¿Qué pasó?
Internacional

La decisión de la FED y la renovada tensión por los precios de la energía fueron los grandes protagonistas en una semana marcada – nuevamente – por la volatilidad. Las tasas de interés volvieron a subir y el mercado no logró hacer pie, con los principales índices bursátiles cerrando a la baja.

Continúa el confinamiento en China. A pesar de la leve caída que vienen marcando los contagios en China (18.000 casos diarios, vs 30.000 la semana previa), el país no muestra señales de reapertura. Los cierres están afectando tanto a Shanghái como a Beijing, que se sumó en los últimos días. Esto lleva a agravar los efectos de una menor producción, que ya impacta no solo a estas ciudades, sino también a todo el país. Esto queda a la vista en el PMI de servicios de abril, que consolidó la caída registrada en marzo y llegó a 36,2 puntos, el nivel más bajo desde febrero de 2020, cuando el país se encontraba en plena pandemia. Esto es una luz amarilla no solo para la segunda economía mundial, sino también para el resto del mundo. 

Se viene la sexta sanción. Los mercados continúan expectantes ante el sexto paquete de sanciones hacia Rusia por parte de la Unión Europea. Entre las medidas, se destaca la prohibición de importaciones de gas ruso, además de eliminar las compras en un plazo de 6 meses, para así detener el financiamiento de la invasión. Sin embargo, no todos los miembros están a favor de la medida dado el impacto que tendría en sus economías: este es el caso, por ejemplo, de Hungría, Eslovaquia y República Checa. Los tres estados piden que la prohibición sea gradual, considerando su alta dependencia, por lo que aún continúa el armado de las sanciones, que se espera que se den a conocer en los próximos días. 

Petróleo nuevamente al alza. Las nuevas sanciones a Rusia y la negativa de la OPEP a aumentar la producción aumentan la tensión de los suministros globales de energía y presionan sobre el precio del petróleo. Si bien la OPEP decidió aumentar en 432.000 barriles diarios la oferta, resulta poco en vistas compensar la salida de Rusia del mercado. La organización se niega a aumentar más la oferta ante los temores de que la desaceleración económica de China y de la economía global golpeen la cotización del petróleo. De esta forma, el crudo avanzó un 5,5% en la última semana y volvió a alcanzar los USD 113. Lo mismo ocurrió con el gas natural, que avanzó un 9,9% y se estima que mantendrá este camino de volatilidad, al continuar las especulaciones respecto a las sanciones a Rusia. 

La FED endurece la política monetaria. El último miércoles la FED anunció una nueva suba de la tasa de interés de referencia. Al alza de 25 bp que había anunciado en marzo se sumó otra suba de 50 bp, por lo que la tasa de interés pasó al 1%, aún por debajo a los niveles prepandemia, cuando se ubicaba en 1,75%. La decisión tuvo dos características: es la suba más fuerte desde mayo de 2002 y, además, es la primera vez desde 2006 que la FED decide subir la tasa en dos reuniones consecutivas. A su vez, la entidad indicó que comenzaría a reducir su tenencia de activos a partir de junio: USD 47.500 M los primeros tres meses y luego USD 95.000 M. La buena noticia para el mercado fue que Powell aclaró que no espera un escenario recesivo para los próximos meses – a pesar de la desaceleración del primer trimestre – y descartó una suba de 75 pb para la reunión de julio, indicando que no se necesitaría una medida tan extrema.

El mercado laboral fuerte. El informe de empleo publicado al cierre de la semana estuvo levemente por encima de las expectativas. Concretamente, en abril se crearon 428 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, idéntico resultado al de marzo, aunque el empleo privado sumó 406 mil nuevos puestos, levemente por debajo de los 424 mil que había marcado en marzo. Al mismo tiempo, el empleo agrícola cayó en 781 mil – el peor registro desde febrero del año pasado –, por lo que el empleo total marcó una caída de 353 mil nuevos puestos, el peor resultado desde abril de 2020. La tasa de participación se redujo del 62,4% al 62,2% y esto permitió que, a pesar de la caída del empleo, la tasa de desempleo se mantenga en 3,6%. 

Continúa el crecimiento. En la última semana se dio a conocer también la balanza comercial de marzo que resultó en un déficit récord que alcanzó los 109,8 MM, superando tanto las expectativas (107 MM) como al mes (89,8 MM). Esto se debe al mayor dinamismo que están mostrando las importaciones (27% i.a.) respecto a las exportaciones (18% i.a.). Medidas a precios constantes, las importaciones crecieron 14% i.a. y las exportaciones 1,4% i.a. A su vez, se publicó el PMI de servicios, que resultó en 55,6 – vs 54,7 de expectativas y 58 del mes previo- en tanto que el PMI manufacturero cerró en 59.8 puntos, mejor que el mes anterior –. Se espera que los inconvenientes en las cadenas de suministros producto del confinamiento en China afecten aún más a la actividad económica, lo que demanda seguir de cerca estos datos en los próximos meses.

Bonos sin piso. Los bonos volvieron a caer la semana pasada, afectados nuevamente por la suba de tasas y la proyección de mayores subas para los próximos meses. Bajo este contexto, la USD10YR cerró en 3,14%, 20 pb por encima de la semana previa, valor alcanzado una sola vez en los últimos 10 años. La USD2YR solo avanzó 3 pb, llegando a 2,73%, lo que hace más empinada la curva de rendimientos. Esto demuestra la gran preocupación de los mercados respecto al crecimiento de la economía estadounidense para el largo plazo. Por su lado, tanto los bonos de alto rendimiento como los de mayor calidad cerraron la semana con nuevas caídas en sus precios (1,2% y 1,6% respectivamente), acumulando bajas mensuales respectivas de 4% y 6,6%.

Sin repunte en los mercados bursátiles. A pesar de haber empezado la semana al alza, los mercados terminaron retrocediendo. El Nasdaq retrocede un 1,3% (22% en el año), seguido por el S&P y el Dow Jones, ambos con bajas de 0,2% (bajan 13,4% y 9,4% respectivamente en lo que va del año). Dentro de los sectores, el energético se vio beneficiado por el contexto internacional, lo que lo impulsó un 10,3%, seguido por el de utilidades, con 1,3%. Por el contrario, el gran perdedor de la semana fue el segmento de Real Estate, que retrocedió 3,8% afectado negativamente por la suba de tasas, que encarece los créditos hipotecarios. Lo propio ocurrió con el sector de innovación disruptiva, que cayó 3,2% y acumula una baja de 52% en lo que va del año. Esto le dio impulso al sector Value, que en la semana subió 0,5% mientras el Growth cayó 0,9%.

El mundo afectado por la suba de tasas. Las bolsas globales también cerraron la semana en rojo. El índice global cayó 1,2% producto de la suba de tasas y del contexto en Europa y China. Los países emergentes también sufrieron con este escenario (-3,4%), mientras que la región de Latam retrocedió (-3%) afectada por el encarecimiento de la deuda futura que pueda tomar producto del alza en las tasas de interés. Solo Chile logró desprenderse de esta caída (2,1%), al terminar la semana al alza, mientras que Brasil continúa retrocediendo (-4,4%) y perdiendo así parte de las ganancias que acumuló durante el primer trimestre del año.

Local

El mercado local se vio golpeado por la volatilidad del contexto global y la incertidumbre en el ámbito interno, donde la dinámica de las cuentas públicas y la inflación adquieren especial protagonismo. La buena noticia es que, de la mano de la mayor liquidación del agro, el BCRA viene comprando divisas en el mercado de cambios. 

Viento de frente. El deterioro que viene marcando el contexto global es un nuevo golpe para los activos argentinos. El fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de las monedas – y del Real Brasileño en particular – y la inflación local siguen deteriorando el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM), que arrancó mayo con una baja de 0,8%, acumulando en el último mes una caída de 4,3% (17% en el último año). La mayor pérdida de la semana y del mes la anotó el tipo de cambio real bilateral, con Brasil ajustando 2,2% en la semana y 7,6% en el mes. A diferencia de las semanas previas, en las que actuó como “colchón” para la pérdida de competitividad, el Índice de Precios de Materias Primas (IPMP) arrancó la primera semana de mayo cayendo 0,2%, dado que la caída de 0,5% en los precios agrícolas no logró ser compensada por el alza de 6,9% en los precios de la energía. Más allá de esta caída, los precios de las materias primas continúan siendo los aliados del mercado local, ya que se ubican 20% por encima de los de un año atrás, marcando nuevos récords.

Temporada de cosecha. Tras un primer cuatrimestre en el que el BCRA apenas pudo comprar USD 113 M, contrastando con el mismo período del año pasado, en el que había adquirido más de USD 3.600 M, en la primera semana de mayo arrancó con mejor dinamismo, al comprar US D520 M – vs USD 620 M en el mismo período del año pasado –. Esta mejor performance se apoyó en la mayor liquidación de divisas del agro, que en las primeras 5 ruedas del mes aportó USD 1.200 M, unos USD 240 M por día, 40% más que en abril y 30% por encima de lo liquidado en la primera semana de mayo del año pasado. 

Caen las reservas. Pese a la buena cantidad de divisas que adquirió el BRCA en el mercado de cambios, en la última semana las reservas internacionales presentaron una baja de USD 198 M, cerrando la semana con un stock bruto de USD 41.809 M y, además, con USD 3.800 M reservas netas. La caída obedeció principalmente al pago de intereses al FMI por USD 360 M y a la devaluación del Yuan. En lo que va del año, las reservas brutas subieron USD 2.200 M gracias al desembolso del FMI por USD 6.500 M. Como venimos comentando, el BCRA deberá mantener el ritmo de compra de divisas para cumplir la meta acordada con el FMI, que establece que el stock de reservas netas deberá terminar junio en USD 6.400 M. Vale destacar que, por el “fondo de resiliencia” del FMI, a Argentina le tocarían USD 1.300 M, lo que le permitirá pasar el trimestre sin sobresaltos.

Modera el ritmo de devaluación. Con un mercado cambiario más holgado, el BCRA volvió a moderar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Mientras en la última semana de abril subió al 63% anualizado, en la primera semana de mayo se redujo al 55%. Mientras tanto, el dólar CCL y el MEP tuvieron una leve tendencia alcista y subieron en torno al 1%, cerrando en torno a $208. De esta manera, la brecha cambiaria se mantuvo en torno al 80%. El tipo de cambio cobertura de los pasivos monetarios (circulante, depósitos a la vista y 50% de plazos fijos) se ubica en $225.

Ajustan los bonos dollar linked y comprime la curva Rofex. El mejor momentun del mercado cambiario también impactó en los bonos ajustables por tipo de cambio (dollar linked) y en el mercado de futuros de dólar, que en la semana se mostraron a la baja. Los bonos dollar linked cayeron un 3,1% (2,4% el T2V2 y 3,8% el TV23) y las TNA de Rofex comprimieron en 7,2% en promedio. Recordemos que mayo y junio históricamente suelen ser los meses de mayor liquidación del agro, por lo que el tipo de cambio oficial debería estar calmado

Los bonos CER siguen subiendo. Los bonos ajustables por CER continúan captando el flujo dentro de la curva pesos: la semana pasada finalizaron con un alza promedio de 2,6%, de la mano de los bonos que vencen a partir de 2024, que se recuperaron de la caída de la semana previa, al aumentar el riesgo de reperfilamiento.

Sin piso para los bonos. A pesar de que el escenario de default ha quedado atrás luego del nuevo acuerdo con el FMI, los bonos soberanos locales se mantienen a la suerte del mercado internacional y expuestos a los vaivenes del contexto local. No hay demanda genuina que rompa la dinámica actual, por lo que las paridades se mantienen en el rango de 30% - 35%. Así, el riesgo país finaliza en las 1.806 unidades (5 unidades más que la semana pasada).

Mala semana para las acciones. El mercado accionario local no logra revertir la tendencia y sumó una nueva semana en terreno negativo. En la primera semana de mayo, arrancó con una baja de 2% – medida en pesos – (cerró en 86.507 unidades) y de 2,5% en dólares CCL (cerró en USD 415). Dentro de los papeles más afectados, encontramos a Cresud (-13,15%) y a Transportadora de Gas del Sur (-4,36%).

Más inflación esperada. Cerrando la semana, el BCRA publicó el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) de abril. Una de las primeras observaciones es el ajuste al alza en las expectativas de inflación para 2022, que subió de 59,2% a 65,7%. Para los próximos 12 meses, la media se ubica en 58,1%. lo que implica un ajuste de expectativas de casi 3 pp. Para la versión núcleo, la media de estimaciones para 2022 se encuentra en 65,3% (+5.9% respecto al REM anterior). Para el tipo de cambio, el REM espera que el promedio de 2022 se ubique en $155,8, levemente por encima del estimado el mes previo, en tanto que para los próximos doce meses espera que llegue a $174, lo que implica un alza de 54% i.a.

Lo que viene
Internacional

La mira de la semana estará puesta en el IPC de EE.UU de abril, que se publicará el miércoles próximo. Dado el menor impulso de los precios de la energía, las expectativas ubican al dato mensual levemente por debajo del registrado en marzo (0,3% m/m, vs 1,2% m/m en marzo), lo que moderaría la suba anual al 8,1%, en tanto que para el IPC core subiría a 0,5% m/m, quebrando tres meses consecutivos de moderación.

También se publicará el dato de IPP (Índice de Precios del Productor), donde las expectativas se ubican en 0,6% m/m, levemente por debajo del 1% de marzo. También se publicará la confianza del consumidor de Michigan de mayo, donde el pronóstico está en 63 puntos (vs 62,5 de abril).

Local

Todas las miradas estarán puestas en el resultado del IPC nacional de abril. Revisamos al alza nuestra expectativa, llevándola de 5% a 5,5% (el REM la elevó de 4,4% a 5,5%). Si bien esto marcaría una baja respecto al registro de marzo, la variación anual subiría al 57%, la más alta desde enero de 1992.

También se publicará el índice de salarios de marzo, que viene creciendo al 52% i.a. En este contexto, las paritarias salariales siguen estando muy por encima del objetivo del gobierno, con gremios cerrando con ajustes superiores al 80%. No hay ningún ancla para moderar las expectativas de inflación, lo que representa el mayor riesgo de la coyuntura actual.

Mientras tanto, el BCRA deberá seguir aprovechando la temporada alta de liquidación de exportaciones para fortalecer las reservas internacionales.