¿Qué pasó?
Internacional
Los mercados globales experimentaron su segunda semana consecutiva al alza, registrando ganancias en bonos, acciones y commodities. Los analistas mantienen su confianza en que la Fed no incrementará nuevamente las tasas de interés. Además, destacan el excelente desempeño de la actividad económica y la estabilización de la inflación. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. se estabilizaron, con una ligera disminución –lo que respaldó a los índices de renta fija que han tenido un modesto repunte en un contexto anual desfavorable para estos instrumentos–. Las acciones, especialmente las del sector tecnológico, exhibieron incrementos generalizados. Por su parte, los commodities se vieron impulsados por el precio del petróleo, que alcanzó su nivel más alto desde noviembre del año pasado. Dado que la actividad económica muestra pocos signos de debilitamiento y que los precios están demostrando resistencia a la baja, las próximas semanas serán cruciales para el futuro de la política monetaria, ya que se espera un repunte en la inflación. Se avecina una semana con una agenda económica relativamente liviana, por lo que la atención se centrará en las declaraciones de los directores de la Fed.
Acelera el consumo y se modera el empleo. El consumo privado en julio registró un incremento del 0,6% m/m, lo cual se traduce en un 7% en términos anualizados. Esta aceleración se debe a un mejor desempeño tanto en la demanda de bienes como de servicios, en comparación con los meses previos. Cabe señalar que el aumento en el consumo superó al de los ingresos, que se mantuvieron estancados. Esto último ocurrió porque cualquier mejora en los salarios fue contrarrestada por un aumento en los pagos de impuestos. Como resultado, este incremento en el consumo se financió mediante una disminución en la tasa de ahorro, que cayó al 3,5%, 0,9 pb menos que en los meses anteriores y el nivel más bajo desde noviembre del año pasado. En relación con el empleo, en agosto se generaron 187.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas, acelerando su ritmo en comparación con los dos meses previos, en los que se habían creado 105.000 y 157.000 empleos, respectivamente. Es importante destacar que estas cifras fueron revisadas a la baja desde los 185.000 y 187.000 informados previamente. A pesar de esta dinámica positiva, la cantidad de desocupados aumentó en 514.000 personas debido a un incremento de 736.000 en la fuerza laboral. Como consecuencia, la tasa de desocupación subió al 3,8%, la más alta desde febrero del año pasado. Los salarios mostraron una moderación en su crecimiento, con un alza de 0,24% m/m, en comparación con el 0,4% m/m del período anterior. Sin embargo, en los últimos doce meses, los salarios acumularon un incremento del 4,2%, todavía por encima de la inflación. En este contexto, aunque la segunda revisión del PBI del 2Q23 se ajustó levemente a la baja –pasando de un 2,4% t/t a un 2,1% t/t–, el nowcast de Atlanta para el 3Q23 sigue mostrando un excelente rendimiento en la actividad económica, proyectando un incremento del 5,9% t/t.
La inflación resiste, pero el mercado confía. Si bien la dinámica de precios se alinea cada vez más con las expectativas de la Fed y se encuentra considerablemente alejada de los niveles récord del año pasado, la batalla por controlar la inflación persiste. Esto se debe a que no ha disminuido con la velocidad necesaria como para permitir un relajamiento de la política monetaria. En este contexto, el informe de gasto del consumidor de julio, que describimos anteriormente, señala que el PCE (Índice de Gastos de Consumo Personal) aceleró su ritmo con un incremento del 0,21% m/m. Esto contrasta con los 0,13% m/m y 0,16% m/m registrados en junio y julio, respectivamente. Esta aceleración mostró un comportamiento desigual: los precios de los bienes cayeron un 0,3% m/m, mientras que los de los servicios aumentaron un 0,4% m/m. Las expectativas para agosto, según el nowcast de Cleveland, apuntan a un aumento del 0,6% m/m y de un 0,3% m/m para septiembre. A pesar de esta tendencia, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. se mantuvieron estables, registrando una ligera caída. Los bonos UST2Y y UST10Y cerraron la semana en 5,39% y 4,18%, respectivamente, en comparación con el 5,45% y el 4,24%, también respectivamente. Entre tanto, el mercado sigue asumiendo que la Fed no incrementará las tasas de interés en septiembre y es probable que las mantenga en los niveles actuales incluso hasta noviembre. De hecho, la probabilidad de un incremento en las tasas se redujo del 56% al 35%.
Repuntan los commodities. El precio del barril de petróleo WTI cerró la semana en USD 85, el nivel más alto desde noviembre del año pasado, marcando un aumento del 7,2% en comparación con el cierre de la semana anterior. Este alza acumula un incremento del 2,2% en el último mes. Detrás de esta tendencia se encuentra la expectativa de que la OPEP+ continúe reduciendo la producción para compensar el aumento de oferta proveniente de Irán. Adicionalmente, la mayor demanda esperada por parte de China también ha influido, especialmente después de que en agosto se registrara un repunte en la actividad industrial. Específicamente, el índice Caixin de manufactura en agosto regresó a terreno expansivo, alcanzando los 51 puntos y superando las expectativas del mercado. En cuanto a los metales, el aluminio y el cobre experimentaron subidas del 5,1% y del 1,4%, respectivamente, aunque todavía se mantienen por debajo de los niveles registrados hace un mes. En la misma línea, el oro mostró un aumento del 1,4%, cerrando la semana en USD 1.939 por onza. La única excepción en la tendencia alcista de los commodities fueron los agrícolas, que registraron caídas debido a las perspectivas más favorables para la cosecha en EE. UU. En este contexto, la soja experimentó una disminución del 1,8%.
Bonos y acciones en alza. Se registró la segunda semana consecutiva de ganancias para bonos y acciones, aunque aún se encuentran por debajo de los niveles observados hace un mes. En lo que respecta a la renta fija, la relajación en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. impulsó todos los índices en esta categoría. La mejor actuación semanal la tuvo el índice de High Yield, que aumentó un 0,6%. Los bonos de mercados emergentes y del Tesoro registraron ganancias de 0,3% y 0,2%, respectivamente, mientras que los Investment Grade cerraron con una modesta alza de 0,1%. En cuanto a la renta variable, el S&P 500 registró un incremento del 2,4% durante la semana, con ganancias en casi todos los sectores, a excepción del de utilities. Este avance fue liderado por las empresas tecnológicas, que subieron un 4,1%, y las energéticas, que ganaron un 3,6%. También se observó una mejora en el resto de los índices de renta variable a nivel global, que en conjunto subieron un 2,0%. Entre ellos, se destacó el índice bursátil de China, que aumentó un 4,9% en la semana, aunque sigue siendo el mercado con el peor desempeño en el último mes y en lo que va del año.
Agenda liviana para esta semana. La bolsa estadounidense tendrá una semana más corta debido al feriado del Día del Trabajo el lunes. Dado que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto no se publicará hasta el próximo 13 de septiembre, la atención de esta semana se centrará en indicadores de menor relevancia, como el Índice de Gestores de Compras (PMI) del sector no manufacturero y las solicitudes iniciales de desempleo.
Local
Semana más tranquila para el mercado local. Aunque el escenario político sigue lleno de incertidumbre –y lo estará por un tiempo–, los candidatos poco a poco están mostrando más detalles sobre sus planes económicos en caso de ganar las elecciones. Mientras tanto, las reservas internacionales han vuelto a caer y los primeros indicadores sobre la inflación confirman que llegaremos a las elecciones de octubre con tasas de dos dígitos. El Gobierno intenta contener las expectativas manteniendo fijo el tipo de cambio oficial e interviniendo en mercados financieros para evitar un aumento en la brecha cambiaria. En este contexto, el mercado sigue buscando cobertura en bonos y acciones. Con menor volatilidad que en semanas anteriores, los activos locales tuvieron un desempeño estable. Hubo una ligera caída en los bonos soberanos y en las acciones, mientras que los dólares financieros se mantuvieron estables. En el mercado de pesos, los instrumentos más demandados fueron aquellos ajustables por inflación. Como ha sido habitual en tiempos recientes, la atención de esta semana continuará centrada en la evolución del mercado cambiario, las reservas internacionales y las estimaciones de inflación para agosto. Las consultoras privadas proyectan un aumento del 12% m/m.
Volvieron a caer las reservas. En el mercado cambiario, el BCRA mantuvo su racha positiva, registrando compras por USD 241 M durante la semana. Aunque el sector agroexportador solo liquidó USD 184 M, el resultado favorable se debió principalmente a las restricciones impuestas a los pagos por importaciones. Sin embargo, a pesar de esta buena performance, las operaciones restantes implicaron un uso de USD 376 M, debido en parte a la caída de los encajes y a las intervenciones para contener la valorización de los dólares financieros. En consecuencia, las reservas internacionales experimentaron una caída semanal de USD 135 M, cerrando el viernes con un stock bruto de USD 27.820 M. Las reservas netas, por su parte, registran un stock negativo de USD 4.600 M.
Se mantiene el tipo de cambio oficial y se estabiliza la brecha. Con el BCRA logrando adquirir divisas, el tipo de cambio oficial se mantiene en $350, habiendo subido solo un 0,8% durante la semana. Por otro lado, los dólares financieros parecen haber encontrado un límite tras la volatilidad desencadenada por las PASO. El MEP, medido con bonos Ledes, se mantuvo estable en $735, mientras que el CCL se situó en $773. De este modo, la brecha con el dólar oficial se estableció en 107% y 121%, respectivamente. En cuanto a los dólares intervenidos por el gobierno, registraron incrementos a pesar de que las ventas se mantuvieron constantes a través de los bonos GD30 y AL30 en un plazo de 48 horas. El MEP aumentó un 0,8% para ubicarse en $669, lo que representa una brecha del 91% con respecto al oficial. De manera similar, el CCL subió un 0,8%, alcanzando los $705 y estableciendo una brecha del 101%.
Los futuros siguen al alza. Los futuros de la divisa registraron un incremento promedio del 1,2% durante la semana. El BCRA renovó sus posiciones de agosto, pasándolas a contratos para septiembre y octubre. Estos contratos experimentaron caídas semanales de 1,7% y 3,8%, respectivamente, y se negocian actualmente en $369 para septiembre (un aumento del 5,4% m/m) y en $418 para octubre (un aumento del 13,3% m/m). El contrato para noviembre cerró en $533, reflejando un alza del 27% m/m, mientras que el de diciembre terminó en $693, lo que supone un aumento del 30% m/m. Estos números señalan que el mercado anticipa un salto significativo en el tipo de cambio en los próximos meses. Se espera un aumento del 19% hasta octubre, del 98% hasta diciembre y del 197% hasta julio de 2024.
Freno en los bonos y las acciones. Los bonos soberanos en dólares cayeron en promedio un 1,5% durante la semana, interrumpiendo la recuperación experimentada en las dos semanas anteriores. A sus precios actuales, estos bonos se sitúan apenas un 1,3% por debajo de su nivel previo a las PASO. En este contexto, las paridades concluyeron la semana operando al 35%, mientras que el riesgo país ascendió 42 pb para cerrar en 2.090 pb. Por su parte, los bonos provinciales y corporativos tuvieron una semana sin grandes movimientos. Los bonos sub-soberanos avanzaron un 0,6% y las obligaciones negociables registraron una leve alza del 0,3%. En relación al Merval, el índice avanzó un 0,6% medido en pesos y un 0,5% en términos de CCL, cerrando la semana en USD 821. De este modo, en lo que va de 2023, los bonos soberanos en dólares han registrado un incremento del 30%, mientras que las acciones han escalado un 35%.
Cobertura contra inflación. Desde las PASO, los bonos en pesos con vencimiento en 2024 han experimentado un encarecimiento significativo, acompañado de una compresión notable en las tasas, lo que llevó a todas las curvas indexadas a terreno negativo. Durante la última semana, los bonos ajustados por CER lideraron el mercado, con un aumento del 5,3%, encabezados por el TX28 (+8,8%) y el T5X4 (+7,6%). Los bonos duales y los dollar-linked quedaron rezagados, con alzas del 1,3% y 0,9% respectivamente, mientras que los botes continuaron en descenso, perdiendo un 2,3%. En el segmento de corto plazo, las LECER subieron un 1,6%, y las LEDES con vencimiento en octubre aumentaron un 1,8%. En este panorama, desde el viernes previo a las PASO, los bonos ajustables por inflación se erigieron como los más rentables, registrando un incremento del 12%. Les siguieron de cerca los bonos ajustables por tipo de cambio, con un alza del 11%, y los bonos duales, que subieron un 8,5%. Por el contrario, los bonos de tasa fija acumularon una pérdida del 9%. En la licitación del pasado viernes, el Tesoro logró colocar $464.000 M a través de cuatro instrumentos: dos ajustados por CER (con vencimientos en mayo y octubre de 2024) por los que recaudó $145 M, y otros dos relacionados con la devaluación (Dual agosto 2024 y DL septiembre 2024) por los cuales captó una cantidad aún no especificada.
Cuidando las reservas y la brecha. La atención de esta semana se centrará en la evolución de las reservas internacionales y en las intervenciones del BCRA, tanto en el mercado de cambios como en el de bonos, para contener la brecha cambiaria. Creemos que parte del reciente aumento en el CCL se debe a que el BCRA ha restringido al máximo los pagos por importaciones, lo que ha trasladado la presión hacia el dólar financiero. En este sentido, esperamos cierta descompresión en los próximos días. Por otro lado, en anticipación a la publicación oficial del IPC Nacional de agosto, que está prevista para el próximo 13 de septiembre, las estimaciones tanto de consultoras privadas como las nuestras apuntan a un incremento en torno al 12% m/m.