¿Qué pasó?
Internacional

Mercado en baja, tanto en renta fija como en renta variable. La elevada inflación, malos datos de actividad y las perspectivas de una política monetaria más restrictiva continúa presionando sobre las tasas de interés y golpea a bonos y acciones. 

En el plano sanitario, en la última semana, se alcanzó un nuevo récord global de 3.500.000 casos diarios de COVID-19 y en EE.UU subieron a 900.000 diarios. Sin embargo, dada la lateralización de las muertes sumado a que más del 60% de la población tiene al menos una dosis, los mercados no están reaccionando tan negativamente a la suba de casos como sí ocurrió durante la primera ola. 

Entre los datos económicos, lo más importante pasó por la publicación del IPC de diciembre que marcó un alza de 0,6% m/m – levemente inferior a la de los dos meses previos y en línea con las expectativas- acumulando en todo 2021 un alza de 7.1%, la más alta desde 1982. Distinto fue el caso del IPC Core que aceleró su marcha al marcar un alza de 0.6% m/m cerrando 2021 con un incremento de 5.5% i.a., muy alejada del escenario que había trazado la FED durante el año. Luego de estos datos, representantes de la FED indicaron que consideran que la suba de tasas para controlar esta inflación se dará durante el primer trimestre del año mientras que entidades como JP Morgan y Goldman Sachs calculan cuatro subas de tasas a lo largo del 2022. La distensión en la cadena de suministros le quitó presión al IPP –índice de precios al productor- que en diciembre subió 0.2% m/m –el menor incremento del año- acumulando en todo 2021 un alza de 9.7%. 

En cuanto a los indicadores de nivel de actividad se destacó la suba de las peticiones iniciales de desempleo que interrumpieron la baja que venían mostrando y en la primera semana del año subieron a 230 mil. Tampoco ayudaron las ventas minoristas que en diciembre cayeron 1,9%m/m –muy por debajo del 0,3% m/m que esperaba el mercado siendo la peor marca desde febrero- ni el índice de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan que cayó por debajo de los 70 puntos y una de las peores marcas de la década, reflejó del golpe que está teniendo la pandemia y la aceleración de la inflación. Tampoco fue buena la producción industrial de diciembre que sorprendió al resultar en una contracción de 0,1% m/m ubicándose tanto por debajo de las expectativas (0,4% m/m) como del mes anterior (0,7% m/m). Con estos datos, se corrigieron a la baja las estimaciones de crecimiento del 4Q 21 al 5% anualizado, 2 pp menos que la semana pasada. Con este marco de fondo, continuó la presión sobre los bonos del tesoro: la USD10Y cerró la semana en 1,77%, manteniéndose así cercanas al máximo de 2 años alcanzado hace dos semanas (1,8%) en tanto que la USD2YT terminó en 0,97% marcando una suba de 12pb en la última semana lo que acorta el spread entre ambas tasas. Este aplanamiento de la curva se justifica por las expectativas de suba de tasas y desaceleración en el crecimiento a largo plazo. Los índices de renta fija sintieron el impacto: los bonos del tesoro a 20 años cayeron 0.2% en la semana y 3.7% en lo que va del año, en tanto que los bonos emergentes cayeron 1.6% en la semana y 4% en la primera quincena del año. 

El mercado de renta variable continuó a la baja: el Dow Jones cayó 0,9%, el S&P 0.8% y el Nasdaq 0.5%. De los 11 sectores sólo 2 terminaron con resultados positivos: sector energético (5%) -impulsado nuevamente por la suba tanto del petróleo como del gas- y comunicaciones (0,1%), mientras que entre los mayores detractores se ubicaron real estate (-2%) y consumo discrecional (1,7%). Cabe destacar también la caída que están teniendo  las Growth (-1,3%) en relación a las Value (0,1%) gracias a que el contexto de altas tasas vuelve menos rentables a las primeras en comparación con aquellas ya establecidas. 

Por el lado de los commodities, el petróleo subió 6,8% cerrando así su cuarta semana consecutiva de ganancias. Sin embargo, Reuters informó que China planea liberar reservas petroleras durante la primera semana de febrero en lo que sería un plan coordinado con Estados Unidos para liberar la demanda. En caso de realizarse, es lógico esperar una caída del precio como consecuencia de esta suba en la oferta. Gracias a la posibilidad de futuras sequías, los precios agrícolas –medidos con el ETF DBA- subió un 1,3%. El oro, cerró al alza (1,2%) impulsado principalmente por su valor de respaldo luego de la inflación que afectó al dólar – haciendo cerrar el índice DXY en 95,1 puntos-.  

En los países emergentes, Brasil registró una inflación anual del 10,05% -vs 9,97% esperado – alcanzando el mayor valor desde 2016- aunque en el margen muestra va moderando la marcha, reflejo del alza en las tasas de interés de referencia del BCB. El EWZ cerró con una suba semanal del 7% impulsado por la suba de sus compañías (13% Petrobras, 6% en los principales bancos y 4% en Vale entre otras).

Local

La falta de un acuerdo con el FMI sigue generando incertidumbre y dudas respecto a una mejora para este 2022. Sumado a esto, la posibilidad de grandes sequías junto al dato inflacionario, terminaron de hundir al mercado argentino que cerró la segunda semana del año en rojo. 

Durante el 2021, el rally de los precios internacionales de los commodities contuvieron la caída de reservas y favorecieron al crecimiento argentino a partir de un mejor desempeño de las exportaciones. Este año luce más complicado, no sólo porque los precios difícilmente tengan un nuevo salto en el marco de suba de tasas de interés globales, sino que la sequía que azota a las principales zonas productivas del país golpeará la actividad y tendrá efecto en menor liquidación de exportaciones y menores ingresos por retenciones. 

Concretamente, el año pasado se liquidaron en concepto de exportaciones agrícolas unos USD 38.000 M –récord absoluto-- mientras que para el 2022, de cumplirse el escenario de sequía, podrían caer unos USD 5.000 M. 

Con este marco de fondo, las reservas brutas cerraron la semana en USD 39.133M, USD 11 M más que la semana previa, en tanto que las reservas netas terminaron en USD 1.625 M. En el mercado de cambios, el BCRA compró casi USD 100 M, lo mismo que la semana anterior, aunque en las últimas dos jornadas terminó con saldo neutral. 

En la primera licitación del mes, el Tesoro obtuvo un financiamiento por $114.400 M en la primera ronda y $13.137 M en la segunda. En la rueda se ofrecieron sólo cuatro títulos, todos con vencimientos durante el 2022, y se colocó más del doble que lo necesario para cubrir vencimientos por $55.000 M. 

El Gobierno indicó que el objetivo de este mecanismo es disminuir la financiación proveniente del BCRA, aunque aún estas emisiones se mantienen en niveles preocupantes. 

Con respecto a los datos económicos, se publicó el IPC de diciembre que aceleró a 3,8% m/m – vs. 2,5% m/m en noviembre y expectativas de 3,5% m/m- mientras que la núcleo –o core- subió 4,4% m/m. De esta manera la inflación anual del 2021 terminó en 50,9%, alcanzando así el segundo resultado más alto en 30 años. 

Cabe destacar que este resultado se dio en un contexto donde la devaluación sólo acumuló un 20%, mientras que la mayoría de las tarifas se mantuvieron totalmente reguladas. A pesar de haberse ubicado cerca de lo que esperaba el mercado, la imposibilidad de controlar el aumento de los precios presiona aún más a un gobierno que se queda sin medidas para ¨maniobrar¨ en el escenario actual. 

Tras la publicación de estos datos, la renta fija mostró resultados dispares: los bonos en dólares resultaron los más afectados, promediando caídas semanales del 3%. Mientras que los bonos CER se beneficiaron por esta suba y marcaron alzas especialmente en el tramo largo. Esto concluyó a que por primera vez en la historia el TX23 rinda una tasa negativa, lo que muestra la necesidad de los inversores de activos indexados a la inflación. 

En cuanto al tipo de cambio, el dólar oficial aceleró su marcha al marcar un alza en torno al 40% anualizado. El CCL medido en GGAL cerró la semana en $207,45, mostrando una caída semanal de 1,3% y la brecha se mantuvo cercana al 100%. 

La renta variable tuvo una buena semana al avanzar un 2,6% en dólares hasta los USD 410, mientras que en moneda local tuvo una suba de 1,3% hasta los $85.481. Dentro de los sectores se destacó el energético con una suba del 7,8%, mientras que el de materiales fue el principal detractor, con una caída semanal del 3,9%. CEPU fue la principal ganadora (10,1%) seguida por YPF (8,3%) y CRES (7,3%). Mientras que dentro de las grandes perdedoras se ubicaron MIRG (-4%) y LOMA (-3,1%). 

Lo que viene
Internacional

La publicación de los datos de inflación dejó a los inversores expectantes sobre novedades respecto a la suba de tasas que se pueda dar en los próximos meses. Es por esto que los mercados estarán a la espera de datos que dejen entrever cuándo tomará la decisión la FED, lo que hace esperar una alta volatilidad por parte de los mercados hasta que eso suceda. A su vez, el día martes se publicará el informe mensual de la OPEP+, donde una modificación en la oferta del crudo a futuro podría afectar el rally alcista que viene mostrando el commodity.

Local

La incertidumbre que está sufriendo el mercado argentino, a la espera de avances con el FMI, genera volatilidad que puede seguir afectando al mercado de cara a los próximos meses. Durante esta semana, se publicará el resultado de la balanza comercial de diciembre que el mercado proyecta en USD 1900 M, superando así ampliamente al resultado de noviembre de USD 397 M. 

También se publicarían los datos del resultado fiscal de diciembre que marcaría un fuerte incremento en el déficit debido al fuerte crecimiento del gasto.