Otra semana sobresaliente para el mercado financiero estadounidense, con ganancias generalizadas en acciones y bonos en un contexto en el que el dólar perdió fuerza, mientras que los commodities operaron a la baja. Los datos económicos continuaron reflejando el crecimiento sostenido de la principal economía global, con un mercado laboral dinámico aunque con la inflación repuntando en el margen. A pesar de los riesgos inflacionarios y fiscales asociados a las propuestas de Trump, la confirmación de Scott Bessent como Secretario del Tesoro brindó cierta tranquilidad al mercado. Paralelamente, la Fed se mantiene "flexible", y aumentaron las probabilidades de que en la próxima reunión se concrete un recorte adicional de 25 pb en la tasa de referencia, lo que ayudó a descomprimir la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro. Este escenario también debilitó al dólar, que encontró más presión por las expectativas de políticas monetarias algo más restrictivas en Japón y, en menor medida, en Europa. Con este marco, los bonos registraron una recuperación, y las acciones cerraron una excelente semana y un mes con resultados destacables, con ganancias generalizadas en todos los sectores y nuevos récords. El 2024 se consolida como uno de los mejores años de la historia para la renta variable. Esta semana, las miradas estarán puestas en las definiciones de Trump y en los datos de empleo de noviembre, que podrían mostrar un importante repunte tras la desaceleración de octubre provocada por los huracanes.

La actividad sigue firme. La segunda estimación del PBI del 3Q24 confirmó el crecimiento de 2,8% t/t anualizado reportado en la primera estimación de hace un mes, aunque con ajustes internos: una corrección a la baja en el consumo privado, compensada por un aumento en la inversión. El principal motor del crecimiento fue el consumo privado, que creció 3,5% t/t (frente al 3,7% estimado inicialmente), seguido por el gasto público, que aumentó 5% t/t. Si bien las exportaciones tuvieron un destacado desempeño con un alza de 7,5% t/t, este resultado fue compensado por el crecimiento del 10,2% t/t en las importaciones, haciendo que las exportaciones netas restaran 57 pb al PBI. La inversión fija creció 1,7% t/t, impulsada principalmente por la inversión en equipamiento, que se disparó 10,6% t/t. En contraste, la inversión en estructuras y residencias se contrajeron 4,7% t/t y 5,0% t/t, respectivamente. Además, los inventarios privados restaron 11 pb al crecimiento. Aunque el crecimiento fue levemente inferior al 3,0% t/t registrado en el 2Q24, sigue destacándose por su solidez, sorprendiendo positivamente al mercado. Esto cobra mayor relevancia considerando que el Nowcast de la Fed de Atlanta proyecta una expansión del 2,7% t/t para el 4Q24, lo que llevaría el crecimiento anual de la actividad al 2,8% i.a., confirmando la resiliencia de la economía americana.

Sube el ahorro y modera el consumo. Otra de las sorpresas que trajo este 2024 es que, a pesar del buen dinamismo del consumo, el nivel de ahorro de las familias repuntó. Este resultado se explica por el sólido crecimiento de los ingresos, impulsado por una combinación de factores: mayores ingresos salariales –derivados de un incremento en el empleo y una mejora en el salario real– y mayores beneficios provenientes de rentas de inversiones, asociados al efecto riqueza generado por el repunte del mercado. En octubre, el ingreso disponible de las familias creció 0,7% m/m –frente al 0,3% m/m registrado en septiembre– y 5,1% i.a., mientras que el gasto subió 0,3% m/m –la mitad del alza del mes previo debido al menor dinamismo en el consumo de bienes, que se expandió solo 0,3% m/m, mientras que el de servicios replicó el incremento de 0,5% m/m– y 5,2% i.a. Como resultado, la tasa de ahorro de las familias subió a 4,4% de los ingresos, 3 pb por encima de septiembre y prácticamente igual a la de octubre del año pasado. La nota negativa fue que, en términos reales, el consumo creció apenas 0,1% m/m, muy por debajo del 0,5% m/m registrado en el mes previo. Este estancamiento se debió a la falta de crecimiento en el consumo de bienes –tras el salto del 1,1% m/m de septiembre–, mientras que el consumo de servicios mantuvo su dinámica de los últimos meses, expandiéndose un 0,2% m/m.

Repunta la inflación y se aleja de la meta. Confirmando las señales previamente observadas en el IPC, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) aumentó un 0,2% m/m en octubre (2,9% anualizado), manteniéndose igual que en septiembre y en línea con las expectativas del mercado. Destaca la aceleración en los precios de los servicios, que registraron un alza de 0,4% m/m (4,6% anualizado), mientras que los precios de los bienes disminuyeron un 0,1% m/m. El índice PCE core –que excluye alimentos y energía– reflejó este mayor dinamismo en los servicios, marcando un incremento de 0,3% m/m (3,3% anualizado), levemente superior al mes anterior, tal como se preveía. En términos interanuales, el PCE general subió un 2,4%, impulsado por el alza del 4,0% i.a. en los servicios, mientras que los bienes experimentaron una baja del 0,9% i.a., lo que llevó al PCE core a acumular un incremento del 2,8% i.a., ligeramente superior al 2,7% i.a. registrado en septiembre. Es importante recordar que el escenario proyectado por la Fed para el 4Q24 contempla un alza del PCE general y del PCE core de 2,3% i.a. y 2,6% i.a., respectivamente.

La Fed se muestra flexible. A pesar del repunte en la inflación que venimos comentando, las minutas de la última reunión de la Fed del 7 de noviembre –donde se recortó la tasa en 25 pb– transmitieron el optimismo de los funcionarios en que la inflación está disminuyendo y el mercado laboral sigue siendo sólido. Este contexto respalda la posibilidad de nuevos recortes en las tasas de interés, aunque de manera mesurada. Los funcionarios enfatizaron que las decisiones de política monetaria seguirán dependiendo de las tendencias económicas, advirtiendo contra recortes prematuros en las tasas. La volatilidad en los datos recientes y la incertidumbre sobre el impacto de la tasa de interés neutral en la actividad económica hicieron que la formulación de políticas resultara especialmente compleja. Algunos participantes sugirieron mantener las tasas en niveles restrictivos si la inflación persiste, mientras que otros consideraron la posibilidad de acelerar los recortes en caso de que los mercados laborales se debiliten. Aunque no se discutieron explícitamente las implicancias económicas de la reciente victoria presidencial de Donald Trump, se destacó la necesidad de flexibilidad en las decisiones futuras. Las expectativas de un recorte de tasas de 25 pb para la reunión del próximo 18 de diciembre aumentaron al 60%, revirtiendo parcialmente la tendencia de ajustes a la baja observada durante el último mes.

Retroceden las tasas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro comenzaron la semana con menor presión tras la confirmación de Scott Bessent como Secretario del Tesoro y la posible designación de Howard Lutnick –otro especialista en inversiones– para el Departamento de Comercio. Esto dejó fuera de consideración a Robert Lighthizer, conocido defensor de la aplicación de aranceles, lo que sugiere un gabinete más moderado y pro-mercado que reduce el riesgo geopolítico. Este contexto alivió la curva de rendimientos, que cerró la semana con bajas generalizadas. La UST2Y cayó 19 pb hasta 4,17%, cerrando el mes en el mismo nivel que en octubre, mientras que la UST10Y retrocedió 22 pb en la semana hasta 4,19%, 9 pb por debajo respecto al cierre del mes anterior. Esto dio impulso a toda la renta fija, que subió en promedio un 1,4% en la semana y acumuló una ganancia del 0,8% en el mes, aunque en el año prácticamente no mostró avances. El mejor desempeño semanal y mensual se observó en los corporativos Investment Grade, que ganaron 2,0% y 1,4%, respectivamente. Por su parte, el índice de bonos del Tesoro repuntó 1,3% en la semana y 0,5% en el mes, mientras que los corporativos High Yield subieron 0,7% y 1,1%, destacándose como los de mejor performance en el año con un alza acumulada de 3,4%. También fue una buena semana para los bonos emergentes, que registraron una suba del 1,4%, igualando el avance mensual, y acumulan en 2024 una ganancia de 3,5%. 

Todo a favor para las acciones. La renta variable americana continúa batiendo récords, aprovechando al máximo el entorno favorable generado por la combinación de mayor actividad económica y menores tasas de interés, junto con expectativas de menores impuestos y mayor protección frente a la competencia externa –aunque este último factor impacta negativamente en las empresas más internacionalizadas–. Todo esto ocurre pese a las valuaciones exigentes que presentan actualmente. En la última semana, todos los índices tuvieron un desempeño destacado, cerrando noviembre como el mejor mes del año dentro de un 2024 que ha sido récord en todos los sentidos. Concretamente, el S&P 500 alcanzó un nuevo máximo histórico, subiendo un 1,2% en la semana y acumulando una ganancia del 6,0% en noviembre, lo que eleva el alza anual al 27%. La buena performance fue generalizada en los sectores, reflejándose en el S&P 500 equiponderado, que ganó un 1,1% en la semana, 6,4% en el mes y 18,9% en lo que va del año. El Dow Jones también cerró noviembre con un alza del 7,8% –alcanzando un nuevo récord– y acumula un incremento del 19% en el año. En el mismo período, el Nasdaq mostró un avance del 6,3% en el mes y del 28% en el año. El mayor beneficiado del llamado "Trump Trade" fue el Russell 2000 –que agrupa a las empresas de menor capitalización–, logrando una impresionante ganancia del 11% en noviembre, más de la mitad de su incremento acumulado en todo el año.

Cede el dólar, pero los commodities no repuntan. Entre la distensión en los bonos del Tesoro americano y los comentarios de autoridades del Banco de Japón y del BCE, el índice del dólar (DXY) frenó su escalada y retrocedió un 1,7%, reduciendo su ganancia de noviembre al 1,7% y al 4,7% en el acumulado del año. El mayor retroceso semanal se dio frente al yen, contra el cual perdió un 3,2% –cerrando cerca de USDJPY 150– y un 1,5% en el mes. Sin embargo, en el año acumula una apreciación del 6,2%. Frente al euro, el dólar perdió un 1,5% en la semana, aunque esto no fue suficiente para revertir las ganancias de semanas anteriores, cerrando noviembre con un alza del 2,9% y un avance del 4,4% en lo que va de 2024. Entre las monedas emergentes, la cotización frente al yuan no mostró cambios en la semana pero acumuló una suba del 1,7% en noviembre. Contra el real brasileño, el dólar se apreció un 3,0% en la semana y el mes, alcanzando en el año un alza del 23,1%. La cotización del Real alcanzó un máximo histórico de USDBRL 6,02, en un contexto de tensión en Brasil debido al paquete fiscal anunciado por Lula en la última semana. En cuanto a los commodities, la semana registró bajas generalizadas. Destacó el retroceso del petróleo, que cayó un 4,5%, acumulando bajas del 1,8% en el mes y del 5,1% en el año. También fue negativa la performance del oro, que perdió un 2,2% en la semana y un 3,3% en noviembre.

Lo que viene. Tras la inesperada debilidad del informe de empleo de octubre, que mostró la creación de apenas 12 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas –muy probablemente afectado por los huracanes y la huelga en Boeing–, el informe de empleo de noviembre será clave para evaluar el ritmo de recuperación. Se espera una mejora significativa, con la creación de 183 mil nuevos puestos de trabajo y una tasa de desocupación estable en 4,1%. En cuanto a los salarios, se proyecta una moderación con un alza de 0,3% m/m frente al 0,4% m/m registrado en octubre. Como anticipo, el informe de empleo de ADP, que se publicará el miércoles, aportará pistas sobre el mercado laboral. En paralelo, se esperan datos de los PMI del ISM, con una ligera desaceleración en el sector de servicios y signos de recuperación en el sector manufacturero. También se prevé que el informe JOLTS revele un leve aumento en las ofertas de empleo, alcanzando los 7,49 millones frente a los 7,443 millones previos. Asimismo, el índice de confianza del consumidor de Michigan podría mostrar una mejora en diciembre, mientras que los pedidos de fábrica se habrían recuperado en octubre con un aumento estimado del 0,4%. Entre otros indicadores destacados de la semana se encuentran los PMI globales finales de S&P, los datos de crédito al consumo, exportaciones e importaciones, y el gasto en construcción. Además, los mercados estarán atentos a las declaraciones de varios funcionarios de la Fed, incluido el presidente Powell, quien participará en la cumbre DealBook organizada por el New York Times.