La agresiva baja de tasas por parte del BCRA finalmente terminó repercutiendo en otros activos alternativos al peso. Así, la brecha subió un escalón y terminó con la pax cambiaria que se mantenía desde inicios de febrero, con aumentos de más del 12% semanal en dólares financieros que llevaron a la diferencia con el dólar oficial a casi 40% –contra menos del 25% la semana anterior–. En este contexto, hubo caídas récord para los bonos hard-dollar (-8,5% semanal), marcando su peor semana desde que Milei es presidente. La deuda en pesos tampoco quedó exenta de la turbulencia financiera: la gran mayoría de las curvas registraron pérdidas en pesos, donde solo los duales y los bonos dollar-linked registraron un aumento semanal en moneda local. Además, como era esperable, fue una semana difícil para el Merval, tras el ruido político por el tratamiento de la Ley de Bases en el Congreso y la volatilidad cambiaria, sumado a una semana internacional que no fue positiva para los mercados. Finalmente, nuevos datos del PBI confirmaron la aceleración de la caída en marzo, mientras que para abril los datos son mixtos. Esta semana se realizará la segunda licitación de mayo del Tesoro, en la cual prácticamente no enfrenta vencimientos, y que tendrá como principal objetivo incentivar nuevamente a los bancos a desarmar sus pases para ir a Lecaps.

Se aceleró la caída del PBI en marzo. Como varios indicadores adelantados venían sugiriendo, el EMAE (PBI mensual) en marzo exhibió la séptima caída mensual consecutiva de la actividad, el mayor registro de meses consecutivos de caída desde el comienzo de la serie en 2004. La baja fue del 1,4% y acumula desde agosto de 2023 una caída del 6,1%. En términos interanuales, este valor fue aún más negativo, llegando al 8,4%. En relación a los sectores, 9 de los 15 mostraron bajas, destacándose construcción (-29,9%), industria (-19,6%) y comercio (-16,7%). Por el contrario, agro (+14,1%) y minas y canteras (+5,9%) fueron los que más atenuaron la baja. Los indicadores adelantados de abril muestran valores mixtos, por lo que se esperaría inicialmente una variación mensual sin grandes cambios. Con este dato de marzo, el 1Q24 termina con una caída del 3% t/t, acelerándose respecto a la baja del 1,9% t/t previa, y alcanzando una contracción del 5,3% i.a. (superior a la caída del 5% del 2Q23 por la sequía). En el segundo trimestre se espera que la actividad vuelva a caer (-1% t/t; en buena medida por arrastre estadístico), y recién en el tercer trimestre empezaría una recuperación gradual (+0,8% t/t).

Nuevo superávit comercial, aunque desacelerando. La balanza comercial mostró superávit por quinto período consecutivo, alcanzando en abril los USD 1.820 M (el mejor abril desde 2010), aunque desacelerando un poco respecto al mes anterior (USD 2.059 M) y acumulando en 2024 un total de USD 6.072 M (el mayor superávit en 30 años). Las exportaciones se ubicaron en USD 6.527 M, aumentando un 10,7% i.a. (+21,6% en cantidades), con crecimiento en el sector agropecuario (PP: +54%; MOA: +4%) y energía (+44%), pero nuevamente con una caída en las industriales (MOI: -16% i.a.), lo que sigue generando algunas alertas. En el 1Q24, las ventas al exterior crecieron un 9,8%, a pesar de una baja del precio del 8,3% (y una caída de las MOI del 11%). Por otro lado, las importaciones se ubicaron en USD 4.708 M en abril, bajando un 22,7% i.a. (-16,4% en cantidades), con todos los rubros cayendo, con excepción de vehículos (+7%), y con bienes intermedios y combustibles liderando la baja, -22% y -59%, respectivamente. Así, el 1Q24 cerró con una merma del 23,8%, donde las cantidades se redujeron un 18,9%.

Luces de esperanza para el avance de la Ley de Bases. Luego de tres semanas de discusión en las comisiones y complicaciones en las negociaciones para introducir cambios, finalmente se podría lograr un consenso en los próximos días y conseguir el dictamen para llevar el proyecto al recinto de la Cámara Alta. La semana pasada, el oficialismo terminó de recolectar todos los pedidos de modificaciones. Si bien el Poder Ejecutivo ya aceptó varias modificaciones como el Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI), queda por ver qué hará con el resto de los cambios. Si se alcanza un punto de equilibrio, el proyecto podría ir al recinto durante la primera semana de junio para obtener una media sanción que lo devolvería a la Cámara de Diputados.

La brecha sube un escalón. Las sucesivas bajas de tasas finalmente se trasladaron a la brecha, que marcó un repunte récord y terminó con la Pax Cambiaria que se mantenía desde febrero. Durante la semana, el CCL con GD30 aumentó un 12,1%, alcanzando los $1.240, mientras que el MEP experimentó un incremento semanal del 12,7%, situándose en $1.207. Como resultado, las brechas con el dólar oficial se expandieron a 39% y 36%, respectivamente, contra 25% y 21% a finales de la semana anterior. Paralelamente, los futuros del Rofex aumentaron un 3,2% semanal, indicando una proyección de devaluación del 3,3% m/m para el resto del primer semestre, del 4,4% m/m para el segundo semestre y del 2,5% m/m para el 1Q25.

El desarme de pases presiona la base monetaria. Producto de la última licitación del Tesoro, la semana pasada la base monetaria se expandió en $0,6 B, lo que representó un crecimiento del 4%. La extraordinaria colocación que registró el Tesoro fue financiada gracias al desarme de pases pasivos, que el lunes, día en que se liquidaba la licitación, cayeron en $10,8 B para luego recomponerse parcialmente y, finalmente, registrar una caída de $8,6 B entre lunes y jueves, prácticamente idéntica al financiamiento neto que logró el Tesoro. De esta forma, el stock de pases pasivos cayó un 26% en una semana, explicado por una caída del 35% en el stock de bancos privados y del 21% en el stock de bancos públicos. Como resultado, el organismo monetario no logró esterilizar la emisión producida por las compras en el MULC ($0,4 B), el pago de intereses ($0,2 B) y el ejercicio de puts en el mercado secundario ($0,3 B).

Caídas récord para los bonos hard-dollar. Los bonos soberanos en dólares tuvieron su peor semana desde que Milei es presidente, cayendo un 8,5% semanal. Así, mayo se consolida como un pésimo mes para la renta fija argentina, acumulando un descenso mensual del 9,9%. De todas formas, en 2024 mantienen una extraordinaria ganancia acumulada del 33,3%. Parte de la caída de esta semana se explica por el mal contexto global: los emergentes comparables registraron caídas en torno al 1,1%. Sin embargo, la mayor parte del golpe se debe a la coyuntura local. Actualmente, las paridades se sitúan en promedio al 48%, y el riesgo país se elevó en más de 100 pb, alcanzando los 1.443 pb. Por otro lado, la caída en los BOPREALes del BCRA fue notablemente menor: cayeron un 2,8% en la semana y un 0,4% en mayo, con paridades promediando el 81%. La caída también fue más moderada en los bonos provinciales y corporativos, que registraron pérdidas semanales del 1,0% y 0,1%, respectivamente.

Final brusco para el carry trade. La deuda en pesos no quedó exenta de la turbulencia financiera. Durante la semana, la gran mayoría de las curvas registraron pérdidas en pesos. En un contexto de fuertes alzas en los dólares, esto significa que las inversiones en pesos sufrieron pérdidas significativas medidas en dólares. En otras palabras, las ganancias del carry trade acumuladas durante meses se esfumaron en menos de una semana. En lo que refiere a tasa fija, el TO26 cayó un 5,3% semanal en pesos y paga una TEM de 3,0%; en tanto que las Lecaps cayeron un 0,7% y ofrecen TEMs en torno al 3,7%. Por su parte, los bonos CER sufrieron un descenso semanal del 0,2% en pesos. Finalmente, solo los duales y los bonos dollar-linked registraron un aumento semanal en pesos, del 0,3% y 1,3% respectivamente.

Se moderan las compras en el MULC. Durante la semana, las reservas internacionales aumentaron en USD 315 M, alcanzando un total de USD 29.113 M. Así, las reservas netas presentan un saldo positivo de USD 357 M, que se convertiría en negativo por USD 1.310 M si se consideran los vencimientos corrientes de BOPREAL. El BCRA registró compras netas de USD 550 M durante la semana, una disminución considerable frente a los USD 759 M de la semana anterior. Hasta ahora, acumula USD 2.415 M en las diecisiete rondas del mes, en comparación con los USD 3.186 M del mismo período del mes anterior. Este cambio se produce a pesar de una mayor liquidación por parte del sector agrícola, que durante la semana liquidó USD 487 M y, en mayo, USD 2.017 M. En el quinto mes, se mantiene un promedio diario de liquidaciones de USD 119 M, contra un promedio de USD 96 M en abril.

Semana difícil para el Merval. Tras el ruido político por el tratamiento de la Ley de Bases en el Congreso y la volatilidad cambiaria, sumado a una semana internacional que no fue positiva para los mercados, el S&P Merval subió 3,2% en pesos. Sin embargo, debido al aumento de los dólares financieros, perdió 11,1% en dólares, acumulando una caída mensual de 1,6% y cerrando en USD 1.231, lejos de los USD 1.400 alcanzados la semana pasada. Medido en pesos, el sector de materiales (+8,3%) fue el más beneficiado, acompañado de Aluar (+7,8%), Loma Negra (+3,3%) y Holcim (+7,6%). También se destacaron las energéticas, en especial Pampa Energía (+6,3%), junto con TGS, Comercial del Plata (+11,3%) y Central Puerto (+1,9%). Los bancos tuvieron resultados mixtos, siendo Galicia (+2,8%) la más beneficiada, seguida de Macro (+0,4%), mientras que BYMA (-2,1%) y BBVA (-0,7%) registraron caídas. La semana de los ADRs argentinos que cotizan en Wall Street tampoco fue buena, afectada por el contexto internacional, con caídas promedio de 8%. Los bancos fueron los más perjudicados, con BBVA (-13,1%), Supervielle (-12,5%) y Galicia (-11,5%) a la cabeza. Las energéticas también sufrieron, en particular Edenor (-15,3%), YPF (-10,4%) y Pampa Energía (-4,5%).

Lo que viene: Este miércoles el Tesoro realizará la segunda licitación de mayo, en la cual prácticamente no enfrenta vencimientos. Al igual que en la anterior, esperamos que el gobierno incentive a los bancos a desarmar sus pases para ir a Lecaps. El lunes se publicarán los términos de la licitación, donde prestaremos especial atención a tres puntos: a) si se ofrece una TEM mínima para las Lecaps; b) si esta TEM mínima es igual al 4,0% que se ofreció la vez pasada; c) si nuevamente hay un tope máximo de nominales a adjudicar.