Gracias a una menor tensión geopolítica y una temporada de balances que sorprendió positivamente, los inversores recuperaron el ánimo en las últimas dos semanas, al tiempo que se conocieron datos que señalan un menor ritmo de actividad económica: el crecimiento del PBI del 1Q24 estuvo por debajo de las expectativas y hubo una menor creación de empleos en abril. Además, la Fed ha dado señales de que no habrá nuevas subidas de tasas y ha moderado el ajuste monetario. Esto redujo la presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, que retrocedieron de los máximos del año, debilitó al dólar y empujó al alza a bonos y acciones. El S&P 500 recuperó gran parte de lo perdido en la primera quincena de abril y cerró la semana nuevamente por encima de los 5.100 puntos, muy cerca del récord, en un contexto de precios bajos de commodities. Para que esta mejora sea completa y no reavive los fantasmas de la estanflación —bajo crecimiento con alta inflación—, la inflación debe ceder y retomar el camino hacia la convergencia al 2%. Con este contexto, el escenario de reflation da paso al de soft landing, ofreciendo un respiro a los mercados globales. También fue una buena semana para el resto de los mercados globales, ya que la debilidad del dólar revirtió la tendencia de risk-off, permitiendo la mejora de bonos y acciones, especialmente en China, que tuvo otra muy buena semana, acumulando en los últimos tres meses una notable recuperación. La semana comienza con una agenda liviana de indicadores económicos, por lo que la atención de los inversores estará en las declaraciones de los directores de la Fed mientras esperan los datos de inflación de abril, que se conocerán la semana próxima.
It´s enough. Para la Fed, la política monetaria actual es suficientemente restrictiva y no requiere nuevos ajustes. Como se esperaba, en un contexto de mayores presiones inflacionarias y un mercado laboral ajustado, en la tercera reunión del año la Fed mantuvo sin cambios la tasa de política monetaria en 5,50% por sexta reunión consecutiva. Las autoridades reconocieron que, aunque la inflación disminuyó durante el año pasado, sigue siendo elevada y no ha mostrado avances hacia el logro del objetivo anual del 2%. Además, indicaron que no prevén una reducción hasta que tengan mayor confianza en que la inflación avance de manera sostenible hacia la meta. Durante la conferencia de prensa, Powell adoptó un tono menos agresivo de lo esperado al descartar un alza de tasas en la reunión de junio y al anunciar que podría reducir la velocidad de ajuste cuantitativo a partir del 1 de junio —de USD 60 MM a USD 25 MM al mes—. En este contexto, el mercado descarta un recorte de tasas en las próximas dos reuniones, mientras que para septiembre ya se espera el primer recorte a 5,25% y a fin de año, un nuevo recorte a 5%.
Modera el mercado laboral. Luego de la sorprendente y notable performance del mercado laboral durante el primer trimestre de 2024, y especialmente en marzo —con la creación de más de 315.000 nuevos puestos de trabajo, 100.000 más que el promedio de los 12 meses anteriores—, abril trajo una moderación y una sorpresa negativa para los inversores. Concretamente, en el último mes, la economía de EE.UU. añadió 175.000 puestos de trabajo no agrícola, muy por debajo de las expectativas del mercado, que apuntaban a más de 240.000. Además, dado que el empleo agrícola cayó en 150.000 y se sumaron al mercado laboral 88.000 personas, la creación de empleo resultó insuficiente, elevando el número de desocupados en 25.000 personas. Esto incrementó la tasa de desocupación al 3,9%, una de las más altas del último año. Complementando esta situación, los salarios subieron solo un 0,2% m/m (vs. el 0,3% anterior), por debajo de las estimaciones del mercado de un 0,3%, lo que podría significar el tercer mes consecutivo por debajo de la inflación, afectando los salarios reales —aunque en el último año estos crecieron un 3,9%, unos 50 pb por encima de la inflación—.
¿Se enfría la actividad? Los primeros datos del segundo trimestre en EE. UU. muestran signos de un menor ritmo de crecimiento, convalidando la desaceleración observada en los datos del PBI del 1Q24 publicados la semana anterior. Además de la menor creación de empleos mencionada anteriormente, el PMI manufacturero de ISM cayó a 49,2 en abril, desde un 50,3 previo, marcando la primera contracción en el sector manufacturero de EE. UU. en 16 meses. Una tendencia similar mostró el PMI de servicios, que descendió a 49,4, desde 51,4 previo y por debajo de las expectativas de 53, reflejando la primera contracción en la actividad del sector servicios desde diciembre de 2022. A pesar de estos indicadores, el nowcast de Atlanta no sugiere una fuerte desaceleración, dado que las primeras estimaciones del PBI del 2Q24 apuntan a un alza del 3,3% t/t anualizado.
Retrocedieron las tasas. Luego de un mes de fuertes subidas —habían alcanzado el nivel más alto desde noviembre pasado—, los rendimientos de los bonos del Tesoro revirtieron la tendencia y retrocedieron a los niveles de hace un mes. La UST10Y cayó 17 pb hasta el 4,50%, y la UST2Y cerró en el 4,81%, 19 pb por debajo de la semana anterior. Esto generó una mejora en el índice de bonos agregado —que incluye Tesoro y corporativos— del 0,9%, liderada por los bonos Investment Grade que subieron un 1,2%, seguidos por los bonos del Tesoro que ganaron un 0,8%, mientras que los High Yield avanzaron un 0,6%.
Sorpresas positivas. En la última semana, 176 empresas presentaron sus balances del 1Q24, superando el 80% del total. De las 397 empresas del S&P 500 que han reportado, el 76,8% ha superado las estimaciones de los analistas. Se espera que las ganancias muestren un aumento del 3,5% i.a. y del 4,1% excluyendo al sector energético. Los destacados de la semana fueron Amazon, cuyas ganancias y ventas del primer trimestre excedieron las expectativas, impulsadas por el crecimiento en sus negocios de publicidad y computación en la nube, resultando en un aumento de sus acciones del 3,6%. Especialmente notable fue Apple (+9,3 en un día), que si bien superó por poco las estimaciones, elevó su plan de recompra de acciones y dividendos trimestrales, lo que impulsó sus acciones un 8,9% en la semana.
Se recuperan las acciones. Tras los balances positivos de las principales empresas tecnológicas, en la última semana el S&P 500 subió un 0,7%, el Nasdaq un 1,4%, y el Dow Jones un 1,2%. La concentración de los buenos resultados en las empresas de mayor capitalización se reflejó en que el S&P 500 equiponderado solo subió 0,2%. Los sectores ganadores de la semana fueron el de Utilities, con un aumento del 3,1%, seguido por el de Tecnología, que, de la mano de Apple, ganó 1,5% y el de consumo discrecional, que subió 1,3% impulsado por la suba del 7,8% en la acción de Tesla y del 3,8% en Amazon.
Se debilitó el dólar y el oro se alejó de los máximos. El dólar retrocedió un 0,8% en la semana, situándose en 105 unidades. Contra el yen, perdió un 3,4%, cerrando en JPY 152. Frente al euro y la libra, disminuyó un 0,7% y un 0,5%, respectivamente. También se debilitó frente al real, que se fortaleció un 1% hasta los BRL 5,07. El oro cayó un 1,6%, ubicándose en USD 2.300, debido al alivio de tensiones en Oriente Medio.
Fuerte caída del petróleo. El índice Dow Jones de commodities cayó un 1,2% durante la semana, influenciado principalmente por un retroceso del 4,5% en los energéticos y en menor medida por una caída del 0,9% en los metales, mientras que los granos subieron un 2,2%. El WTI disminuyó un 6,8% en la semana, debido a datos más débiles de actividad económica y a un menor riesgo geopolítico relacionado con el conflicto entre Israel y Hamas, ya que ambas partes consideran un alto el fuego temporal y entablan conversaciones con mediadores internacionales. Aunque el cobre no registró cambios significativos, se mantiene en máximos de los últimos dos años debido a problemas persistentes en la extracción del metal en fundiciones y plantas de tratamiento, incluyendo el cierre de una mina en Panamá, la más grande del mundo a cielo abierto, y la suspensión de actividades en Zambia por escasez de energía. En contraste, la soja avanzó un 3,5%, alcanzando los USD 441 la tonelada, impulsada por fuertes inundaciones en el sur de Brasil.
Europa vuelve a crecer pero con más inflación. El PBI de la eurozona se expandió un 0,3% t/t en el 1Q24, superando el 0,1% anticipado por el consenso y marcando la tasa de crecimiento más rápida desde el 3Q22. En los últimos doce meses, el crecimiento fue del 0,4%. Entre las economías más grandes del bloque, Alemania y Francia crecieron un 0,2% t/t, Italia un 0,3% t/t, y España lideró con un aumento del 0,7% t/t, todos superando las expectativas del mercado. Sin embargo, el 2Q24 no comenzó de la mejor manera, ya que el PMI manufacturero registró 45,7, por debajo de los 46,1 de marzo. Mientras tanto, en abril, el IPC subió un 0,6% m/m, desde un 0,8% anterior, con un promedio de alza de 0,7% m/m en los últimos tres meses —casi un 9% anualizado—, acumulando un incremento anual del 2,4%, mientras que el IPC Core ascendió un 2,7% i.a.
Buenos datos de actividad en China. La economía china mostró una expansión esta semana, reflejando los continuos esfuerzos de Beijing para estimular la recuperación económica. El PMI manufacturero oficial del NBS en China disminuyó ligeramente a 50,4 en abril, desde 50,8 en marzo, marcando el segundo mes consecutivo de expansión de la actividad fabril. Por otro lado, el PMI manufacturero general de Caixin aumentó a 51,4 en abril, representando el sexto mes consecutivo de crecimiento y el ritmo más rápido desde febrero de 2023.
Datos mixtos en la economía japonesa. La producción industrial en Japón aumentó un 3,8% m/m en marzo, revirtiendo la caída del 0,6% m/m del mes anterior y marcando la mejor performance desde junio de 2022. Sin embargo, comparado con marzo del año anterior, la producción industrial cayó un 6,7%, siendo el quinto mes consecutivo de contracción y el ritmo más pronunciado desde septiembre de 2020. Además, las ventas minoristas aumentaron un 1,2% i.a. en marzo, desacelerándose significativamente desde el 4,7% registrado en febrero y quedando muy por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaban un crecimiento del 2,5%. A pesar de esto, fue el vigésimo quinto mes consecutivo de expansión en las ventas minoristas, ya que el consumo en Japón continuó mostrando una tendencia saludable.
Brasil elevó su rating crediticio. Moody's Ratings ha mejorado la perspectiva crediticia de Brasil a positiva, en reconocimiento a la implementación de reformas estructurales que han fortalecido las perspectivas económicas del país. Sin embargo, la calificación crediticia se mantiene en Ba2, dos niveles por debajo del Investment Grade. La declaración de Moody's señaló: "Un crecimiento más robusto, junto con un progreso continuo, aunque gradual, hacia la consolidación fiscal, puede permitir que la carga de la deuda de Brasil se estabilice." Los inversores han recibido positivamente un marco fiscal introducido por la administración de Lula da Silva y la revisión del código tributario del país. Las calificaciones crediticias de Standard & Poor's, Fitch y DBRS son consistentes en BB con perspectiva estable. En cuanto a los datos económicos semanales, la tasa de desempleo en Brasil promedió el 7,9% en los tres meses previos a marzo, por encima del 7,4% del trimestre móvil anterior, pero aún por debajo de las expectativas del mercado del 8,1%. Estas cifras sugieren un mercado laboral todavía ajustado en comparación con los niveles desde la crisis de 2015, aunque destacan una tendencia de debilitamiento desde el cuarto trimestre de 2023. Además, la producción industrial en Brasil aumentó un 0,9% m/m en marzo.
Buena semana para los mercados globales. Las acciones globales cerraron una semana positiva. El índice global, que excluye a EE. UU., subió un 1,5%, destacándose Japón con una ganancia del 3,2% y los mercados emergentes, impulsados por China que registró un aumento del 5,6%, subieron un 3,1%. LATAM siguió la tendencia y ganó un 2,0%, con Chile avanzando un 3,9%, Brasil un 2,6% y México descendiendo un 0,3%. En renta fija, los bonos emergentes registraron una ganancia del 1,1%, mientras que los bonos soberanos, excluyendo a EE. UU., anotaron un incremento del 0,1%.
Lo que viene. En una semana con pocas publicaciones destacadas —solo resalta el índice de confianza de la Universidad de Michigan—, la atención se centrará en los balances que se publicarán, llegando el turno de empresas como Walt Disney, BP, Toyota, Uber, Airbnb y Shopify. En el resto del mundo, sobresalen datos de China, referidos a precios —tras un preocupante dato de deflación en marzo del 1% m/m— y la balanza comercial, para observar el comportamiento de las compras y ventas en el exterior.