrecieron un 7,1% i.a.
Mercados globales golpeados, salvo China. En sintonía con el mercado de EE. UU., el índice de acciones globales, excluyendo a EE. UU., registró una pérdida del 0,5%. En el análisis por regiones, los mercados desarrollados fueron los más afectados, con Japón experimentando una caída del 2,1% y Europa del 0,9%. Sin embargo, los mercados emergentes mostraron un comportamiento diferente, impulsados por un aumento del 0,6% en China, lo que contribuyó a un avance del 0,4% en este grupo. Dentro de los emergentes, LATAM retrocedió un 0,6%, liderado por Brasil, que cayó un 1,8%, afectado principalmente por el sector bancario, el consumo y la acción de Vale, que descendió un 3%.
Lo que viene. La atención se centrará en EE. UU., con especial enfoque en las actas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), donde se buscarán señales sobre el posible momento de los recortes de tasas de interés este año, especialmente tras los recientes datos sólidos de empleo. Además, se espera el informe de precios de marzo, anticipándose un aumento mensual tanto en las tasas generales como en las subyacentes de un 0,3% m/m, frente al 0,4% de febrero. La tasa interanual general podría acelerarse por segundo mes consecutivo hasta el 3,4%. También se dará a conocer la confianza del consumidor de Michigan de abril. En Europa, se prevé que el Banco Central Europeo mantenga sin cambios las tasas de interés. En China, el foco estará en los precios al consumidor y al productor, además de los datos comerciales y los nuevos préstamos en yuanes.