¿Qué pasó?
Internacional
Aunque marcan caída en las ganancias, los balances publicados fueron algo mejor a lo esperado y le dieron un respiro a los mercados que cerraron la semana con ganancias generalizadas. Teniendo a la recesión cada vez más incorporada en las expectativas, los temores de inflación pasaron a un segundo plano y los rendimientos de los bonos del tesoro tuvieron un importante retroceso, lo que dio impulso a todo el mercado de renta fija. Tanto esto como los balances por encima de las expectativas impulsaron también a las acciones, principalmente las tecnológicas.
Arranca una semana que puede marcar el rumbo de los próximos meses con la reunión de la FED y la publicación del PBI de EE.UU del 2Q 22, mientras continúa la temporada de balances con la publicación de los resultados de las empresas más importantes.
Malos, pero mejores a los esperados. La mira de la semana estuvo en los resultados empresariales. El 20% de las compañías que componen al S&P ya presentaron sus balances, que marcaron en promedio un alza de las ventas del 7.8 i.a. (2 pp menos que la inflación) y una caída de las ganancias de 4,3% i.a. Las expectativas del mercado apuntan a que el 2Q 22 cierre con un alza de las ventas de 11.3% i.a. (vs 14% i.a. en el 1Q 22) y de 6.2% i.a. en las ganancias (vs 11.4% en el trimestre anterior). El sector financiero viene siendo el de peor desempeño en las ganancias por acción – 24,4% i.a.– mientras que el industrial es el de mayor suba – 137% i.a. –. Entre las compañías, Tesla marcó la mayor diferencia respecto al pronóstico, producto de que logró traspasar la suba de costos a los precios finales de sus vehículos. De esta manera, avanzó un 13,4% semanal. Netflix también fue uno de los mayores ganadores (16,6% semanal) al presentar una menor caída de usuarios que la pronosticada en el 1Q22 – 938.000 vs. una caída de 2 millones –. La mayor perdedora fue la red social Snap que no sólo no alcanzó al pronóstico sino que anunció un recorte en sus contrataciones, lo que llevó a la empresa a caer un 27% semanal.
Débiles resultados del sector inmobiliario. Los inicios de construcción cayeron 2% m/m, recortando las pérdidas de 11% que había marcado en mayo. Las ventas de viviendas de segunda mano profundizaron la baja a 5,4% m/m – vs. la caída de 3,4% en mayo –. Esto muestra que tanto la construcción como las ventas siguen desacelerando, afectadas también por el encarecimiento de créditos hipotecarios ante el contexto de suba de tasas.
Mal arranque del 3Q 22. Se publicaron los adelantos de PMI de julio. El PMI manufacturero superó las expectativas al resultar en 52,3 puntos – vs. 52 esperado – aunque por debajo del 52,7 de junio. Sin embargo, el PMI de servicios marcó 47 puntos, el valor más bajo de los últimos dos años y muy por debajo del 52.6 que esperaba el consenso. El dato por debajo de los 50 puntos ya marca una señal de desaceleración económica, lo que terminó generando una mayor volatilidad en los mercados en el último día de la semana.
Avanza la renta fija. Con las expectativas de recesión cada vez más afianzadas y con la suba de tasas de la FED descontada, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una importante caída en la semana, retrocediendo a los más bajos de los últimos dos meses. La UST2Y retrocedió de 3.14% a 2.97% y la UST10Y de 2.93% a 2.75% por lo que la curva continúa invertida, reflejo de la expectativa de mayor inflación en el corto plazo y menor crecimiento en el largo. En este contexto, todos los índices de renta fija tuvieron una semana positiva: el índice de bonos del Tesoro subió 1.0% en la semana (1.3% en lo que va de julio) en tanto que los bonos corporativos de mayor calidad y los de alto rendimiento tuvieron alzas de 1.8% y 1.6% respectivamente. La diferencia fue marcada por los bonos emergentes que finalmente cerraron una semana positiva marcando un avance de 4%.
Wall Street al alza. Pese a que en la última jornada ajustaron, los principales índices de renta variable cerraron la semana al alza impulsados por resultados empresariales por encima de las expectativas. Con las tecnológicas liderando las subas, el Nasdaq avanzó un 3,5% y acumula en julio una ganancia de 7.7% en tanto que el S&P y el Dow Jones lo hicieron en 2,6% y 2% respectivamente (4.7% y 3.7% en el mes). Entre los sectores, el de consumo discrecional marcó la mayor suba (6,8%) impulsado por Tesla que subió 13%, seguido por el industrial (4,2%) y el de materiales (4,2%). Sólo dos sectores terminaron la semana en terreno negativo: utilidades (-0,5%) y el de salud (-0,3%), este último afectado por menores proyecciones de crecimiento futuras para las compañías que presentaron resultados.
Continúa la caída de los commodities. La preocupación respecto a la desaceleración de la actividad a nivel mundial volvió a impactar en el precio de los commodities. El petróleo WTI terminó retrocediendo 3% luego de que se reactivaran las operaciones del gasoducto ruso Nordstream 1. Este representa el 40% de la exportación de gas mediante gasoducto al continente, por lo que su reapertura dio un respiro a la demanda energética de la región. Ante la tregua – débil – entre Rusia y Ucrania para avanzar en la exportación de granos y las perspectivas de menor demanda, los commodities agrícolas profundizaron las bajas que venían mostrando: la soja cayó 2,1%, el trigo 2,3% y el maíz se llevó la peor parte con una baja de 6,6%. Diferente fue el caso de los metales que tras la fuerte caída que habían mostrado las semanas previas, recuperaron parte de la pérdida con el cobre subiendo 3.5% y el aluminio 5.2%. El oro subió 1%.
Se despierta el BCE. El Banco Central Europeo (BCE) finalmente dio a conocer la primera suba de tasas de la entidad desde el 2011. A pesar de que desde el 2016 la entidad mantuvo las tasas en 0%, en la semana sorprendió al anunciar un alza de tasas de 50pb, el doble de lo que pronosticaba el mercado. De esta manera, la entidad mostró una postura más agresiva luego de que se publicara el nuevo dato del IPC de la eurozona de junio, que se mantuvo en 8,6% i.a. Sin embargo, la medida fue vista con optimismo ante la inflación que no muestra señales de retroceder, lo que llevó a que el mercado europeo cierre la semana un 3,6% al alza.
Mundo al alza. El optimismo de la semana debido a los resultados empresariales se extendió a nivel global con el MSCI All World avanzando un 2,7% en la semana. Además de Europa, Japón subió 3,7% mientras que los países emergentes avanzaron 2%. El índice que agrupa a Latinoamérica mejoró 1,4%. Dentro de esta última región, Perú y Chile fueron los principales impulsores con alzas de 8.1% y 3.8% respectivamente, mientras que Brasil marcó un alza de apenas 0.5%.
Local
Sin medidas de fondo, el gobierno argentino sigue respondiendo al deterioro económico con mayor control de cambios y control de precios, medidas que ya probaron ser muy poco efectivas. Las reservas internacionales caen, la brecha cambiaria se dispara, la inflación se acelera y las expectativas de devaluación son cada vez más fuertes. La transición está en riesgo. Esto golpea a los bonos soberanos que no encuentran piso, y los flujos se dirigen a instrumentos de cobertura cambiaria y al Merval. En este marco de extrema tensión, la agenda de la semana estará marcada por las medidas que anuncie el gobierno para contener la brecha cambiaria, y por el viaje de Batakis a Washington donde se reunirá con la titular del FMI.
¿Pasó lo mejor? En mayo la actividad económica marcó un alza de 0,3% m/m, desacelerando respecto al +0,5% de abril. Con este resultado, quedó 7.4% arriba del nivel de mayo de 2021 aunque aún está 1.5% abajo de mayo de 2019. Se destacaron los incrementos frente al mismo período de 2019 de industria (+9%), comercio (+11%) y actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+5%). Pese a haber estado por encima de las expectativas, los datos de los indicadores adelantados muestran una posible baja mensual para junio en torno al 0,5% por lo que el 2Q 22 habría cerrado con un crecimiento de 0.6% t/t y 6% i.a. La peor parte se espera para el segundo semestre con caída más pronunciada en todas las actividades.
Volvió el déficit comercial. El saldo comercial, la única fuente de ingresos de divisas que tiene el país, está en riesgo. En junio el saldo de la balanza comercial de bienes marcó un déficit de USD 115 M – vs un superávit de USD 1.101 M de un año atrás – con importaciones creciendo al 45% i.a. y exportaciones al 20% i.a. Las importaciones de energía subieron 157% i.a. mientras que las ventas externas de petróleo y derivados marcaron un alza de 97% i.a. Fue el primer resultado negativo desde agosto (sin contar dic-20 por paro de aceiteras). De esta manera, el 2Q 22 cerró con un superávit de USD 1.700 M, 60% menor al del mismo trimestre del año pasado, en tanto que en el semestre el excedente totalizó un superávit de USD 3.100 M muy por debajo de los USD 6.800 M registrados entre enero y junio de 2021. El 70% de esta caída obedeció al saldo de la balanza energética que pasó de un déficit de USD 351 M a USD 2.900 M.
Aumenta el déficit fiscal. El déficit primario de junio alcanzó $337.234 M (0,4% del PBI) acumulando en el primer semestre del año un rojo de $800.681 M (0,9% del PBI). Así, se cumplió con la meta – relajada en junio – de alcanzar un déficit máximo de 1,1% del PBI. Sin embargo, detrás de estos números el resultado es más preocupante: al excluir ingresos extraordinarios – impuesto a la riqueza en 2021 y rentas de la propiedad en 2021 y 2022 – el déficit primario acumulado asciende a 1,3% del PBI en 2022 vs 0,9% del PBI en 2021. Además fue llamativo que en el mes los subsidios cayeran 24% en términos reales en un contexto mundial de precios de la energía significativamente superiores a los de 2021, lo que estaría reflejando un aumento en la deuda flotante.
Sigue perdiendo reservas. En la última semana las reservas internacionales cayeron en USD 433 MM acumulando en lo que va del mes una pérdida de USD3.073 M. Con esto, al viernes 22 de julio el stock bruto cerró en USD 39.714 M mientras que las reservas netas quedaron en torno a los USD 2.000 M, menos de la mitad a lo que habían cerrado en junio. Esto nuevamente marca que las metas con el FMI no fueron cumplidas más allá de alguna cuestión de registro contable transitoria. Si bien parte de la caída de las reservas se explicó por los pagos de deuda en moneda extranjera, lo más preocupante es la mala performance de las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario donde sigue vendiendo divisas. Concretamente, en la última semana vendió USD 293 M acumulando en julio ventas netas por USD 950 M lo que se encamina a ser el peor mes desde octubre de 2020. La liquidación del agro llegó a USD 780 M en la semana y acumula en julio USD 2520 M, prácticamente lo mismo que a esta altura del mes pasado, aunque 15% por debajo a julio del año pasado.
Acelera la devaluación y se dispara la brecha cambiaria. Con las perspectivas de que la inflación del segundo semestre estará muy por encima a la de la primera mitad del año, el BCRA sigue acelerando el ritmo de devaluación para compensar la pérdida de competitividad. En la última semana el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial subió al 85% anualizado – tuvimos jornadas con alzas superiores al 100% anualizado – desde el 83% de la semana previa y 64% de junio. De mantener este ritmo, julio terminaría con un alza mensual del 5% (vs 4.2% en junio). La mala noticia para la estabilidad macroeconómica es que pese a esta dinámica del tipo de cambio oficial, los tipos de cambio implícitos en los bonos saltaron 8% en la semana (30% en lo que va de julio) y la brecha con el oficial se amplió al 150%, incluso en la semana llegó a superar 160%.
Sin viento a favor. Otro de los factores que complica el panorama del sector externo es una situación global más compleja para Argentina dada la caída que están teniendo las cotizaciones de las materias primas, especialmente las agrícolas, y la apreciación del dólar contra todas las monedas y contra las emergentes en particular. Concretamente, en la última semana el índice de precios de materias primas cayó 0.7% y en el último mes acumula una pérdida de 10%. Mientras tanto, con la suba del Real Brasileño y la mayor inflación en Argentina, el Tipo de Cambio Real Multilateral viene marcando una caída de 1.6% en los últimos 30 días que se extendería a 3% cuando se conozcan los datos de inflación de julio.
Amaga desdoblamiento. La tensión en el mercado cambiario es extrema y así lo reconoce la propia ministra Batakis. La última bandera que entregará será un salto cambiario. Mientras tanto, continúan con medidas de “contención” tratando de ganar algo de tiempo. Al endurecimiento de las condiciones de acceso al MULC de fines de junio, se le fueron sumando otras medidas que lejos están de resolver el problema. Al alza del dólar tarjeta – aumentó de 35% al 45% el recargo por anticipo de ganancias llevando al 75% el recargo total para los consumos en moneda extranjera – la última semana el BCRA dispuso que los turistas extranjeros que ingresen al país podrán vender hasta USD 5.000 al tipo de cambio MEP del día. Por otro lado, y apuntando a la brecha cambiaria, el BCRA estableció que aquellas empresas importadoras que deseen acceder al MULC deberán limitar su exposición a Cedears a un monto de USD 100.000 al tiempo que prohíbe que las mismas tomen posición en bonos corporativos de legislación extranjera en un plazo de 90 días si quieren acceder al MULC.
Esperando el salto cambiario. Con este contexto de devaluación en aumento y salto en los tipos de cambio paralelos, el principal flujo de la semana estuvo dirigido a los instrumentos de cobertura cambiaria. Los dollar-linked avanzaron 8,9% liderados por la suba de 13% del TV24, seguido por el TV23 (+9,4%) y el T2V2 (+4,2%). Dicho movimiento siguió profundizando las tasas reales de los bonos T2V2 y TV23, las cuales quedaron en -16,9% y -10,9% respectivamente. Los contratos de Rofex (dólar) también se hicieron eco de las expectativas devaluatorias por la ampliación de la brecha cambiaria y las tasas implícitas avanzaron 13% en la semana quedando las mismas en torno al 100% (los contratos que mayor tasa poseen en la actualidad son los que van de octubre a febrero). La búsqueda de cobertura fue tal que el interés abierto en contratos marcó un alza de 17,8% que alcanza los USD 6.521 M.
Merval para cubrirse. El índice de acciones argentino está viéndose favorecido por la mayor liquidez del mercado, lo que hizo que termine con una suba semanal de 9,2% medido en moneda local (sube 29% en lo que va de julio) aunque terminó sin variaciones en dólar CCL. Las cada vez mayores restricciones hacen que algunas compañías se vean como atractivas a la hora de lograr cobertura cambiaria, especialmente aquellas que logran ingresos en moneda extranjera. Todas las compañías del panel líder cerraron al alza con Aluar (23,8%), Transportadora Gas del Norte (16,2%) y Banco Supervielle (30,2%) marcando las mayores subas semanales. Sin embargo, las compañías que cotizan como CEDEARs se vieron afectadas tanto por el encarecimiento del dólar financiero como con las nuevas reglamentaciones, por lo que los resultados fueron dispares con Globant (12,9%) como la principal ganadora y Bioceres (-3,4%) con el mayor retroceso.
CER dispares y sostenidos por el BCRA. Los instrumentos con ajuste por inflación finalizaron una semana con resultados mixtos. El resultado global arrojó una caída de 0,3% producto del retroceso de 1,2% que tuvo el tramo largo. De los instrumentos cortos, la mejor performance la tuvo el T2X3 que subió 2,9%. Nuevamente el sostén para que las cotizaciones no terminen en terreno negativo estuvo en los organismos públicos, especialmente del BCRA. El retiro a FCI CER de privados se mantuvo, haciendo que los activos bajo su administración se ubiquen por debajo de los FCI dollar-linked. De todos modos, en lo que va del año el tramo corto de la curva acumula un avance de 36%, en línea con el índice CER y los largos 15%.
Se hunden los soberanos. Los bonos soberanos en moneda extranjera no hacen piso y en la última semana retrocedieron otro 4.5%, acumulando en lo que va del año una caída de 44% que deja las paridades de algunos de ellos por debajo del 20%. Con esta performance, pese a la mejora en la renta fija de emergentes, el riesgo país subió 7% en la semana y cerró en 2.943 puntos, nuevo récord post-reestructuración.
Lo que viene
Internacional
Esta semana continuará definida por resultados empresariales al mismo tiempo que se publicarán nuevos datos macroeconómicos y se dará una nueva reunión mensual de la FED. Respecto a esta última, con la expectativa de que ajuste en otros 75 pb la tasa de referencia, la mira estará puesta en los comentarios de Jerome Powell y en cómo la entidad analiza a la economía norteamericana de cara a los próximos meses. Respecto a los datos macroeconómicos, se publicará la primera estimación del PBI del 2Q 22 sobre el cual el consenso de mercado proyecta un alza de 0,4% t/t, aunque el nowcast de Atlanta marca una caída idéntica a la del 1Q 22 debido a la desacumulación de inventarios y a la caída de la inversión inmobiliaria. A su vez se publicará el índice de confianza del consumidor, los ingresos y gastos personales de junio y, derivado de esto, el PCE, índice de precios que sigue la FED.
Siguiendo con la temporada de balances, entre las compañías que publican se destacan Microsoft (MSFT), Google (GOOGL), Coca- Cola (KO), Meta Platforms (META), Apple (AAPL) y Amazon (AMZN) que representan un tercio del S&P 500. De esta manera, será una semana decisiva para analizar cómo el 2Q 22 terminó afectando a estas importantes empresas y cómo analizan sus proyecciones para los trimestres siguientes.
Local
Mientras el gobierno dirime sus internas, las miradas de la semana estarán puestas en el viaje de Batakis a EE.UU, donde se reunirá con la titular del FMI Kristalina Georgieva y con representantes de la Cámara de Comercio de EE.UU. En el plano interno, la atención se centrará en los anuncios que podría hacer el gobierno en materia cambiaria, como un nuevo avance al desdoblamiento cambiario al estudiar un tipo de cambio diferenciado para el agro. No es menor el hecho que la última semana de cada mes suele ser la de mayor tensión en el mercado dado los mayores pagos al exterior. En cuanto a los datos económicos, además de la licitación del Tesoro, lo más importante será la publicación del informe de bancos de mayo – se destacará la creciente exposición del sistema al sector público – y el resultado del balance cambiario de junio.