¿Qué pasó?
Internacional

Mercados en baja. Afectados por la suba exponencial de los casos de COVID-19 y por el comunicado de la FED, los mercados comenzaron el año en baja.

Concretamente, en la última semana los contagios alcanzaron 2.500.00 casos diarios, casi triplicando los picos de las olas anteriores. Si bien las hospitalizaciones y los casos fatales continuaron muy por debajo de los registros observados en las primeras olas -reflejo del éxito de las vacunas-, el aumento exponencial de los casos genera incertidumbre entre los inversores, debido a la posibilidad latente de nuevas restricciones e impactos en la actividad económica -por el ausentismo laboral-.

En las minutas de la última reunión, la FED expresó su preocupación respecto a la inflación y confirmó su intención de reducir la tenencia de títulos durante 2022. Así, la entidad no sólo terminará con la inyección de estímulos monetarios, sino que también comenzará a subir la tasa de referencia en el corto plazo, en base al pleno empleo y al crecimiento que muestre la economía.

En cuanto a los datos económicos publicados, se dio a conocer la balanza comercial de EE.UU de noviembre, que resultó en un déficit de USD 80,2 MM, superando ampliamente tanto al déficit del mes anterior (USD 67,2 MM) como las expectativas del mercado (USD 77,1 MM). La gran diferencia fue el aumento de las importaciones (4,6% m/m, el mayor valor del 2021), por sobre la leve suba de las exportaciones (0,2% m/m).

También se publicó el dato de PMI, tanto de servicios como el manufacturero, que resultaron en 57,6 y 57,7 puntos respectivamente. Ambos se mantuvieron cercanos a las expectativas, pero resultaron menores al mes previo -58 y 58,3 puntos, respectivamente-. Sin embargo, la información destacada de este dato fue el aumento en los precios del PMI no manufacturero (82,5, vs 82,3 en el mes previo), lo que sigue confirmando la presión inflacionaria del sector.

Asimismo, el dato de mayor impacto fue el informe de empleo no agrícola de diciembre, que tuvo la peor performance del año, al marcar un alza de 199 mil nóminas en el mes, muy por debajo de los 400.000 que esperaba el mercado y 50 mil menos que los creados en el mes de noviembre. Nuevamente, fue el empleo agrícola el que tuvo mayor impulso, al registrar 452 mil nuevos puestos, por lo que el empleo total llegó a 651 mil, lo que permitió absorber el alza de 199 mil personas de la PEA. Con esto, la tasa de desempleo bajó hasta el 3,9%, la más baja desde febrero de 2020.

Los salarios, por su parte, mostraron una suba anual de 4,7% -vs la previsión de 4,2%-, lo que apunta a una mayor presión inflacionaria, a pesar de haber disminuido respecto al resultado de noviembre (5,1% i.a).

Con este marco de fondo, continuó la presión sobre el rendimiento de los bonos, y la USD10Y marcó una suba semanal de 25 pb, hasta 1,77%, alcanzando el máximo rendimiento desde enero de 2020. Esto golpeó a toda la renta fija, especialmente a los activos más largos: los bonos del Tesoro a 20 años cayeron 3,5% en la semana, y en el último mes acumularon una caída de casi 6%.

Con las tasas en alza, el mercado de renta variable arrancó el año en baja: -2,2% para el Dow Jones, -1,9% para el S&P y -4,5% el Nasdaq -la peor contracción semanal desde febrero de 2021-. La razón detrás de esta baja es la gran caída que tuvo el sector tecnológico (-4,6%), no sólo porque las tasas más altas le restan atractivo en cuestiones de riesgo, sino también porque que se encarece su toma de deuda.

Por el lado de los commodities, la semana pasada se realizó la reunión de la OPEP+, donde se confirmó que, a pesar del aumento en las restricciones y su posible impacto en la economía, se mantendría el plan de añadir 400.000 barriles diarios a partir de febrero. El mercado ya esperaba este resultado, pero las expectativas, que indican que esta suba podría no estar a la altura de la demanda, Condujeron a un alza semanal de 4,7% en el precio del petróleo. Este se vio afectado también por los disturbios en Kazajistán y las interrupciones en la producción en Libia, que generarían una caída en los suministros.

El gas natural también benefició al sector energético, al cerrar con un alza semanal de 5,1%. Ambos commodities llevaron al sector energético a ser el ganador de la semana, con un alza de 10,5%. Le siguieron las acciones del sector bancario, que subieron 5,4% en la semana y 5,3% en el último mes, en tanto que las industriales subieron 0,6% y 1,2% -respectivamente- en sendos períodos.

Por el lado de los países emergentes, el ETF de Brasil cayó 2,6% en la semana, aunque con un comportamiento heterogéneo entre el sector bancario y las mineras -como Vale, por ejemplo-, que arrancaron la semana en alza, mientras que el resto de los sectores continuaron en baja.

Entre los datos publicados por Brasil, se destacó la balanza comercial, que marcó un superávit de $4 MM (vs expectativas de -$1,3 MM y -$1,2 MM del mes anterior), sumado a una caída en el indicador adelantado del IPC de diciembre (0,57%, vs 0,72% en noviembre).  En tanto, la producción industrial continuó marcando malos resultados en noviembre, aunque mostrando cierta moderación en el ritmo de la caída.

Local

En un contexto local de reservas netas en rojo, de atraso cambiario y de dificultad para pactar con el FMI, se sumó la noticia del aumento de tasas por parte de la FED. Esto terminó afectando negativamente tanto a la renta fija como a la renta variable, que mostraron gran vulnerabilidad.

En la primera semana del 2022 el BCRA compró USD 126 M, aunque no pudo evitar que las reservas internacionales arranquen el año con una caída de USD 451 M, debido a los pagos por USD 432 M de cupones de bonos reestructurados. Con esto, el stock bruto de reservas internacionales terminó la semana en USD 39.121 M, en tanto que las reservas netas cayeron a USD 1.681 M, sin dudas, una luz roja para la dinámica de la estabilidad cambiaria.

En este escenario, con los vencimientos con el FMI al acecho, el gobierno mostró muy pocos avances en las negociaciones. De hecho, la presentación del ministro con el presidente y 12 gobernadores, mostró muy pocos indicios, generando más dudas que certezas. El principal punto de conflicto es la dinámica fiscal en la que el gobierno propone lograr un equilibrio primario recién en 2027, mientras que insiste en que no va a realizar ningún ajuste del gasto.

Tras la reunión, los bonos soberanos -que habían mostrado un “veranito” en diciembre- se derrumbaron, y terminaron la semana con una caída superior al 6%. El riesgo país, por su parte, volvió a ubicarse por encima de los 1800 pb. Es que el diagnóstico que presentó el ministro no sólo hizo notar la falta de un plan consensuado con el propio oficialismo, sino que -aún con un eventual acuerdo con el FMI- también es un riesgo para una economía que ya se ubica en un nuevo régimen de alta inflación.

Por caso, las últimas proyecciones del REM marcan que en los próximos siete meses el IPC tendrá una suba promedio mensual en torno al 3,7%, mientras que para todo 2022 estima 53,4% i.a., y 44% i.a. para 2023, en un contexto en el que el PBI tendría un alza de apenas el 2,5% anual.

La novedad de la semana fue que el BCRA estableció un aumento de tasas tras más de un año sin variaciones, aunque muy por debajo de la inflación esperada. Concretamente, elevó la de las Leliq en un 2%, hasta 40% (48,3% de TEA), mientras que creó nuevas Leliq con plazo de 180 días y tasa fija de 44% anual (48,9% de TEA). Esto no muestra conveniencia en los activos a mayor plazo, por lo que no se espera una gran demanda sobre los mismos. Entre las medidas, también se estableció un aumento en las tasas de plazo fijo: para personas físicas, se estableció en 39% TNA a 30 días, en tanto que para el resto del sistema financiero la tasa mínima se impuso en 37% anual.

Con respecto a los datos económicos, esta semana se dio a conocer la recaudación fiscal de diciembre, que creció 65,9% respecto al año anterior se ubicó muy por encima de la inflación estimada anual, impulsada por el alza en los ingresos por retenciones del agro. Por otro lado, se presentó el índice de producción industrial de noviembre, que resultó en una suba de 4,8% m/m y 10,1% i.a., promediando en 2021 un alza de 16,3% i.a.

En cuanto al tipo de cambio, el dólar oficial mantuvo el ritmo de devaluación de las semanas anteriores -en torno al 25% anualizado-, mientras que el CCL avanzó un 5% y cerró la semana en $210, por lo que la brecha con el dólar oficial volvió a superar el 100%.

Lo mejor de la semana tuvo que ver con los bonos en pesos, que terminaron en su mayoría al alza: los ajustables por CER promediaron un alza de 2% para todos los tramos, mientras que los dollar linked sólo retrocedieron en el tramo corto (el TV22 resultó en -0,9%), ya que el largo promedió una suba de 1%.

Por el lado de la renta variable, el Merval retrocedió un 1,4% medido en USD CCL, mientras que en moneda local avanzó un 1,1%. Se destacaron el sector energético, que avanzó un 5,3% impulsado por el contexto internacional, y el sector de utilidades (1,9%). En contrapartida, los principales retractores fueron el sector de consumo defensivo (-2,4%) y el industrial (-2,8%).

Lo que viene
Internacional

Luego de las minutas de la FED, los inversores estarán expectantes ante la publicación del IPC de EE.UU de diciembre, que se publicará esta semana. El pronóstico ubica el dato en una variación de 0,4% m/m, logrando de esta forma una mejoría respecto al 0,8% de noviembre, aunque el 2021 cerraría con una inflación por encima del 7% i.a, la más alta desde 1990.

A su vez, se dará a conocer el índice de producción industrial y las ventas minoristas de diciembre, que se pronostican en valores similares al mes previo. Ambos datos serán clave a la hora de definir el crecimiento que está mostrando la economía norteamericana, por lo que, en conjunto al dato de inflación, serán números definitorios para establecer la política monetaria de la FED.

Local

El contexto local se mantendrá incierto, a la espera de avances en las negociaciones con el FMI y las políticas que puedan marcar un sendero para los meses futuros. Sin embargo, aún no se muestran datos certeros respecto a un posible acuerdo.

Sumado a esto, el día 9 el BCRA realizará el primer desembolso por USD 693 M, en concepto de intereses de bonos globales y BONAR que salieron de la reestructuración del 2020, lo que complicará aún más el escenario de las reservas.

En el plano económico, el jueves se dará a conocer el IPC de diciembre, que los pronósticos privados ubican por encima del 3,4%, lo que llevaría a una inflación de 51,7% i.a.