Los mercados globales cerraron otra semana alcista, acumulando fuertes ganancias en el último mes tanto para la renta variable como para la renta fija. Con indicadores económicos más débiles de lo esperado y con la inflación descendiendo, los inversores creen que el ciclo de suba de tasas está terminado y son cada vez más optimistas en que la Fed comenzaría a recortarlas a partir de mayo del año que viene. Esto pudo más que las declaraciones de Powell, quien sigue insistiendo en que no están discutiendo cuándo van a recortar las tasas de interés, aunque remarcó que ya son lo suficientemente elevadas. En este marco, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a caer y esto le dio impulso a la renta fija en general, en tanto que las acciones continuaron en alza con el S&P 500 alcanzando un nuevo récord del año. Las miradas de esta semana estarán en los datos de empleo que deberán confirmar o rechazar la hipótesis del mercado de que la economía comenzó un sano y ordenado camino de desaceleración.
¿Cómo está el nivel de actividad? A lo largo del año, fuimos destacando que, a pesar de la suba de tasas de interés, la actividad económica en EE. UU. venía más fuerte de lo esperado y lejos estaba de iniciar un ciclo recesivo. Con la economía creciendo, con pleno empleo y con la inflación bajando pero quedando muy por encima del objetivo de la Fed, no veíamos razones para que las tasas de interés interrumpieran su camino alcista, más aún cuando la curva de rendimientos se mantenía invertida. Los datos al 3Q23 lo confirmaron, pues la segunda revisión del PBI marcó que la actividad creció 5,2% t/t -vs 4,9% de la primera estimación- duplicando el crecimiento de los dos trimestres previos. Iniciado el 4Q23, los indicadores de actividad comenzaron a marcar un menor dinamismo. Entre los más importantes, la creación de empleos no agrícola se moderó en octubre a 150 mil –vs. 230 mil en los tres meses previos- en tanto que el consumo personal en octubre creció 2,1% anualizado, nada mal pero por debajo del 3,7% anualizado de los tres meses previos, entre lo que se destacó la caída en bienes durables. Si bien las ventas por el día de Acción de Gracias vinieron por encima de lo esperado, todo indica que el consumo va perdiendo impulso en consonancia con el deterioro que vienen mostrando las encuestas de expectativas del consumidor. A esto se sumó que el PMI manufacturero de noviembre volvió a quedar en terreno contractivo –46,7 puntos, igualando la marca de octubre–. También destacamos que el último Libro Beige de la Fed –es una publicación que se hace previa a cada reunión del comité de política monetaria y da una mirada sobre la coyuntura económica en los 12 distritos de la Fed– marcó que la actividad económica se desaceleró desde la última publicación, con seis distritos marcando caídas en el nivel de actividad al tiempo que remarcaron que los aumentos de precios se moderaron en todos los distritos. Con todo esto, el nowcast de Atlanta del 4Q23 bajó el crecimiento esperado de 2,1% a 1,2% debido al menor dinamismo del consumo privado y de la inversión.
Satisfacción de la Fed. En un discurso en el Spelman College de Atlanta, Powell volvió a remarcar los rezagos que tienen las subas de tasas de interés sobre la economía, por lo que cree que serán más visibles en los próximos meses. Si bien destacó que las tasas ya están lo suficientemente altas, volvió a recalcar que es muy pronto para dar por concluida la lucha contra la inflación –el PCE de octubre estuvo en línea con el IPC al no registrar cambios respecto a septiembre y subió 3,0% i.a., mientras que el PCE Core subió 0,2% m/m y 3,5% i.a.–, la Fed no tiene en la agenda comenzar a flexibilizar la política monetaria. Mientras tanto, el mercado sigue confiando en que en marzo del año que viene comenzarían el ciclo de baja de tasas de interés, previendo que cierren 2024 en 4,1%. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro siguieron en baja y cerraron en el nivel más bajo de los últimos tres meses: el UST2Y cerró en 4,55% –41 pb más bajo que la semana previa y 52 pb menos que a fines de octubre– mientras que el UST10Y bajó hasta 4,21% –28 pb más bajo que la semana previa y 67 pb menos que a fines de octubre–.
Festejan los bonos. La renta fija ha tenido la mejor performance del año, con el índice de bonos Agregados marcando un alza semanal de 1,8% y de 4,9% en el último mes, por lo que en el año acumulan una ganancia de 5%. Los bonos del Tesoro marcaron un alza semanal del 1,5% y un incremento mensual del 3,8%. Los bonos de Investment Grade (IG) se destacaron con retornos del 2,3% semanal y del 8,1% mensual, liderando las ganancias en el mes. Por su parte, los bonos de alto rendimiento (HY) ganaron 1,3% en la semana y 4,7% en el mes. Los bonos de mercados emergentes no se quedaron atrás, marcando una subida semanal del 2,2% y un sólido aumento del 7,0% en el acumulado mensual.
Continuó el rally de las acciones. A pesar de los riesgos que trae un menor crecimiento, la renta variable sigue aprovechando la distensión en las tasas de interés y volvió a cerrar una semana muy positiva. El S&P 500 anotó un alza de 0,8% –subió 9,8% en el último mes y la ganancia del año ya llega al 20%–, siendo más importante que el índice equiponderado subió 2,5% en la semana y 10,8% en el último mes, lo que le da más armonía a la evolución del mercado y no solo de las grandes tecnológicas. El mayor impulso de la semana se lo dio el sector de Real Estate que subió 4,7%, acumulando en el mes una ganancia de 15%, beneficiándose de la reducción de las tasas de interés. También tuvieron un buen desempeño semanal el sector de Materiales y el Financiero, con aumentos del 2,9% y 2,2% respectivamente y ganancias mensuales del 9,7% y 11%. A pesar de un ascenso semanal de solo 0,6%, el sector Tecnológico concluyó el mes con un beneficio del 13%. En contraste, el sector de Comunicaciones cayó 1,6% en la semana, aunque logró un resultado positivo en el último mes de 8,0%. El sector de Energía se vio impactado por la caída del precio del petróleo y prácticamente no tuvo cambios ni en la semana ni en el mes.
China desacoplada. La renta variable global, excluyendo EE. UU., registró un alza semanal del 0,7% y 9,2% en el último mes, con subas tanto en países desarrollados como en emergentes. Europa avanzó un 0,8% en la semana, cerrando el último mes con un incremento del 11,9%, en tanto que Japón lo hizo 1,0% y 7,2% respectivamente. Entre los emergentes, los mercados de LATAM se destacaron con un incremento semanal del 2,4% y un significativo 14,5% en el mes, con Brasil liderando la región gracias a un salto del 1,9% en la semana y un 15,6% mensual, consolidándose como una de las bolsas de mejor desempeño del año. Por otro lado, China presentó un retroceso del 3,3% esta semana, reduciendo la ganancia del último mes a apenas 1,2% -en lo que va del año cae 10,2%-.
Momento de oro. En el mercado de commodities, el oro subió un 3,4% en la última semana y 4,4% en el último mes, cerrando el viernes último en USD 2.700 la onza, el nivel más alto en la historia. También fue una buena semana para el cobre, que ganó un 3%, ante un contexto de suministro ajustado. Mientras tanto, el petróleo WTI cerró la semana con una baja del 1,9% y un descenso mensual del 7,9%, afectado por los recortes de producción de OPEC+ y una demanda débil. En el sector agrícola, el trigo se destacó con un aumento del 5,1% semanal, beneficiándose de la preocupación por el clima adverso que afecta las cosechas, a pesar de una suba más modesta del 2,7% en el mes.
Lo que viene. Las miradas de esta semana estarán en los datos de empleo de noviembre. El mercado espera la creación de 170 mil empleos no agrícolas, 20 mil más que en octubre, en tanto que la tasa de desocupación quedaría en 3,9%. En cuanto a los salarios -indicador que toma cada vez más relevancia no solo por ponerle un piso a la inflación sino porque su suba mejora los ingresos de las familias y contiene el consumo- se estima un alza de 4% i.a. También será importante la publicación del ISM de servicios.