¿Qué pasó?
Internacional
Pese a los buenos indicadores económicos publicados, las declaraciones de Jerome Powell golpearon fuerte al mercado con un cierre muy negativo. Las tasas volvieron a subir y los principales índices de renta fija y variable tuvieron la segunda semana consecutiva de caídas. La mira de esta semana estará puesta en el informe de empleo de agosto, donde una mayor solidez del mercado laboral acentuaría las expectativas del mercado de una suba de 75pb para la reunión de septiembre.
Consumo creció más de lo previsto. La segunda estimación del PBI de EE.UU del 2Q 22 trajo una buena y una mala noticia. La buena fue la moderación de la caída a 0.6% t/t – 0.3 pp menor a lo que había marcado la primera estimación –, en tanto que la inflación implícita se corrigió a 9% desde el 8.7%. La mejora en el PBI real fue producto de una corrección al alza en el gasto real de los consumidores, que terminó resultando en un aumento de 1,5% t/t en comparación al dato inicial de 1% t/t. Por su parte, tanto el mercado laboral como la tasa de ganancia empresarial (9,1% t/t.) se mantuvieron sólidos, lo que fue tomado como una señal optimista a pesar de haber alcanzado la recesión. La mira continúa en los inconvenientes de las cadenas de suministros que afectan fuertemente a los inventarios – estos resultaron en USD 83,9 MM vs. USD 188,5 MM en 1Q22 –.
Des-inflación confirmada y consumo en alza. Repitiendo la tendencia que había marcado el IPC, el índice de precios implícitos del gasto del consumidor de julio (el PCE que es el que toma la FED como referencia) marcó un retroceso de 0,1% m/m, resultando en un 6,3% i.a. – vs. 6,8% i.a. en junio –. Lo mismo ocurrió con el PCE core que apenas subió 0.1% en el mes y 4.6% en los últimos doce meses. La desaceleración del PCE fue generalizada, aunque lo más destacado fue la caída en bienes no durables que presentaron una contracción de 0.5%, mientras que los servicios subieron sólo 0.1% m/m, el mejor resultado desde enero de 2021. Si bien en términos nominales el gasto personal resultó en un 0,1% m/m, muy por debajo tanto de las expectativas de 0,4% m/m como del 1% m/m en junio, en términos reales marcó un alza de 0.2% de la mano del mayor impulso del consumo de bienes.
Mejoran las expectativas del consumidor. La confianza del consumidor de la Universidad de Michigan volvió a avanzar en agosto: el resultado fue de 58,2 puntos, superando así tanto a las expectativas de 55,1 como al dato de julio de 51,5 puntos. Es el mejor resultado desde mayo, mostrando una mejora en las expectativas luego de darse a conocer un retroceso en la inflación del mes. Esto hizo retroceder también a las expectativas de inflación de un año, que se ubicaron en 4,8% – vs. el pronóstico de 5% y 5,2% –, el mínimo de ocho meses. Lo mismo ocurrió con las previsiones de inflación de 5 años que se ubicaron en un 2,9%.
La actividad industrial no alcanza las expectativas. El PMI manufacturero de agosto resultó en 51,3 puntos – vs. 52 que esperaba el mercado, siendo el más bajo desde julio de 2020 –, mientras que el de servicios marcó 44,1 puntos – el peor resultado desde diciembre de 2020 y muy por debajo del 49.2 que esperaba el mercado –. De esta manera, el dato marca su tercer resultado consecutivo sin avances, mientras que el índice compuesto, que tiene en cuenta a ambas mediciones, resultó en 45 puntos vs 49 estimados y 47,7 en julio.
Balances empresariales: vuelven a retroceder las ganancias esperadas. Con el 98% de los balances presentados, la tasa de ganancias retrocedió hasta 8,5% i.a. – vs 8,8% i.a. la semana previa –, mientras que la tasa quedaría en -2,2% i.a. sin contar al sector energético. Esto ocurrió debido a las débiles presentaciones a lo largo de esta semana, llevando a que el 69,8% de las firmas presenten resultados por encima de las expectativas – vs. un 78,5% el promedio de los últimos 4 trimestres –. De esta manera los sectores energético e industrial se mantienen entre los de mayores tasas de ganancias, de 296,7% i.a. y 31,5% i.a. respectivamente. Por el contrario, el de comunicaciones y el financiero se ubicaron como los principales detractores al marcar caídas en sus ganancias de 20,3% i.a. y 19,1% i.a. Sin embargo, la mayor preocupación continúa en los recortes de ganancias que varias empresas ya anunciaron para el 3Q 22. Esto lleva a que las estimaciones ubiquen a la tasa de crecimiento del S&P para el trimestre actual en 5,3%i.a. – con el energético siendo el principal impulsor al tener una tasa de ganancias proyectada de 120% i.a. –.
¨El trabajo aún no está hecho¨. Pese a los buenos resultados que tuvieron en el margen la inflación y la actividad económica, Jerome Powell volvió a dejar en claro esta semana que la economía norteamericana necesita mantener una política monetaria agresiva por más tiempo para así lograr controlar la inflación. A pesar de que esto implicaría una desaceleración en el crecimiento y un mercado laboral más débil, el presidente de la FED defendió esta postura más hawkish aumentando así las perspectivas de una suba de 75pb por parte del mercado. Luego de sus comentarios en el simposio de Jackson Hole, el mercado pasó a estimar tasas de 3,25% con un 60% de probabilidades luego de la reunión de septiembre. Cabe destacar que esta suba dejaría poco margen para alcanzar el objetivo de tasas de 3,4% que estableció la FED para el año 2022. Durante la semana, distintos miembros de la entidad dejaron abierta la posibilidad de alcanzar tasas de hasta 4% con el objetivo de acercar a la inflación a su target de 4,3% según el pronóstico de la entidad publicado en junio.
Débil semana para la renta fija. A pesar de haber iniciado la semana al alza, las declaraciones de los miembros de la FED hicieron desplomar a la demanda de bonos. Todo el tramo de la curva de bonos del tesoro terminó al alza con las mayores subas en el corto plazo. Mientras la USD 2 YR avanzó 11pb hasta 3,38%, la USD 10 YR subió 3 puntos hasta 3,03% pronunciando aún más la reinversión que mantiene la curva. El alza de las tasas golpeó a todos los índices de renta fija: el de bonos del Tesoro cayó 0.2%; los Investment Grade, 0.4%; mientras que los bonos de alto rendimiento (High Yield) y emergentes se llevaron la peor parte con caídas de 1.5% y 1.6% respectivamente.
Índices de acciones en rojo. La volatilidad volvió a sacudir a los mercados en la última semana, con el índice VIX subiendo 5 puntos hasta alcanzar 25,6 puntos, su mayor valor del último mes. Este escenario afectó a los tres principales índices norteamericanos, con el Nasdaq marcando el mayor retroceso (-4,8%), seguido por el Dow Jones (-4,2%) y el S&P (-4%). Entre los sectores, sólo el energético marcó un avance (4,3%) favorecido por la suba en el precio del petróleo. Por el contrario, los 10 sectores restantes que componen al S&P promediaron caídas de 4%, con el tecnológico siendo el más afectado de la semana (-5,6%). Cabe destacar que las compañías tecnológicas suelen ser las más afectadas ante un contexto de suba de tasas, por lo que las declaraciones del viernes pasado terminaron golpeando fuertemente a este sector.
Commodities en alza. Las complicaciones climáticas a nivel global terminaron impulsando a los commodities agrarios: el maíz, la soja y el trigo avanzaron 6,8%, 7,8% y 4,2% respectivamente. A pesar del aumento en las exportaciones por parte de Ucrania, las sequías que afectan a EE.UU, India y Europa generan preocupación respecto a la presión sobre la inflación a nivel global. Por su parte, el petróleo subió 2.5% luego de que la OPEP+ indique que podría recortar parte de su producción energética. Cabe destacar que aún está en la mira el acuerdo nuclear con Irán, lo que permitiría que el país acceda a mayores mercados y aumente así la oferta energética global. En caso de aprobarse, se espera que haga retroceder al precio del crudo. La buena semana para los commodities también se reflejó en los metales: el cobre subió 0.8% mientras que el aluminio lo hizo 4.7%.
Cae el mundo, avanzan los emergentes. El MSCI All World cerró la semana un 3,2% a la baja impulsado principalmente por las caídas en EE.UU. y Europa (-4%). Sin embargo, los países emergentes lograron diferenciarse (0,3%), con LATAM marcando la mayor suba (2,7%). La región se vio favorecida por un menor pronóstico de suba de tasas al principio de la semana, lo que llevó a que países como Brasil (2,7%) y Chile (8,5%) impulsen al índice latinoamericano.
LOCAL
Buena semana para el mercado local. Si bien los indicadores económicos continúan marcando una economía frágil y que empeora en el margen, las señales de ajuste fiscal contribuyeron a mejorar las expectativas. Mejoraron los bonos, cayó la brecha cambiaria y el Merval siguió subiendo. Las miradas de esta semana seguirán puestas en el mercado cambiario, dado que las reservas internacionales se mantienen muy bajas y continúa la tensión sobre el tipo de cambio. También serán importantes las primeras estimaciones de inflación de agosto.
Pisando pagos. El resultado fiscal de julio marcó un déficit primario de $76.000 M y de $205.600 M si consideramos el pago de intereses. Vale destacar que el resultado primario marcó una importante mejora respecto al de un año atrás, cuando había sido de $124.000 M. Al igual de lo ocurrido en junio, la mejora en la dinámica fiscal obedeció al freno que está mostrando el gasto primario, mientras que los ingresos mantienen un buen dinamismo de la mano de la recaudación tributaria. Concretamente, si en los primeros cinco meses del año el gasto primario creció al 14% i.a. real, en los últimos dos meses cayó al 2% real. En la caída del gasto fueron determinantes los subsidios (de +38% a -14%) y las transferencias a provincias (de +25% a -23%), así como también los programas sociales que fueron compensados en parte por la aceleración en el gasto de capital y salarios. Con este resultado, en los primeros siete meses del año el déficit primario llegó a 1.5% del PBI, mientras que en el mismo período del año pasado había sido de 0.9% del PBI. Será importante ver la evolución del gasto en las provincias y en los subsidios dado que hay parte del gasto que se devenga y no se paga, al tiempo que no es un dato político menor el ajuste a las provincias, pues la provincia de Buenos Aires tiene la mayor carga. Si bien el gobierno viene anunciando ajustes en otras partidas, para que el gobierno logre cumplir la meta fiscal de déficit primario de 2.5% del PBI, deberá lograr que el gasto caiga 8 pp en términos reales y que los ingresos mantengan un ritmo de crecimiento como el actual.
Volvió el déficit comercial. De la mano del fuerte crecimiento de las importaciones de energía y la pobre performance de las exportaciones, el saldo comercial de julio marcó un déficit de USD 437 M, siendo el segundo resultado negativo consecutivo. Concretamente, las exportaciones crecieron 7.7% i.a. (con caída de 5.6% i.a. en las cantidades) mientras que las importaciones lo hicieron al 44% i.a. (con alza de 12% i.a. en las cantidades). El resultado del mes estuvo explicado por el déficit de USD 1.867 M en el sector energético (vs –USD 334 M en julio de 2021) mientras que el resto de los sectores marcó un superávit de USD 1.427 M (vs USD 1.879 M en julio 2021). Con este resultado, en los primeros siete meses del año el superávit comercial acumulado llegó a USD 2.651 M, muy por debajo de los USD 8.350 M que había marcado en el mismo período del año pasado.
Mercado cambiario bajo tensión. Además del deterioro en el balance comercial, Argentina padece un marcado deterioro del resto de las cuentas externas, especialmente en la balanza de servicios reales. Esto obliga al BCRA a vender divisas para contener la presión sobre el tipo de cambio a fin de evitar un salto de este último. Concretamente, el resultado del balance cambiario de julio marcó un déficit de USD 1.250 M, el peor resultado desde noviembre del año pasado. Esto obedeció a un menor saldo comercial liquidado (USD 689 M vs USD 1.500 M en julio del año pasado) y un fuerte incremento en el déficit de la balanza de servicios reales (llegó a USD 1.065 M cuando en julio de 2021 había sido de USD 269 M). Dentro de esta última, lo más importante es el deterioro en el saldo de la cuenta de turismo (incluye los pagos con tarjeta de crédito en moneda extranjera) que marcó un rojo de USD 757 M (vs USD 195 M en julio del año pasado).
Siguen cayendo las reservas internacionales. Si bien la mayor liquidación del agro y la menor demanda para pagos de energía dieron aire al BCRA para comprar algo de divisas, no fue suficiente para contener las reservas internacionales que en la última semana cayeron USD 38 M, cerrando con un stock bruto de USD 37.027 M, en tanto que las reservas netas se mantuvieron en torno a los USD 400 M. Concretamente, en la última semana el agro liquidó USD 871 M, la demanda de energía fue de apenas USD 120 M y el BCRA logró comprar USD 158 M. Así, en lo que va del mes, el saldo de operaciones del BCRA en el mercado cambiario marca ventas netas por USD 534 M.
Se achica la brecha. Si bien los dólares financieros se mantuvieron volátiles durante la última semana, en el neto semanal ajustaron de forma considerable. El MEP concluyó en $282 (-3,9%) y el CCL en $292 (-2,6%) permitiendo que, ante un BCRA que mantiene el ritmo devaluatorio (en torno al 87% anualizado), la brecha se reduzca al 113%.
Buena semana para los soberanos. Con señales de querer moderar el gasto, los soberanos en dólares lograron cerrar la semana con rendimientos positivos generalizados, con la excepción del GD41 que retrocedió 2,6%. El balance global arrojó una suba de 5,4%. Esto ayudó a que el riesgo país se tomara un respiro al cerrar en los 2.400 pbs (-2,8%). Desagregadas por ley, la de Bonares se posicionó sobre su par de Globales con un upside de 6,3% vs. el 4,5% de los segundos. Con este impulso la cotización promedio de los bonos se estableció en los USD 25,5.
Demanda de cobertura. Ante la evidente tensión sobre las reservas internacionales, el mercado no dejó de demandar cobertura. La Dollar-linked mostró el mejor desempeño con un incremento de 4,8%, impulsado por el avance que tuvo el TV24 (+7,8%). Lo acompañaron el T2V3, con 4,3%, el T2V2 y el TV23, con 3,5%. El movimiento que tuvieron los bonos en cuestión implicó una recuperación frente a la pérdida de demanda que habían tenido ante los bonos duales. Si los observamos respecto de la devaluación, los dollar-linked del tramo 2023 se encuentran en mejor posición que sus pares duales, con un rendimiento promedio de -3,9% frente al 5,8% de los segundos.
Se mantiene la demanda de los Duales. Más allá de continuar profundizando los valores negativos de sus tasas reales, los bonos duales pudieron concluir otra semana con subas generalizadas. El alza exhibida fue de 2,1% y nuevamente el TDJ23 (vence en junio) se llevó el mayor flujo. La demanda que tuvieron estos bonos respondió al nivel de tolerancia al riesgo que posee el mercado, a mayor plazo menor demanda. Ocurre que el TDS23 que vence en septiembre cae luego de las PASO, lo cual despierta la desconfianza de un mercado que recuerda el default selectivo de 2019.
Los bonos recuperan demanda. Si bien la curva CER no concluyó con grandes movimientos (avanzó 1,2%), se destaca el flujo tomador recuperado respecto a semanas anteriores. Para algunos bonos de la curva esto implicó un cambio de tendencia y les permitió cerrar la semana con un balance positivo, tanto en el caso de los del tramo medio y largo de la curva. De todos modos el mayor flujo se concentra en el tramo corto, donde se presentan las mayores subas (+1,9%). Al mismo tiempo el mercado empieza a animarse a las letras que vencen en 2023. Estas estaban bajo el foco luego de la crisis que implicó para la curva el retiro generalizado de FCI CER en el mes de junio.
Fuerte avance del Merval. El índice de acciones argentino se diferenció del contexto internacional y terminó marcando una suba de 8% medido en moneda local, y de 11,4% en dólar CCL hasta USD 483, su máximo valor en esta moneda de los últimos cuatro meses. A pesar de las caídas en la última jornada, la mayor parte de las compañías que componen al panel líder terminaron la semana al alza, a excepción de BYMA (-3,4%) y Edenor (-5,7%). Por el contrario, entre las mayores ganadoras se destacaron YPF (16,3%), favorecida por los sólidos resultados empresariales del 2Q 22 que presentó en la semana, y Central Puerto (13,5%). Entre las compañías que cotizan como CEDEARs, Bioceres Corp logró un fuerte avance (15,2%) producto de alentadoras proyecciones de crecimiento por parte de Ospraie Management, tenedor del 10% de sus acciones.
Lo que se viene
Internacional
Luego de darse a conocer una sólida postura de Jerome Powell, los inversores estarán atentos al resultado del informe de empleo de agosto que se dará a conocer el próximo viernes. Mientras que la tasa de desempleo se pronostica sin variaciones respecto al mes previo (3,5%), se proyecta una desaceleración en el ritmo de creación de empleo no agrícola al estimarse 285.000 nuevos puestos, muy por debajo a los 528.000 creados en julio. En caso de volver a superar las expectativas, como ocurrió el mes previo, la solidez del mercado laboral daría un mayor margen a la FED para avanzar con su política monetaria contractiva. Por esta razón, es posible que el mercado marque una fuerte volatilidad en la semana a la espera de esta publicación.
Local
Hoy, el Tesoro buscará superar la última prueba del mes en materia de vencimientos mediante la oferta de cuatro instrumentos. Por un lado ofrecerá las habituales Lelites, de exclusividad para los FCI, acompañadas por dos Ledes y una Lecer. Dentro de las Ledes se abren dos vencimientos, el de diciembre y el de enero, mientras que en la Lecer ampliará la oferta actual con una colocación a junio. La entidad utilizará el mismo mecanismo de no indicar precio mínimo de manera de establecer el corte en base a el flujo que necesita ($88 MM). Por otro lado, las miradas de la semana seguirán puestas en la evolución en el mercado de cambios, dado que la última semana de cada mes la presión sobre la demanda aumenta sensiblemente. También se conocerán las primeras estimaciones privadas de inflación de agosto, que de acuerdo a nuestras estimaciones se mantendrán en un rango de 6.5% y 7%.