El mercado estadounidense tuvo otra semana positiva, con subas en los tres principales índices de acciones y un dólar fortalecido, mientras que el petróleo siguió escalando y la renta fija retrocedió. Los inversores moderaron sus expectativas sobre la velocidad de los recortes de tasas de la Fed, debido al fortalecimiento del mercado laboral y una inflación que volvió a subir. De hecho, los datos de la última semana mostraron que el IPC de septiembre subió más de lo esperado. Aunque el mercado aún espera recortes de 25 pb en cada una de las próximas dos reuniones, empieza a ganar terreno la idea de que las tasas no se modifiquen. A nivel global, la tensión entre Israel e Irán continuó, lo que impactó en los precios del petróleo. Por otro lado, desde China llegaron malas noticias, ya que el mercado quedó decepcionado con el paquete de estímulo prometido por el gobierno, lo que afectó fuertemente a la bolsa china y arrastró a los commodities no energéticos. Inicia una semana más tranquila en cuanto a publicaciones económicas, con todas las miradas puestas en los balances de los bancos que inauguran la temporada de resultados del 3Q24, de los que se espera que las ganancias del S&P 500 suban alrededor del 5,0% i.a., la mitad que en los cuatro trimestres anteriores.

Mal dato de inflación. En el informe de la semana pasada comentamos la sorpresa de los inversores ante los sólidos datos del mercado laboral de EE. UU. en septiembre, mes en el que se crearon más de 250.000 nuevos empleos, la tasa de desocupación disminuyó y los salarios aumentaron por encima de lo esperado. Este fue el primer llamado de atención para la Fed, que el mes pasado aprovechó las debilidades del mercado laboral para justificar el recorte de 50 pb en la tasa de referencia. El segundo llamado de atención llegó la semana pasada con la publicación del IPC de septiembre, que también subió por encima de lo esperado, reflejando que la batalla contra la inflación aún no ha concluido. En concreto, el IPC general mostró un alza de 0,18% m/m, igual a la de los dos meses previos, acumulando en los últimos 12 meses un incremento del 2,4%, el más bajo desde marzo de 2021. Sin embargo, la buena noticia del IPC general se ve opacada al considerar que fue influida por una caída del 1,9% m/m en los precios de la energía, mientras que el resto de los componentes aceleró su ritmo. De hecho, el IPC Core subió un 0,31% m/m —el nivel más alto desde marzo pasado— y la tasa interanual se mantuvo en 3,3%. Peor aún, el IPC Súper Core, que además de energía y alimentos excluye el componente de vivienda y es seguido de cerca por Powell, aumentó un 0,4% m/m —tercera aceleración consecutiva y el mayor aumento desde abril del año pasado— y subió a 2,0% i.a., 3 pb por encima del dato de agosto. Si bien no esperamos un rebrote inflacionario, los últimos resultados refuerzan la necesidad de que la Fed actúe con prudencia para no desviarse de su objetivo de inflación.

Rendimientos presionados y dólar revaluado. Con los últimos resultados tanto del mercado laboral como de la inflación minorista, y la reafirmación del nowcast de la Fed de Atlanta que estima que el PBI creció un 3,2% t/t anualizado en el 3Q24, los inversores ajustaron sus expectativas sobre los próximos pasos de la Fed. Aunque el consenso aún espera recortes de 25 pb en cada una de las próximas dos reuniones, la novedad es que la expectativa de un recorte de 50 pb se desplomó, mientras que la probabilidad de mantener las tasas sin cambios aumentó levemente. Esto volvió a presionar los rendimientos de los bonos del Tesoro: la UST2Y cerró en 3,94% y la UST10Y subió 9 pb, alcanzando 4,07%. En este contexto, el índice DXY del dólar subió 0,4% y acumula en octubre un alza del 2,1%, ganando 1,8% frente al euro y 3,8% frente al yen, que quedó muy cerca de los USDJPY 150. También ganó terreno frente al real brasileño, que terminó la semana en USDBRL 5,61, casi un 3% por encima de la semana previa y del cierre del mes pasado.

El petróleo sigue subiendo y se diferencia del resto de los commodities. Aunque no con la misma fuerza que en las dos semanas anteriores, el precio del petróleo continuó su escalada y cerró el viernes en USD 76 por barril, un 1,6% más alto que el viernes 4, acumulando en lo que va del mes un alza del 10,8%. Los motivos de este repunte siguen centrados en los temores sobre la oferta debido a la tensión en Medio Oriente y los efectos del huracán Milton en Florida. Diferente fue el caso del resto de los commodities, que presentaron pérdidas generalizadas: el cobre cayó un 1,6%, mientras que la soja retrocedió un 3,1% —acumulando una baja del 5% en lo que va de octubre—, debido a la mejora en las condiciones climáticas en Brasil y la expectativa de una supercosecha en EE. UU., lo que dejó el precio de la oleaginosa en USD 370 por tonelada.

Retroceden los bonos y las acciones alcanzan nuevos récords. Los datos de inflación y las expectativas de tasas de interés "higher for longer" volvieron a impactar negativamente en la renta fija, que registró una caída promedio del 0,5% en la semana, acumulando un retroceso del 1,7% en lo que va del mes. La peor performance la tuvieron los bonos Investment Grade —con mayor duration—, que perdieron un 0,6% en la semana y un 1,9% en el mes, mientras que los High Yield se mantuvieron estables, cayendo solo un 0,9% en octubre. En cuanto a las acciones, el rally continuó con los tres principales índices en alza, marcando un aumento promedio del 1,2% en la semana y del 1,0% en el mes, operando en máximos históricos. Entre los sectores que componen el S&P 500, se destacaron el tecnológico —impulsado por Nvidia, que subió un 8% en la semana, 11% en el mes y 180% en lo que va del año—, así como el sector industrial y financiero, ambos con subas en torno al 2%. Por otro lado, los sectores con peor desempeño fueron utilities, que cayó un 2,5%, y consumo discrecional, que retrocedió un 0,8%, afectado principalmente por la caída del 12% semanal y 17% mensual en las acciones de Tesla.

Se apaga China. Tras el salto de más del 30% en las dos semanas anteriores impulsado por los paquetes de estímulo monetario y fiscal lanzados por el Banco Popular de China y el gobierno, con el objetivo de cumplir la meta de crecimiento del 5% para este año, el entusiasmo del mercado se vio afectado ante la falta de precisiones sobre dicho programa. Esto llevó a una toma de ganancias que resultó en una caída del 8% en el índice de bolsa de China la semana pasada. La performance del resto del mundo tampoco fue positiva, ya que el índice global de acciones sin EE. UU. retrocedió un 0,6% en la semana. Destacaron la caída del 1,2% en Japón y el descenso del 1,9% en América Latina, arrastrada por Brasil, que perdió un 3,7%. En cuanto a la renta fija, los bonos emergentes también sufrieron una mala semana, con una caída del 0,5%, acumulando en el mes un retroceso del 1,6%.

Lo que viene. Las miradas de los inversores seguirán centradas en los discursos de los distintos miembros de la Fed, buscando pistas que confirmen un escenario de recorte de 25 pb en la tasa de referencia para la reunión de noviembre. Entre los datos económicos, destacan la producción industrial de agosto y el reporte de ventas minoristas de septiembre, de los que se espera hayan ganado impulso. Más relevante aún será la presentación de los balances del 3Q24 de grandes bancos como BofA, Goldman Sachs, Citigroup y Morgan Stanley, así como de empresas como American Express, P&G, Netflix y UnitedHealth. En otras regiones, se destaca la decisión del BCE, que podría bajar otros 25 pb la tasa de referencia, tras haberlo hecho en junio y septiembre. Además, se publicará el PBI del 3Q24 en China, donde la atención se centrará en cuán cerca quedó del objetivo de crecimiento anual del 5%.