Siguiendo la tendencia que marcó todo este 2024, los mercados disfrutaron de otra semana positiva, especialmente para las acciones. Con una economía que continúa mostrando una notable fortaleza –confirmada por los datos de empleo de noviembre– y un consenso que anticipa un nuevo recorte de tasas por parte de la Fed en la próxima reunión, los inversores parecen ignorar el repunte de la inflación en los últimos meses y los riesgos asociados con una política de Trump que incluye más aranceles y desequilibrios fiscales. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro retrocedieron, lo que permitió un leve repunte en la renta fija. Con mayor crecimiento económico y menores tasas de interés, las acciones extendieron su rally, alcanzando nuevos máximos históricos. Sin embargo, lo más destacado de la última semana fue, nuevamente, el desempeño superior de las empresas de mayor capitalización respecto al resto. El dólar se fortaleció, el oro retrocedió, y los commodities mostraron comportamientos mixtos, con el petróleo registrando otra baja. Las miradas de esta semana estarán puestas en los datos de inflación de noviembre y el impacto que estos puedan tener en la decisión de la Fed en su reunión del próximo 18 de diciembre.
Se recuperó el empleo no agrícola. Las dudas generadas por el dato de empleo de octubre –cuando se habían creado apenas 12 mil nuevos puestos de trabajo– quedaron disipadas con los resultados de noviembre, mes en el que se crearon 227 mil empleos no agrícolas: 193 mil en el sector privado y 33 mil en el sector público, dejando en claro que la baja performance anterior fue consecuencia del impacto de los huracanes. Sin embargo, la nota negativa vino por el lado del empleo agrícola, que registró una caída de 582 mil puestos, mientras que la población económicamente activa (PEA) se redujo en 194 mil personas. En este contexto, la cantidad de desocupados aumentó en 161 mil personas, lo que elevó la tasa de desocupación al 4,2%, desde el 4,1% del mes previo. En los últimos doce meses, la PEA creció a un ritmo de 13 mil personas por mes, mientras que se generaron en promedio 190 mil puestos de trabajo no agrícolas por mes y se perdieron 250 mil en el sector agrícola, lo que implicó un aumento promedio de 74 mil desocupados mensuales. Con un mercado laboral ajustado y la tasa de desocupación en niveles históricamente bajos –aunque con un leve repunte en el último año–, los salarios siguen en alza, aumentando 0,3% m/m y 3,9% i.a. en noviembre. Este avance supera la inflación y permite una recomposición del poder de compra, brindando soporte al consumo privado y, en consecuencia, al nivel de actividad económica.
Más confianza. De acuerdo con el índice de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan, en diciembre aumentó por quinto mes consecutivo a 74, el nivel más alto desde abril, en comparación con 71,8 en noviembre y superando las previsiones de 73. Las expectativas de inflación para el próximo año subieron del 2,6% al 2,9% –la lectura más alta en cinco meses–, mientras que para los próximos cinco años disminuyeron del 3,2% al 3,1%.
La actividad sigue creciendo. Aunque el resto de los indicadores de la última semana estuvieron levemente por debajo de las expectativas, las perspectivas de crecimiento para el último trimestre del año siguen siendo más que alentadoras. Entre los datos destacados, el PMI manufacturero de noviembre, aunque permaneció en terreno negativo, fue mejor que lo esperado. Por su parte, el PMI de servicios, si bien continuó marcando expansión, lo hizo a un ritmo menor que el mes previo y por debajo de lo proyectado por el mercado. De acuerdo con el último Nowcast de Atlanta, en el 4Q24 el PBI marcaría una expansión del 3,3% t/t anualizado, lo que implicaría una aceleración de 0,5 pp respecto al 3Q24, impulsada por el repunte del consumo privado y la inversión, que más que compensan la desaceleración en el gasto público. De cumplirse este pronóstico, en todo 2024 el PBI estadounidense marcaría una expansión de 2,9% i.a., idéntico resultado al de 2023 y superando todas las expectativas.
Sube la expectativa de recorte de tasas. A pesar del buen dinamismo del nivel de actividad y de mayores presiones inflacionarias –reanimadas por los planes de Trump de aumentar aranceles a las importaciones–, se confirmó el cambio de tendencia observado a fines del mes pasado. En la última semana, la probabilidad de un recorte de 25 pb en la tasa de referencia de la Fed, hasta 4,50%, subió al 86%, lo que cumpliría la promesa de Powell hecha en septiembre y acumularía una baja total de 1 pp. Este escenario continuó favoreciendo a los bonos del Tesoro, que cerraron otra semana con rendimientos a la baja. Concretamente, la UST2Y cerró en 4,11% –7 pb por debajo de la semana previa–, mientras que la UST10Y retrocedió 4 pb, ubicándose en 4,16%. En este contexto, los índices de renta fija mostraron leves subas durante la semana. El índice agregado marcó un alza de 0,1% en los últimos cinco días y acumula una ganancia de 1,8% en el último mes. Entre las distintas clases de activos, los corporativos Investment Grade se destacaron con un aumento de 2,3%, seguidos por los bonos del Tesoro, que ganaron 1,7%. Por su parte, los bonos High Yield avanzaron un 0,7%.
De nuevo las Megacaps. Luego de ceder protagonismo a las empresas de pequeña capitalización y a las Value, impulsadas por las mejores perspectivas generadas por la baja de impuestos y el mayor proteccionismo asociado a las políticas de Trump, las empresas de mayor capitalización volvieron al centro de la escena en diciembre, registrando fuertes subas. De hecho, en la primera semana de diciembre el S&P 500 ganó un 0,9%, pero el índice equiponderado retrocedió un 1,3%, al igual que el Dow Jones, que perdió un 0,7%. En contraste, el Nasdaq avanzó un 3,3%, llevando su ganancia acumulada en el año al 32%, superando en 5 pp al S&P 500 y casi duplicando el rendimiento del Dow Jones. Entre los sectores que componen el S&P 500, solo los de Comunicación, Tecnología y Consumo Discrecional cerraron la semana al alza, con subas de 2,6%, 3,0% y 4,7%, respectivamente. Este desempeño fue impulsado por las Megacaps, que avanzaron un 4,8% en la semana y acumulan una ganancia del 50% en lo que va del año. Entre las más destacadas, Tesla, Meta y Amazon registraron una ganancia semanal cercana al 9%, seguidas por Microsoft, Google y Nvidia, que subieron un 3,5%, mientras que Apple fue la más modesta, con un incremento del 2,5%.
Leve repunte del dólar y commodities mixtos. El rally del dólar a nivel global perdió impulso. En la última semana, el DXY subió un 0,3%, repuntando frente a todas las monedas. Entre las emergentes, volvió a destacarse el real brasileño, que se depreció otro 1,9%, acumulando una devaluación contra el dólar del 7,2% en el último mes y del 25% en lo que va del año. Por su parte, el oro retrocedió un 0,8%, acumulando una baja del 1,0% en el último mes. En el mercado de commodities, el petróleo perdió un 1,2%, debido a las preocupaciones sobre una demanda más débil, que contrarrestaron la decisión de la OPEP de retrasar el aumento de la producción previsto para enero. En contraste, el cobre subió un 1,4% y la soja avanzó un 0,4%.
Lo que viene. Las miradas de la semana estarán puestas en la publicación del IPC de noviembre. Tanto el consenso de analistas como el nowcast de la Fed de Cleveland proyectan un alza del 0,2% m/m, lo que llevaría la variación interanual al 2,7%, el nivel más alto en cuatro meses. Una tendencia similar mostraría el IPC Core, con un incremento del 0,2% m/m y del 3,3% i.a. Será clave el dato definitivo, ya que, de confirmarse, estaría por encima de lo proyectado por la Fed para el último trimestre del año, lo que podría generar un discurso más restrictivo, alertando que el ritmo de recorte de tasas será más lento y "flexible". También se espera una aceleración de la inflación mayorista al 2,5% i.a., mientras que la inflación core mayorista se ubicaría en 3,3% i.a., desde el 2,4% y 3,1% registrados en octubre, respectivamente.