Mientras el conflicto en Medio Oriente se agrava, el petróleo cedió y esto alivió la presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, permitiendo que la renta fija registrara una buena semana en el marco de un año complicado. No consideramos que esta situación sea definitiva, y esperamos que la volatilidad persista en un contexto en el que la inflación se está acelerando en el margen. En contraste, las acciones, a pesar de los excelentes datos de actividad, tuvieron otra semana desfavorable y profundizaron la tendencia a la baja iniciada a fines de julio pasado. Esta semana, la atención se centrará en la reunión de la Fed, en la cual no se anticipa un cambio en la tasa de interés, y en el informe del mercado laboral de octubre, que ofrecerá una primera muestra de cómo ha empezado la actividad en el 4Q23.

Aceleró el crecimiento. Tras crecer un 2,1% t/t en el 2Q23, la primera estimación del PBI para el 3Q23 mostró un crecimiento de 4,9% t/t anualizado y 2,9% i.a. La aceleración respecto al trimestre anterior se explicó principalmente por el notable dinamismo del consumo privado, que aumentó un 4% t/t, en comparación con el 0,8% del 2Q23, y contribuyó con 2,7 pb al alza del PBI. Le siguió el crecimiento del 4,6% t/t en el consumo del sector público, lo cual no es una buena noticia dada la fragilidad fiscal, y en menor medida, la inversión fija que registró un incremento del 0,8% t/t. Dentro de esta última, se destacó el alza del 3,9% t/t en la inversión residencial, el mejor desempeño de los últimos 10 trimestres. También sobresalió la recuperación de las exportaciones, que revirtieron la baja del trimestre anterior con un aumento del 6,2% t/t. Sin embargo, este crecimiento fue acompañado por un incremento del 5,7% t/t en las importaciones, por lo que el aporte neto de las exportaciones resultó negativo. Finalmente, la variación de inventarios experimentó un fuerte incremento y aportó 1,3 pb al crecimiento del trimestre. Las primeras estimaciones para el PBI del 4Q23 apuntan a un alza del 2,3% t/t; de cumplirse, la economía se expandiría un 2,5% i.a. este año, en comparación con el 1,9% i.a. en 2022.

Más consumo, menos ahorro y más inflación. La sólida actuación del consumo en el 3Q23 se confirmó con los datos de septiembre, donde se registró un crecimiento del 0,4% m/m (4,7% anualizado), gracias a la buena performance tanto del consumo de bienes —0,5% m/m— como de servicios —0,3% m/m—. Este impulso del consumo se fundamenta en el crecimiento de la masa salarial y en la menor propensión al ahorro de las familias estadounidenses, que en el último mes cayó al 3,4% de los ingresos, el nivel más bajo del año y por debajo del promedio de los últimos doce meses, que se ubicó en 4,2%. La noticia negativa provino del índice de precios implícitos en el consumo, el PCE, que, al igual que lo que había anticipado el IPC, aumentó un 0,4% m/m. En tanto, el PCE Core aceleró su ritmo al 0,3% m/m, frente al 0,1% m/m en agosto, marcando la mayor subida de los últimos cuatro meses. A pesar de esta robusta actuación del consumo, las expectativas del consumidor continúan en descenso: el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan disminuyó en octubre por cuarto mes consecutivo, en gran parte debido al deterioro de las expectativas respecto a las condiciones comerciales y las preocupaciones en torno a las finanzas personales de los consumidores.

Caen el petróleo y los commodities agrícolas y suben los metales. Si bien las noticias provenientes de Israel son preocupantes —la guerra se agrava—, el precio del petróleo disminuyó un 3,6% durante la semana, acumulando un descenso del 8% en el mes, y cerró en USD 85,5 por barril, gracias al aumento de los inventarios de crudo en EE. UU. Por su parte, el oro continuó beneficiándose del contexto de mayor incertidumbre global y registró un alza semanal del 1,2%, acumulando un incremento del 8,5% en lo que va de octubre. La soja y el trigo, en cambio, experimentaron caídas del 0,4% y 1,8%, respectivamente, mientras que el aluminio y el cobre lograron ganancias del 2,1% y 2,6%, respectivamente.

Leve retroceso de las tasas y mejora la renta fija.  Los rendimientos de los bonos del Tesoro experimentaron una descompresión tras el fuerte incremento del último mes, especialmente en las tasas a largo plazo. El rendimiento del UST10Y cerró en 4,84%, descendiendo 9 pb durante la semana, después de haber escalado 30 pb en el último mes. Por su parte, el UST2Y finalizó la semana en 5,01%, retrocediendo 8 pb, y acumula una caída de 13 pb en el mes. Este escenario impulsó positivamente a todos los índices de renta fija, que registraron una buena performance en el contexto de un año desfavorable. El índice que agrupa a los bonos del Tesoro subió un 0,6% durante la semana, mientras que los bonos Investment Grade lo hicieron en un 0,9% y los bonos High Yield en un 0,6%. En lo que respecta a la renta fija global, el índice de bonos internacionales ganó un 0,5%, al igual que los bonos corporativos, mientras que los bonos de mercados emergentes anotaron un alza del 1%.

Los balances golpean a las acciones. La renta variable continuó su racha negativa, consolidando la tendencia a la baja que se inició a finales de julio. El S&P 500 registró una caída del 2,5% durante la semana, extendiendo la pérdida acumulada desde fines de julio al 10,2%. Si se toma en cuenta el S&P 50, que engloba a las empresas de mayor capitalización, la disminución semanal fue del 2,8%, y del 9% en los últimos tres meses. La caída se observó de manera generalizada en todos los sectores, destacándose energía con un retroceso del -6,3%, comunicaciones con un -5,2% y salud con un -3,9%. La única excepción fue el sector de utilities, que registró una ganancia del 1,2%. En relación con los demás índices, el Nasdaq fue el más afectado, experimentando una merma del 2,7%, mientras que el Dow Jones retrocedió un 2,2%. En el ámbito de las acciones individuales, la semana fue negativa para Google, que cayó un -9,7%, Meta, que disminuyó un -3,8%, y Tesla, que bajó un -2,2%, todas afectadas por malos resultados en sus balances. Por otro lado, Amazon y Microsoft lograron desmarcarse con alzas del 2,1% y 1%, respectivamente.

El resto del mundo también ajusta. La mala performance de las acciones también se manifestó a nivel global, aunque con menor intensidad que en EE. UU. Específicamente, el índice accionario global registró una caída semanal del 2,1% y del 3,9% en lo que va del mes. Si se excluye a EE. UU., la disminución fue del 1,2% y del 4,3%, respectivamente. En Europa, los mercados retrocedieron un 1,6%, recordemos que tras 10 incrementos consecutivos, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo la tasa de interés de referencia en el 4,5%. Los mercados emergentes, por su parte, cayeron un 0,8%. La excepción la constituyeron las alzas registradas en China y LATAM, que durante la semana ganaron un 2,4% y un 0,9%, respectivamente.

Lo que viene. Todas las miradas están puestas en la próxima decisión de la Fed sobre las tasas de interés, en la cual el mercado no anticipa cambios. También revestirá importancia el informe del mercado laboral de octubre, así como la publicación de los índices PMI manufacturero y de servicios. Además, se esperan los informes de resultados del 3Q23 de importantes empresas como Apple, McDonald's, Advanced Micro Devices, Airbnb, Amgen, Caterpillar, Qualcomm, Eli Lilly y Pfizer. A nivel internacional, las decisiones sobre tasas de interés de los bancos centrales del Reino Unido, Japón y Brasil serán de suma relevancia.