¿Qué pasó?
Internacional
Otra mala semana para los mercados mundiales, que tuvieron la peor performance del año. Con la inflación superando las expectativas, el mercado vuelve a poner el foco en la respuesta de la FED y su política de tasas de interés. Aumentan las chances de un ajuste más brusco de las tasas, lo que golpea a bonos y acciones. A esto se le sumó el avance del petróleo y la confirmación de la suba de tasas del BCE, además de nuevas restricciones a la movilidad en China.
Nuevas restricciones en China. La liberación anunciada la semana anterior duró muy poco. Ante la leve suba de contagios en Shanghái (promedio de 200 diarios, vs 150 la semana previa), el gigante asiático estableció nuevas restricciones. Es una mala noticia para una economía que, entre marzo y mayo, sufrió las consecuencias de estas políticas, al marcar una notable caída en el nivel de actividad. La única buena noticia que dejó la estrategia de “cero COVID” fue un retroceso de 0,3% m/m en el IPC de mayo, luego del alza de 0,4% en abril. Pese a este contexto, la recuperación que mostraron las exportaciones e importaciones – por la flexibilización gradual de la movilidad – le dio impulso a la bolsa de China, para diferenciarse del resto de las bolsas del mundo y cerrar la semana con una suba de 3,6% (16% en los últimos 30 días).
A la espera de nuevas sanciones hacia Rusia. Ante la continuidad de la invasión, durante la última semana se presentó en la legislación estadounidense un nuevo bloque de sanciones a Rusia. Las restricciones se aplicarían sobre el sector energético ruso, lo que podría afectar nuevamente al precio del crudo. A su vez, continúa el conflicto respecto a los granos ucranianos, que se encuentran bloqueados por el gobierno de Vladimir Putin. Se espera que Moscú llegue a un acuerdo para comercializar estos commodities y así aumentar la oferta global alimenticia.
Commodities en alza. A pesar de haber marcado un fuerte retroceso durante los últimos días, el petróleo WTI terminó la semana con un alza de 1,5%, acumulando en el último mes un repunte de 5,2% (21% en lo que va del año). Los commodities agrícolas también operaron al alza, debido a un balance de oferta - demanda mucho más ajustado debido a la mala perspectivas para la cosecha de EE.UU, a lo que se suma un mayor uso de las oleaginosas para la producción de biodiesel, por lo que la soja terminó la semana con un alza de 3% (el trigo tuvo una performance similar). También subieron metales como el aluminio y el acero, que marcaron alzas respectivas de 1,3% y 0,5%, en tanto que el oro cumplió su rol de reserva de valor, al registrar en la semana una ganancia de 1,8%. La excepción fue el cobre – el más asociado al crecimiento global –, que resultó impactado por el deterioro en las expectativas de crecimiento mundial y cayó 4,1%.
La inflación no da tregua. La inflación de EE.UU de mayo volvió a desilusionar, al superar las expectativas. Tras el 0,3% en abril, en mayo marcó un alza de 1% (vs el 0,7% m/m esperado), y acumulando en los últimos doce meses un incremento del 8,5%, lo que representa la inflación más alta de los últimos 40 años. Si bien la aceleración obedeció principalmente al alza en los precios de la energía (subieron 3,9% m/m de la mano del aumento del 15% en el precio del petróleo) y de los alimentos (1,2% m/m), lo más destacado fue que el IPC Core avanzó 0,6% m/m (vs el 0,5% m/m esperado). Este dato llevó al mercado a especular con más probabilidades de una suba de tasas de 75 pb por parte de la FED. De esta manera, la mira se ubica en la reunión del miércoles, donde las expectativas apuntan a que la entidad volverá a subir las tasas 50 pb, aunque gana terreno la probabilidad de que el ajuste sea de 75 pb (la probabilidad subió del 3% al 27%).
Cae la confianza del consumidor. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan volvió a retroceder en junio y quedó en 50,2 puntos, muy por debajo de las expectativas (58) y del mes de mayo (58,4). El subíndice de condiciones económicas actuales cayó a un mínimo histórico de 55,4 (vs 63,3 en mayo), mientras que el indicador de expectativas se desplomó a 46,8, el más bajo desde mayo de 1980. Las evaluaciones de los consumidores sobre su situación financiera personal empeoraron alrededor de un 20 %. El 46% de los consumidores atribuyó sus opiniones negativas a la inflación, la mayor proporción desde 1981. Las expectativas de inflación para el próximo año subieron a 5,4% – desde 5,3% – y la perspectiva de 5 años ascendió a 3,3%, la más alta desde junio de 2008.
Se reduce el desequilibrio externo y fiscal. La mejor noticia de la semana la aportaron los datos de comercio exterior y fiscales. Concretamente, en abril las exportaciones aumentaron 3,5% m/m, mientras que las importaciones cayeron 3,4% m/m, lo que permitió reducir un 19% el déficit comercial de abril, que cerró en USD 87.100 M (vs los USD 107.000 M de marzo). Al mismo tiempo, el resultado fiscal de mayo volvió a marcar una notable mejora, al registrar un déficit de USD 66.000 M – muy por debajo de los USD 132.000 M de mayo del año pasado –, gracias a la caída de 24% i.a. en el gasto total por menores erogaciones con partidas asociadas al COVID-19, mientras que los ingresos cayeron 16% i.a. De esta manera, en los primeros 5 meses del año fiscal, los ingresos fiscales subieron 28% i.a., mientras que el gasto cayó 29% i.a., lo que resultó en un déficit de USD 48.533 M, muy por debajo de los casi USD 1.500.000 M registrados en el mismo período del año pasado.
Rendimientos al alza. El dato de inflación impactó directamente en la suba de tasas, con la USD10YR avanzando 22 pb, hasta 3,16%, lo que la ubica 2pb por debajo del máximo alcanzado este año. Lo mismo ocurrió con la USD2YR, que subió 40 pb y llegó a 3,06%. Esta mayor lateralización de la curva de rendimientos demuestra las mayores expectativas de inflación para el corto plazo, al tiempo que proyecta un moderado crecimiento económico para el largo plazo. Esto golpeó tanto a los bonos de alto rendimiento como a los de mayor calidad, que terminaron con caídas respectivas de 3,8% y 2,3% en sus precios. En mayor medida cayeron los bonos de los mercados emergentes, al retroceder un 4% su precio.
Wall Street retrocede. Ante la preocupación respecto a la inflación, la volatilidad avanzó y el índice VIX subió un 10,5%, llegando a los 27 puntos. Por otra parte, los mercados terminaron la semana nuevamente en rojo, con el Nasdaq marcando la mayor caída (-4,9%), seguido por el S&P (-4,2%) y el Dow Jones (-3,8%). Solo el sector energético se mantuvo sin variaciones, mientras que los restantes terminaron la semana a la baja. El mayor perdedor fue el sector financiero (-5,9%), seguido por el tecnológico (-5,4%) y el de Real Estate (-5,3%), con estos dos últimos siendo de los más afectados por el contexto de suba de tasas. Con esta performance, en lo que va del año el S&P 500 acumula una caída de 17%, el Dow Jones del 13% y el Nasdaq – que se lleva la peor parte – registra un ajuste del 26%.
Latam cierra en rojo. La mayor aversión al riesgo afectó al mundo, con el índice MSCI retrocediendo un 5%. Mientras los mercados emergentes cayeron un 2,6%, el mayor impacto se produjo en Latinoamérica, que retrocedió un 12%. El anuncio de nuevas restricciones en China impactó fuertemente en Latam, al ser uno de sus principales socios comerciales. Brasil fue uno de los más afectados (-12,9%), a pesar de presentar en la semana datos de inflación mejores a los esperados (0,47% m/m, vs expectativas de 0,6%, culminando en 11,73% i.a.).
Local
Semana turbulenta para el mercado local, con fuertes pérdidas en todos los activos, tanto en moneda local como extranjera. El riesgo país superó las 2.000 unidades, marcando un nuevo máximo posreestructuración. Los tipos de cambio implícitos subieron 8% y la brecha con el tipo de cambio oficial volvió a ampliarse. Ante la fuerte caída de los bonos indexados por inflación, el BCRA intervino para contener las cotizaciones, lo que suma un nuevo condimento a la emisión monetaria. Esta semana tendremos la licitación de deuda en pesos, que será una buena oportunidad para ver las secuelas que haya dejado el sell-off. Mientras tanto, la dinámica del BCRA en el mercado cambiario sigue sin repuntar, con compras por apenas USD 25 M en lo que va del mes, por lo que la meta de reservas internacionales del 2T22 queda prácticamente descartada.
Sin piso. Los bonos soberanos cayeron 8% en la semana, y en lo que va del año acumulan pérdidas promedio del 22%. En este sentido, las paridades ya se ubican en torno al 27,8%, valores representativos de default. Así las cosas, el riesgo país avanzó un 8% en la semana, hasta 2.051 puntos, alcanzando valores récord posreestructuración. Sin embargo, si tenemos en cuenta los precios actuales y el próximo reseteo de cupones (9 de julio), los intereses corrientes empiezan a alcanzar valores atractivos.
La crisis alcanza a la curva en pesos. Los bonos en moneda local tuvieron una semana de fuerte corrección, en particular los bonos ajustables por inflación – que habían sido el principal escudo de los inversores en este contexto de elevada inflación –, con retornos del 22% hasta fines de mayo. En lo que va de junio, marcaron caídas en torno al 9%, siendo los de mayor plazo los más castigados, con bajas que llegaron a 16%. Si bien estos instrumentos venían bajo presión en las semanas previas, lo distintivo de esta ocasión fue la magnitud, ya que el movimiento estuvo canalizado por la salida de varias sociedades gerentes. La caída fue tal que el BCRA – y asumimos que el FGS también – salió a comprar estos instrumentos para que el escenario de la deuda en pesos no se agrave, más aún si se tiene en cuenta que esta semana se llevará a cabo la primera licitación del mes, donde es necesario que la curva CER recupere su normalidad para generar atractivo en los inversores y así asegurar el financiamiento del Tesoro vía mercado primario.
Bonos dollar linked alcanzados por el impacto. La curva de bonos dollar linked no estuvo ajena a la caída de los bonos en pesos y los bonos ajustables por tipo de cambio, por lo que cayeron 5,4% en la semana, siendo el TV23 el más golpeado, con una caída de 5,4%. Esto cortó la dinámica positiva que venían manteniendo dichos instrumentos en un contexto en el que el BCRA no logra acumular divisas, amenazando el ritmo devaluatorio – actualmente en 4% mensual – de cara a los meses que no contará con la liquidación de la cosecha gruesa del agro. Respecto al ritmo devaluatorio del BCRA, la semana concluyó con un ritmo de 65% anualizado (TEA).
Primera licitación de mayo. Este martes se llevará a cabo la primera licitación del mes ,con una carga baja de vencimientos ($11.525 M). pero con una delicada situación de la curva en pesos. En este sentido, el Tesoro ofrecerá los dos instrumentos que más le han ayudado a conseguir su financiamiento mensual, LEDES y LECER. Las LEDES corresponden a agosto y noviembre (nueva) y las LECER a octubre y diciembre. Si bien en materia de carga de vencimientos es una venta poco desafiante, el termómetro correrá debido al comportamiento de la demanda – y más aún luego de lo ocurrido la semana pasada –. De todas maneras, el verdadero desafío será a fin de mes, cuando el Tesoro tenga que cubrir vencimientos que superen los $600.000 M.
Sin acumulación de divisas. En las primeras 8 ruedas del mes, el BCRA apenas logró acumular unos USD 25 M a través del mercado cambiario, en un clima de constante presión por la importación de energía (la semana pasada acumularon USD 500 M, según fuentes del mercado). Con lo realizado al viernes, las reservas internacionales se ubican en los USD 41.597 M, mientras que el stock de reservas netas se ubica en torno a los USD 3.600 M. En este sentido, si consideramos que para cumplir la meta de reservas netas del 2T22 debía acumular en junio entre USD 2.800 M y USD 3.000 M, el objetivo queda prácticamente descartado.
Se despertaron los tipos de cambio. Finalmente los tipos de cambio financieros lograron despertar, tras lo ocurrido a nivel curva de pesos y dólares. Dichos instrumentos volvieron a recuperar su identidad de reserva de valor frente al escenario de inestabilidad local. En la semana, el dólar MEP avanzó un 7,4%, mientras que el CCL hizo lo propio un 8,6%, para llevar la brecha al 86%. Por su parte, el canje avanzó un 1,1% y finalizó en 2%.
Fuerte caída del Merval. El índice Merval también se vio afectado, tanto por el contexto internacional como por el local, retrocediendo en la última semana un 2,8% medido en pesos y un 10% medido en dólar CCL. De esta manera, el índice acumula un rendimiento de 5,2% en lo que va del año, mientras que medido en dólar CCL retrocede un 6,6%. Dentro del panel líder, Grupo Financiero Galicia fue el principal ganador de la semana (3,4%), seguido por Banco de Valores (3,2%). Por el contrario, dentro de los perdedores ocurrieron fuertes caídas, encabezadas por Cresud (-9,7%) y Transportadora Gas del Norte (-9,7%).
Primera revisión superada. El FMI aprobó la primera revisión del año, al tiempo que sostuvo que no habría cambios en lo que refiere a metas anuales. En consecuencia, Argentina recibirá un giro de USD 4.030 M – equivalentes a USD 3.000 M de DEGs – que le permitirán al BCRA cubrir los vencimientos con dicha entidad hacia fin de mes. Más allá de lo comentado, las autoridades del Fondo advirtieron sobre los efectos que los precios récord de la energía y los alimentos podrían generar en las metas, hecho que se podría tomar como un guiño de cara a la revisión del 2T22.
Lo que viene
Internacional
Luego de una mayor volatilidad producto de la sorpresa del dato inflacionario, la mira de la semana estará puesta en la reunión de la FED del próximo miércoles, no solo por la decisión de la entidad sobre la tasa de interés (se espera un alza de 50 pb), sino también por las proyecciones futuras y las declaraciones del presidente su presidente, Jerome Powell, en la publicación del IPP.
En cuanto a los datos económicos, lo más importante será la publicación del índice de precios al productor, en el que se espera un alza de 0,8% m/m (vs 0,5% m/m del mes previo).
Local
El mercado local estará atento a dos hechos de gran relevancia esta semana: por un lado, el dato de IPC (se publicará el martes 16 hs) y, por el otro, el resultado de la licitación del Tesoro. En cuanto al dato de inflación, las estimaciones privadas lo ubican en un alza de entre 5% y 5,2% respecto al mes previo, aunque de acuerdo a lo publicado por la Ciudad de Buenos Aires (5,5% la general y 6,4% el IPC Core), el dato puede ser aún mayor.
En un segundo plano, hacia el final de la semana, conoceremos los datos correspondientes a los precios mayoristas (SIPIM) y los relacionados a los costos de la construcción (ICC). Cabe destacar que, además, habrá que monitorear la dinámica de los bonos en pesos, tanto así como la de los tipos de cambio financieros.