A los buenos datos de empleo y de actividad se sumaron los datos de inflación que siguen marcando un camino ascendente que los aleja del objetivo de la Fed. En este contexto, los inversores siguen corrigiendo las expectativas de recorte de tasas y ahora esperan sólo dos para este año, que arrancarían recién en julio. Un lento soft landing y el higher for longer son las premisas con las que se mueve el mercado. Sumado a los riesgos geopolíticos y ruidos de los primeros balances presentados, los mercados tuvieron otra semana negativa, tanto en bonos como en acciones. Los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano escalaron al nivel más alto desde noviembre de 2023 mientras que el S&P tuvo caídas generalizadas, especialmente en bancos. El dólar se mantuvo fuerte y el oro siguió subiendo, cerrando la semana en un nuevo máximo histórico. Las miradas de esta semana estarán en el conflicto de Medio Oriente, que podría generar un flight to quality y preferencia por los bonos del Tesoro y el oro, mientras que en el plano económico los inversores estarán atentos al dato de ventas minoristas de marzo y a la temporada de balances que recién comienza.

Reflación. Siguiendo la tendencia que viene mostrando desde noviembre del año pasado, el IPC volvió a superar las expectativas de los analistas y los obliga a recalcular cómo y cuándo la Fed decidirá recortar la tasa de interés de referencia. Concretamente, el IPC en EE. UU. aumentó un 0,4% m/m en marzo —el mercado esperaba 0,3% m/m— acumulando en los últimos doce meses un alza de 3,5% —vs 3,2% i.a. en febrero y el más alto desde septiembre de 2023—. Los precios de la vivienda (+0,4%) y de la gasolina (+1,7%) contribuyeron con más del 50% del aumento. En la misma línea, el IPC Core subió 0,4% m/m —tercer mes consecutivo con esta performance— quedando 3,8% por encima con respecto a un año atrás. La clave para entender la persistencia de la inflación es la dinámica de los precios de los servicios que, en el marco de un mercado laboral ajustado y consumo en alza, mantienen una suba de 0,5% m/m que más que compensa la baja de los precios de los bienes. Atenuando un poco estos datos, los precios al productor aumentaron un 0,2% m/m en marzo (menor aumento en tres meses), por debajo de las previsiones (0,3%), aunque llegando al 2,1% (vs 1,6% previo), el mayor aumento desde abril de 2023. Estos datos, sumados a los buenos datos económicos de las últimas semanas —especialmente de empleo que comentamos la semana pasada—, generaron que las expectativas de recortes de tasas tuvieran bajas relevantes y ahora el mercado espera que sólo se hagan dos recortes este año y que el primero recién sería en julio.

Sigue la mejora en el empleo, aunque la confianza se resiente. En el mercado laboral, en la primera semana de abril, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo en EE. UU. cayó 11,000 hasta los 211,000 —nivel más bajo en un mes y por debajo de las expectativas del mercado de 215,000—. La mala nota la aportó el dato de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan que cayó a 77.9 en abril —aunque desde el pico de 79,4 registrado en marzo—. Tanto las condiciones actuales como las expectativas disminuyeron, reflejando cierta frustración por el hecho de que la desaceleración de la inflación pueda haberse estancado.

Fuerte presión de las tasas, sufren los bonos. La resistencia en la inflación y una actividad económica que no desacelera en EE. UU. son motivos para que se consolide un escenario de higher for longer. Incluso las minutas de la última reunión de la Fed, reforzaron estos sentimientos dado que los funcionarios expresaron su incertidumbre sobre la persistencia de una inflación elevada señalando que los datos recientes no habían reforzado su confianza en que la inflación se encaminaba de manera sostenible hacia el objetivo del 2% i.a. Así, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una semana alcista con subas de 16 pb para la UST2Y que finalizó en 4,89% y la UST10Y ganó 14 pb para ubicarse en 4,52%, los niveles más altos desde noviembre del año pasado. Esta situación impactó negativamente en la renta fija, que experimentó caídas promedio de 0,8%, siendo los bonos Investment Grade los más afectados con un descenso de 0,9%, mientras que los bonos del Tesoro retrocedieron 0,6% y los High Yield, 0,5%.

Expectativa por los balances del 1Q24. Comenzó la temporada de balance del 1Q24 con expectativas de que las ganancias del S&P marquen un alza de 3,2% i.a. Al desglosar los resultados, se observa que el top 10 de las mayores empresas del S&P 500 registraría un incremento del 32% i.a, mientras que las restantes 490 empresas verían una reducción del 4%. Para el sector bancario, que comenzó esta semana, se espera un crecimiento de ganancias de apenas 0,7% i.a, siendo las compañías de seguro las más beneficiadas con un aumento de ganancias de 37% i.a, mientras que los bancos tendrían una reducción de 18%. En este contexto, JPMorgan vio sus acciones caer un 6,3% tras no alcanzar las expectativas de ingresos netos por intereses, a pesar de que sus ganancias e ingresos superaron las proyecciones. Wells Fargo registró una baja del 2% después de que sus beneficios se redujeron un 7% y Citigroup observó una baja del 3% a pesar de reportar una mejora en sus ganancias.

Otra semana negativa para las acciones. El 2Q24 arrancó con el pie izquierdo para la renta variable americana, en la que los tres principales índices cayeron por segunda semana consecutiva y el índice de volatilidad VIX tuvo un fuerte repunte de 12% hasta los 18 puntos. El peor desempeño lo tuvo el Dow Jones, que anotó una pérdida de 2,4% en la semana, extendiendo a 4,5% la caída en lo que va de abril. Le siguió el S&P 500 con una caída de 1,5% en la semana y 2,3% en el mes, mientras que la buena performance del sector tecnológico le dio soporte al Nasdaq, que anotó una baja de sólo 0,3% en la semana y 1,5% en las últimas dos. Dentro de los sectores que componen el S&P, las caídas fueron generalizadas, aunque se destacaron las del sector financiero (-3,7%), salud (-3,0%) y bienes raíces (-3%). Las magníficas tuvieron resultados mixtos, aunque con mayoría de subas como las de Apple (+4,1%), Tesla (+3,7%) y Google (+3,4%), compensadas por la caída que marcaron Microsoft (-0,9%) y Meta (-2,9%).

Dólar fortalecido y oro en nuevos máximos. El dólar continuó fortaleciéndose con un aumento del 1,7% semanal, llegando a los 106 puntos y ganando terreno contra las principales monedas del G7 como el euro, que perdió 1,8% y cotiza en EUR 1,06; la libra, 1,5%; y el yen, 1,1%, alcanzando nuevos máximos de JPY 153,2. Respecto al real brasileño, continuó devaluándose 1,1% en la semana para cerrar en BRL 5,12. Pese a la fortaleza del dólar, el oro tuvo un avance de 0,6% en la semana, habiendo llegado a un máximo de USD 2.400 la onza durante la semana y acumula un alza de 5% en el mes y de 14% en el año. Las fuertes compras de bancos centrales, liderados por China, y las tensiones en Medio Oriente fueron los factores de crecimiento.

Leve suba de commodities. El índice Dow Jones de commodities subió 0,8% durante la semana, con un aumento de 2,3% en metales y de 0,8% en granos, mientras que el sector de la energía perdió 0,7%. En particular, el WTI sufrió una caída semanal del 1,4%, atribuida a las expectativas de menores recortes en las tasas de interés de EE. UU. para este año, así como a un incremento en los inventarios —de hecho, en la última semana los inventarios en EE. UU. aumentaron en 5,8 millones de barriles, excediendo las expectativas del mercado, que proyectaba un incremento de 2,3 millones de barriles— que contrarrestó las tensiones en Medio Oriente. El cobre registró un alza del 0,4% ante la revelación de que las importaciones de cobre en bruto por parte de China —el mayor consumidor mundial— aumentaron un 16% en marzo en un contexto de preocupación por la oferta tras el cierre de minas en Panamá y Chile debido a nuevas legislaciones más restrictivas. La soja retrocedió un 0,9% tras actualizaciones de la USDA que incrementaron la estimación de existencias finales en EE. UU., mientras que el trigo bajó un 2%.

Mejora Alemania y el BCE podría recortar la tasa de interés. La producción industrial alemana aumentó un 2,1% m/m en febrero, acelerándose desde el aumento del 1,3% en enero y superando las estimaciones del mercado del 0,3%. Fue el mejor dato desde enero de 2023, impulsado por la actividad de la construcción (7,9%), la producción automotriz (5,7%) y la química (4,6%). Así, llegó a una caída del 4,9% i.a., desacelerando respecto del mes previo (5,3%). Además, las importaciones aumentaron inesperadamente un 3,2% m/m hasta un máximo de tres meses, lo que superó fácilmente las previsiones del mercado de una caída del 1%. Si bien es prematuro, estos datos podrían ser signos de una recuperación gradual de la economía, donde además la inflación anual se va acercando a los niveles del BCE (junto con datos positivos de Francia) y podrían ser el puntapié inicial para una rebaja de tasas. En esta línea, aunque el Banco Central Europeo mantuvo las tasas de interés en niveles récord por quinta vez consecutiva durante su reunión de abril (4,5%), reveló que podría considerar reducir el nivel de restricción de políticas si tiene más confianza en que la inflación avanza constantemente hacia el objetivo del 2%, reconociendo que ha seguido en caída y que la mayoría de las medidas de inflación subyacente y crecimiento salarial se han atenuado.

Amenaza deflacionaria en China. Los precios en China se mueven peligrosamente al borde de la deflación, lo cual no es bueno para la economía, por lo que se esperaría que el gobierno decida nuevas medidas de estímulo. Específicamente, el IPC de marzo marcó una caída de 1,0% m/m, la primera en cuatro meses y en reversión del aumento del 1% en febrero, siendo esta la caída mensual más pronunciada en tres años. Así, en términos interanuales, marcó un alza del 0,1%, en comparación con las previsiones del mercado del 0,4% y después de un aumento del 0,7% el mes anterior. La notable desaceleración se produjo cuando los efectos del Año Nuevo Lunar disminuyeron, con una disminución de la inflación no alimentaria (0,7% frente a 1,1% en febrero), una fuerte moderación del costo de la educación (1,8% frente a 3,9%) y una nueva caída de los precios del transporte (-1,3% frente a -0,4%).

Buenos datos en Brasil de inflación y actividad económica. El IPC en Brasil tuvo un modesto alza de 0,16% m/m en marzo (vs 0,83% previo), el menor incremento en ocho meses, y así cayó, por sexto mes consecutivo, al 3,93% i.a. (vs 4,5% previo), la más baja en nueve meses y por debajo de las estimaciones del mercado del 4,01%. En consecuencia, el crecimiento de los precios cayó dentro del límite superior de tolerancia del banco central brasileño del 4,5%, en línea con el contexto necesario para que el BCB extendiera su impulso de reducción de tasas. Asimismo, las ventas minoristas aumentaron un 1% m/m en febrero, ampliando el aumento del 2,8% del mes anterior y sorprendiendo las expectativas de los mercados de una caída del 1%, acumulando en los últimos 12 meses una expansión de 8,2%, la más alta desde mayo de 2021.

Caída para los mercados globales. En consonancia con el mercado de EE. UU., los mercados globales comenzaron el trimestre negativamente, tanto en acciones como en bonos. El índice de acciones globales retrocedió un 1,7% en la semana y 2,5% en lo que va de abril, mientras que, si se excluye a EE. UU., la pérdida se extiende al 2,1% y 2,7% respectivamente. La mala performance es generalizada, aunque se destaca la de Europa que vio un descenso semanal de 3,2% y de 4,1% en el mes. En el mismo período, Japón cedió 1,2% y 3,2% respectivamente. Los mercados emergentes también enfrentaron retrocesos, con una disminución general del 1,7% en la semana y 1,3% en el mes. Entre este grupo, China interrumpió la recuperación que venía marcando y perdió 1,7% en la semana, mientras que LATAM retrocedió un 2,2%, liderado por México que perdió 4,1% y Brasil, con un descenso de 1,7%. En cuanto a la renta fija, el índice de bonos globales, sin incluir a EE. UU., marcó una caída de 0,5%, entre los que se destacaron los High Yield con una baja de 2,2%, mientras que los bonos emergentes descendieron 1,4%.

Lo que viene. Esta semana arranca con la tensión en Medio Oriente tras los ataques de Irán a Israel durante el fin de semana. En el plano económico, la atención estará centrada en las ventas minoristas de EE. UU., donde se anticipa un crecimiento del 0,3% m/m en marzo, después del 0,6% registrado el mes anterior. Además, continuará la segunda semana de la temporada de balances con bancos importantes como Goldman Sachs, Bank of America, Morgan Stanley y Charles Schwab reportando resultados. Igualmente, empresas clave del sector de consumo defensivo, como P&G y J&J, y del sector tecnológico, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, presentarán sus balances. En China, se divulgarán los datos del PBI del 1Q24, estimado en un 5% anualizado, junto con cifras de producción industrial y ventas minoristas. En el Reino Unido, los mercados estarán atentos a la tasa de inflación y a la tasa de desempleo.