La actividad económica en EE. UU. no muestra señales de moderación y sigue sorprendiendo al mercado. La aceleración en el crecimiento y el pleno empleo son las razones por las que la Fed no modificó la tasa y revela que no tiene prisa en bajarla, aunque se acerque al objetivo de inflación, ya que existe el riesgo de recalentar aún más la economía. En este contexto, las acciones estadounidenses tuvieron otra semana muy positiva y alcanzaron un nuevo récord histórico. Con las tasas estables, la renta fija experimentó un leve repunte, pero no logró despegar por completo. Mientras tanto, el dólar se fortalece y los commodities caen, destacándose la caída en el precio del petróleo durante la última semana. El resto del mundo observa cómo EE. UU. controla la inflación sin sacrificar la actividad económica, a diferencia de Europa y China, donde aumentan las preocupaciones sobre el crecimiento. Comienza una semana con una agenda económica ligera, en la que las miradas se centrarán en las declaraciones de la Fed, en la temporada de informes corporativos y en los datos de inflación de China.

Mejor contexto global. El nuevo informe del FMI sobre las perspectivas económicas globales (WEO) proyecta que la actividad económica mundial repetirá el desempeño de 2023, con un crecimiento del 3,1% para este año y del 3,2% en 2025, revisando ligeramente al alza ambos valores en 0,1 y 0,2 pp, respectivamente, en comparación con el informe de octubre pasado. La revisión para este año se basa en una mayor resistencia de lo esperado en EE. UU., que crecería un 2,1% (en contraste con el 1,5% proyectado en octubre), junto con mejoras en varias economías emergentes y en desarrollo, como India, Brasil y México, así como el respaldo fiscal en China (que aumentaría un 4,6% en 2024, en comparación con el 4,2% proyectado en octubre). Sin embargo, las previsiones para 2024-25 se sitúan por debajo del promedio histórico (3,8% en el período 2000-2019), debido a las tasas de política monetaria elevadas para combatir la inflación, la reducción del apoyo fiscal en medio de una elevada deuda que afecta a la actividad económica y una baja productividad subyacente. Por otro lado, se espera que la inflación global caiga al 5,8% en 2024, desde el 6,8% registrado en 2023. En este sentido, las economías avanzadas experimentarán una desaceleración mucho más marcada, pasando del 4,6% al 2,6%, en comparación con las economías emergentes y en desarrollo, que reducirán su inflación del 8,4% al 8,1%.

No landing. En el informe de la semana pasada, destacamos la buena dinámica del nivel de actividad, sorprendiendo a los inversores que están "ansiosos" de una moderación que sirva como argumento a la Fed para bajar las tasas de interés. Planteamos la duda de si este año será otro en el que la economía no aterrice. Dicho esto, en la última semana, los datos de empleo volvieron a revalidar esta idea al mostrar un gran dinamismo en la creación de empleos que, lejos de moderarse, volvió a acelerarse por cuarto mes consecutivo. Concretamente, en enero se añadieron 353 mil puestos de trabajo no agrícolas, en comparación con los 333 mil en diciembre, que fueron corregidos desde los 216 mil informados previamente, casi igualando las previsiones del mercado. Además, la Población Económicamente Activa disminuyó en 175 mil personas, lo que permitió compensar la baja de 384 mil en el empleo agrícola. Así las cosas, la tasa de desempleo se mantuvo en el 3,7%, ligeramente por debajo del consenso (3,8%). A su vez, los salarios por hora en las nóminas privadas no agrícolas aumentaron un 0,6% en comparación con las expectativas del 0,3%, siendo el mayor aumento desde marzo de 2022, y creciendo un 4,5% interanual, sensiblemente por encima de la inflación, otra razón por la que la Fed podría retrasar la disminución de tasas. Referido a la actividad, el PMI manufacturero de ISM mejoró hasta 49,1 en enero, en comparación con el 47,1 previo, alcanzando su nivel más alto desde octubre de 2022 y muy por encima de las previsiones (47), con la demanda mejorando moderadamente, la producción permaneciendo estable y los insumos siendo acomodaticios. En este contexto, el Nowcast de Atlanta estima que el PBI en el 1Q24 marcaría un aumento del 4,4%, lo que sería una nueva aceleración del crecimiento.

Sin cambios en la tasa. Tal como se esperaba, por cuarta reunión consecutiva, la Fed mantuvo la tasa de interés en el rango de 5,25%–5,50%, la más alta de los últimos 23 años. En el comunicado que acompañó la decisión, las autoridades agregaron que no esperan que sea apropiado reducir las tasas hasta que la inflación se esté moviendo de manera sostenible hacia el 2%, más aún con la actividad mostrando un buen dinamismo. En particular, Powell dijo que sería apropiado comenzar a reducir las tasas en algún momento de este año, pero que no cree que sea probable un recorte en marzo. Esto rápidamente redujo las expectativas de recortes para la próxima reunión del 20 de marzo, donde las probabilidades de mantener la tasa pasaron de algo más del 50% a un valor en torno al 80%, y ahora la esperanza de los operadores es que esta se produzca en mayo, ya con un 25% de probabilidades de mantener la tasa.

Leve repunte de los bonos. Los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un descenso durante toda la semana, pero después de los sólidos datos de empleo, experimentaron un rebote, recortando así la disminución de los últimos días. La UST2Y se mantuvo sin cambios en comparación con la semana anterior y cerró en un 4,36%, mientras que la UST10Y finalizó la semana en un 4,03%, lo que representa una caída de 13 pb en relación a la semana previa. En este contexto, los índices de renta fija concluyeron la semana con un aumento promedio del 0,4%, reduciendo la pérdida acumulada en el año a un 0,8%. Los bonos del Tesoro y los bonos corporativos Investment Grade registraron un aumento del 0,5%, mientras que los bonos High Yield fueron los más afectados y terminaron con una caída del 0,5%. Por su parte, los bonos emergentes se mantuvieron estables.

El dólar se fortalece. El índice del dólar DXY avanzó un 0,5% alcanzando un valor de 103,9, acumulando un aumento del 1,7% en lo que va del año. La fortaleza del dólar se observa de manera generalizada, destacándose su desempeño frente al Yen Japonés, con un incremento del 4,5% en el comienzo de 2024, mientras que frente al Euro subió un 1,4%. Respecto al Real brasileño, cerró la semana en BRL 4,97, un 1% más alto que la semana anterior, acumulando un alza del 2,4% desde finales del año pasado.

Otra mala semana para los commodities. Después de un mes y medio de un fuerte repunte, en la última semana, el precio del petróleo se desplomó un 7,3%, cayendo a USD 72 por barril de WTI, lo que prácticamente borró las ganancias acumuladas en el año, quedando apenas un 0,9% arriba. Esta caída se debió a un aumento en los inventarios de petróleo en los Estados Unidos y preocupaciones sobre la demanda de China, que más que compensan la tensión permanente en Medio Oriente. Por otro lado, la soja experimentó una disminución del 1,7%, acentuando la caída del 8% en el año, debido a las expectativas de una cosecha muy abundante en el hemisferio sur. El cobre retrocedió un 0,8% y amplió la caída en el año a un 1,2%. A pesar de la fortaleza del dólar, el precio del oro cerró la semana cotizando a USD 2.036 por onza, lo que representó un aumento del 0,9% en la semana. Sin embargo, en lo que va del año, el oro ha perdido un 1,3%.

Balances corporativos mixtos. Hasta ahora, la temporada de resultados corporativos del 4Q23 ha mostrado un aumento del 6,4% i.a. en los ingresos, y un incremento del 10,1% i.a. si se excluye el sector energético. Sin embargo, los resultados han sido mixtos, especialmente para las principales empresas tecnológicas. En la última semana, las acciones de Meta y Amazon se destacaron al subir un 20% y un 8%, respectivamente, después de impresionar a los inversores con sus resultados trimestrales. Meta destacó por sus ventas de publicidad y dispositivos, además de anunciar sus primeros dividendos. Por su parte, Amazon cumplió con las expectativas, registrando un crecimiento sólido en su negocio de la nube y un aumento significativo en el gasto en línea durante las festividades navideñas. En contraste, Apple experimentó una caída del 3% después de ver una disminución en las ventas de iPhone y proyectar ingresos globales por debajo de las expectativas, señalando una pérdida de terreno en el crucial mercado chino. Google también tuvo un desempeño inferior al perder un 6%, por no cumplir con las expectativas de los analistas en cuanto a los ingresos por publicidad. Por último, Microsoft avanzó un 1,7%, impulsado por su negocio en la nube.

Demoliendo récords. La renta variable continúa mostrando un excelente desempeño y cerró la semana con nuevos máximos históricos. El S&P 500 subió un 1,7%, el Dow Jones un 1,6% y el Nasdaq un 1,2%, acumulando un aumento promedio del 4% en lo que va del año. La mayoría de los sectores finalizaron la semana en terreno positivo, con los sectores de Consumo Discrecional, impulsado por Amazon, y Comunicaciones, impulsado por Meta, siendo los principales motores del S&P. Sin embargo, los sectores de Energía, afectados por la caída del precio del petróleo, y Real Estate, cerraron la semana con pérdidas.

Desinflación y estancamiento en la Eurozona. A diferencia de Estados Unidos, que está logrando reducir la inflación en un contexto en el que la actividad económica sigue en alza, en Europa la situación es diferente, ya que el proceso de desinflación se produce con la actividad estancada. Concretamente, en la última semana se informó que el IPC de enero en la Eurozona disminuyó un 0,4% m/m, acumulando un aumento del 2,8% en el último año. El IPC Core siguió una tendencia similar, registrando un aumento del 3,3% i.a. y alcanzando su nivel más bajo desde marzo de 2022. La noticia desfavorable fue que el PBI se mantuvo estancado en el 4Q23, expandiéndose solo un 0,1% i.a. Dentro del bloque, se destacaron los buenos resultados de España (0,6% t/t) e Italia (0,2% t/t), mientras que la economía francesa se mantuvo estancada (0% t/t y +0,7% i.a.), y la economía alemana, que es la más grande de la región, se contrajo (-0,3% t/t y -0,2% i.a.). Considerando todo el año 2023, el PBI de la Eurozona creció un 0,5% (en comparación con el +3,3% del año anterior). Las perspectivas para 2024 siguen siendo desafiantes debido a los altos costos y precios de endeudamiento, una demanda interna y externa más débil y un sector manufacturero debilitado, especialmente en Alemania. En este contexto, el Banco Central Europeo no cede a las presiones para reducir las tasas de interés y prefiere mantenerlas hasta que la inflación se acerque al objetivo del 2%.

Datos industriales mixtos en China. Mientras Beijing se esfuerza por impulsar la recuperación económica en medio de presiones deflacionarias, una demanda débil y una persistente debilidad en el sector inmobiliario, los datos de la última semana han aumentado las preocupaciones. El índice de gerentes de compras (PMI) manufacturero se situó en 49,2 en enero, coincidiendo con las previsiones del mercado y marcando el cuarto mes consecutivo de contracción en la actividad fabril. Por otro lado, el PMI manufacturero general de Caixin se situó en 50,8 (igual que en diciembre), superando las previsiones del mercado (50,6) y representando el tercer mes consecutivo de crecimiento en la actividad fabril, en contraste con los datos oficiales. Se espera que con el impulso fiscal y monetario fuerte, la actividad económica en China mejore en los próximos meses.

Mala semana para la renta variable global. La muy buena -y persistente- performance de las acciones americanas contrasta con lo que ocurre en el resto del mundo. El índice global aumentó un 1,1% en la semana, pero si excluimos a Estados Unidos, cerró sin cambios. Japón es la única excepción a esta tendencia general, ya que la debilidad del Yen está mejorando las perspectivas para las empresas, lo que llevó a la bolsa a subir un 1,7% en la semana y un 3,7% en lo que va del año. Por otro lado, los malos datos económicos de Europa y China, que mencionamos anteriormente, continúan afectando a los índices de renta variable. Europa cerró la semana con una caída del 0,3%, mientras que el mercado de China disminuyó un 5%, acumulando pérdidas en lo que va del año del 0,6% y 10%, respectivamente. Las acciones de América Latina también bajaron un 0,3%, acumulando una pérdida del 3% en lo que va de 2024, impulsadas por las acciones de Brasil, que cayeron un 2% en la semana y un 6% en el año.

Lo que viene. La próxima semana en EE. UU., la atención se centrará en los informes de ganancias de grandes empresas como McDonald's y Walt Disney, así como en las opiniones de los funcionarios de la Fed y datos económicos clave, como el PMI de servicios y la balanza comercial. También se prestará atención a indicadores de China, como el PMI de servicios de Caixin y los precios al consumidor y al productor. En la Eurozona, se espera que las ventas minoristas disminuyan por segundo mes consecutivo en diciembre, y Alemania publicará los pedidos de fábrica y la producción industrial.