El gobierno tuvo su primera victoria legislativa al lograr que el Senado apruebe la Ley de Bases, tras haber cedido en varios artículos y luego de una reñida votación que obligó a la vicepresidente, Victoria Villarruel, a desempatar. Esto demuestra que el camino de reformas estructurales que plantean desde el Ejecutivo será dificultoso –al menos hasta las elecciones legislativas de 2025, cuando se renueve la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado–. En el camino quedó el paquete fiscal, que incluye la restitución del impuesto a las ganancias y la suba de bienes personales, y debe volver a Diputados. Este dato no es menor, ya que la oposición tiene dictamen para una nueva movilidad jubilatoria y otros proyectos que cuentan con un elevado costo fiscal que pone en riesgo la meta de equilibrio, más aún con la promesa vigente del ministro de economía, Luis Caputo, de bajar el impuesto PAIS. En el plano económico, el gobierno sumó muy buenas noticias, como la fuerte caída de la inflación en mayo, la renovación del swap con China y aprobación de la octava revisión del FMI que habilita el desembolso de USD 800 M. Aunque pasaron desapercibidas, las malas también estuvieron. Se vio un deterioro en los indicadores de empleo y la performance del mercado de cambios va cada vez peor, con el BCRA prácticamente sin poder comprar divisas. Además, el saldo de operaciones sin agro tuvo el peor resultado desde septiembre de 2023. En este contexto, el mercado se recuperó de las fuertes bajas de las dos semanas previas con los bonos soberanos y acciones subiendo más de 8%, con la brecha cambiaria cediendo y con los bonos a tasa fija liderando las ganancias en la curva de Pesos. Las miradas de esta semana de apenas dos ruedas, estarán en el avance de las negociaciones en el Congreso mientras que en la agenda económica se destaca la publicación del resultado comercial y fiscal de mayo de los que se estiman resultados positivos. 

Aprobada, pero falta el paquete fiscal. Finalmente, luego de intensas negociaciones y con un voto desempate de la vicepresidente, el gobierno logró un triunfo político al aprobar en el Senado la Ley de Bases. Esto es muy positivo para el Ejecutivo, ya que elude una potencial crisis de gobernabilidad y suma crédito político. Sin embargo, el rechazo del paquete fiscal es una luz amarilla, dado que obliga a seguir negociando: No se aprobó la baja de piso de Ganancias a $1.8 M ni la suba de MNI de Bienes Personales a $100 M sin sobretasa para el exterior y con beneficios con pago adelantado para este año. También tuvo que ceder algunas privatizaciones de empresas –AA, Correo Argentino y RTA–. Ahora, en Cámara de Diputados se podría insistir con el proyecto aprobado en su espacio con mayoría simple –excepto para el artículo asociado a gastos tributarios, aprobado con 2/3–. Si bien mantenemos el optimismo con respecto a la aprobación en Diputados del impuesto a las ganancias y bienes personales, hay que tener en cuenta que la paridad en el Congreso será un camino con obstáculos para el plan del gobierno, tal es el caso de la Ley de movilidad jubilatoria, Fondo Nacional de Incentivo docente entre otros, a lo que se suma la promesa del Ministro Caputo de reducir de 17,5% a 7,5% la alícuota del impuesto PAIS que entre todos tienen un costo fiscal de 1,4% de PBI y que seguramente será un gran obstáculo para lograr el equilibrio fiscal.

El empleo empieza a sentir la recesión. En abril, el empleo registrado mostró una caída del 0,4% m/m (vs +0,2% previo), lo que acumula una baja del 1,9% en los últimos 5 meses. Por su parte, los asalariados registrados del sector privado mostraron siete descensos mensuales consecutivos, en este caso de 0,4% (vs 0,3% previo), profundizando la mala dinámica. Además, otro dato llamativo es que los salarios reales mostrados por el SIPA (Min. de Trabajo) muestran caídas en febrero y marzo, a contramano de lo que publicó el RIPTE. Específicamente, en los datos del SIPA los salarios privados registrados bajaron 0,4% m/m tanto en febrero como en marzo.

Muy buen dato de inflación. El IPC Nacional de mayo sorprendió positivamente al registrar un alza de sólo 4,2% m/m, la más baja desde enero de 2022 y muy por debajo del dato de abril, que había sido de 8,8% m/m como así también del 5,2% m/m promedio que esperaba el consenso de mercado (medido con el REM del BCRA publicado en la primera semana del mes). Con este resultado, en los primeros cinco meses de 2024 se acumula una suba de 72%, mientras que en los últimos doce meses el incremento llegó a ser del 276% i.a. (vs 289,4% previo). Si bien gran parte de la desaceleración respecto a abril se explica por el freno en el ajuste de tarifas y el retroceso en los precios de las prepagas, también es cierta la buena performance que marcó el IPC core –que excluye precios estacionales y regulados–, con un alza de 3,7% m/m (277% i.a.) y desacelerando más de 2,5 pp con respecto a abril. Alimentos y bebidas, el componente más relevante del índice, subió 4,8% m/m (289% i.a.), y en este aspecto se destaca la estabilidad del precio de la carne –y del asado en particular– compensado en parte por un aumento del 30% m/m en el componente estacional de verduras. Referido a las divisiones, el mayor aumento fue Comunicación (8,2%), seguido por Educación (7,6%) y Bebidas alcohólicas (6,7%), en tanto que, de otro modo, Salud (+0,7%), junto con Vivienda (+2,5%), fueron los más bajos. Relacionado con estas dos divisiones de bajo incremento, regulados creció 4% m/m (vs. 18,4% abril; 323% i.a.), impulsado por el congelamiento de precios tanto en la factura de electricidad y gas, y la baja en el precio de las prepagas. Para junio se esperaría una aceleración de la inflación mensual al entorno del 5%, con mayor empuje de regulados y algo de estacionales, pero atenuado por una mayor desaceleración de otros componentes, en particular alimentos y bebidas. 

Mala semana para las reservas y peor para el mercado cambiario. Las reservas internacionales cerraron la semana en USD 29.166 M, lo que implicó un descenso semanal de USD 133 M, en tanto que las reservas netas quedaron con un saldo favorable de USD 500 M. El pobre desempeño de los activos externos del BCRA se debe a que el saldo de operaciones en el mercado cambiario es cada vez más equilibrado, y se fue alejando del período de abundancia registrado en los primeros cinco meses del año. Concretamente, en la última semana, la entidad financiera compró apenas USD 4 M, acumulando en las dos semanas de junio compras netas por sólo USD 10 M. Como lo venimos destacando en informes anteriores, este resultado no se debe a la falta de oferta del agro, que en la semana se liquidaron casi USD 750 M, sino que se explica por la mayor demanda en la normalización de los pagos de importaciones. De hecho, el resultado del mercado cambiario sin el aporte del agro fue el peor desde la última semana de septiembre de 2023.

Buenas noticias desde China y el FMI. En la última semana se confirmó la renovación del swap con China y el desembolso del FMI, lo cual es un alivio para las reservas internacionales en el corto plazo. En cuanto al swap con el Banco de China, el gobierno llegó a un acuerdo para refinanciar hasta julio de 2026 el tramo activado por el cual tenía en las próximas semanas dos vencimientos que sumaban casi USD 5.000 M. En cuanto al FMI, se aprobó la octava revisión del EFF para encaminar el desembolso por USD 800 M que se utilizará para cancelar los vencimientos de capital e intereses con el propio organismo. Esto hace que la suba de reservas internacionales sea transitoria. El FMI destacó la buena performance de todos los criterios cuantitativos, aunque sostiene que “para mantener el progreso es necesario mejorar la calidad del ajuste fiscal, dar los primeros pasos hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria y aplicar reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la inversión”. Finalmente, el organismo enfatiza también en que los riesgos, aunque moderados, siguen siendo elevados, por lo que se exige una implementación ágil de las políticas. 

Inflación y súper-dólar golpean la competitividad. Como comentamos en el weekly global, la fortaleza de la economía americana y la fragilidad e inestabilidad del resto de las economías del mundo hacen que el dólar no pare de apreciarse frente a la mayoría de las monedas. En un contexto en el que el BCRA mantiene a rajatabla el ritmo de devaluación mensual al 2% m/m –por arriba de la inflación– se sigue deteriorando la competitividad del Peso medido a través del Tipo de Cambio Real Multilateral –TCRM–. Concretamente en la última semana el TCRM perdió 1,5% y ya se encuentra 6% abajo que un año atrás. En este sentido, si bien con el dólar americano sólo perdió 0,7%, contra el resto de las monedas de nuestros socios comerciales tuvo una importante apreciación entre la que se destaca la pérdida de competitividad de 10% frente a las monedas sudamericanas, 12% frente a Japón, 5% frente a China y 3% frente al Euro.

Bajó la brecha. El optimismo de la semana llevó calma a la demanda de dólares financieros que tuvieron una semana a la baja. Medidos con GD30, el CCL cayó un 3,9% semanal hasta los $1.260, mientras que el MEP se redujo en 2,8% hasta los $1.245. De esta forma, las brechas entre el dólar oficial y los dólares financieros cerraron el viernes en 40% y 38% respectivamente, contra 46% y 42% la semana pasada. Una novedad es que el canje entre CCL y MEP –el costo de girar dólares al exterior– cayó a 1,2%, el nivel más bajo en todo el año, muy alejado del máximo de 7,4% que había marcado a mediados de marzo.

Rebote de los bonos soberanos. El aluvión de buenas noticias inyectó mucho optimismo para la renta fija argentina, que acumuló una importante suba de 8,7% en la semana y quebró la racha bajista que mantenía desde hace más de un mes. El contexto global fue neutro tirando a negativo, con los bonos de países comparables cayendo un 0,2% en el mismo periodo. Así, los bonos acumulan una caída de 0,4% en lo que va de junio y un alza de 36% en lo que va del año. Los créditos del Tesoro argentino todavía están algo por debajo de los máximos alcanzados en abril: las paridades están en 50% y el riesgo país en 1381 pbs, cuando llegaron a estar en 55% y 1161 pbs respectivamente.  El buen contexto también se trasladó a los BOPREALes del BCRA que ganaron un 3,4% semanal, por lo que sus paridades promedian el 82%. Por otro lado, los créditos provinciales ganaron un 1,4% impulsados por las subas de 4,1% en el bono de la PBA 2037 y de 3,6% en el bono de Chaco a 2028. Finalmente, las obligaciones negociables aumentaron 0,9% y fueron las que menos ganaron, fiel reflejo de su baja correlación con el riesgo soberano.

Buen desempeño del carry trade. Buena semana para la deuda en pesos que, a pesar de no registrar grandes ganancias nominales, recuperó terreno contra el dólar. Con la inflación sorprendiendo a la baja, las mayores subas estuvieron en los instrumentos a tasa fija: el bono TO26 dominó la semana y ganó un 8,8% en tanto que las lecaps subieron 2,6% (ofrecen TEMs de 3,1% hasta agosto y de 4,0% entre octubre y marzo del 2025). Los bonos CER y los duales – que operan dentro de la curva CER– sufrieron ante las perspectivas de menor inflación en el largo plazo y ganaron tan solo 0,4% y 0,5% respectivamente en la semana. De esta forma, la inflación breakeven es de 4,2% promedio hasta fin de año y el 2024 cerraría en 128% interanual. La peor parte se lo llevaron los bonos dollar-linked que perdieron 0,8% en la semana –aunque por ahora siguen mostrando la mejor performance en el mes al anotar una ganancia de 3,1%-- y los futuros de dólar que cayeron 2,1% promedio —la devaluación implícita en ROFEX es de 4,2% para lo que queda del 2024 y le otorgan probabilidades prácticamente nulas a que el gobierno se vea empujado a unificar el tipo de cambio antes del 2025–.

El gobierno sigue poniéndole un límite a la demanda de Lecaps. En otra buena licitación, el Tesoro colocó el monto máximo a adjudicar de $5.4 billones contra vencimientos por $5,2 billones. El gobierno decidió adjudicar la totalidad de la licitación a la Lecap con vencimiento el 13 de septiembre del 2024, con TEM mínima de 4,25%. En un comunicado posterior, el secretario de Finanzas afirmó que el gobierno considera que “el proceso de tasas reales negativas ha llegado a su fin” habiendo cumplido el objetivo de contribuir al saneamiento del BCRA. Con esto, se apunta a que la tasa del Tesoro sea la nueva tasa de referencia de la economía. Sin embargo, la capacidad de trasmisión de esta tasa sigue limitada por el límite máximo a adjudicar que se establece en todas las licitaciones. La próxima licitación será el miércoles 26 de junio, fecha en la que vencen $6,0 billones por el dual TDJ24 ($3,1 billones), la lecap S01L4 ($2,6 billones) y el pago de cupones para bonos CER ($0,3 billones). 

Recuperación para el Merval. Las acciones tomaron envión luego de la aprobación por la Ley de Bases. De esta forma, subieron 4,2% en pesos y 8,9% en moneda extranjera para alcanzar los USD 1270, aunque lejos del máximo alcanzado semanas previas de USD 1400. Las más beneficiadas fueron las acciones del sector financiero con aumentos para BBVA (+7,5%), Supervielle (+11%) y Galicia (+6%). Las energéticas también cosecharon subas en particular: Pampa Energía (+7,2%), Central Puerto (+5,6%) y las transportadoras de gas TGS (+6,9%) y TGN (+8,1%). Igual dinámica tuvieron los ADRs de empresas argentinas con subas promedio del 6% lideradas por bancos como Supervielle (+16,2%) y BBVA (+14,6%) junto a energéticas como YPF (+5,7%) y TGS (+11,9%). Por el contrario, las tecnológicas como Meli (-1,2%) y Despegar (-2,9%) sufrieron caídas.

Lo que viene. En una semana de apenas dos días hábiles, las miradas seguirán puestas en las negociaciones por el paquete fiscal en Diputados, especialmente en lo que refiere al impuesto a las ganancias. También se pone el foco en las negociaciones con el FMI por un nuevo programa que implique nuevos desembolsos, lo cual es un aspecto clave para evitar que las reservas internacionales caigan en el segundo semestre. En cuanto a la agenda económica, estarán disponibles los datos de balanza comercial de mayo –que se espera que vuelvan a mostrar superávit de la mano de las exportaciones del agro– y el resultado fiscal de mayo, que habría marcado nuevamente superávit financiero, gracias al fuerte repunte del impuesto a las ganancias y el impuesto PAIS.