¿Qué pasó?
Internacional
Una inflación mayor a la esperada, nuevas sanciones a Rusia y mayores confinamientos en China consolidan un escenario de estanflación global. Finalizó la sexta semana consecutiva con los principales índices bursátiles a la baja, en la que solo los bonos del Tesoro Americano mostraron ganancias, al actuar como refugio para los inversores ante la mayor incertidumbre.
Medidas de China insostenibles. La OMS indicó que considera “insostenibles” los bloqueos que el país está estableciendo para controlar los contagios del COVID-19. Según la entidad, la cantidad de contagios del país – 8.000 diarios en la última semana, vs 30.000 en las anteriores – no justifica los efectos recesivos generados por el confinamiento. A su vez, continúan los inconvenientes en las cadenas de suministros, que impactan en la economía local y global, perjudicando así a las grandes compañías que tienen su producción establecida en el país.
Rusia establece nuevos cortes de gas. Ante la espera de sanciones por parte de la Unión Europea, Rusia estableció la prohibición de exportación de gas a Finlandia en la última semana. A esto se le sumó la noticia de que Gazprom cortó el suministro de gas a Europa por el gasoducto Yamal, ubicado en Polonia. La estatal rusa estableció la medida como sanción a la propietaria polaca del tramo. Vladimir Putin indicó que continuará con los cortes mientras la UE no le permita realizar sus pagos futuros en rublos, lo que lleva a considerar que el conflicto no terminará en el corto plazo.
Petróleo nuevamente en USD 110. A pesar de que continúa la caída en la demanda energética por parte de China, las nuevas medidas tomadas por Rusia impactaron fuertemente en el precio del crudo. A esto se sumó el muy bajo nivel de inventarios en EE.UU. Mientras tanto, la OPEP y la AIE volvieron a recortar sus proyecciones de demanda de petróleo para el 2022, indicando que estos efectos serán transitorios: la OPEP estima un alza de 3,4% i.a., mientras que la AIE proyecta una suba de 1,8%. Entre los problemas de oferta y las preocupaciones en cuanto a la demanda por la desaceleración que pueda sentir la actividad económica global, el petróleo subió 0,7% la última semana y superó los USD 110, el valor más alto desde el 23 de marzo pasado. Dentro de los commodities restantes, la cotización del cobre volvió a reflejar los temores de desaceleración global, al marcar una caída de 2% en la semana y de casi 5% en lo que va de mayo. El oro, por su parte, retrocedió un 3,8%, afectado por la fortaleza del dólar (DXY) contra las principales monedas, que alcanzó su valor máximo de los últimos 20 años. Por el contrario, la soja avanzó un 4,1% luego de darse a conocer problemas climáticos que afectarían la producción en EE.UU.
Desilusionan los resultados del IPC. Dada la caída que había marcado el petróleo en abril (6% en promedio, vs un alza de 17% que había mostrado en marzo), se pronosticaba una fuerte desaceleración del IPC. En línea con lo esperado, el dato marcó un alza de 0,3% m/m – vs 1,2% m/m en marzo – y 8,3% i.a. Por su lado, el IPC Core – que no incluye a los precios energéticos y alimentos – subió 0,6% m/m, superando tanto a las expectativas (0,4% m/m) como al mes previo (0,3% m/m). De esta manera, el índice interanual terminó en 6,2%. Esto demuestra que la inflación no es solo producto de la suba del petróleo, sino que todos los bienes de la economía están sufriendo un aumento generalizado, lo que terminó preocupando a los mercados a pesar de la caída mensual del índice general. También se publicó el Índice de Precios al Productor (IPP) de EE.UU de abril, que igualó las expectativas de 0,5% m/m, aunque disminuyó ampliamente vs el dato de marzo (1,6% m/m). El dato que sorprendió fue el IPP subyacente, que resultó en 0,4% m/m, vs expectativas de 0,6% m/m y 1,2% m/m en marzo. Sin embargo, el resultado del 11% i.a. del dato general superó las expectativas, lo que continúa preocupando a los inversores respecto a la duración de este contexto inflacionario que afecta al país
Cae la confianza por el alza de la inflación. El índice de confianza de la universidad de Michigan de mayo revirtió la mejora del mes anterior y cayó 10% m/m, llegando a los 59,1 puntos, muy por debajo de las expectativas (64 puntos). Es el peor registro desde marzo de 2009. La principal explicación de esta performance fue la evaluación negativa que están haciendo los consumidores respecto a la inflación. Por los altos precios, las condiciones de compra de bienes duraderos fue la más baja desde 1978, cuando se la comenzó a medir. La mediana de la tasa de inflación prevista para los próximos 12 meses quedó en 5,4% – lo mismo que marcó en los últimos tres meses –, aunque la media fue considerablemente más alta, al marcar 7,4%. Al mismo tiempo, las expectativas de inflación de largo plazo se mantienen bien ancladas, con una mediana de 3,0%, ubicándose en el rango 2,9% - 3,1% observado en los últimos 10 meses.
Flight to quality. El escenario de la última semana llevó a los inversores a buscar resguardo en activos menos riesgosos, lo que impulsó levemente la demanda de los bonos del Tesoro. La USD10YR disminuyó 21 pb respecto a la semana previa – luego de haber alcanzado el máximo desde el 2018 –, llegando a 2,93%. Lo mismo ocurrió con la USD2YR, que cayó 15 pb, hasta 2,58%. Sin embargo, ambas marcaron una fuerte volatilidad en la semana, lo que refleja la incertidumbre actual de los mercados respecto a la inflación y al crecimiento a largo plazo. Los bonos de alto rendimiento no lograron reponerse, por lo que su precio cayó un 1%, mientras que los de mayor calidad tuvieron un repunte en su demanda, lo que hizo subir 0,8% su precio respecto a la semana anterior.
Otra semana en rojo. Los tres principales índices bursátiles cerraron una nueva semana a la baja – la sexta consecutiva –, con el Nasdaq encabezando las caídas (-2,5%), seguido por el S&P (-2,4%) y el Dow Jones (-2,1%). Entre los sectores, solo el de consumo no cíclico logró un resultado semanal positivo (0,3%), mientras que el segmento de Real Estate fue el principal perdedor (-3,9%). Cabe destacar al sector de innovación disruptiva, que avanzó un 11,8% el último viernes, aunque acumuló una baja semanal de 4,4%, y aún marca un retroceso de 53,9% en lo que va del año.
Semana positiva para Latam. El mundo volvió a retroceder en la última semana, con el ETF ACWI cayendo un 1,6%, mientras que el ETF EEM, que analiza mercados emergentes, retrocedió un 1,1%. Sin embargo, Latam logró diferenciarse y avanzó un 1,5%, viéndose impulsada principalmente por Brasil, que avanzó 1,8%, y Chile, que subió 1,2%. Nuevamente Latinoamérica se ve beneficiada por la suba que están marcando los commodities. Otro país que se destacó fue China, que repuntó un 1,7%, mientras que el ETF EEMA (Asia) retrocedió un 1% en la semana.
Local
La dinámica inflacionaria es la principal amenaza para los activos locales, que cerraron una nueva semana con caídas generalizadas. Sin anclas y con una carrera nominal lanzada, Argentina ingresó en un nuevo régimen de alta inflación, donde las expectativas se corrigen al alza. El BCRA, en tanto, reacciona subiendo las tasas de interés, pero al mismo tiempo acelera la expansión monetaria por asistencia al Tesoro. Pese al récord de liquidación del agro, el mercado cambiario no luce tranquilo. y la meta de acumulación de reservas internacionales corre peligro de incumplimiento.
Arriba de 6% mensual y apuntando a 70% anual. Al igual que en el mes pasado, el dato de inflación volvió a sorprender negativamente, no solo por el resultado final, sino también porque volvió a superar ampliamente las expectativas, síntoma de que el proceso inflacionario ingresó en una etapa de mayor incertidumbre y volatilidad. Concretamente, el INDEC informó que en abril el IPC Nacional subió 6% m/m (102% anualizado), acumulando en los primeros cuatro meses del año un alza de 23% (88% anualizado) y del 58% respecto a abril del año pasado, la suba más alta desde 1992. La expectativa del mercado – incluida la nuestra – apuntaba a un alza de 5,5%, por lo que dicha proyección quedó corta, tal como ocurrió en marzo, cuando el dato final quedó casi 2 pp por encima del estimado. Peor aún, el IPC Core – que excluye bienes y servicios regulados y estacionales – marcó un alza de 6,7% (118% anualizado), promediando 5,9% (99% anualizado) en los últimos 3 meses, lo que refleja que la dinámica de la inflación venía lanzada previo a la guerra. Las expectativas para mayo no son mucho mejores, pues se espera una nueva tanda de ajustes de precios regulados y, con la inflación core muy elevada, todo apunta a un alza en torno al 5%. Así las cosas, aún si el gobierno lograse bajar la dinámica del IPC al 4% m/m hasta fin de año, 2022 cerraría con una suba del 70%, la más alta desde 1991.
El BCRA compró muy poco. Tras una primera semana con compras por USD 520 M, en la segunda semana de mayo el mercado cambiario volvió a mostrar los signos de fatiga – que acarrea desde mediados del año pasado – y el BCRA solo compró USD 20 M. Con esto, en el acumulado de mayo llegó a compras netas por USD 540 M, siendo el mejor mes desde julio del año pasado, aunque quedando cada vez más lejos de mayo de 2021, cuando en las primeras dos semanas había comprado USD 1.360 M, y USD 2.100 M en todo mes. La mejor intervención en el mercado de cambios obedeció a una leve caída en las liquidaciones del agro (USD 950 M, vs USD 1.200 M la semana anterior), y especialmente a la mayor demanda de importadores en general – y de energía en particular –.
Lejos de la meta. Con la pobre cosecha en el mercado cambiario, las reservas internacionales recibieron el impacto de la caída en el precio del oro y la devaluación del yuan, lo que determinó una caída de USD 528 M en el stock bruto, cerrando la semana en USD 41.288 M. Así las cosas, en las últimas 4 semanas las reservas cayeron más de USD 2.000 M. Las reservas netas, por su parte, cayeron USD 100 M, llegando a USD 3.300 M, casi USD 400 M menos que en el cierre de marzo. Esto pone una luz amarilla para la meta de reservas internacionales netas establecida en el acuerdo con el FMI, que apunta a un stock a fines de junio de USD 6.300 M.
Acelera la devaluación pero se profundiza el atraso cambiario. Ante la mayor tensión del mercado cambiario, que en 3 jornadas terminó con saldo vendedor, el BCRA aceleró el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial al 65% anualizado, 10 pp más que en la semana anterior. Pese a esta dinámica, la aceleración de la inflación local y el fortalecimiento del dólar en el mundo volvió a golpear al tipo de cambio real multilateral, que en la última semana perdió 0,5%, acumulando en lo que va de mayo una caída de 1,5%, y de casi 20% en el último año. En este contexto, los tipos de cambio financieros (MEP y CCL) cerraron la semana en alza: el MEP ganó un 0,5% y el CCL rebotó 1,5%, para cerrar en $209,57 y $211,25 respectivamente.
Sube la tasa pero se expande la base. Conocido el dato de inflación, el BCRA decidió subir 200 pb la tasa de política monetaria. Siendo la quinta suba que realiza en el año, la tasa de Leliq asciende al 49% de TNA (TEA 61,8%, que equivale a una tasa mensual del 4%). La tasa de plazo fijo subió a 48% TNA (TEA de 60,1%), en tanto que la Badlar pasó a 46% de TNA (57,1%). Pese a esta suba, las tasas siguen perdiendo contra la inflación: para los próximos meses las expectativas no bajarán del 4% mensual, y para los próximos doce meses el mercado corregirá las expectativas sistemáticamente al alza, previendo un piso de 65%. Mientras realiza estos intentos por contener expectativas, en abril y en lo que va de mayo el BCRA volvió a acelerar los agregados monetarios, de la mano de la mayor asistencia al Tesoro. Concretamente, tras contraer la base monetaria por operaciones con el Tesoro por $434.000 M, en abril y lo que va de mayo lleva emitidos $530.000 M. Esto impacta en los agregados monetarios, con el M2 privado acelerando su marcha al 61% i.a. – desde el 56% i.a. de marzo –.
Bordeando los 1.900 puntos. Frente a un contexto global volátil, con mayor presión sobre los rendimientos de los bonos emergentes y con el dólar apreciándose frente a la mayoría de las monedas (el DXY alcanzó el nivel más alto de los últimos 20 años), los bonos soberanos volvieron a tener una semana negativam al marcar una caída promedio de 2,5% en la última semana. El GD30 cerró en USD 30,1 (TIR 29,9%), el nivel más bajo desde la reestructuración de la deuda. Frente a este panorama, el riesgo país avanzó 4,9% y se ubicó en las 1.894 unidades, uno de los niveles más altos del año.
Mala semana para los bonos en pesos. Los bonos en moneda local tuvieron caídas generalizadas, siendo los de tasas fija los más afectados, al marcar una baja promedio de 1,2%. Los instrumentos CER también se mostraron ofrecidos durante gran parte de la semana – en parte por el nivel tan negativo de tasas reales, y en parte por ventas relacionadas a compromisos fiscales en esta etapa del año –, aunque el dato de inflación – que fue más alto de lo esperado – les dio algo más de impulso, que les permitió recortar parte de las pérdidas y cerrar la semana con una baja de 1%. Por caso, el TX23 cerró con una TIR de inflación -3,5%, cuando estuvo en CER -9%. La brecha entre el TX23 y TX24, termómetro de la expectativa del reperfilamiento que podrían tener estos bonos en 2024, continuó en baja y cerró la semana en 5,6% – vs 7,6% la semana anterior y 12,1% a fines de abril-. Los bonos ajustables por tipo de cambio (dollar linked) fueron los que mejor desempeño relativo, al marcar una caída de 0,5%, y ya rinden neutral y positivo respecto a la devaluación (el TV23 quedó neutral y el TV24 quedó en devaluación +1,6%).
Leve repunte de las acciones. Pese al deterioro en el mercado global y la suba del riesgo país, el mercado de renta variable local logró escapar a la tendencia general, cerrando la semana con un alza de 2,5% en moneda local y 1,1% medido en CCL, terminando en USD 420. En lo que va de mayo, acumula una ganancia de 0,6%, aunque medido en USD CCL acumula una caída de 1,4%. La mejor performance la tuvo el sector financiero, con Banco Macro y Galicia marcando subas de 11% y 6% respectivamente. También se destacaron Pampa Energía, Holcim Argentina y Transener, con ganancias en torno al 4,5%. En el lado opuesto se ubicaron Aluar, TGN y Cresud, que marcaron bajas de 5%, 4,3% y 3,5% respectivamente.
Lo que viene
Internacional
Se espera para esta semana una menor volatilidad, dado que ya se presentaron los principales datos económicos del mes. La mira estará puesta en las nuevas declaraciones de Jerome Powell, presidente de la FED, que podría dar indicios de la próxima suba de tasas, esperada para el mes de julio.
Entre los datos económicos a publicarse, se darán a conocer las ventas minoristas, que se pronostican con una suba de 0,8% m/m – 0vs 0,7% m/m en marzo –, lo que mostraría una leve mejora respecto al mes previo.
En cuanto al resto del mundo, las miradas seguirán puestas en la situación económica en China: los indicadores de abril confirman la fuerte caída asociada a la política de “cero COVID” y a la evolución del conflicto en Ucrania.
Local
El próximo jueves se llevará a cabo la primera licitación del mes, donde la oferta y posterior aceptación de instrumentos serán fundamentales para la actualidad de la deuda indexada. Se trata de una prueba importante, considerando el traspié que tuvo el financiamiento en pesos en abril, cuando el Tesoro solo renovó el 90% de los vencimientos.
Por el lado de indicadores económicos, se publicará el índice de precios mayoristas, el índice de costo de la construcción y la valorización de la canasta básica alimentaria, todos correspondientes a abril. Además, el INDEC publicará los datos del intercambio comercial de abril, donde será importante analizar la evolución de las exportaciones, y en especial de las importaciones. También se publicará el EMAE correspondiente a marzo (se espera una leve caída), y con ello el resultado del primer trimestre.
Al cierre de la semana, se dará a conocer el resultado fiscal base caja de abril, en el que esperamos un nuevo incremento del déficit primario, debido a la fuerte aceleración del gasto en subsidios económicos y sociales.