Las definiciones desde Washington marcaron un punto de inflexión tras semanas de incertidumbre financiera. La confirmación de la intervención directa del Tesoro estadounidense en el mercado local y la concreción del acuerdo de swap con el BCRA reforzaron las expectativas de estabilidad cambiaria, al menos hasta las elecciones. Los anuncios impulsaron una compresión del riesgo país, eliminaron la brecha cambiaria y generaron un repunte generalizado en la curva de pesos, la deuda en dólares y las acciones. Es una gran noticia para un mercado cambiario que sufre la tensión por la falta de oferta y una demanda que se mantiene elevada en un contexto en el que el Tesoro local prácticamente agotó su poder de fuego para contener la paridad cambiaria y en el que la pérdida de reservas internacionales empeoraba las expectativas para la deuda. Aunque sin precisiones, con el Tesoro estadounidense jugando en el mercado local, esperamos que esto sirva para contener la presión hasta las elecciones. Posteriormente, el gobierno deberá mostrar un camino consistente de política cambiaria que apunte a acumular reservas internacionales. Con este marco de fondo, y con la campaña electoral entrando en su recta final, las miradas de esta semana estarán puestas en el viaje de Javier Milei a EE. UU., donde se reunirá con Donald Trump en un encuentro que buscará consolidar el respaldo económico de Washington, mientras el mercado también seguirá de cerca el dato de inflación de septiembre y la licitación del miércoles.

Definiciones desde Washington. Tras una semana de alta expectativa, el jueves se confirmó que el Tesoro de EE. UU. intervino directamente en el mercado argentino mediante ventas de dólares en el MLC, una medida inédita que fue luego ratificada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent. El funcionario anunció además un swap de divisas por USD 20.000 M con el Banco Central y la activación del Exchange Stabilization Fund (ESF), que cuenta con recursos por otros USD 20.000 M invertidos en euros y yenes. Bessent defendió las bandas cambiarias y sostuvo que el peso argentino se encuentra “subvaluado”. En conjunto, estas medidas podrían fortalecer la posición de reservas internacionales, otorgar mayor certidumbre sobre los próximos vencimientos de capital e intereses de los bonos y contribuir a estabilizar el frente cambiario en la antesala de las elecciones del 26 de octubre. En este escenario, se prevé que el presidente Javier Milei viaje a Washington el 14 de octubre para mantener un encuentro con Donald Trump y profundizar los avances del acuerdo.

El Tesoro vendió y las reservas cayeron. Pese a la ayuda de EE. UU., la dinámica y el stock de las reservas internacionales siguen siendo un foco de tensión. En la última semana, las reservas brutas cayeron en USD 645 M, explicado por la venta de divisas del Tesoro que no pudo ser compensada por el aumento de encajes y otras operaciones, cerrando la semana con un stock bruto de USD 42.056 M. En tanto, las reservas netas profundizaron el deterioro y terminaron con un saldo negativo de USD 9.200 M. Ya sin la fuerte liquidación del agro por la eliminación temporal de las retenciones –recordemos que la semana anterior había liquidado USD 2.500 M–, en la semana la oferta fue de apenas USD 109 M –solo USD 25 M por día– y, con la demanda de divisas elevada ya sea para pagos al exterior como para cobertura, el Tesoro vendió cerca de USD 1.098 M para que la cotización oficial no supere la banda superior. Así, finalizada la liquidación extraordinaria del agro, el Tesoro vendió más de USD 2.000 M y el saldo de depósitos en moneda extranjera en el BCRA quedó en apenas USD 350 M –recordemos que, en caso de que no queden más, el BCRA tiene el poder de disponer de más de USD 12.000 M del préstamo del FMI para intervenir, pero en este caso solo con el tipo de cambio por encima del techo de la banda–.

Tipo de cambio estable y sin brecha. El tipo de cambio oficial se mantuvo estable durante la mayor parte de la semana, sostenido por las intervenciones del Tesoro en el MLC, aunque hacia el jueves comenzó a mostrar cierta presión alcista y cerró en $1.451,2 –a solo $30 del techo de la banda–, lo que marcó un incremento del 1,9%. No obstante, fue contenido tras las ventas de divisas por parte del Tesoro estadounidense en el mercado de cambios –suponemos que fueron en torno a USD 400 M–. Las definiciones del apoyo financiero por parte del gobierno de Trump aliviaron la tensión sobre los dólares financieros, que cerraron con caídas del 4,4% en el MEP y del 6,1% en el CCL, ubicándose en $1.438,2 y $1.443,4, respectivamente, quedando incluso por debajo del tipo de cambio oficial. 

Futuros por encima de la banda, por ahora. Si bien en la última rueda de la semana las expectativas de devaluación ajustaron a la baja –cayeron los bonos DLK y los contratos a futuro tuvieron una baja promedio de 1,1%–, los contratos de dólar futuro registraron un aumento promedio del 1,1% en la semana y se mantienen por encima del techo de la banda a partir del de noviembre –se negoció a $1.524,5, casi $15 por encima de la banda superior–. El interés abierto promedio retrocedió respecto de la semana pasada y se ubicó en USD 8.334 M, mientras que el volumen promedio disminuyó en USD 550 M, hasta USD 975 M de contratos. Por último, las tasas implícitas volvieron a cerrar por debajo de la TNA de las Lecap: 35,2% TNA para noviembre, 38,7% TNA para diciembre y luego descienden gradualmente hasta 33,1% TNA en septiembre de 2026. Así, la curva descuenta una devaluación implícita del 5,5% m/m en noviembre, 3,5% m/m en diciembre y 2,2% m/m en promedio para el resto de los plazos.

Tasas nuevamente al alza. En una semana con volatilidad en las curvas de pesos y con el BCRA absorbiendo liquidez a través de las ventas de títulos dollar-linked en el mercado secundario y de las ventas del Tesoro en el MLC, las tasas de interés volvieron a subir. La tasa de caución a un día pasó de 23,6% TNA a 46,1% TNA, la tasa repo de 38,6% TNA a 72,6% TNA, al tiempo que la tasa TAMAR aumentó desde 44,1% TNA hasta 50,2% TNA. A pesar de las tasas tendiendo al alza, la renta fija en pesos cerró la semana con subas en todos sus segmentos. Los duales fueron los más destacados, acumulando ganancias del 5% en la semana y rindiendo un margen del 16,5% sobre la tasa TAMAR y un 2,6% TEM en su versión tasa fija. Los CER les siguieron con un repunte del 2,3%, y la curva se tornó negativa: rinde CER +36% en el tramo 2025, CER +22% en el tramo 2026 y CER +17% para el resto de los plazos. A estos precios, descuentan una inflación implícita del 1% m/m entre septiembre y octubre y 28,7% acumulada en 2025. En tanto, la curva a tasa fija mostró cierta tensión a lo largo de la semana, aunque el jueves registró un fuerte repunte que le permitió cerrar con un avance del 1,6%. No obstante, la curva volvió a invertirse, con las tasas tendiendo al alza en el tramo corto –donde rinden en torno al 45,7% TNA–, en tanto que en el tramo largo se observó una compresión hasta niveles cercanos al 42% TNA. Por último, los dollar-linked, que venían manteniéndose firmes a lo largo de la semana, cerraron con caídas del 3,2%, concentradas mayormente el día jueves. A estos precios, rinden un promedio de devaluación +20% y descuentan una devaluación implícita del 0,6% m/m hacia diciembre de este año.

Fuerte caída en el riesgo país. La expectativa más concreta del apoyo de EE. UU. –que había generado dudas luego del anuncio original– aumentó la confianza respecto a los pagos de vencimientos que enfrenta Argentina, lo que se tradujo en una notable mejora en la curva soberana. Los soberanos en dólares cerraron una gran semana, en la cual treparon un 7,0%, y el riesgo país descendió 263 pb hasta un nivel de 902 pb, quedando incluso por debajo del mínimo alcanzado en la semana de la primera publicación de Bessent en X mostrando su apoyo a Argentina. El AL30 y el AL35 lideraron las ganancias con avances de 8,6% y 8,5%, respectivamente. Con la suba semanal, los bonos en dólares acumulan un alza de 15% en lo que va de octubre y recortaron parte de las pérdidas del año, aunque aún muestran una caída acumulada de 4,4%. Las curvas soberanas conservaron pendientes negativas, pero presentan una marcada mejora que las aplanó: los Bonares rinden entre 14,9% en el tramo corto y 13,6% en el largo, mientras que los Globales se ubican entre 13,5% y 12,8%. En este contexto, el spread de paridades GD30/AL30 bajó a 2,8% desde 6,0% la semana anterior, reflejando también una mejora en la preferencia por legislación extranjera frente a local. Los BOPREAL, en cambio, registraron una baja semanal promedio de 0,4%, aunque mantienen un avance de 7,4% en el año. La mayor caída se observó en la Serie 3 (-2,7%), y la curva de rendimientos se ubica actualmente entre 0,8% y 18,1% TIR. Por su parte, los subsoberanos ganaron 3,2% en la semana y acumulan una suba de 4,2% en el año, destacándose el Bono Buenos Aires 2037 con un alza semanal de 10,3%. En el segmento corporativo, los bonos se mostraron neutros en la semana y avanzan 4,3% en el año; dentro de este grupo, el YPF 2031 aumentó 3,0% semanal, mientras que el Edenor 2030 retrocedió 1,5%.

Gran repunte del Merval. En línea con la mejora de los bonos soberanos, el Merval cerró la semana con una suba de 11,0% medido en dólares y 7,0% en pesos. Con esto, finalizó en USD 1.316, igualando el máximo nivel que había alcanzado tras el primer anuncio de Bessent, aunque en el año acumula una caída de 38,4%. El alza fue liderada principalmente por el sector bancario –usualmente el primero en reaccionar a este tipo de eventos–, seguido por construcción y utilidades. En acciones, las mayores ganancias fueron para Macro (19,4%), Supervielle (18,5%) y Mirgor (17,5%), al tiempo que únicamente Ternium (-0,8%) y Aluar (-0,6%) registraron pérdidas.

Leve mejora de la actividad en agosto. Tras la fuerte caída que habían registrado en julio, la producción industrial y la actividad de la construcción mostraron una leve mejora en agosto. Concretamente, luego de dos meses en baja, el índice de producción manufacturera anotó un alza de 0,6% m/m, aunque quedó 4,4% por debajo del mismo mes de 2024 –salvo refinación de petróleo, todos los sectores marcaron retrocesos interanuales–, y en el acumulado de los ocho meses del año muestra una expansión de 4,4%. En el caso de la construcción, subió 0,5% m/m y quedó 0,4% por encima de agosto del año pasado, acumulando un crecimiento de 8% i.a. en lo que va del año.

Nueva derrota en el Congreso, pero ganó tiempo. Tras haber sido aprobado en la Cámara Alta por 56 votos a favor y 8 en contra, la Cámara de Diputados dio luz verde con 140 votos a favor y 80 en contra al proyecto que restringe el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Actualmente, todo DNU entra en vigor desde el momento de su firma y queda vigente a menos que sea rechazado por ambas Cámaras del Congreso. El proyecto en discusión invierte la lógica: estipula que, para quedar aprobado, un DNU debe contar con el aval de ambas Cámaras por mayoría absoluta de los presentes y fija para ello un plazo de 90 días. De lo contrario, el DNU cae. La buena noticia para el oficialismo fue que, al momento de la votación en particular, el artículo que establecía ese plazo de 90 días no reunió los votos suficientes, por lo que el texto volvió al Senado para su sanción definitiva –aunque es poco probable que el oficialismo logre revertir la votación, ganó tiempo, ya que aún no hay fecha para su tratamiento–.

Lo que viene. Las miradas de la semana estarán puestas en la reunión de Milei con Trump en la Casa Blanca, donde se esperan más precisiones sobre el apoyo de EE. UU. –se estima que, además del respaldo del Tesoro, podría haber anuncios de inversiones y novedades en materia arancelaria–. En cuanto a la agenda económica, lo más relevante será el martes, cuando el INDEC publique el IPC Nacional de septiembre, que esperamos marque un alza de 2,3% m/m –el IPC de CABA registró 2,2% m/m y el REM proyecta 2,1% m/m–. También se difundirán los índices de precios mayoristas y de la construcción. En cuanto a la deuda pública, hoy se conocerán las condiciones de la licitación del miércoles, en la que el Tesoro deberá afrontar vencimientos por $3,8 billones. Se trata de un monto acotado en comparación con los compromisos de los próximos meses, por lo que, sumado al mayor apetito por instrumentos en pesos tras los anuncios de Washington, se prevé que el Tesoro logre un rollover superior al 100%, incluso en un contexto de tensiones de liquidez registradas durante la última semana. En el plano político, mientras se espera la definición sobre quién encabezará la lista de LLA en PBA y si se reimprimirán las boletas, la oposición intentará que el Senado trate las modificaciones a la nueva ley de DNU.