- La gestión monetaria enfrenta el desafío de disminuir el ritmo inflacionario en un contexto de gran incertidumbre. Si bien la expansión monetaria del mes fue sustancialmente menor, el ritmo de la inflación no disminuye.
- Se observa una menor expansión monetaria cuyo sostenimiento dependerá de lo que suceda en el campo sanitario. Ante el potencial de restricciones se plantea una gran demanda de financiamiento fiscal.
Resumen
- Se presentan desafíos sustanciales para la política monetaria en un contexto de incertidumbre sanitaria y sin resultados concretos en relación a la dinámica inflacionaria.
- Los excesos monetarios del año pasado conforman un espacio inflacionario que se sostiene. Por este motivo, se observa que la política monetaria aún no tiene efectos concretos sobre el nivel de precios.
- En efecto, a pesar de la leve retracción de la base monetaria durante abril, las necesidades fiscales aún comprometen la estrategia monetaria para minimizar la dinámica de precios.
- Con la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ), que genera intereses a pagar.
- El objetivo de converger hacia un menor desequilibrio fiscal, en aras de minimizar la asistencia monetaria, aún no parece definido en el marco de la urgencia socioeconómica actual y la intensidad del déficit fiscal primario.
- La estabilización en el mercado cambiario dependerá también del sostenimiento de la estrategia monetaria, pues la reversión hacia la expansión puede generar nuevas tensiones cambiarias.
- El nivel de reservas internacionales brutas se mantiene estable en los primeros cinco meses del año. El saldo en la segunda semana de mayo se registra en los U$S 40.433 millones.
- Las perspectivas para las reservas internacionales y la administración cambiaria son favorables debido al aumento temporal pero sustancial de los precios de las materias primas de exportación.
- Durante mayo el Banco Central sostiene el nivel de tasa de interés de política en 38%, y no se espera un aumento ante las derivaciones del rebrote del virus. Por otra parte, la tasa de referencia efectiva anual es de 45,44%.
- Durante el mes de mayo el tipo de cambio minorista continúa con variaciones diarias en el segmento formal de menor magnitud, resultando en una depreciación del 11% en lo transcurrido del año.
- La volatilidad en la cotización del mercado cambiario informal presentó ciertas tensiones a partir de la segunda parte de abril. El nivel ascendió a los $/U$S 152 hacia la segunda semana de mayo.
- El riesgo país medido por el EMBI+Arg aun se establece en un nivel relativamente alto, 1594 p.b. durante la segunda semana de mayo, nivel similar al de abril.
- Nuevamente, el contexto sanitario podría determinar un escenario monetario acomodaticio respecto a la política fiscal. En efecto, el deterioro de las condiciones sanitarias nacionales determinaría un nuevo escenario de confinamiento y, por lo tanto, mayores necesidades de financiamiento monetario.
- En una coyuntura económica de estanflación y potencial confinamiento estricto, los excesos monetarios generados en 2020 siguen constituyendo desalineamientos nominales, planteando un riesgo temporal sobre la dinámica de precios y el mercado cambiario: estos factores alejan a la economía de una dinámica desinflacionaria.
- El desempeño de la vacunación nacional sigue teniendo dificultades derivadas de la cantidad de vacunas disponibles y su administración. Esto plantea incertidumbre, dado que un fuerte rebrote del virus determinará el direccionamiento de recursos para sostener la actividad económica. Esto se traduce en expandir la emisión monetaria, implicando riesgos inflacionarios y acumulación de desequilibrios macroeconómicos, tales como el déficit interno y el crecimiento de los saldos monetarios en un entorno recesivo.
- Desde la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ), que genera intereses a pagar. En este sentido, los pasivos con los bancos crecieron 23% en lo transcurrido del año, situando en $2,09 billones.
- Durante abril se registró una menor asistencia financiera del Banco Central al Tesoro Nacional, con un nivel de $55.000 millones a través de adelantos transitorios. Esto constituye un factor favorable en la estrategia de estabilizar los flujos monetarios y, en efecto, los precios de la economía.
- El saldo de reservas internacionales brutas en la segunda semana del mes de mayo es US$ 40.433 millones, lo que implica un aumento incipiente de U$S 170 millones respecto del mes anterior y una recuperación de U$S 1.046 en relación de diciembre.
- Las perspectivas para las reservas internacionales y la administración cambiaria se presentan favorables debido al aumento temporal pero sustancial de los precios de las materias primas de exportación, principalmente de la soja. El precio en la segunda semana de mayo se registra en los U$S 602 por tonelada, nivel cercano a los del año 2012.
- Por otro lado, las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 8.444 millones promediando el mes de mayo y tras mantener el nivel de reservas brutas en un promedio de U$S 40.400 millones. La estimación del nivel neto se corresponde con el descuento de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras.
- La depreciación nominal en el mercado minorista hacia la segunda semana del mes de mayo fue de 11% respecto de principios de año, con una cotización promedio de cierre en $99,5. De todas formas, luego del impuesto País y la nueva retención, la cotización efectiva resulta en $164,17.
- El mercado informal sostiene cierta estabilidad durante el mes de mayo, aunque se observaron tensiones a la suba durante los últimos días de abril, las cuales se desactivaron con celeridad. No obstante, en un panorama de inflación que no se desacelera, no se deben descartar presiones. La cotización informal se sitúa, hacia la segunda semana de mayo, en los $/U$S 152, esto representa una disminución de 8,4% en lo transcurrido del año.
- El nivel de tasa de política monetaria en el cierre de la segunda semana de mayo se sostiene en 38%, situándose en un promedio similar al del año 2020. Las expectativas en relación al aumento del nivel de tasa se desactivan dado el potencial inicio de una fase de confinamiento mayor y sus efectos negativos sobre la actividad económica. Esto plantea un panorama menor de tensiones inflacionarias y distorsiones respecto al tipo de cambio.
- El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg, hacia la segunda semana de mayo, registra 1594 p.b. Esto nota un aumento incipiente respecto a fines de abril, cuando el índice se situaba en los 1551 p.b.