La semana se caracterizó por una extrema volatilidad con ruedas de fuertes subas y otras de fuertes pérdidas. Las buenas noticias vinieron por el lado de la Fed que, aunque en su última reunión no movió la tasa, dejó abierta la posibilidad de comenzar a recortarla a partir de septiembre. El optimismo por la baja de la inflación quedó opacado por las preocupaciones sobre el nivel de actividad, dado que algunos indicadores vinieron por debajo de lo esperado. Lo más destacado fue el dato de empleo de julio, que mostró una menor creación de empleo a lo previsto y un nuevo incremento en la tasa de desocupación. Además, los balances de las empresas tecnológicas generaron dudas sobre la dinámica futura. Otro factor de volatilidad fue el hecho de que el Banco de Japón haya vuelto a subir la tasa de referencia, lo que reduce los flujos de capitales globales. En este contexto, los principales índices americanos operaron volátiles y con pérdidas generalizadas. La renta fija tuvo una excelente semana ante las perspectivas de reducción de las tasas de interés, presionando a la baja los rendimientos de los bonos del Tesoro y contagiando al resto de los bonos corporativos. El dólar se debilitó contra el Yen, pero se apreció contra el resto de las monedas, mientras que los commodities volvieron a tener una semana negativa. A nuestro juicio, el mercado está sobre reaccionando a los eventos, dado que las perspectivas de la economía siguen siendo positivas, con un nivel de actividad que naturalmente va en un sendero de soft-landing. En una semana con calendario de publicaciones “liviano”, las miradas estarán puestas en los indicadores de actividad de servicios, en el saldo comercial y en la temporada de balances que entra en su recta final.
La Fed con un tono dovish. Tal como se esperaba, la Fed mantuvo la tasa de los fondos federales en un máximo de 23 años del 5,25%-5,50% por octava reunión consecutiva. Las autoridades señalaron que hubo avances hacia el objetivo de inflación del 2% y que la actividad económica siguió expandiéndose a un ritmo sólido. En cuanto al mercado laboral, destacaron que la creación de empleo se ha moderado y la tasa de desempleo ha aumentado, pero sigue siendo baja. Por primera vez desde el comienzo de las subidas de tipos en 2022, el comunicado incluyó una mención explícita al doble mandato. En la conferencia de prensa posterior a la reunión, Powell tuvo un tono más “dovish” que en ocasiones anteriores al comentar que el primer recorte está sobre la mesa y podría llegar tan pronto como la próxima reunión (18-septiembre), aunque sin comprometerse a un ritmo definido ni a una cuantía específica de recortes de tipos, que en todo caso serán data-dependientes. "La economía se está acercando al punto en que será apropiado recortar. Una (primera) rebaja podría llegar tan pronto como septiembre" fue la frase más destacada que ilusionó al mercado. En este contexto, sumado a los datos de empleo (ver más abajo), las expectativas de recorte de tasas se afianzaron, incluso ganando probabilidad de que sean más agresivos. Para la reunión de septiembre, la probabilidad de un recorte de 25 pb bajó del 90% al 25% y subió la de una baja de 50 pb al 75%, recortes que se repetirían en las reuniones de noviembre y diciembre para que la tasa termine 2024 en 4,25%.
Se enfría el mercado laboral. Finalmente, luego de un primer semestre donde la norma fue la sorpresa positiva en la dinámica del empleo, con una mayor creación de puestos de trabajo de lo esperado, los datos del mercado laboral de julio estuvieron por debajo de lo esperado, aumentando las preocupaciones sobre la fortaleza del nivel de actividad en EE. UU. Concretamente, la creación de empleo no agrícola (NFP) fue de 114 mil –el mercado esperaba 175 mil– y se revisó a la baja el dato de junio a 179 mil. La baja fue más notoria en el sector privado que generó 97 mil nuevos puestos contra 136 mil del mes anterior y 206 mil en mayo. Además del NFP, el empleo agrícola siguió en baja y redujo la nómina en 47 mil empleos, por lo que el empleo total del mes sumó 67 mil. Dado que la Población Económicamente Activa (PEA) aumentó en 419 mil personas, la cantidad de desocupados subió en 352 mil personas, lo que implica una tasa de desocupación del 4,3%, la más alta desde octubre de 2021. Los salarios siguieron subiendo por encima de la inflación, marcando un alza de 0,3% m/m y 3,7% i.a., lo que permite que sigan ganando poder de compra. La masa salarial –aunque a menor ritmo– se siguió recuperando, lo que le da soporte al consumo de las familias.
Derrumbe de tasas. Con la Fed con un tono más dovish y un mercado laboral que se enfría, las expectativas de recorte de tasas se afianzaron, incluso ganando probabilidad de que sean más agresivos. Para la reunión de septiembre, la probabilidad de recorte de 25 pb bajó de 90% a 25%, y subió la de una baja de 50 pb a 75%. Se espera que estos recortes se repitan en las reuniones de noviembre y diciembre, lo que llevaría la tasa a terminar 2024 en 4,25%. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un notable retroceso en la última semana, con bajas en toda la curva, aunque fue más pronunciada en el tramo corto. Concretamente, la UST2Y bajó 52 pb, cerrando en 3,87% y acumulando en el último mes una baja de 85 pb. Más moderada fue la caída de la UST10Y, que cedió 41 pb hasta 3,79%, acumulando en el último mes una baja de 55 pb. Con esto, la diferencia entre la UST10Y y la UST2Y bajó a solo 8 pb, lejos de los 40 pb que había marcado en los meses anteriores. Así, los rendimientos retrocedieron al nivel más bajo desde octubre de 2023.
Tiempo de renta fija. Con los mercados sufriendo la incertidumbre de la actividad económica y con las expectativas de tasas de interés más bajas, la renta fija siguió mejorando, con subas generalizadas, salvo en los bonos corporativos de menor calidad. El índice agregado de bonos tuvo la mejor semana del año al anotar un alza de 2,0%, acumulando una ganancia de 3,4% desde fines de junio. El índice de bonos del Tesoro subió un 2,3% y 3,4%, los corporativos Investment Grade 1,8% y 3,2%, y los emergentes también acompañaron con un alza de 0,9% y 2,4%, respectivamente. Acorde con la baja en las expectativas de inflación implícita en los bonos –en la de bonos a 10 años bajó a 2,05% y en la de 5 años a 1,95%–, los TIPS tuvieron un alza semanal de apenas 1,2% y de 1,8% en el último mes. La excepción fueron los bonos corporativos High Yield, que en la semana bajaron 0,8%, por lo que la ganancia en el último mes fue de 0,7%.
Temporada de balances. En la última semana se publicaron los reportes trimestrales del 2Q24 de otras 171 compañías entre las que se destacaron las tecnológicas Microsoft (neutral), Meta (neutral), Apple (positivo), Amazon (negativo), AMD y Qualcomm (negativo), así como la farmacéutica Pfizer (positivo), las compañías de consumo Procter & Gamble (negativo) y McDonald's (neutral), la financiera MasterCard (positivo) y las petroleras Chevron (neutral) y Exxon (positivo). Con esto, el 75% de las compañías incluidas en el S&P 500 presentaron los resultados del último trimestre. A nivel agregado, los beneficios subieron un 11,3% interanual, liderados por los sectores de comunicaciones (+23% i.a.), consumo discrecional (+19% i.a.), salud (+18% i.a.), servicios públicos (+16% i.a.) y tecnología (+11% i.a.), que presentaron importantes tasas de crecimiento. Por otro lado, la peor performance la aportaron el sector de materiales (-6,3% i.a.), consumo básico (-2,5% i.a.) e industrial (-1,1% i.a.).
Acciones golpeadas. A diferencia de las semanas anteriores, en las que la caída de las acciones tecnológicas y growth era compensada por el alza en las cíclicas y value, la característica de la última fue una caída generalizada. El S&P 500 retrocedió 2,1%, con el índice equiponderado perdiendo 1,7% mientras que el que agrupa a las 50 principales empresas bajó 2,3%. El Dow Jones cayó 2,1% y el Nasdaq 3,3%. A pesar de la baja de tasas, las empresas growth bajaron 2,5% y las value 1,4%. La rotación aún se nota al comparar la evolución desde fines de junio con las growth marcando un desplome de 5,3% mientras que las value subieron 2,5%. A nivel sectorial, la peor performance la tuvieron las tecnológicas y energéticas con un retroceso de 5,3% y 4,1%, respectivamente, mientras que los sectores de utilities, real estate y comunicación terminaron la semana con un avance de 4,3%, 2,8% y 1,2%, respectivamente. Entre las 7 Magníficas, se destacaron las bajas de Amazon (8,0%), Tesla (5,5%), Nvidia (5,1%) y Microsoft (3,9%), mientras que Meta cerró con una ganancia semanal de 4,8%.
Commodities sin piso. Las dudas sobre la dinámica de la economía de China y ahora también sobre la de EE. UU. han sido un combo pesado para los precios de los commodities, que siguen sin encontrar un piso. El índice general cayó 3,1% en la semana y acumula una pérdida de 7,5% en el mes. La baja es generalizada: el petróleo perdió 4,7% en la semana y 10% en el último mes, cerrando el viernes en USD 73 el barril de WTI, casi USD 10 menos que un mes atrás y entre los valores más bajos del último año. La soja siguió derrapando con una baja de 4,5% en la semana y 10,5% en el mes, cerrando en USD 378 la tonelada, el valor más bajo desde octubre de 2020. El cobre retrocedió 0,5% en la semana y la pérdida del mes se amplió a 7%. Aunque no sigue los mismos fundamentos que el resto de las materias primas, el oro fue la excepción a la regla, cerrando la semana en USD 2.442 la onza, cerca de los máximos históricos. Esto implica una ganancia semanal de 2,4%, de 5,1% en el mes, de 18% en lo que va del año y de 24% respecto a agosto del 2024.
Japón sube la tasa revaloriza el Yen. Por segunda vez en el año –la primera fue en marzo, siendo la primera suba en 17 años– el Banco de Japón elevó la tasa de interés de referencia a 0,25% desde un rango de 0% a 0,1%. Además, anunció que reducirá hasta 3 billones de JPY –la mitad– la compra mensual de bonos como parte del plan para reducir su balance de casi USD 5 billones y retirarse lentamente del mercado de bonos. En una perspectiva trimestral, el BoJ proyectó que la inflación subyacente para el año fiscal 2024 caerá alrededor del 2,5%, mientras que redujo el pronóstico de crecimiento del PBI para 2024 del 0,8% al 0,6%. Esta decisión revalorizó el Yen, que se aleja cada vez más del máximo registrado a mediados de julio, cuando superó los JPY 162, y cerró la semana en JPY 146, un 4,7% por debajo de la semana previa, acumulando una caída del 9% en un mes. Mientras cede terreno frente al Yen, el dólar se debilitó un 0,5% frente al Euro –acumulando una baja del 1,8% en el mes– mientras que contra el Real Brasileño, a pesar de que el BCB decidió no mover la tasa de referencia, se apreció un 1,3% en la semana y un 2,4% en el mes, cerrando el viernes en USDBRL 5,72, el valor más alto desde principios de 2021.
Ajustan las bolsas del mundo. La incertidumbre sobre la economía estadounidense y el aumento de las tasas de interés en Japón impactaron negativamente en los mercados bursátiles mundiales. El índice de acciones global perdió un 2,3%, y un 2,7% si se excluye a EE. UU. Japón tuvo la peor performance con un desplome del 5,9%, mientras que Europa retrocedió un 3,5%. El índice de mercados emergentes cayó un 1,8%, con China e India marcando una baja del 1,0%, y Latinoamérica registró una caída del 4,3%.
Lo que viene. La semana comienza con fuertes caídas en los mercados globales, un desplome del dólar y de los commodities, y una histórica caída de la bolsa de Japón. Con un calendario de publicaciones tranquilo – el IPC se publica la próxima semana – la atención del mercado estará en el PMI de servicios de ISM, que se espera muestre que el sector de servicios volvió a crecer en julio después de una contracción en junio. Otros indicadores clave a seguir incluyen los PMI compuestos y de servicios globales del S&P final, la balanza comercial y el crédito al consumo. Estos datos son importantes ya que podrían darle una pausa al deterioro de las expectativas de crecimiento que se observó la última semana y podrían volver a poner presión a las tasas de interés. Mientras tanto, la temporada de resultados continúa con los informes de Amgen, Caterpillar, Uber, Walt Disney y Eli Lilly.