¿Qué pasó?
Internacional
La expectativa de una suba más rápida y pronunciada de las tasas de interés de la FED continuó golpeando al mercado de renta fija. Sin embargo, prevalece la idea de que, con estas medidas, la economía tendrá un crecimiento moderado y evitará la recesión. Esto le quitó volatilidad al mercado, y los principales índices bursátiles tuvieron una semana alcista, confirmando la recuperación que habían mostrado la semana previa.
Sector sanitario en la mira. A pesar de que los contagios a nivel global continúan a la baja, la mira sigue puesta en China y Hong Kong, dado el pico en contagios que se está produciendo allí. La relajación de las restricciones llevó a que la alta contagiosidad de la variante Ómicron impacte en el sudeste asiático. Sin embargo, más del 80% de la población de estas regiones ya cuenta con la segunda dosis, por lo que no se espera que esta suba impacte fuertemente en la cantidad de muertes a futuro.
A la espera de nuevas sanciones. El conflicto bélico continúa generando incertidumbre, ante la espera de nuevas sanciones a Rusia. En la última semana, la OTAN resolvió el envío de armas y tropas a la frontera ucraniana, mientras que también se debatió un acuerdo energético entre EE.UU y Europa. El mismo implicaría que el primero provea al continente europeo de una mayor cantidad de gas licuado natural, para así disminuir la dependencia hacia la energía rusa de forma más rápida.
El petróleo se dispara. La continuidad del conflicto bélico volvió a disparar al petróleo WTI, que avanzó un 7,5% semanal, hasta los USD 112,5. Lo mismo ocurrió con el gas natural, que avanzó un 14%, a pesar de que se espera que EE.UU aumente sus exportaciones para así abastecer a Europa. Por el lado de los metales, tanto el oro como la plata terminaron con subas promedio de 2%, por su característica de reserva de valor ante escenarios inflacionarios. Bajo este contexto, el ETF que analiza las mineras, XME, avanzó un 8,1%, beneficiado por la suba en los precios de estos commodities.
Confianza a la baja. Dentro de los datos económicos, se dio a conocer la confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan correspondiente a marzo. Este índice, que mide el nivel de confianza de los consumidores en la actividad económica, resultó en 59,4 puntos -vs 59,7 proyectado y 62,8 del mes previo-, su nivel más bajo desde el año 2011. Esto demuestra una mayor disconformidad respecto a la inflación en alza y la recesión que podría afectar en los próximos meses.
La FED endurece el tono. Las declaraciones que hizo el presidente de la FED, Jerome Powell, en las dos apariciones que tuvo en la última semana sorprendieron al mercado, dado que tuvo un tono más restrictivo al que había mostrado en la conferencia de prensa posterior a la reunión de la FED. Powell calificó a la inflación como elevada, e indicó que la FED está preparada para moverse de forma más agresiva y que podría subir la tasa de referencia 50 pb en la reunión de mayo. Además, estimó que, con la suba de tasas, la economía podría tener un aterrizaje suave. De esta forma, los mercados pasaron a pronosticar con un 60% de probabilidad una suba de 50 pb para la reunión de la FED de mayo -vs el 30% de probabilidades antes del discurso-.
Bonos profundizan la caída. Los comentarios de Powell volvieron a golpear al mercado de renta fija, lo que afectó a todo el tramo de la curva, especialmente al tramo de hasta 5 años. La USD10YR aumentó 32 pb y cerró la semana en 2,47%, por debajo del rendimiento de los bonos a 5 años, que terminaron en 2,56% (vs 2,14% la semana previa), en tanto que la USD2YR avanzó 34 pb durante la última semana, hasta 2,28%. Esto es una señal cada vez mayor de la incertidumbre que sienten los mercados respecto al contexto inflacionario y recesivo actual. Este escenario perjudicó también tanto a los bonos de alto rendimiento como a los de mayor calidad, que terminaron con bajas de 1,5% y 2,1% -respectivamente- en sus precios.
Renta variable recupera terreno. A pesar de las declaraciones, los mercados de renta variable tuvieron una semana positiva, confirmando la recuperación que habían marcado la semana anterior. Concretamente, el S&P cerró la semana con un alza de 1,8%, acumulando desde el 14 de marzo una ganancia de 8,6%. Mejor desempeño tuvo el Nasdaq, que en ambos períodos subió 2,2% y 13% respectivamente. El sector energético fue el principal ganador de la semana (6,6%), seguido por el de materiales (3,7%), mientras que los únicos dos perdedores fueron los sectores de salud (-0,5%) y Real Estate (-0,2%), este último afectado por la suba de tasas que perjudicaría el costo de los créditos hipotecarios.
LATAM sigue destacándose. Mientras los mercados emergentes (EEM) retrocedieron 0,7% debido al ajuste de 3,6% que tuvo la bolsa de China, el índice de LATAM (ILF) volvió a diferenciarse, al avanzar un 6,8%. Dentro de los países, se destacan Chile, Peru y Brasil, este último subiendo un 8,8%, lo que se suma al 34,3% que viene logrando en lo que va del 2022. Petrobras, la gran petrolera brasileña, sigue impulsando al ETF del país, al alcanzar una suba semanal de 6,4%, y de 33% en lo que va del año. Con este resultado, en lo que va de marzo el ILF acumula una ganancia de 11,8%, y de 28,2% desde fines del año pasado. Vale destacar que este buen desempeño de las bolsas de la región se da en un contexto en el que las monedas se apreciaron frente al dólar, siendo el real brasileño el más destacado, al marcar una baja de 5,6% en la semana y de 8% en lo que va de marzo (cerró la semana con una cotización de USDBRL 4.72, la más baja de los últimos dos años).
Local
Con la firma del directorio del FMI, el acuerdo quedó cerrado. Si Argentina cumple las metas trimestrales establecidas, podrá refinanciar todos los vencimientos de deuda hasta el 2023 y esquivar la amenaza del default. Es una buena noticia, que contrasta con la incertidumbre política en el oficialismo.
Acuerdo firmado. Finalmente, sobre la hora y pidiendo tiempo adicional, con la aprobación del Congreso, el directorio del FMI aprobó el acuerdo de facilidades extendidas (EFF). El nuevo programa tiene una duración de dos años y medio, e incluye financiamiento por un monto aproximado de USD 44.400 millones (idéntico al Stand-by de 2018). El nuevo acuerdo permitirá refinanciar los USD 40.000 M de vencimientos del programa anterior -que mantiene inalterado su cronograma original de pagos- y además incluye un financiamiento neto equivalente a las amortizaciones ya realizadas de USD 4.400 M, que serán destinados al apoyo presupuestario. Se hará en 11 tramos, de acuerdo al cronograma de revisiones trimestrales de las metas comprometidas. En línea con las condiciones preestablecidas para los programas de la modalidad EFF, el financiamiento se repaga en doce cuotas semestrales a partir de los 4 años y medio posteriores a la fecha de cada desembolso, por lo que los pagos de capital comenzarían en 2026 y terminarían en 2034. Considerando que la deuda con el FMI devenga una tasa de 4,25% (incluye un componente variable, por lo que un alza en las tasas globales aumentará el costo), los pagos por intereses serán de USD 1.600 MM anuales hasta 2027. De marzo a diciembre de este año, los vencimientos son de USD 17.900 M, mientras que los desembolsos programados totalizarán USD 24.300 M, dejando un saldo a favor de USD 6.400 M. A partir del año que viene, y hasta 2034, la diferencia entre los desembolsos del EFF y los servicios de deuda por ambos programas resultaría en un flujo neto negativo (pagos netos) por un promedio anual de USD 4.900 millones, que llega a USD 8.100 millones entre 2028 y 2031.
Las reservas internacionales respiran. Con el acuerdo firmado, el FMI giró USD 9.700 M y, con eso, Argentina pagó el vencimiento de deuda con el organismo por USD 2.700 M, lo que permitió que las reservas internacionales cierren la semana con un stock bruto de USD 43.241 M, unos USD 6.307 M más que la semana previa. Dado que sólo USD 4.400 M del préstamo va destinado a fortalecer las reservas netas, el stock de reservas internacionales netas -que es lo que forma parte de las metas establecidas- salió del terreno negativo y quedó en USD 4.200 M.
Un mercado cambiario más tenso. Pese a que el alza de los precios de las materias primas aumenta las exportaciones, la demanda de divisas para importaciones y pagos de servicios y deuda sigue escalando a mayor velocidad. Concretamente, en los primeros dos meses del año el resultado de operaciones en el MULC marcó un déficit de USD 996 M, que contrasta con un superávit de USD 625 M en el mismo período del año pasado. La reversión en el resultado se explicó por el deterioro de la cuenta corriente cambiaria, dado el menor superávit comercial -de USD 2.500 M a USD 2.000 M-, mayor déficit en turismo -de USD 250 M a USD 850 M- y mayores pagos de otros servicios y rentas. En marzo se registraría cierta mejora debido al mayor control de cambios sobre las importaciones de bienes, que le permitió al BCRA comprar en un día USD 300 M.
La brecha cambiaria siguió en alza. Si bien el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial de 10 centavos por día, lo que implica una suba de 3,2% mensual y 43% anualizada, los tipos de cambio financieros confirmaron la tendencia de la semana pasada, y marcaron subas de 6,1% para el caso del CCL, que cerró en $206,4, y de 2,0% para el caso del MEP, que quedó en $200,3. Así las cosas, la brecha con el tipo de cambio oficial subió al 87% y 81% respectivamente, en tanto que el canje medido por GD30 cerró la semana en 0,1%, en línea con la semana previa. Los contratos futuros de dólar cerraron la semana con alzas generalizadas. En términos de TNA, marcaron un avance de 4,2% promedio, siendo los contratos de junio y agosto los que más subieron, mientras que el contrato de marzo cayó 2,9%, ubicándose en 39,1%
Retrocedieron los bonos soberanos. Los bonos en dólares volvieron a tener una semana negativa, con retrocesos del 1,5% para los legislación NY y de 1,6% para los legislación local. Los más afectados fueron el AL35 (-3%) y el GD38 (-2%). El riesgo país cerró en 1.798 pb, prácticamente sin cambios respecto a la semana previa.
Despertaron los DL. Dentro de la curva en pesos, en la semana los bonos CER subieron 0,8% en promedio, mientras que los dollar linked (DL) avanzaron 1,0% en promedio, con el TV23 a la cabeza (+1,9%). En el segmento Tasa Fija y Badlar, los movimientos tuvieron menos impulso, al subir 0,6%, donde se destacaron los bonos del tramo largo, con el PBA25 y el BDC28 como los protagonistas dentro de la curva, con incrementos de 1,9% y 2% respectivamente. Esto se puede vincular con la suba de tasas que aplicó el BCRA el martes pasado.
Suba de tasas. El martes el BCRA volvió a modificar las tasas de referencia, subiéndolas 200 puntos básicos. De esta manera, la TNA de las Leliqs a 28 días pasa de 42,5% a 44,5% (TNA). Respecto a personas físicas, la tasa de plazos fijos a 30 días se ubica en 43,5% TNA, que resulta en una TEA de 53,3%, todavía por debajo de las proyecciones de inflación. Para el resto de los depósitos, el nuevo nivel será de 41,5% (TNA), equivalente a una TEA de 50,4%.
Repuntó el Merval. El Merval apenas subió 5,6% en moneda local, hasta alcanzar los 93.010 puntos, mientras que en USD CCL tuvo un alza de 3,1%, hasta los USD 464.
Lo que viene
Internacional
La atención de esta semana estará en el dato de empleo de marzo, que se publicará el viernes: el mercado espera la creación de 475.000 nuevos empleos y que la tasa de desocupación caiga al 3,7%, lo que sería una nueva muestra de la tensión que padece el mercado laboral.
También se destaca la publicación de ingresos y gasto personal de febrero, además del índice de precios PCE, que sigue la FED (al igual que el IPC, marcará la mayor suba interanual de los últimos 40 años). Por otro lado, se conocerá la última estimación del PCPBI del 4Q21.
Local
Con el cierre de marzo, comenzarán a llegar las primeras estimaciones de IPC de consultoras privadas. Las estimaciones se fueron corrigiendo al alza, y se espera que superen el 5%. En esa línea, corregimos nuestras estimaciones a 5,2% para marzo y 4,8% para abril.
Además, mañana se publicará el EMAE de enero y el viernes la recaudación de marzo.