¿Qué pasó?
Internacional

Semana heterogénea para los activos financieros globales. Mientras que las acciones experimentaron un moderado repunte y el dólar se fortaleció, los bonos descendieron y los commodities retrocedieron. Las buenas noticias las aportaron los positivos datos económicos y las declaraciones de Powell, resaltando que como consecuencia de la crisis de los bancos, la Fed podría tomarse un respiro y no incrementar más la tasa de interés. La mala noticia la propició la ausencia de novedades en cuanto a las negociaciones para aumentar el techo de la deuda. El tiempo continúa avanzando y el acuerdo entre demócratas y republicanos no se concreta. Las miradas de esta semana seguirán centradas en las negociaciones en el Congreso y en las actas de la última reunión de la Fed, al tiempo que se publican importantes indicadores económicos como el gasto del consumidor y el índice de precios PCE.

Los datos económicos de la última semana volvieron a consolidar nuestro escenario de soft-landing de la economía estadounidense. Las solicitudes iniciales de desempleo, que la semana anterior habían generado preocupación debido al incremento que habían tenido a principios de mes, en la segunda semana del mes volvieron a disminuir –242 mil en comparación con las 264 mil de la semana anterior– reflejando el buen dinamismo que sostiene el mercado laboral. La producción industrial de abril aumentó 1,0% m/m, recuperándose de la caída de marzo y superando las expectativas del mercado. Las ventas minoristas de abril incrementaron 0,4% m/m, en línea con la inflación luego de dos meses consecutivos de descenso, mientras que las ventas "core" (excluye automóviles, combustibles, materiales para la construcción y restaurantes) crecieron 0,7% m/m. Por otro lado, los datos del mercado inmobiliario no fueron tan favorables: los inicios de viviendas, si bien repuntaron 2,2% m/m en abril, lo hicieron basados en una importante corrección a la baja de marzo, cuando descendieron 4,5% m/m, siendo la primera estimación de una caída de 0,8 m/m. Por su parte, los permisos para la construcción disminuyeron 1,5% m/m en abril. En su último discurso, Powell subrayó que el endurecimiento de las condiciones crediticias de los bancos aligera la presión de la Fed para incrementar las tasas de interés, por lo que no tendrían que elevar más la tasa de referencia. La peor noticia de la semana fue la falta de acuerdo para aumentar el techo de la deuda: aunque durante la semana se habían logrado avances, el viernes los republicanos abandonaron la mesa de negociaciones al no aceptar las demandas de la Casa Blanca.

Bajo este panorama, fue una semana favorable para las acciones, especialmente para las "Big Tech", que continúan liderando como las grandes ganadoras del año hasta ahora. Específicamente, en la última semana, el S&P 500 cerró con un aumento de 1,7%, lo que le permitió compensar las pérdidas de las semanas previas y acumular en mayo un incremento de 0,4%. El mejor desempeño de la semana lo volvieron a exhibir las acciones del sector tecnológico, que crecieron 4,3%, acumulando en mayo un aumento de 4,4% y del 27% en lo que va del año. Les siguieron las del sector de comunicaciones, que avanzaron 2,8% en la semana, 2,5% en el mes y un 28% en lo que va de 2023. El resto de los sectores aún no logran despegar, aunque la buena noticia fue el leve repunte que mostraron las acciones del sistema financiero. El excelente desempeño de las acciones tecnológicas y de comunicación se refleja en el Nasdaq, que lidera con amplio margen las ganancias en lo que va del año, acumulando un aumento del 21%, contra el 9,5% del S&P500 y de apenas el 0,9% en el Dow Jones; sin embargo, aún no se recuperan de la fuerte caída que tuvieron desde los máximos de finales de 2021. De hecho, el Nasdaq está un 20% abajo, mientras que el S&P 500 lo está un 12% y el Dow sólo un 8% por debajo de los valores de diciembre de 2021. A nivel global, impulsado por EE. UU., el índice de acciones global registró un aumento de 1,4% en la semana y en mayo acumula un crecimiento del 0,4% y del 9,5% en lo que va del año. Entre las regiones, Europa sigue liderando con un incremento en lo que va de 2023 que llega al 17%, seguido por el 12% de Japón y el 11% de Latam, mientras que China apenas subió un 2,6%.

No fue una buena semana —ni está resultando ser un buen mes— para la renta fija. Las preocupaciones en cuanto a la persistencia de la inflación y la falta de acuerdo en cuanto a aumentar el límite de la deuda, siguieron ejerciendo presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, que aumentaron en todos los tramos y alcanzaron el nivel más alto desde mediados de marzo, previo al inicio de la crisis de bancos regionales. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro cayó 1,4% en la semana y en lo que va de mayo acumula una pérdida de 1,7%, aunque en lo que va del año acumula una ganancia de apenas 1,5%. Le fue peor a los bonos de mayor calidad crediticia, que en la semana bajaron 1,6%, ampliando la pérdida del mes a 3,0% y reduciendo la ganancia del año al 1,5%. Los bonos emergentes no pudieron escapar a esta tendencia, perdiendo 1,2% en la semana, 2,3% en el mes y en lo que va del año acumulan una pérdida de 0,5%.

Ante la mayor incertidumbre, el aumento de tasas y noticias desalentadoras en las demás economías, el dólar se fortaleció contra todas las monedas y esto arrastró a la baja a los commodities, salvo al petróleo que tuvo un leve repunte ante expectativas de mayor estrés en el mercado ante el aumento de la demanda y debilidad en la oferta. Concretamente, el US Dollar Index subió 0,5% en la semana y en mayo acumula un alza de 1,5%, rompiendo la tendencia bajista de los meses anteriores. El fortalecimiento de la moneda americana se dio tanto contra las monedas desarrolladas —2,0% frente al euro y 1,2% contra el yen en lo que va de mayo respectivamente— como contra emergentes —0,2% frente al Real Brasileño y 1,4% respecto al Yuan—.

Local

La volatilidad y la incertidumbre han vuelto a ser los grandes protagonistas. La aceleración de la inflación y la falta de reservas internacionales aumentan la tensión mientras el gobierno intenta un puente de financiamiento para llegar a las elecciones primarias sin salto cambiario. Mientras tanto, en la última semana, el BCRA compró una buena cantidad de divisas de la mano de la mayor liquidación del agro, pero no logró compensar el uso para intervenir en el mercado de bonos y los pagos a organismos internacionales. Como resultado, las reservas internacionales siguieron en baja y alcanzaron un nuevo mínimo. La devaluación del tipo de cambio oficial se aceleró, pero la brecha con los dólares se amplió y ya supera el 110%. Los bonos soberanos operaron a la baja, mientras que en los instrumentos en moneda local, el Merval volvió a liderar los rendimientos de la semana, seguido por los bonos ajustados por tipo de cambio, los duales y, más atrás, por los ajustables por inflación. En este contexto de fragilidad económica con tensión cambiaria y con una inflación que apunta a superar el 9% en mayo, las miradas de esta semana estarán puestas en las negociaciones con el FMI para adelantar los desembolsos, la evolución del mercado cambiario y el resultado de las cuentas públicas de abril.

En un contexto político en el que comienzan a definirse las candidaturas de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto, la política económica atraviesa un "interinato": el gobierno no tiene tiempo para un cambio de política económica que apunte a corregir los desequilibrios macroeconómicos –elevado déficit fiscal financiado con emisión monetaria, desequilibrio externo, brecha cambiaria elevada y con la inflación acelerándose– por lo que solo le queda apuntar a medidas transitorias que le den aire para llegar a las elecciones sin un salto cambiario que provoque un ajuste desordenado de las variables.

Recordemos que con una inflación que subió varios escalones y apunta a superar el 9% en mayo, un salto del tipo de cambio oficial le daría un nuevo impulso y la pondría en un nuevo escalón inflacionario. La falta de divisas agrava más la situación, ya que con la fuerte caída que están mostrando las exportaciones y sin reservas internacionales propias, el gobierno transitará el período electoral con reservas internacionales negativas, obligando al BCRA a utilizar otras fuentes de financiamiento, como es el Swap con China, mientras negocia que el FMI no sólo le adelante los desembolsos que restan para este año, sino que también le permita refinanciar los vencimientos de este año y que pueda utilizarlo para intervenir en el mercado de cambios y de bonos. Está claro que no será fácil, por lo que la tensión e incertidumbre acompañarán este proceso hasta las PASO.

En la última semana, el BCRA logró el mejor resultado del año en el mercado cambiario al comprar USD 304 M, lo que permitió que en el acumulado del mes marque compras netas por USD 150 M, que si bien es muy poco para esta altura del año, le da un poco de aire mientras la autoridad monetaria intenta contener la demanda con mayor control de cambios. La buena performance semanal estuvo impulsada por la aceleración en la liquidación del agro que aportó USD759M –US D567 M por dólar agro– acumulando en lo que va de mayo USD 2.012 M. Pese a estas operaciones, dado los pagos a organismos internacionales, depreciación del Yuan, caída del oro y especialmente a las intervenciones en el mercado de bonos que en total implicaron un uso de USD 740 M, el stock de reservas internacionales cayó en USD 433 M cerrando la semana con un stock bruto de USD 33.155 M mientras que las netas continúan en terreno negativo –estimamos en USD 1.800 M–.

El tipo de cambio oficial subió 1,5% en la semana (6,9% mensual) que si bien es superior al registrado la semana previa, poco a poco va moderando la suba respecto a fines de abril y primera semana de mayo, por lo que el mes apunta a un alza en torno al 7,5% m/m. Mientras tanto, con el gobierno corriéndose del mercado, los tipos de cambio financieros subieron más de 7% en la semana por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial escaló al 113%. En el mercado de futuro, los contratos detuvieron su tendencia alcista y operaron con caídas de agosto en delante de hasta 9,4%. La curva marca una devaluación mensual promedio de 11,4% para el 2023, en tanto que la semana pasada señalaba 12,4%. Los contratos de agosto y diciembre operan en $335 y $506, respectivamente.

En cuanto a los activos locales, los soberanos registraron una caída semanal de 0,9%, siendo los globales los más castigados con una baja de 1,4%. Pese a esta caída, en lo que va del mes acumulan un alza de 6% y el riesgo país cerró en 2.595 pb. En cuanto a los instrumentos en moneda local, la mejor performance la volvió a marcar el Merval que subió 5,3%, acumulando en el mes y en el año una ganancia de 14% y 66%, respectivamente –aunque medido en dólar CCL en la semana cayó 1,8% y en lo que va del mes y el año anota un alza de 2,8% y 3,1%, respectivamente–. En la curva de pesos la mejor performance la tuvieron los bonos DLK que subieron 3,1% en la semana, 6,8% en el mes y 49% en lo que va del año, seguidos por los Duales que en el mismo período anotaron un alza de 2,8%, 7,1% y 42% respectivamente. Los bonos ajustables por inflación ganaron 1,6% en la semana y en lo que va de mayo y del año acumulan una ganancia de 4,7% y 31%. Finalmente, como es de esperar dado el alza de la inflación y de las tasas de interés, los bonos a tasa fija cayeron 3,6% en la semana extendiendo la pérdida del mes a 5% y 11% desde diciembre del año pasado –esto se reflejó en la licitación de la semana que representaron tan solo un 3% de la licitación–.

Lo que viene
Internacional

Tras el fracaso de las negociaciones de la última semana, la atención de los inversores seguirá centrada en el debate sobre el techo de la deuda. También se destaca la publicación de las minutas de la última reunión de la Fed. Recordemos que el debate se centra en la fortaleza de la actividad y resistencia de la inflación en un contexto en el que existen tensiones en el sistema financiero que “invitan” a una pausa, tal como lo sugirió Powell en su último discurso. También se publicarán una gran cantidad de datos importantes como los ingresos y gastos personales y con ellos el PCE y PCE core, datos de PMI de S&P Global, ventas de viviendas nuevas y pendientes, así como la segunda revisión del PBI del 1Q23.

Local

En la agenda de esta semana se destaca la publicación del resultado fiscal de abril en la que se espera un deterioro debido a que la fuerte caída de los ingresos más que compensa la caída del gasto –especialmente en subsidios y jubilaciones–. Mientras tanto, con las reservas netas en terreno negativo y con la brecha por encima del 100%, el gobierno seguirá insistiendo con un puente financiero con el FMI, swap con China y algún tipo de financiamiento con Brasil.