A mediados de mayo, cuando se escribió esta nota, en la gira presidencial europea se procuraba evitar el default de deuda y plantear una reducción de tasas y un estiramiento de los plazos. Algunos hablaban del modelo portugués. Lo que quedó del programa stand by gestionado por la administración Macri es muy difícil de pagar: se aspira a un acuerdo de facilidades extendidas con plazos superiores a los 10 años. Sigue la novela de la deuda con el Club de París, muy menor por su monto y con el Fondo. Esta última obligación es de gran importancia, imposible de asumir si no se postergan los pagos.
La economía sigue en modo elección. Es clave la inflación. Muy difícil de bajarla. Lo central para entenderla está en el frente monetario y fiscal. Hay productos asociados a estacionalidad que han crecido mucho. Se pone mucho énfasis en controlar las góndolas pero con bajo impacto efectivo. El camino de Paula Español es ineficaz.
En cuanto a la reducción de la base monetaria, si bien se hicieron los deberes desde hace varios meses, todavía le sobran pesos a la economía (como lo argumenta el ministro Guzmán). Esta evolución del circulante tranquilizó al blue, además de las medidas atenuantes fomentadas por Economía. La “bola” de Leliqs preocupa, ya que sumada a pases resulta un monto muy significativo, pues solo de Leliqs se registra un nivel de 11% del PIB. En el frente fiscal enfrenta un esfuerzo considerable este año.
Para el año 2022 estimo una inflación de 45%. Desde junio de este año, el promedio que proyecto es de 3,3% mensual (más alto a fines de año). Representaría el doble de la inflación para cumplir con el presupuesto 2021 que plantea 29% anual. No saltará el dólar -ni el oficial ni el blue- antes de las elecciones, a pesar de reservas virtualmente en cero. Si llegase a ocurrir, la inflación va a trepar más.
Para el año 2022 estimo una inflación de 45%. Desde junio de este año, el promedio que proyecto es de 3,3% mensual.
La actividad va mejorando de modo heterogéneo: récord de barriles de crudo en Vaca Muerta, construcción a buen ritmo y la industria automotriz con buena dinámica. Respecto al agro, muy bien la pampa húmeda, dado el incipiente superciclo de granos que alimenta recaudación fiscal y frena al dólar blue.
El trabajo formal está estancado hace 10 años y el salario real caerá este año 7%. En términos de poder adquisitivo, descendió 25% desde que Cristina dejó el poder en 2015. El desempleo preocupa mucho en la opinión pública. Baja actividad, inflación y desempleo explican la pobreza que sería 10 puntos mayor, alrededor de 54%, si no se hubieran extendido los planes sociales. Estos planes se están recreando con críticas de los mismos actores sociales, quienes perciben la tarjeta alimentaria, por ejemplo, como un instrumento cortoplacista que no va al centro del problema, que es impulsar el factor trabajo.
Sin planes sociales para los más vulnerables, la indigencia se situaría en 30%, y no en 10%. Los subsidios a la energía, que son pro ricos, superan sin embargo la ayuda social este año.
Baja actividad, inflación y desempleo explican la pobreza que sería 10 puntos mayor, alrededor de 54%, si no se hubieran extendido los planes sociales.
El Mercosur, desafiado, está en revisión, con interés de sumar a la Unión Europea al esquema de integración de larga data (en discusiones que llevan ya 25 años).
En lo político sigue la tensión desde el Instituto Patria en contra de Guzmán y, por momentos, de Alberto Fernández.
La extensión de las elecciones se presenta incierta ante un panorama poco claro respecto a la evolución sanitaria y la expectativa de reactivación de la actividad. El panorama resulta muy confuso y esperemos sin ley de lemas a la santafesina.
En la oposición, María Eugenia Vidal aún no se define: puede ir a Provincia o a Capital Federal. Carrió activa en el debate público. Cornejo y Lousteau tienen potencial para crecer. Larreta presenta buenas chances para el 2023. El escenario ideal para Macri es que Bullrich juegue en Capital: el objetivo es evitar que dos protegidos de Larreta ocupen posiciones (en este caso sería Santilli en provincia de Buenos Aires y Vidal en la ciudad).
El oficialismo juega fuerte con el trío Kicillof, Máximo y Massa. Alguno de ellos va a ser candidato a Presidente. El electorado no busca la polarización sino el "camino del medio": se impone el voto más moderado. Los gobernadores están ausentes, aunque con rumores que el de Córdoba vaya en 2023 por el premio mayor. Los liberales se colarán por la zona del medio, y pueden crecer. Es difícil proyectar los votos que se deciden en los últimos meses previos a la elección. Hoy pinta para un empate y la pregunta del millón es como seguirá el kirchnerismo después: ¿con racionalidad republicana y económica o con una nueva versión del "vamos por todo" pero esta vez sin billetera?