¿Qué pasó?
Internacional

Tras 4 semanas consecutivas al alza, los mercados se tomaron una pausa. Los temores a que la FED continúe subiendo las tasas por más tiempo y los flojos resultados de las ventas minoristas presionaron sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro que volvieron al nivel de un mes atrás. La suba de tasas golpeó a todos los índices de renta fija como así también a la renta variable afectando más a los mercados emergentes. La mira de esta semana estará puesta en la reunión de Jackson Hole y en los datos de actividad e inflación que darán indicios acerca de si la economía norteamericana está efectivamente sufriendo los efectos de la fuerte suba de tasas establecida por la FED. 

Las minutas de julio. Se conocieron las minutas de la última reunión de la FED llevada adelante el 27 de julio y en la que subió la tasa otros 75 bp hasta los 2.50%. Recordemos que en ese entonces los indicadores de junio marcaban una tasa de desocupación del 3.6% (semanas más tarde se conoció el dato de julio que  bajó a 3.5%) y la inflación había marcado un salto de 1.3% llevando la acumulada anual por encima del 9% (el dato de julio sorprendió al marcar 0% m/m).  Ante las declaraciones más hawkish de distintos miembros en cuanto al escenario que manejan, los inversores tuvieron una lectura de cautela y afianzaron la expectativa de una suba de 50 pb para la reunión de septiembre – la probabilidad subió de 55% al 59% en tanto que la de un alza de 75 pb bajó de 45% a 41% –. De acuerdo al nowcast de la FED de Cleveland, el IPC de agosto volvería a traer buenas noticias al esperar un alza de 0.13% m/m aunque el IPC tendría un repunte de 0.48% m/m.

Desaceleran las ventas. Las ventas minoristas permanecieron sin variaciones en julio, ubicándose por debajo tanto de las expectativas de 0,1% m/m como del dato de junio de 0,8% m/m. A su vez, las ventas de viviendas existentes de julio mostraron una caída de 5.9% m/m, profundizando su retroceso (-5.5% m/m en junio) y decepcionando al mercado, que proyectaba un -5.1% m/m. De esta manera, el dato marcó su mayor contracción desde septiembre de 2020. La suba de tasas empieza a afectar al sector inmobiliario ante un encarecimiento de los créditos hipotecarios que afecta fuertemente a la demanda de nuevas viviendas. Esto se confirma con la caída en los permisos de construcción que resultó en una contracción de 1,3% respecto al dato de junio. Con estos indicadores, el nowcast de la FED de Atlanta redujo su pronóstico de crecimiento para el 3Q 22 a 1.6%, desde el 2.5% que proyectaba a fines de la semana previa.

Balances empresariales moderan las ganancias. Con el 95% de los balances presentados, la tasa de ganancias esperada se moderó al pasar a un 8,8% i.a. – vs 10,8% i.a. la semana previa –. Esto se dio producto de débiles presentaciones a lo largo de esta semana, lo que derivó en que el 69,6% de las firmas presenten resultados por encima de las expectativas – vs un 74,5% la semana previa y un 78,5% el promedio de los últimos 4 trimestres –. Entre los sectores más afectados se destacó el de comunicaciones, que profundizó su caída de ganancias hasta 20,3% i.a., siendo hasta el momento la industria de mayor retroceso de la época de balances seguida por el sector financiero (que bajó 19,1% i.a.). Por el contrario, el sector energético y el industrial marcan tasas de ganancias de 296,8% i.a. y 31,5% i.a. respectivamente. Cabe destacar que 36 firmas ya preanunciaron caídas en las ganancias por acción para el 3Q 22, en comparación a las 38 que anunciaron mejoras en sus estimaciones para ese período. 

Renta fija en rojo. Ante una FED que mantiene su postura, la curva de rendimientos cerró al alza, principalmente en el largo plazo. La USD 10 YR avanzó 13pb hasta volver a ubicarse en un 3%, marcando un nuevo máximo del último mes, mientras que la USD 2 YR cerró en 3,27%, levemente por debajo del cierre de la semana previa. En términos generales, los bonos del Tesoro (GOVT)  cayeron 0.7% pero también se vieron afectados los bonos corporativos: los de alta calidad (Investment Grade) y los de mayor rendimiento (High Yield) retrocediendo 2,5% y 2,3% respectivamente. Peor fue para los bonos emergentes que se vieron fuertemente golpeados cerrando una baja de 3,7%. Este contexto de mayor aversión favoreció al dólar, que registró su mayor alza semanal desde abril de 2020 con el DXY escalando un 2,4%.

Retroceden las acciones. La volatilidad volvió a marcar la agenda de la semana y el índice VIX tuvo un leve repunte cerrando en 20,7 puntos. A pesar de iniciar al alza, los principales índices norteamericanos detuvieron su rally alcista de 4 semanas producto de la preocupación por la suba de tasas de interés y un contexto más recesivo. La mala performance fue generalizada, con el Nasdaq marcando una caída de 2,3% y el S&P  de 1,2%; el Dow Jones  fue el menos golpeado con una baja de apenas 0,2%. Los sectores defensivos del S&P fueron los que terminaron al alza, con el de consumo estable marcando un alza de 1.9% favorecido por los resultados empresariales de empresas como Home Depot o Walmart. Pese al encarecimiento de los costos, ambas firmas lograron ganancias por encima de las expectativas, aunque recortaron su tasa de crecimiento para el 3Q 22. Por el contrario, el sector de comunicaciones fue el principal perdedor de la semana con una caída de 3,1%. Esto lo convierte en el único perdedor del último mes (-0,8%), producto de débiles resultados empresariales. 

Posible acuerdo con Irán hace retroceder al crudo. Ante la ajustada demanda mundial, las expectativas continúan en los avances del acuerdo nuclear con Irán, que podría dar un respiro a la faltante energética global. Bajo este contexto, el petróleo cerró la semana con una caída de 1,8% hasta los USD 90. Por su parte, el oro se vio fuertemente afectado por el fortalecimiento del dólar, culminando con un retroceso de 2,9%. Respecto a los commodities agrarios, las mejores perspectivas climáticas y el aumento en las exportaciones de Ucrania llevaron a un fuerte retroceso tanto de la soja (-10,8%) como del trigo (-6,4%), y en tercer lugar del maíz (-2,2%). 

De nuevo China. El gigante asiático anunció el envío de tropas a Rusia con el objetivo de realizar nuevos ejercicios militares. Esto se suma a la tensión que mantiene con Taiwán, fruto de los acuerdos comerciales de este último con EE.UU. A pesar de que miembros del gobierno chino descartan una participación en la invasión, la alianza continúa preocupando a los mercados dado el efecto que una invasión por parte de China podría tener sobre la economía global. A este escenario se le suma la caída en la producción industrial que presentó China – 3,8% i.a. vs. 4,6% i.a. esperada–, llevando a su mercado a retroceder un 3,2% en la semana. Esto hizo que el banco central se diferenciara de la tendencia mundial aprobando una baja en las tasas de interés para fomentar la liquidez monetaria del país. 

El escenario negativo se extiende al mundo. La aversión al riesgo impactó en todos los índices mundiales llevando al MSCI All World a retroceder un 2%. Los mercados emergentes retrocedieron un 2,9% mientras que Europa, por su parte, lo hizo en un 3,6% afectada también por los nuevos datos históricos de inflación (en julio subió al 8.9% i.a.). Sin embargo, LATAM fue el de peor performance al caer un 3,9%, con bajas generalizadas, aunque se destacó la de 8.8% que tuvo Chile. Este último se vio golpeado por un nuevo récord histórico de inflación al alcanzar un 20,6% i.a. que se sumó al mal dato del PBI del 2Q 22 y a los conflictos políticos que padece el país andino.

Local

Con muy pocos avances en materia de medidas económicas y un contexto global más complejo para los emergentes, los activos locales continuaron sin despegar. En el frente cambiario, el BCRA logró terminar la semana con saldo positivo y las reservas internacionales tuvieron un mini respiro luego de seis semanas de fuertes pérdidas. La falta de avances concretos en materia fiscal y cambiaria mantienen el riesgo país muy elevado, y la brecha cambiaria tomó impulso. Si bien las intervenciones en el mercado cambiario y la evolución de los agregados monetarios seguirán marcando el pulso al mercado, la agenda de la semana estará puesta en el resultado fiscal y en el balance cambiario de julio.

Un respiro para las reservas. Tras 4 semanas consecutivas con saldo vendedor –acumuló ventas netas por USD 1.445 M– en la última semana el BCRA compró USD 123 M. Pese al feriado del lunes pasado, el agro liquidó USD 650 M, prácticamente lo mismo que la semana previa, acumulando en lo que va del mes ventas por USD 2.100 M levemente por encima a lo que había liquidado en el mismo período del mes previo. Estas operaciones fueron compensadas en parte por la caída del Yuan y del oro, por lo que las reservas internacionales lograron un alza de USD 45 M luego de seis semanas consecutivas de caída, que implicaron una pérdida de USD 5.341 M. Con este resultado, el stock de reservas internacionales brutas cerró la semana en USD 37.093 M mientras que las reservas netas repuntaron hasta USD 520 M.

Presión sobre la brecha. A pesar del respiro que tuvieron las reservas internacionales, la falta de novedades concretas en cuanto a la política cambiaria y un contexto internacional más adverso (con caída importante en los precios de los commodities y la apreciación del dólar a nivel global) volvieron a presionar sobre la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. No hubo ni salto discreto del tipo de cambio ni desdoblamiento. Concretamente, en la última semana el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación (5.7% al mes o 90% anualizado) elevando la cotización oficial 1.1%, los tipos de cambio implícitos en los bonos tuvieron un repunte de más de 5% interrumpiendo la caída que habían mostrado desde fines de julio. Así las cosas, la brecha cambiaria se ubica en torno al 120%, lo cual sigue siendo un factor de presión sobre las expectativas tanto de inflación como de devaluación. 

Subió el riesgo país. El mercado sigue esperando medidas concretas en el frente fiscal. Si bien en la última semana se avanzó en el proyecto de segmentación de tarifas, el ahorro fiscal sigue siendo prácticamente nulo para este año y de 0.4% del PBI para el año que viene. Es muy  poco para enderezar la dinámica de las cuentas públicas como para que el gobierno pueda cumplir su promesa de déficit fiscal primario de 2.5% PBI para este año y de 1.9% para el 2023. En este contexto de incertidumbre, los bonos soberanos siguieron golpeados. En líneas generales tuvieron un comportamiento a la baja, aunque las subas del GD41 (+9,7%), del GD38 (+1%) y del GD29 (+1,3%) contuvieron el balance semanal con una baja de sólo 0,3%. En esta dinámica, la curva de ley local fue la más afectada con un retroceso del 2,3% mientras que los de legislación NY subieron 1.7%. Las cotizaciones finalizaron la semana en un promedio de USD 24,1 y el riesgo país subió hasta los 2.468 pb (+10 pb). 

Los bonos duales concentran la demanda. Los nuevos bonos duales se han convertido en el foco de atención del mercado secundario por tener una cláusula de ajuste que permite la cobertura ante lo que evolucione más entre inflación o devaluación. Esto es lo que los hace más atractivos dado que soluciona al inversor la incertidumbre en cuanto al tipo de cambio real. De los tres duales emitido el correspondiente a junio (TDJ23) subió 4,2% en la semana, seguido por el de julio que lo hizo 3,8%, mientras que el de septiembre tuvo un alza de 2,8%. Si lo miramos como cobertura contra la devaluación presentan un rendimiento real de -5,67%, -5,16% y -3,12%. Esperamos que el flujo en dichos instrumentos se mantenga en tanto no tengamos novedades respecto a la devaluación.

Menor interés en los bonos CER y dollar-linked. Con el debut de los bonos duales las curvas de bonos ajustables por inflación y por tipo de cambio tuvieron menor demanda. En cuanto a la curva CER, en la semana presentó un movimiento global de 0,1%. El que más avanzó fue el T2X2, que subió 0,8%, mientras que del resto de la curva se observa que los bonos cortos no tienen demanda por estar muy negativo, en tanto que las LECER vinculadas con el muy corto plazo tuvieron un comportamiento levemente mejor con un cierre promedio de 0,6% al alza.  Los dollar-linked mostraron una dinámica dispar y volátil, especialmente en las últimas dos ruedas, y cerraron con una baja promedio de 0.5% –el que más retrocedió fue el TV24, que cayó 3,2%, mientras que del lado opuesto estuvo el T2V3 con un avance de 1%–.

Merval sin rumbo. A pesar del alza que marcó la mayor parte de las compañías, el encarecimiento del dólar financiero CCL llevó al índice de acciones argentino a retroceder un 1,6%, medido en esta moneda, mientras que en pesos el avance fue de 4%. Cabe destacar que entre las acciones de mejor performance se ubicó YPF, que subió 11.7% favorecida por sus sólidos resultados que marcó su último balance. Por el contrario, Banco Supervielle estuvo entre las de peor performance al marcar una caída de 2.6%. Entre las firmas que cotizan como CEDEARs, sólo Bioceres (1,4%) y CAAP SA (2,3%) terminaron al alza mientras que las restantes marcaron fuertes retrocesos. MercadoLibre cayó 15,7% afectada por el escenario internacional que golpeó a las tecnológicas, en tanto que Globant marcó un retroceso de 2,1% favorecida por los sólidos resultados del balance del 2Q 22, destacándose por un crecimiento en sus ganancias de 40,6% i.a. y de 7% respecto al 1Q 22. 

Lo que se viene
Internacional

Luego de las posturas más hawkish de los miembros de la FED, la mira de la semana estará puesta en las declaraciones que Jerome Powell hará en el simposio Jackson Hole. Entre las publicaciones se dará a conocer el PCE: se espera que continúe en el sendero del IPC y marque una desaceleración respecto al resultado del 6,8% i.a. marcado en julio. A su vez, los mercados estarán atentos al dato de gastos personales, especialmente luego de la caída en las ventas minoristas, que se pronostica en 0,4% m/m – vs 1,1% m/m en junio–. Por otro lado, también se darán a conocer tanto el PMI manufacturero como de servicios, que se estiman en 51,9 y 49,1 – vs 52,2 y 47,3 respectivamente–. A su vez, se dará a conocer el informe de la universidad de Michigan, que refleja una leve mejoría en la confianza del consumidor en 55,2 puntos. 

Local

La semana arranca con la publicación de dos importantes indicadores. Por un lado, el INDEC dará a conocer el saldo comercial de bienes correspondientes a julio, en el cual lo más importante pasará por la dinámica de las importaciones y la reducción del excedente comercial, aspecto clave para la salud de las cuentas externas. Por otro lado, el mismo día el Ministerio de Economía deberá publicar el resultado fiscal de julio, donde nuestra atención se concentrará en la evolución del gasto en general y de los subsidios en particular, al tiempo que deberá determinar si el Tesoro está pisando pagos que disimulen la dinámica fiscal. Hacia el fin de la semana, el BCRA publicará el balance cambiario de julio, en el que destacaremos qué factores hicieron que el BCRA en ese mes registre un saldo de ventas netas en el mercado cambiario por más de USD 1.200 M. Mientras tanto, las miradas seguirán puestas en la agenda del ministro Massa y en la evolución del mercado cambiario y de reservas internacionales, pues en los últimos días de cada mes la demanda suele estar más activa.