Cuando parecía que la economía de EE. UU. se enfriaba más rápido de lo previsto, los datos de empleo de mayo volvieron a reflejar la fortaleza del ciclo de crecimiento norteamericano. La creación de empleos se recuperó del valle del mes anterior y volvió a mostrar un muy buen dinamismo, acompañado por salarios que subieron más rápido de lo esperado. Esta es una buena noticia para sostener el consumo, pero al mismo tiempo le pone presión a la Fed, dado que deja un piso más alto para la inflación. La ilusión de que un enfriamiento repentino de la actividad le dé argumentos a Powell para bajar la tasa volvió a quedar en un segundo plano, y los inversores se resignan a que este año solo habría una única baja de tasas, la cual llegaría recién en noviembre. Esto diferencia a EE. UU. de los demás países desarrollados que ya comenzaron a bajar la tasa de interés de referencia, lo que da soporte al dólar que se volvió a fortalecer, especialmente frente a las monedas latinoamericanas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro siguen presionados, impidiendo el despegue de la renta fija, mientras que las acciones siguen imparables, especialmente las tecnológicas de mayor capitalización. Por otro lado, los commodities cayeron. Comienza una semana de suma importancia, con las miradas puestas en la reunión de la Fed, en la publicación del IPC de mayo y en el impacto de las elecciones europeas.
La actividad no afloja. Hasta comienzos de la semana pasada, los indicadores nos alertaban que la actividad económica se estaba enfriando más rápido de lo esperado: el PBI del 1Q24 había crecido menos, los datos de la actividad manufacturera como el PMI se habían ubicado muy por debajo de los 50 pb e incluso el nowcast corregía su estimación de crecimiento del PBI del 2Q24 a menos del 2% t/t, la mitad de lo que se esperaba semanas atrás. Sin embargo, estos temores quedaron un tanto obsoletos primero con el dato del PMI de servicios que se disparó hasta 53,8 en mayo, el nivel más alto en nueve meses y muy por encima de las previsiones, y luego con muy buenos datos del mercado laboral. Concretamente, la economía estadounidense añadió 272.000 puestos de trabajo en mayo, frente a los 165.000 del mes previo, la mayor cantidad en cinco meses y muy por encima de las previsiones de 185.000. La lectura también es superior a la ganancia mensual promedio de 232.000 durante los 12 meses anteriores y a los 246.000 en los primeros cuatro meses del año. No obstante, la tasa de desempleo aumentó al 4% en mayo, desde el 3,9% previo, la más alta desde enero de 2022, debido a la fuerte caída en el empleo agrícola. El buen informe del mercado laboral se completó con salarios marcando un alza de 0,4% m/m, el mayor aumento salarial en cuatro meses, alcanzando el 4,1% interanual, superando la inflación. Con estos indicadores, la última estimación del Nowcast de Atlanta repuntó el crecimiento del 2Q24 hasta el 3,1% t/t.
Presión sobre las tasas. El repunte de los indicadores de actividad y, en particular de empleo, volvió a poner presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, que habían comenzado la semana a la baja pero que fueron aumentando a medida que se conocían los datos. Prueba de ello fue que las probabilidades de una flexibilización de la política monetaria en septiembre cayeron bruscamente al 55% desde el 68% antes de la publicación. Más allá de esto, los rendimientos cerraron la semana con caídas del 8 pb para la UST10Y, que terminó en 4,43% luego de haber tocado un mínimo semanal de 4,28%, y de 2 pb para la UST2Y, que terminó en 4,87%. Así, los bonos borraron las ganancias iniciales para terminar con caídas promedio del 0,1% semanales. Los bonos del Tesoro y los Investment Grade ganaron 0,1% y acumulan subas de 0,2% mensuales, pero los High Yield retrocedieron 0,3% semanales y 0,4% en el mes.
Nuevos récord para las acciones. El S&P avanzó 1,3% en la semana y acumula un alza del 3,3% en el último mes. El Nasdaq tuvo un mejor desempeño, registrando subas del 2,7% y 5,2%, respectivamente, mientras que el Dow Jones mostró un tibio avance de apenas 0,3% semanal y 0,1% mensual. Por sectores, los growth ganaron 2,7% mientras que los value perdieron 0,4%. Dentro del primer grupo, las tecnológicas (+2,5%) lideraron el avance, impulsadas por empresas de semiconductores como Nvidia (+10,3%) y Broadcom (+5,9%), así como de software, con Microsoft (+2,1%) y Oracle (+7,4%). Comunicaciones (+1,5%) también se benefició con Meta (+5,6%) y Google (+1,1%). Consumo discrecional (+1%) fue apuntalado por Amazon (+4,5%), aunque Tesla cayó (-0,3%). Además, se destaca Salud (+2%). En los sectores value se observó una caída en utilities (-3,6%) y en energía (-3,4%). A nivel de capitalización de mercado, el S&P top 50 traccionó los avances con un 2,6%, mientras que el S&P equiponderado retrocedió 0,7% y las small caps cayeron 2,1%.
Súper dólar. El índice dólar DXY ganó 0,2% y cerró la semana en 104,9. De esta forma, se recuperó de la caída del 0,5% en el último mes, aunque en el año lleva una ganancia del 3,5%. Contra el euro ganó 0,4% y contra la libra apenas ganó 0,1%. El yen, por el contrario, se apreció 0,4% hasta JPY 156,6, expectante ante la decisión de la próxima semana del Banco Central de Japón. El real, en cambio, se depreció 1,9% para terminar en BRL 5,32. La fortaleza del dólar también golpeó al oro, que en la semana cedió 1,5%, aunque el metal acumula una alza de 11% en el año.
Mala semana para los commodities. El WTI cayó un 1,9% en la semana hasta los USD 75 por barril y 4,4% en el mes, arrastrado por un aumento de los inventarios de crudo en EE. UU. y ante el anuncio de la OPEP+. Aunque se acordó extender la mayoría de los recortes de suministro hasta 2025, también se anunciaron planes para eliminar gradualmente algunos recortes voluntarios de producción de ocho países miembros a partir de octubre. La soja perdió 2,1% en la semana y cotiza en USD 433 por tonelada, con una contracción del 2,7% en el mes, debido a un informe del Departamento de Agricultura de EE. UU. que indicó que la siembra de soja estaba completa en un 68%, superando las expectativas de los analistas del 66% y el promedio de cinco años del 63%. Finalmente, el cobre perdió 2,5% en la semana, cerrando el último mes con caídas del 1,5%.
Europa baja la tasa. El BCE bajó la tasa de interés en 25 puntos básicos en junio, en línea con las expectativas, marcando un cambio después de nueve meses de tipos estables y tras la disminución de la inflación en casi 2 pp desde septiembre de 2023. Esta decisión se tomó a pesar de que las últimas proyecciones para la inflación general y básica se revisaron al alza: 2,5% en 2024 y 2,2% en 2025. En cuanto al crecimiento, los valores son 0,9% en 2024 y 1,4% en 2025. Asimismo, nuevos indicadores muestran mejoras en la salud económica: el PMI manufacturero aumentó a 47,3 en mayo, siendo la lectura más alta desde marzo de 2023, y el PMI de servicios se situó en 53,2 (vs 53,3 previo). Finalmente, se confirmó la expansión del PBI en 0,3% t/t en el 1Q24 (vs -0,1% previo), recuperándose de una contracción del 0,1% en cada uno de los dos trimestres anteriores.
Mejora en la actividad China. El PMI de servicios generales de Caixin China avanzó a 54,0 en mayo (desde 52,5 previo), superando las previsiones (52,6). Este fue el decimoséptimo mes consecutivo de expansión en la actividad de servicios, marcando el ritmo más rápido desde julio de 2023. Este avance se debió al crecimiento de los nuevos negocios y los nuevos pedidos de exportación, impulsados por una mayor demanda interna y externa. El empleo aumentó por primera vez en cuatro meses, con una tasa de crecimiento que no se veía desde septiembre de 2023, mientras que los trabajos atrasados continuaron disminuyendo. Además, el superávit comercial se amplió a USD 82.620 M en mayo (desde USD 65.550 M en el mismo período del año anterior), siendo el mayor superávit comercial desde febrero. Las exportaciones aumentaron un 7,6% i.a., el ritmo más rápido en cuatro meses, mientras que las importaciones aumentaron un 1,8% i.a., disminuyendo desde un aumento del 8,4% en abril.
Lenta recuperación de Brasil. El PBI brasileño creció un 0,8% t/t en el 1Q24, recuperándose de la contracción revisada del 0,1% previa y en línea con las expectativas del mercado. Así, reflejó, después de dos períodos de crecimiento moderado o negativo, una mejora en gran parte debido al aumento de las transferencias gubernamentales en el segundo año de mandato del presidente Lula, que ayudó al poder adquisitivo de los consumidores a compensar las elevadas tasas de interés reales fijadas por el banco central brasileño. En este marco, el PBI creció un 2,5% i.a., acelerando respecto al dato anterior (2,1%). Además, el PMI de servicios de S&P Global Brasil aumentó a 55,3 en mayo (desde 53,7 previo), marcando la lectura más alta desde julio de 2022 y la octava expansión consecutiva para los proveedores de servicios luego de una caída única en septiembre de 2023. Finalmente, debido a complicaciones climáticas, el superávit comercial de Brasil se desplomó un 22,3% i.a. en mayo, quedando ligeramente por debajo de las previsiones, aunque sigue siendo el segundo superávit más alto del año. Las exportaciones cayeron un 7,1% i.a., impulsadas por una disminución del 18,5% en las exportaciones agrícolas y una disminución del 9,2% en las ventas manufactureras. Mientras tanto, las importaciones crecieron marginalmente un 0,5% i.a., impulsadas por un aumento del 53,4% en las compras agrícolas y un aumento del 12,9% en las compras de la industria extractiva, mientras que las importaciones manufactureras cayeron un 1,2%.
Mercados globales con leve subida. Los mercados internacionales tuvieron una leve suba, a diferencia de lo ocurrido en Wall Street. El índice global de acciones subió un 0,8% en la semana, pero excluyendo las acciones de EE. UU. apenas subió un 0,2%. En términos mensuales, las alzas fueron del 2,3% y 1%, respectivamente. Europa perdió un 0,2%, y Japón tuvo una performance similar. Los mercados emergentes registraron un alza del 0,6% semanal, aunque no fue impulsado por China, que en el mismo período perdió un 0,4%, ni por Latam, que tuvo la peor performance con una caída del 5,4% y del 10,5% en el último mes. En México, la bolsa cayó casi un 12% tras el contundente resultado electoral a favor del oficialismo, y el peso mexicano se depreció un 8%. Además, Brasil registró una nueva caída del 2,9% en la semana. En cuanto a los bonos globales soberanos, excluyendo los de EE. UU., la suba fue del 0,6%, mientras que los bonos High Yield internacionales cayeron un 0,3%. Por su parte, los bonos emergentes retrocedieron un 0,6%.
Lo que viene. La semana comienza con la incertidumbre generada tras las elecciones en la Eurozona, donde se notó un importante avance de la extrema derecha. En cuanto a la agenda de publicaciones, será una semana clave, dado que tendremos la decisión de la Fed sobre la tasa de interés -se descuenta que se mantendrá en el rango 5,25-5,50%- junto a la publicación de las proyecciones económicas en busca de indicios sobre los próximos pasos en materia monetaria. También se publicarán los datos de IPC, que se estima en 0,2% m/m y 3,4% i.a. Destacan también la publicación del IPP, los precios de exportación e importación correspondientes a mayo, y la lectura preliminar de la confianza del consumidor de Michigan de junio. En otras partes del mundo, será interesante seguir los datos de inflación de mayo para China, donde se espera que se hayan mantenido sin cambios, mientras que se proyecta que la fuerte deflación de los precios al productor se haya desacelerado. Mientras tanto, el Banco de Japón mantendrá las tasas de interés sin cambios, aunque los mercados examinarán el discurso del banco central en busca de pistas sobre decisiones futuras y las preocupaciones de los responsables políticos sobre un yen débil.