A pesar de un contexto internacional desfavorable, los activos financieros locales volvieron a tener una semana positiva, en un entorno donde las expectativas para 2025 siguieron mejorando, proyectando un escenario con mayor crecimiento, menor inflación, superávit fiscal y estabilidad cambiaria. Los bonos soberanos en dólares y las acciones extendieron su tendencia alcista, mientras que en la curva de pesos los bonos ajustables por CER lideraron las subas, impulsados por la expectativa de que la inflación de diciembre superaría las estimaciones del mercado. Las reservas internacionales cayeron debido al pago de deuda, aunque este impacto fue parcialmente amortiguado por la sólida dinámica de compras de divisas del BCRA, a partir de emisiones de deuda corporativa. En términos macroeconómicos, los datos recientes reflejan una recuperación gradual, con la inflación repuntando en diciembre, si bien se prevé que este comportamiento sea transitorio dentro de un contexto general de desinflación. En línea con la promesa presidencial, esto no sería suficiente para que el BCRA modifique el ritmo de devaluación ni las tasas de interés, decisiones que se postergarían hasta febrero, en coherencia con la desaceleración esperada de los precios en los próximos meses. Así, la semana estará marcada por la publicación de la inflación de diciembre y el resultado fiscal del mismo mes, que aunque se espera deficitario, como es habitual en esta época del año, no opacará el sólido desempeño de las cuentas públicas en 2024, que será recordado como uno de los de mejor performance fiscal en décadas con una notable caída del gasto.
Indicadores mixtos de actividad en noviembre. En noviembre de 2024, los principales indicadores de actividad productiva mostraron un comportamiento mixto, con incrementos mensuales moderados y caídas en sectores clave, aunque el mes cerró con un leve crecimiento general. Entre los aumentos mensuales, destacó el Índice de Producción Industrial Pesquero, que registró una notable suba del +13% m/m (+111,3% i.a.). La construcción también avanzó un +2,2% m/m, aunque permanece en un ciclo de fluctuaciones mensuales desde julio, acumulando una contracción del -28,5% i.a. La actividad industrial presentó una recuperación del +0,4% m/m, retomando la senda de crecimiento tras la caída del -0,8% m/m en octubre. Sin embargo, algunos sectores registraron bajas significativas. La molienda de oleaginosas disminuyó un -9,9% m/m, con una reducción en la soja del -10,6% m/m. En el ámbito de la producción pecuaria, se observaron retrocesos en carne vacuna (-11,2% m/m), cerdo (-8,1% m/m) y pollo (-6,3% m/m). Además, el Índice de Producción Industrial Minero mostró una leve contracción del -0,3% m/m, a pesar de un crecimiento interanual del +3,7% i.a. En este contexto, noviembre cerró con un leve crecimiento general, reflejado en el IGA-OJF, que evidenció una suba del +0,1% m/m sin estacionalidad.
El empleo privado se sigue recuperando. En noviembre de 2024, el empleo privado registrado en empresas con más de 10 personas ocupadas creció un 0,2% m/m, acumulando tres meses consecutivos de expansión con un incremento total del 0,7% en ese período, lo que sugiere una posible consolidación de la tendencia positiva en el empleo formal. No obstante, en términos interanuales, el empleo aún muestra una caída del -1,6% i.a. La expansión fue más pronunciada en los aglomerados del interior del país (+0,3% m/m) en comparación con el Gran Buenos Aires (+0,2% m/m). Los sectores que lideraron este crecimiento fueron comercio, restaurantes y hoteles (+0,4% m/m) e industria manufacturera (+0,3% m/m), mientras que la construcción se mantuvo sin cambios. Por otra parte, las expectativas netas de las empresas para el próximo trimestre permanecen en terreno positivo, con un saldo de +2,4%, ya que el 4,3% de las compañías planea aumentar su dotación y solo el 1,9% prevé reducirla.
Repuntó la inflación porteña. El dato de inflación de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) fue del 3,3% m/m, reflejando una leve aceleración respecto a noviembre (+0,1 pp) y sugiriendo que la desaceleración inflacionaria podría haberse frenado de manera transitoria. La inflación núcleo también mostró mayor rigidez, acelerándose al 3,7% m/m frente al 3,1% m/m del mes anterior. La divergencia entre los índices de CABA y el nacional puede atribuirse a las diferencias en la ponderación de sus canastas: mientras los bienes representan el 66,1% en el IPC Nacional, en CABA apenas alcanzan el 41,4%. En este contexto, el fuerte ajuste de servicios públicos impulsó un aumento interanual de los servicios del 167,1% i.a. en CABA, frente al 101% i.a. de los bienes. Esto explica gran parte de la brecha entre la inflación interanual de CABA (136,7%) y la estimación nacional, que rondaría el 118%. Al ajustar la ponderación de bienes y servicios con la canasta nacional, la inflación estimada para diciembre a nivel país se ubicaría en torno al 2,7% m/m, reflejando una leve aceleración frente al 2,4% m/m del dato oficial del INDEC. De confirmarse este nivel, es probable que el BCRA posponga la reducción del crawling peg al 1% m/m hasta febrero. Para enero y febrero, se proyectan aumentos de precios del 2,5% m/m y 2,3% m/m, respectivamente, lo que podría generar el espacio para la reducción del crawling peg.
Buenas expectativas para 2025 según el REM del BCRA. De acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, la inflación de diciembre de 2024 se estimó en 2,7% m/m, cerrando el año con un 117,8% interanual, lo que representa una corrección a la baja de 1 pp respecto al relevamiento anterior. Para 2025, se proyecta una desaceleración inflacionaria al 25,9% i.a., con una revisión a la baja de 2,2 pp. En términos de crecimiento económico, se anticipa una contracción del PBI real del -2,6% en 2024, seguida de una recuperación del 4,5% i.a. en 2025. En el sector externo, las exportaciones se prevén en USD 82,8 M e importaciones en USD 67,4 M, lo que generaría un saldo comercial positivo de USD 15,4 M, por debajo de los USD 18,5 M proyectados para el cierre de 2024. En cuanto al balance fiscal, se espera un superávit primario de $11,2 billones en 2025, equivalente al 1,3% del PBI. Por el lado del tipo de cambio nominal, se estima un promedio de $1.042 por dólar en enero de 2025 y $1.205 por dólar en diciembre, con una devaluación promedio del 1,4% m/m. Se espera finalizar el régimen de crawling peg del 2% m/m en febrero. Finalmente, se incorporó la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR) como indicador clave, estimándose en 34% TNA en enero (2,8% efectivo mensual) y previendo una reducción al 25% TNA para diciembre de 2025.
El Banco Central acelera las compras, pero las reservas caen por vencimientos de deuda. En la semana, las reservas brutas cayeron en USD 1.735 M debido al pago de capital a bonistas privados por USD 2.200 M, cerrando en un stock bruto de USD 31.039 M. Por su parte, el stock neto se ubicó en un saldo negativo de USD 3.200 M, que asciende a USD 5.500 M si se consideran los vencimientos corrientes de BOPREAL. El impacto de estos fue parcialmente compensado por la sólida dinámica del BCRA en el mercado cambiario, donde registró compras semanales por USD 537 M, acumulando USD 741 M en enero. Este incremento en las compras no estuvo impulsado por el sector agropecuario, que mantuvo un ritmo de liquidación diario similar al de la semana previa, sino por el flujo positivo del canal financiero, alimentado por préstamos de bancos locales –con un crecimiento del 14% en los créditos en dólares en los últimos 30 días– y por la liquidación de emisiones de deuda en el exterior.
El financiamiento externo corporativo empieza el 2025 con fuerza. YPF inauguró el mercado primario corporativo de 2025 con una destacada colocación de USD 1.100 M a nueve años de plazo y una tasa anual de 8,5% en Nueva York. La petrolera destinará USD 770 M de los fondos recaudados a la recompra de su bono con vencimiento en julio de este año. Este monto equivale al 40% de los vencimientos totales de YPF y al 20% de los vencimientos totales de empresas argentinas. El financiamiento corporativo apunta a mantenerse robusto en 2025, luego de un 2024 excepcional en el que las empresas argentinas emitieron USD 9.700 M, con YPF liderando con emisiones primarias por USD 2.800 M. Por el momento, esta semana también se espera la colocación local del Santander a seis meses por hasta USD 50 M.
Los bonos CER suben de la mano de las mayores expectativas de inflación. En la semana, los dólares financieros registraron leves alzas. El MEP (GD30) subió un 0,3%, cerrando en $1.168 con una brecha del 12%, mientras que el CCL aumentó un 1,1%, ubicándose con una brecha del 15%. En la curva de deuda en pesos, los bonos CER lideraron con un incremento promedio del 2,8% por las mayores expectativas de inflación tras el dato de diciembre en CABA. Les siguieron las Lecaps, que aumentaron un 0,8%. Por último, los bonos dollar-linked quedaron rezagados, afectados por la confirmación de que el gobierno planea reducir el ritmo del crawling peg a 1,0% m/m si la inflación se mantiene en torno al 2,5% m/m. A estos precios, el mercado está proyectando una inflación del 18% para 2025 (1,4% mensual promedio) y una devaluación del 21% (1,6% mensual promedio).
El pago de cupones no impactó sobre el precio de los bonos. Los bonos argentinos hard-dollar registraron baja volatilidad y un avance del 0,7%, rendimiento inferior al de los BOPREAL, que subieron un 1,7%. En este contexto, el riesgo país disminuyó 22 pb, cerrando en 562 pb. Este desempeño ocurrió en un entorno donde los instrumentos de renta fija comparables tuvieron una buena performance a pesar del desfavorable contexto global: la deuda de emergentes comparables subió un 0,8% (neto del impacto del canje CCL/MEP), mientras que la tasa de los corporativos estadounidenses CCC comprimió 5 pb, ubicándose en 10,0%. Por otro lado, los bonos corporativos perdieron un 0,1% y en el mercado local operan con tasas que oscilan entre 3,0% y 7,5%, todavía por debajo del 10% que rinden los soberanos. Finalmente, los bonos provinciales tuvieron una destacada semana con un aumento promedio del 1,1%, liderados por el incremento del 4,0% en Entre Ríos 2028 y el 2,1% en Buenos Aires 2037-A.
Merval en nuevos máximos. Gracias a las acciones de los bancos, el Merval mantuvo su tendencia alcista y registró una ganancia semanal del 2,9% en pesos y 2,7% en dólares CCL, cerrando en USD 2.390. Con este desempeño, acumula en apenas 10 ruedas del año un alza del 9,4% medido en dólares CCL. El principal impulso de la semana provino nuevamente de las acciones de los bancos, que en promedio subieron un 5,5%, destacándose Supervielle y BBVA con incrementos del 16% y 8%, respectivamente. El sector energético también contribuyó con una suba del 3,2%, liderado por YPF, que avanzó un 4,8%. Sin embargo, este desempeño fue parcialmente compensado por las caídas en Edenor (-15%), Transportadora de Gas del Norte (-7%) y Transportadora de Gas del Sur (-2%).
Lo que viene. Mañana, martes, se publicará el dato de inflación de diciembre, que será clave para determinar la política cambiaria y la tasa de interés del BCRA –no se esperan cambios en el corto plazo–. El viernes se darán a conocer otros indicadores de precios, como los índices mayoristas y el costo de la construcción. Ese mismo día, el Ministerio de Economía publicará el resultado fiscal de diciembre. Aunque se espera un déficit primario –habitual para el último mes del año, que suele ser el de peor desempeño fiscal–, este no opacará el sólido proceso de consolidación fiscal que llevó a cabo el Gobierno nacional en 2024, un esfuerzo que también habrían replicado las provincias.