Con una actividad económica que se mantiene robusta y datos laborales sólidos, la Fed cuenta ahora con más argumentos para cumplir con su promesa de un nuevo ajuste en las tasas de interés en la próxima reunión. Tasas más altas y por más tiempo siguen presionando a los rendimientos de los bonos del Tesoro americano que alcanzan los niveles más altos de los últimos 16 años. Con este contexto, los mercados volvieron a tener una semana negativa, especialmente para la renta fija. Las acciones tuvieron una leve recuperación, pero se concentró en las tecnológicas, mientras que el resto siguió operando a la baja. El petróleo dio un respiro al registrar un marcado retroceso, mientras que el dólar se estabilizó. A pesar de la prórroga lograda para evitar el cierre del gobierno, el panorama político se ve empañado por la destitución del presidente republicano en el Congreso. Las miradas de esta semana estarán puestas en los datos de inflación, las minutas de la Fed y en el arranque de la temporada de balance del 3Q23.
La grieta americana. El contexto político y las dificultades para lograr consensos son un factor de riesgo para los mercados, tan importante como lo son los riesgos geopolíticos. En EE. UU., utilizar la política fiscal para expandir la economía será cada vez más complejo debido a la división del Congreso y más aún a poco más de un año para las elecciones presidenciales. En este contexto, después de un acuerdo parcial para evitar el Shutdown –cierre de gobierno– que aseguró la financiación del gobierno hasta el 17 de noviembre, se desencadenó un giro sorprendente en el escenario político estadounidense. El martes, cuando McCarthy – el presidente republicano de la Cámara de Representantes y la tercera figura más influyente del gobierno – fue destituido por legisladores de su propio partido que se mostraron descontentos debido a su participación colaborativa con los demócratas. En un hecho sin precedentes en sus 234 años de historia, la Cámara de Representantes optó por dejar vacante el cargo de presidente –con 216 votos a favor y 210 en contra– por lo que seguramente tendremos más novedades a medida que nos acerquemos a la finalización de la tregua.
Acelera el crecimiento. Contrario a las señales de debilitamiento que busca el mercado, la actividad económica de EE. UU. continúa mostrando buenos indicadores y aleja las perspectivas de una desaceleración brusca del nivel de actividad que “asuste” a la Fed. Lo más importante de la semana pasó por el dato del mercado laboral de septiembre en el que la creación de empleo no agrícola sorprendió al marcar 336.000 nuevos empleos, 110.000 más que los dos meses anteriores y la mejor performance desde enero pasado. A pesar de esta performance, la tasa de desocupación subió a 3,8%, dado que el empleo agrícola se contrajo en 250.000 y la cantidad de personas que ingresaron al mercado laboral sumó 91.000. Fue un alivio que, a pesar del buen dinamismo de la creación de empleo con tasa de desocupación que se mantiene en niveles históricamente bajos, los salarios no muestren mayores presiones al marcar un alza de 0,2% m/m y 4,2% i.a., levemente por debajo de las expectativas. También fueron buenos los datos del PMI manufacturero que aumentó a 49 pb en septiembre –desde 47,6 del mes anterior y superior a las expectativas de 47,8– en tanto que el PMI de servicios se ubicó en 53,6 pb. La mala noticia de la semana, y que habrá que seguir la evolución en los próximos meses, es la caída del crédito al consumo privado que en agosto pasado se contrajo 0,3% m/m o USD 15.600 M –es la primera caída mensual desde agosto 2018– debido a la baja en el crédito no renovable –abarca préstamos para automóviles y estudiantes– que bajó en 0,8% m/m o USD 30.300 M, mientras que el crédito renovable –incluye tarjetas de crédito – subió 1,2% m/m o USD 14.600 MM. Con todos estos indicadores, el nowcast de Atlanta mantiene su pronóstico de crecimiento del PBI del 3Q23 en 4,9% t/t, muy superior al 2,1% t/t promedio del primer semestre.
Una pausa para el dólar. En este escenario, el dólar mostró signos de debilitamiento al registrar una caída del 0,2%, aunque en el último mes ha acumulado un incremento del 1,1%. A lo largo de la semana, experimentó una depreciación frente al euro y la libra esterlina, con descensos del 0,2% y 0,4%, respectivamente. Por otro lado, se apreció frente al real brasileño con un aumento del 4,4%, y también ganó terreno frente al yuan chino con un alza del 2,3%.
Retrocede el petróleo. Tras la fuerte escalada que había marcado en los dos meses anteriores, que lo llevaron de USD 60 a superar los USD 90 por barril, en la última semana la cotización del petróleo tuvo una fuerte caída del 8,8%, cerrando el WTI en USD 82,8 por barril. Si bien continúan las preocupaciones sobre la oferta debido a la menor producción de la OPEP, lo que más influyó recientemente fueron las perspectivas del debilitamiento de la demanda mundial, al tiempo que Rusia permitió nuevamente las exportaciones de combustible diésel a través de los puertos después de una prohibición reciente y que las existencias de gasolina en EE. UU. aumentaron y la demanda de gasolina alcanzó un mínimo de 1998. El resto de los commodities continuaron en baja: entre los metales, el oro sufrió una disminución del 1%, mientras que el aluminio y el cobre registraron descensos del 4,4% y 2,7%, respectivamente. En el sector agrícola, la soja bajó 0,7% y sólo se diferenció el trigo que logró un alza del 4,9%.
Suben las tasas, especialmente las largas. La curva de rendimiento de los bonos del Tesoro continúa invertida por más de 225 ruedas consecutivas –el periodo de tiempo más largo de la historia– aunque en el último tiempo se observa cierta tendencia a la normalización debido a la mayor presión de las tasas largas en relación a las cortas. Concretamente, el rendimiento del UST2Y cerró en 5,09%, +4 pb respecto a la semana anterior, mientras que el del UST10Y cerró en 4,8%, +23 pb en la semana. Este ascenso en los rendimientos impulsó a las tasas de los créditos hipotecarios, que avanzaron 12 pb durante la semana hasta 7,53% – el nivel más alto en dos décadas –. En este contexto, la renta fija siguió bajo presión anotando otra semana negativa. El ETF de bonos del Tesoro cayó 1,2% y el agregado de títulos públicos americano lo hizo 1,4%. Los Investment Grade tampoco tuvieron un buen desempeño, siendo los más afectados con una contracción del 2,0% en la semana y del 4,0% en el mes, en tanto que los bonos High Yield fueron los menos afectados, gracias a su corta duración, con descensos del 1,4% y 2,3% para cada período.
Recuperan las acciones gracias a las tecnológicas. La renta variable americana arrancó octubre en alza, pero volvió a concentrarse en las acciones tecnológicas mientras que el resto de los sectores siguieron en baja. Concretamente, el S&P 500 marcó un alza de 0,5% en la semana y achicó a 3,7% la pérdida en el último mes. El S&P 50 –toma las primeras 50 compañías– anotó un alza de 1,6% en la semana, mientras que el S&P 500 equiponderado tuvo una caída de 1,2%. Los sectores de tecnología y comunicación fueron los que tuvieron la mejor performance al marcar subas de 2,6% y 2,0%, respectivamente, mientras que los sectores de Energía y Consumo No Cíclico tuvieron un desempeño menos favorable, con caídas del 4,9% y 3%, respectivamente. En cuanto a los demás índices, el Nasdaq fue el más beneficiado, experimentando un aumento del 2%, mientras que el Dow Jones cerró prácticamente sin cambios.
Mala semana para el resto del mundo. Sin la ayuda de las empresas tecnológicas, el resto de los mercados financieros globales volvieron a tener una semana negativa, especialmente los emergentes. La presión de las tasas de los bonos del Tesoro americano impactó en el resto del mundo y con ello todos los índices de renta fija operaron a la baja: el índice de bonos públicos cayó 0,5% en la semana y 2,7% en el mes, mientras que la baja de los emergentes fue de 2,2% y 4,1%, respectivamente. En cuanto a la renta variable, el índice global sin EE. UU. anotó una caída de 0,6% semanal, ampliando a 3,3% la baja mensual, entre los que se destacó la mala performance de Latam que perdió 4,5% en la semana y 5,4% en el último mes.
A la espera de la inflación y atentos al conflicto en medio oriente. La próxima semana trae consigo eventos clave, destacando los datos de inflación de septiembre en EE. UU. que podrían influir en la decisión de la Fed sobre las tasas de interés el 1 de noviembre. Se espera una desaceleración en el IPC, proyectándose un aumento del 0,3% m/m. También se publicarán las actas del FOMC, el índice de sentimiento del consumidor de Michigan y datos de inflación del productor. Además, empresas como Citigroup, JPMorgan Chase y BlackRock iniciarán la temporada de resultados del tercer trimestre. En el plano geopolítico, será importante la evolución de la escalada del conflicto en Medio Oriente luego del mayor ataque terrorista que sufrió Israel el último sábado por parte del Hamas con apoyo de Irán. Esperamos mayor tensión y volatilidad en el precio del petróleo.