Fue una semana estable para los mercados financieros globales. Los datos de empleo de noviembre de EE. UU. superaron las expectativas, indicando que la actividad económica sigue fuerte a pesar de la moderación reciente. Aunque la Fed probablemente no subirá la tasa de referencia, estos indicadores han moderado el optimismo de los inversores respecto a un próximo recorte de tasas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro repuntaron tras alcanzar su nivel más bajo en tres meses, aunque permanecieron por debajo de la semana anterior. En este contexto, los bonos detuvieron su rally reciente y las acciones experimentaron un leve repunte. A nivel global, la bolsa de China se destacó negativamente debido a preocupaciones sobre las perspectivas de su deuda, lo que provocó otra caída en las acciones y afectó negativamente a los commodities, especialmente al petróleo. Las miradas de esta semana estarán puestas en la reunión de la Fed, en los datos de inflación y en las ventas minoristas de noviembre, eventos claves que definirán el cierre de este 2023.
El empleo no se mancha. Como señalamos la semana pasada, con la inflación disminuyendo, el enfoque principal de los inversores está en los indicadores de actividad económica. Una desaceleración del PBI podría aliviar la presión sobre los salarios y acelerar la convergencia hacia la inflación objetivo de la Fed, abriendo la posibilidad de un recorte de tasas. El objetivo es lograr un soft-landing, equilibrando la desinflación sin caer en recesión, brindando alivio a la renta fija que ha sufrido su periodo más largo de caídas en los últimos tres años. Tras un fuerte crecimiento en el 3Q23, los primeros indicadores del 4Q23 sugieren una moderación, proyectándose un alza del PBI de 1,2% t/t. Sin embargo, los recientes datos de empleo de noviembre, mejores a lo esperado, generan incertidumbre: se crearon 199 mil empleos no agrícolas –frente a los 155 mil de octubre y los 160 mil estimados–, sumado a 550 mil empleos agrícolas que compensaron el ingreso de 532 mil personas al mercado laboral, resultando en una disminución de la tasa de desocupación del 3,9% al 3,7%, una de las más bajas de la historia. Además, se observó un mayor dinamismo en los salarios, que subieron un 0,4% m/m, acumulando un alza del 4,0% en los últimos doce meses.
Las tasas encontraron piso. Antes de conocerse los datos de empleo, la renta fija estaba beneficiándose de la baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que habían caído al nivel más bajo en los últimos 3 meses, con la USDT10Y promediando 4,11% durante la semana. El dato de empleo, junto con el aumento en las expectativas de los consumidores –evidenciado por una mejora significativa en el índice de Confianza de la Universidad de Michigan–, generó dudas sobre las futuras acciones de la Fed. Aunque parece que no habrá nuevos ajustes en las tasas, los inversores moderaron sus expectativas de un recorte de tasas de marzo a mayo. Esto se reflejó en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que aun así cerraron la semana por debajo de la semana anterior: la USD2Y terminó en 4,72% y la USDT10Y en 4,23%. En este entorno, los índices de renta fija detuvieron sus subidas recientes y cerraron la semana casi sin cambios: el índice agregado de bonos del Tesoro y Corporativos de alta calidad subió un 0,1% -con los del Tesoro aumentando un promedio de 0,1% y los Investment Grade un 0,2%- mientras que los de alto rendimiento bajaron un 0,2% y los emergentes cerraron estables.
Moderan las acciones. Aunque el S&P 500 alcanzó un nuevo máximo anual, con un incremento acumulado del 20,4%, perdió ímpetu en la última semana, registrando una modesta ganancia del 0,3%, y sin cambios en el índice equiponderado. Por su parte, el Dow Jones cerró sin variaciones, mientras que el Nasdaq logró una ganancia semanal del 0,8%. El sector de consumo discrecional fue el único destacado, impulsado principalmente por Tesla, con un aumento del 1,3%. En contraste, la mayoría de los otros sectores experimentaron bajas, siendo materiales y comunicaciones los más afectados, con ajustes del 1,7% y 1,5%, respectivamente.
China contamina. En 2023, la bolsa de China se ha diferenciado notablemente del resto del mundo, experimentando un fuerte ajuste. Mientras que el índice de la bolsa global subió un 16%, el índice chino cayó un 16%. Esta tendencia se hizo más evidente en la última semana, donde el índice global cerró sin cambios, mientras que la bolsa asiática cayó un 4,4%. Este resultado se debe en gran parte a la rebaja en la calificación crediticia de Moody’s para China, que pasó de "estable" a "negativa", debido a preocupaciones sobre el crecimiento económico, la sostenibilidad fiscal y la situación del mercado inmobiliario. Este cambio ha reavivado las preocupaciones sobre las perspectivas globales de demanda de commodities, lo que ha impactado negativamente en sus precios. En la última semana, el petróleo cayó un 3,8%, cerrando en USD 71 el barril, mientras que la soja y el cobre bajaron un 1,6% y un 2,3%, respectivamente. El oro rompió su rally al caer un 3,3%, cerrando la semana en USD 2.000 la onza, después de haber alcanzado USD 2.080 a principios de diciembre.
Semana clave. Esta semana se perfila como la más crucial de lo que queda de 2023. Se espera la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. de noviembre, para el cual se estima que no habrá cambios respecto a octubre, lo que implicaría un aumento anual del 3%, el más bajo desde marzo de 2021. No obstante, para el IPC Core se proyecta un incremento del 0,3% mensual, lo que llevaría la tasa interanual al 4%. Además, se publicará el resultado fiscal de noviembre, un indicador clave para la evolución de los rendimientos de los bonos del Tesoro. También se darán a conocer las ventas minoristas, que ofrecerán una mejor perspectiva del consumo, y el mercado espera que confirmen la baja de octubre. El punto focal de la semana será la reunión de la Fed, donde se decidirá el futuro de la tasa de referencia, actualmente en 5,5%. Se anticipa que no habrá cambios en la tasa, pero será igualmente importante el comunicado que acompañe la decisión y las proyecciones económicas que se presenten.